Cuerpos en la playa, el bikini como forma de resistencia

Tener un cuerpo no normativo se castiga en el probador del Calzedonia, en el chiringuito de playa y en la piscina municipal. La producción cultural se ha encargado de dictar a las personas cómo deben ser sus cuerpos: en este dictado, el cuerpo gordo es un cuerpo incorrecto. Exponerlo, un desafío.

Minuto cuatro de un vídeo publicado en YouTube el 7 de julio de 2017. “Es la primera vez en mi vida que me pruebo un bikini, estaba supernerviosa pero hay que superar paranoias”, dice una chica en el vídeo mientras enseña un bikini estampado rojo y azul con flecos. Habla Miren Jaurne o, más bien su alter ego youtuber, Mimi XXL. Su canal tiene 174.000 suscriptores y ella está gorda, dos datos relevantes para entender el desafío que supone el gesto de hacer un lookbook de verano en su canal. Efectivamente, explica a El Salto, la primera vez que Jaurne se puso un bikini fue en ese vídeo de YouTube, hace dos temporadas. Tenía 34 años y una mochila pesada a sus espaldas.

Foca. Hipopótamo. Vaca. Ballena. Mamut. Obélix. El río de meses de insultos en el colegio, que nadie contuvo, desembocó en unos soportales a la salida del colegio donde un grupo de alumnos la esperaba para darle una paliza en su último curso. “Nadie tomó medidas; afortunadamente cuando pasó esto solo quedaba un mes para que terminara el colegio y ya cambiaba porque me iba al instituto porque ya tocaba”, recuerda Jaurne.

Esta historia de acoso escolar que sufrió en primaria, cuando aprendió que “gorda” era un insulto, forma parte de La Venus que rompió el espejo (Planeta, 2019), el libro que acaba de publicar. Youtubers como ella, escritoras, activistas, actrices y modelos han contribuido a un boom de producción cultural “gorda” que está dando la vuelta a la representación de los cuerpos y poniendo en primer plano los cuerpos gordos, escribiendo con nombres propios una historia que empezó en el mundo anglosajón.

LO CURVY, ¿NUEVA NORMA?

Liderando las instagramers que se han decidido a escribir otras historias sobre cuerpos gordos está la norteamericana Tess Holliday, que Miren Jaurne señala como pionera de un movimiento “brutal”. La portada en Cosmopolitan de agosto de 2018 en la que lanza un beso a la cámara vestida con un bañador verde envió un mensaje importante que se resume en el titular que acompañaba esta imagen: “Tess Holliday wants the haters to kiss her ass” (“Tess Holliday quiere que los haters le besen el culo”). Holliday explicaba entonces que le habría cambiado la vista haber visto a chicas como ella en portadas de revista cuando era joven. Chicas como ella para quienes el mercado ha inventado rápidamente una etiqueta: modelos plus size. Hay otros términos pujando por nombrar el fenómeno: body positive, gordibuena, curvy.

“Estoy muy peleada con los términos curvy o body positive”, dice Magdalena Piñeyro. Piñeyro está en estas líneas por dos motivos. El primero, la reciente publicación de 10 gritos contra la gordofobia (Ramdom House, 2019), donde “grita porque no puedes más” tras treinta años de gordofobia. El segundo, ser cofundadora de Stop Gordofobia, la página de Facebook que se ha convertido en referencia del activismo gordofeminista. “Hacer frente al discurso del odio con un discurso de amor como el del body positive me parece importante, pero creo que es un elemento entre muchos de los que necesitamos para luchar contra la gordobofia”, razona, antes de añadir que no ve posible volver a quererse en con solo decirlo frente a un espejo “cuando hay todo un sistema de odio” al que enfrentarse.

Sobre lo curvy, explica que su pelea con este concepto es que pasa por ofrecer un modelo alternativo a la delgadez “que no deja de ser restrictivo y tener un montón de límites”. “Yo no abogo porque haya una nueva norma gorda de la que quedemos excluidas un montón de gordas sino que la idea es soñar con un mundo en el que quepan todos los mundos”. Sirva de ejemplo para entender de qué habla Piñeyro otra modelo que se ha convertido en referencia de lo curvy, Ashley Graham, con siete millones de seguidores en Instagram, o una búsqueda de bañadores de “tallas grandes” en El Corte Inglés.

Panorama Cuerpos Opinión donut vertical

En su libro, Piñeyro describe esta escena: “Estaba de vacaciones con mi familia en un complejo de piscinas. Hacía un calor infernal, pero decidí no meterme al agua ni quitarme la ropa. No quería quedarme en bañador. No comprendí hasta unos veinte años después que mi decisión escondía mi reciente de descubrimiento de que yo era gorda”. Cuando vuelve a esa escena, en la que debía de tener siete u ocho años, recuerda cómo “lo único en lo que podía pensar es en que iba a ser la fea del lugar y que todo el mundo me iba a mirar, me sentía un monstruo y no quería que nadie me mirara semidesnuda, en bañador”, explica.

Las escenas de pánico al bañador se repetían de adulta. “Intentaba no ir a la playa, sobre todo no ir con mis amigas porque sentía que iba a afear la foto”, explica. En la estampa que Piñeyra se imaginaba, sus amigas estaban “delgadas y buenísimas”, y ella era la nota discordante que emborronaría una imagen perfecta de chicas en la playa.

“Creo que esto nos pasa un poco a todas las personas gordas: no queremos salir en la foto, intentamos salir escondidas, al fondo”. En el imaginario que han creado a base de castigos sociales sobre ellas a lo largo de su vida, la gorda debe llevar ropa ancha. ¿Vivir gorda es vivir escondida? Sí, contesta.

NUEVAS REPRESENTACIONES

Plum, la protagonista de la novela de Sarai Walker Bienvenidos a dietland (publicada en España por Carmot Press en 2018), y de la serie Dietland, es la máxima expresión de ese vivir escondida. Trabaja en una revista para adolescentes y contesta a las cartas de las lectoras. Un trabajo invisible que ella hace desde una cafetería, nunca en la oficina. Su personaje supone una ruptura del guion cuando deja de ser protagonista por ser gorda y pasa a serlo por convertirse en activista de una célula violenta feminista. Entre sus referencias, Piñeyro cita My mad fat diary (2013-2015), una serie que “supuso un antes y un después” y con la que “sentí por primera vez que alguien hablaba de mí, que su voz era la mía”.

El documental Fat underground (1979), de Marge Dean, sobre el grupo de activistas lesbianas, gordas y feministas radicales de Los Angeles que iniciaron y sentaron las bases del activismo gordo y queer en los años 70, solo puso una de las primeras piedras de un movimiento que ha cristalizado en los últimos años. Nuevas historias y nuevas representaciones han surgido en los últimos cinco años como respuesta al odio a lo gordo.

Arte Mapache (que ilustra la portada de 10 gritos contra la gordofobia) o La chica imperdible son otros ejemplos de cómo otra representación de cuerpos en la ilustración es posible. Otros hitos y referentes para Piñeyro son el corto Gordofobia, de Sara Monedero, el fanzine Gorda!zine de Laura Contrera, la canción “Cerda Punk” de Negra Liya, las poesías de Kai Guerrero y Gabriela Contreras o el corto Cerdita, dirigido por Carla Pereda.

En verano de 2017, Pereda llamó a Laura Galán para tomar un café y charlar sobre un proyecto. Así llega a sus manos un guion en el que le proponen un reto interesante: pasarse quince minutos corriendo en bikini. Galán es la protagonista de Cerdita, premiado con un Goya este año. “Correr en bikini me daba igual, la historia me parecía muy potente, y me apetecía”.

¿Quién es Cerdita? Cerdita es varias cosas, enumera la actriz. Cerdita es Sara, una adolescente gorda que vive en un pueblo pequeñito donde unas chicas le hacen bullying. Cerdita es un cuentito de terror, y una denuncia de la gordofobia.

Sobre los papeles a los que opta cuenta que siente que su cuerpo le ha limitado las opciones en televisión y cine, algo que no le ha pasado en el teatro. “Soy consciente de que mi cuerpo es mi herramienta: soy una actriz gorda y que me llamen las veces que haga falta una actriz gorda”, explica. Pero añade que sería maravilloso que le ofrecieran un papel donde el conflicto no fuera su cuerpo. “Sé que nunca voy a ser la chica guapa de la serie o la chica de la que el protagonista de enamora”, dice.

“Para mí, que presto mi cuerpo para ese personaje, el peso no es un problema. Yo estoy sana como una manzana y hay que decirlo porque mucha gente se toma el derecho de decirte que tienes que adelgazar por salud. Yo sana estoy. Invéntate otra cosa como que no soportas que la gente tenga cuerpos diferentes”, explica a El Salto. “A la gente le conflictúa que me guste mi cuerpo, eso es impensable para un montón de personas: mido 1’50, estoy gorda y encima en mi trabajo eso me ayuda. Tengo una característica muy peculiar y soy actriz. Me siento guapa y sexy y la gente se vuelve loca”, dice Galán.

“Nos convencen de que nuestros cuerpos nunca están bien como están, por lo que habitamos un cuerpo en permanente tránsito en la medida en que no es la mejor versión de nosotras”, dice Magda Piñeyro, que en su libro reflexiona sobre el concepto de cuerpo-tránsito. Un cuerpo que “debe ser corregido a base de dietas o cualquier otro método aunque arriesgues tu salud y tu vida”.
Con ese razonamiento, los gordos “vivimos continuamente la posibilidad de ser otras personas o habitar otros cuerpos”. Piñeyra cuenta cómo eso, en su caso, se traduce en pensamientos como: “Cuando esté flaca, me raparé la cabeza”. “Yo quería raparme la cabeza, o no depilarme, pero pensaba, ¿cómo no me voy a depilar siendo gorda? El tránsito es pausar la vida esperando la siguiente parada, que es la delgadez, que es el éxito”.

Y, aunque la gordofobia no entiende de géneros, coinciden las tres entrevistadas, el activismo gordo es en gran parte activismo feminista. No es casualidad que Roxane Gay, autora de un libro de referencia del activismo gordo, Hambre, memorias de mi cuerpo, lo sea también de un título de referencia del feminismo, La mala feminista. “Creo que, en parte, tiene que ver con que a ellos no se les permite mostrar que son vulnerables y contar su historia, que es lo que hacemos en Stop Gordofobia, mientras que en el caso de las pibas y otras identidades estamos abriendo camino en parte gracias al momento que vive el feminismo”, dice Piñeyro.

ACTIVISMO CORPORAL

Piñeyro no sabe si estamos ante un boom pero sí “mucho activismo de la diversidad corporal en un amplio sentido”. “Es innegable que están siendo tiempos duros para la diversidad pero creo que estamos respondiendo”, dice. “Tengo la sensación de que las gordas sí estamos en un buen momento y aunque el mundo está cada vez más gordófobo las gordas nos estamos organizando y haciendo discurso”.

Miren Jaurne valora de manera positiva los comentarios a sus vídeos en bikini de YouTube. “Cuando lo has pasado mal siempre te queda algo ahí y esperas que haya una respuesta muy negativa o que venga gente a trolear; sin embargo lo que recibo es un feedback de empoderamiento, de mujeres que te dicen que las has animado a ponerse un pantalón corto después de diez años, mujeres que no se compraban un bañador y ahora lo hacen. Es un mensaje de empoderamiento brutal”. A los trols, dice, los bloquea.

“No sé si llamarlo ‘final feliz’, porque todos los días hay que luchar contra el odio y la gordofobia pero sí son batallas ganadas cada vez que voy a la playa, o me atrevo a comer en público, o nos reunimos un montón de gordas a comer sin complejos ni tapujos; estas cosas son maravillosas y son pequeños finales felices”. 

Literatura
“Hoy a las mujeres gordas se les permite contar sus propias historias”

La escritora Sarai Walker aborda en Bienvenidos a dietland dos cuestiones importantes: una sobre el cuerpo y otra sobre la ira de las mujeres

Gordofobia
Vamos a escaparnos

La normatividad es así de evidente pero en vez de desautorizarla, de prenderle fuego al club o escupir en su puerta, nos dejamos la piel para formar parte de ella.

Gordofobia
Magdalena Piñeyro: “Creo en el poder de lo colectivo para sanar la vida gorda”

La activista y escritora acaba de publicar 10 gritos contra la gordofobia. Grita porque, dice, ya está cansada de responder con argumentos a los mismos juicios sobre las personas gordas.

Culturas
Laura Galán: “A la gente le conflictúa que me guste mi cuerpo”

Laura Galán protagoniza Cerdita, un cortometraje que se llevó el  Premio Goya 2019 al mejor corto de ficción. En la cinta, esta actriz se pasa catorce minutos corriendo en bikini. 

Gordofobia
“En primaria descubrí que la palabra ‘gorda’ podía utilizarse para hacerme daño”

Jaurne acaba de publicar La Venus que rompió el espejo, donde cuenta su historia de bullying gordófobo que sufrió en el colegio.

Cargando valoraciones...
Ver comentarios 9
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Diversos fondos de origen israelí están presentes en proyectos urbanísticos de Málaga influyendo en la turistificación de la provincia mientras se enriquecen con la ocupación de Palestina
Región de Murcia
Belinda Ntutumu
“La violencia racista no parará mientras Vox pueda presentarse a elecciones”
La cofundadora de Afromurcia señala a los discursos de Vox como causantes de la violencia racista de Torre Pacheco y califica de “laxa” la respuesta institucional: “Deberían haber impedido que los disturbios continuaran durante tres días”.
Palestina
La coordinadora europea contra el antisemitismo dice que los informes sobre la hambruna en Gaza “son rumores”
Katharina von Schnurbein es la encargada de proteger a Israel en las discusiones que esta semana tienen lugar sobre el acuerdo preferencial que la UE tiene con el Estado sionista.
Palestina
Más de mil caras conocidas de la cultura exigen al Gobierno que cese la venta de armas a Israel
Una carta dirigida al presidente del Gobierno por más de mil profesionales de la cultura considera que “mantener los negocios armamentísticos con Israel es complicidad activa con el genocidio”.
El Salto n.79
La celulosa o la vida: periodismo situado y lucha social para frenar un ecocidio
El jueves 17 de julio os esperamos en el CS “A Nubeira” de Vigo para presentar el último número de la revista El Salto.
Castellón
El BDS Castelló pide al FIB que facilite la devolución de entradas por su vinculación con KKR
El BDS y la Plataforma Castelló per Palestina piden al festival que se desvincule del fondo y que adopte un compromiso público para incluir el respeto por los derechos humanos palestinos en sus protocolos éticos.
Opinión
Torre Pacheco: el síntoma de un sistema agroexportador podrido
Se podría hacer un mapa de la llamada conflictividad social migrante y coincidiría, casi matemáticamente, con el de los polos agroexportadores.
Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Después de un año de trabajo, lanzamos en julio la nueva web de El Salto, con un nuevo diseño, pero, sobre todo, con una nueva Zona Socias llena de ventajas para las personas que hacen posible El Salto con su apoyo.
Violencia machista
El 30% de los feminicidios íntimos se producen en verano pero no es el calor, es el patriarcado
El Ministerio de Igualdad convocó la semana pasada un comité de crisis tras los nueve asesinatos de mujeres por sus parejas o exparejas en junio. ¿Qué pistas da este dato sobre cómo orientar las políticas públicas?

Últimas

Opinión
Cuando una huertana llora: saquen sus racistas manos de nuestra región
Me aterra pensar que lo que ha sucedido en Torre Pacheco es el comienzo de algo peor, que es el primer síntoma de una enfermedad que hemos permitido que campe a sus anchas por nuestras regiones.
Análisis
La crisis por el ‘caso Cerdán’ empuja al PP y Vox por encima de los 200 escaños
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) señala una caída del PSOE, que apenas aprovechan los partidos a su izquierda, y un aumento de votos en la mayoría de PP y Vox
Cómic
Gotham como estado mental
Que Batman es el personaje del cómic de superhéroes más icónico del último medio siglo es algo a lo que también contribuye una iconografía del mal como forma urbana a la que responde la ciudad de Gotham, un estado mental en sí mismo.
Opinión
Día Internacional de las Personas No Binarias: no pedimos nuevos derechos, exigimos los que tenemos
Varios tratados internacionales permiten una interpretación favorable a reconocer a las personas no binarias. El Estado español incumple su deber de protección de estas personas.
Estados Unidos
Donald Trump amenaza a la Unión Europea con aranceles del 30% a sus productos a partir de agosto
Ursula von der Leyen ha respondido al anuncio de Trump insistiendo en la vía del diálogo pero anunciando que “tomarán todas las medidas necesarias para salvaguardar" sus intereses
Más noticias
Murcia
Colectivos antirracistas denuncian la impunidad de la ultraderecha en Torre Pacheco, donde sigue la violencia
En la localidad murciana se ha producido una segunda jornada de violencia racista, ultraderechistas de otros territorios se han unido a las “patrullas” para “limpiar España”.
Economía social y solidaria
¿Dónde está la juventud en la Economía Social y Solidaria? Un relevo que se teje entre retos y oportunidades
Cada vez más jóvenes se acercan buscando formas de vida y empleos coherentes con sus valores. Sin embargo, su participación sigue enfrentando barreras: precariedad, estructuras poco flexibles y falta de relevo real.
Río Arriba
Javier Guzmán: “Desde la izquierda falta la visión de que el derecho a la alimentación es un tema básico”
Nueva entrevista de Río Arriba en formato podcast donde hablamos de soberanía alimentaria, políticas públicas relacionadas con la alimentación, tratados de libre comercio y sus efectos sobre la agricultura, ganadería y alimentación.

Recomendadas

Feminismos
Patricia Reguero
“Mis relatos están escritos al lado de otras, arropada por la escucha de otras”
Patricia Reguero Ríos, redactora de El Salto, presenta ‘Todo lo que pasó el día que me mordió mi hija’ (La Imprenta, 2025), un conjunto de relatos que desde lo individual apelan a lo colectivo y que se devoran con una mezcla entre ansiedad y placer.
LGTBIAQ+
Mana Muscarsel
“La amistad da más juego para salir de la lógica de la familia porque tiene menos reglas"
La autora y psicóloga argentina pone en valor la amistad frente a los modelos relacionales centrados en la pareja y la familia. Tampoco le interesa la familia elegida: “Marca una línea muy clara entre lo que pertenece y lo que no”.
Barcelona
El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona
La red de reciclaje en Barcelona es de una complejidad casi hermética, más aún si hablamos de los recicladores informales, más conocidos como chatarreros. Salimos a la calle a entender una economía sumergida que está a la vista de todos.
Medios de comunicación
El futuro del periodismo no lo está escribiendo una máquina
El periodista Pablo Mancini, estratega dentro de The Washington Post, defiende una profesión aquejada de múltiples problemas. El primero, y más crucial, la deserción de miles de personas que ya no quieren estar informadas.
Comentarios 9

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...