Laboral
El mundo del trabajo y cómo matar en vida a la clase trabajadora

El cooperativismo asambleario y la economía circular son las dos únicas soluciones para generar otros paradigmas laborales en los que el apoyo mutuo y la sustentabilidad ambiental se den la mano en un contexto de colapso civilizatorio que se antoja peor de lo que es en la actualidad.

Economía colaborativa
7 jun 2019 16:18

En pleno siglo XXI vivimos una realidad tosca y miserable en cuanto al mundo laboral se refiere. Un mundo laboral que nos obliga a “buscarnos las lentejas”, en la mayoría de los casos, en grandes o medianas empresas que se estructuran en base a organigramas productivistas y de gestión vertical. Es decir, buscan en todo momento los mínimos costes y los máximos beneficios, al igual que se vertebran en torno al mantra de la obediencia ciega al jefe sin disidencia o crítica de gestión alguna. 

En base a lo anterior, y por raro que pueda sonar, en muchos casos las medianas o pequeñas empresas pueden ser más coercitivas y represivas que las grandes cadenas, ya que en estas segundas, en contraposición con las primeras, es más fácil ejecutar una sección sindical sin tener la lupa de tu jefe o jefa todos los días sobre tu labor sindical.

El tema es que el problema de ese modelo de gestión laboral no se queda ahí, esa forma de funcionar y dirigir a un equipo de personas podemos aseverar que pone más incovenientes sobre la mesa que soluciones. De tal forma, es preciso destacar en esta línea que el liderazgo estratificado y burocrático convierte a trabajadoras con cargos intermedios de gestión —jefes de equipo— en reforzadores del sistema de explotación proletariado-clase dominante. Del mismo modo, los cargos existentes —encargados/as— entre esos estratos de trabajadores con poder de decisión y la propia plantilla, ejecutan la labor de vigilancia y supervisión de sus compañeros y compañeras para, así, poder poner al superior en cuestión al día de todo lo que se cuece en el centro de trabajo. Lo más triste de esta situación es que muchas veces los “jefecillos” no llegan a los 1.400 euros y los encargados de plantas o centros de trabajo rozan con suerte los 1.200 o 1.100 euros al mes. Poca “panoja”, como dirán algunos, para sacrificar seguramente el futuro de sus coetáneos, su descendencia —si la tuvieran— y el suyo propio. 

Por mucho que pueda parecer contraproducente la afirmación del párrafo anterior, es más que cierta debido a que casi siempre se da en la vida en general, y en el mundo laboral en particular, la tan conocida “teoría de las cadenas”. Teoría en la que se da el llamado “efecto de la caída de naipes”, el cual consistente en que desde los puestos más altos se aprietan las tuercas a los cargos intermedios de la pirámide; dicha acción repercute progresivamente desde esos cargos intermedios hasta los estratos más bajos del organigrama laboral y más allá. O sea, desde la dirección al director de departamento y desde el trabajador o trabajadora, hasta el ámbito familiar o el circulo de amistades.

El verdadero drama de todo esto no es la miseria que encierra esta situación, si no el sustrato de la misma. Me explico, todo este modelo laboral genera que los propios trabajadores y trabajadoras, con sus diferentes contextos personales, acaben desarrollando conductas de “traición” hacia sus propios compañeros y compañeras, “vendiendo” información a los jefes y jefas a costa de favores y ventajas en su día a día en el centro del trabajo. Por desgracia, esto que comento no es una anécdota, si no más bien una práctica generalizada en el mundo en el que vivimos.

Las soluciones para revertir estas situaciones en teoría no son pocas, pero son muchas las trabas para ejecutarlas en un contexto en el que las clases populares a duras penas pueden llegar a fin de mes con un mínimo de dignidad. El cooperativismo asambleario y la economía circular han de ser, y son a mi modo de ver, las dos únicas soluciones para generar otros paradigmas laborales en los que el apoyo mutuo y la sustentabilidad ambiental se den la mano en un contexto de colapso civilizatorio que se antoja peor de lo que es en la actualidad.

Es obvio, y aquí no hay lugar a la duda, que lo que planteo no es fácil y es muy complicado de implementar no solo por un tema logístico, si no también por el componente humano. Este último elemento podemos afirmar que es el mayor Caballo de Troya para la solidificación de los proyectos de raíz libertaria, tallo ecosocial y germinación socialista. Lo es porque todo lo que siempre ha acompañado a las diferentes “izquierdas” ha querido ser justo, plural y de clara filosofía humanista. Por desgracia, parece que los propios humanos no dejamos de fallarnos a nosotros mismos una y otra vez, demostrando que no sabemos dejar de lado los egos y trabajar en pro de un mundo mas justo, solidario y verdaderamente socialista; sin clases, ni sistemas autoritarios en el ámbito político, pero tampoco, como vengo relatando, en el apartado económico.

Con este artículo no pretendo frivolizar sobre esta problemática, ya que soy más que consciente de que detrás de cada cara se encuentra una historia de cargas familiares o personales que nos lleva a ejecutar una u otra acción, que nos abocan a ejercer uno u otro cargo y que, por ende, nos emplaza a contextos de responsabilidad que igual no deseamos, pero que aceptamos por pura necesidad personal. Por ello, y en nuestras manos esta, necesitamos generar cajas de resistencia y luchar por plantillas estables que puedan defenderse de los abusos de la patronal o de las pequeñas y medianas empresas, caminando, como no, hacia la generación de esos marcos laborales más justos y necesarios para nuestra sociedad. En este camino debemos ser fieras a la vez que tiernos. Fieras porque es la perseverancia y la tenacidad las que han construido las conquistas y los avances sociales. Tiernos en nuestra acción, ya que han sido la solidaridad, el apoyo mutuo y los cuidados los que han permitido a los y las trabajadoras resistir en muchos de los conflictos laborales que se han librado en el pasado y que se siguen librando en el momento en el que escribo estas palabras.

Sin más dilación, y de la mano de lo que pretende ser un artículo de opinión, hago una ultima reflexión: somos nosotras, la clase trabajadora, aquellas y aquellos que componemos una fuerza de
trabajo que no importa que se de en una fábrica, en un centro comercial o en una taberna, ya que la misma, se basa en el tiempo que aportamos de nuestra vida y en el esfuerzo físico o psicológico que desempeñamos para generar unas riquezas que no son para nosotras o el bien colectivo, si no más bien para una minoría que reparte las migajas de tan jugoso manjar entre su ejército de asalariados. Por ello y sin querer entrar en una teoría alejada de la calle y de las clases populares, he de decir que, por mucho charlatán que intente decir que la sociedad ya no se estructura en clases sociales o que la clase trabajadora no existe, debo decir al respecto que esas afirmaciones son rotundamente falsas, ya que a día de hoy, como en el pasado, siguen y seguirán, si no lo frenamos, existiendo asalariados y propietarios, y, como en el pasado, dentro de la facción trabajadora existen y existirán asalariados con cargos intermedios que generan dinámicas de gestión y vigilancia intermedias entre el patrón y la prole desposeída del control de sus propias vidas. 

Archivado en: Laboral
Sobre este blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Salud laboral
Salud laboral Ser migrante y cosechar a más de 40 grados: el impacto del calor en un invernadero de Almería
La mitad de los trabajadores de la agricultura encuestados en Almería, Huelva y Lleida admitió haber experimentado al menos tres síntomas relacionados con enfermedades por calor durante las temporadas de verano.
Huelga general
Huelga vivienda Una huelga general por la vivienda es posible y necesaria
La subida de los precios de la vivienda y la estancación salarial exigen una respuesta contundente. Una huelga general por la vivienda se presenta como una necesidad para las trabajadoras.
pasaba por aqui
9/6/2019 8:05

"El cooperativismo asambleario y la economía circular han de ser, y son a mi modo de ver, las dos únicas soluciones para generar otros paradigmas laborales"

No se si es un malentendido, pero las dos únicas soluciones, parecen reformistas e individualistas.

LAs cooperativas enmarcadas en el mismo sistemas siguen compitiendo con otras empresas. Sus condiciones también dependen de su capacidad de situarse dentro de mercado, y regulan las condiciones de otras empresas. Más justo, si; más ético, también. Enmarcado en el mismo sistema es solución individual. Con vistas a fortalecerse de cara al conflicto de clases buena idea, como estrategia de emancipación la clase trabajadora no lo parece.

El sistema permite esos modelos dentro de si mismos,hasta que le molestan. Asi que mejor concienciarse en la necesidad de transformar mediante el conflicto entre clases. Comentas que esas clases existen, pero obvias que están en lucha y que ningún grupo va a permitir a los otros cambiar de situación por las buenas.

0
1
Sobre este blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas las entradas
Salud laboral
Salud laboral Ser migrante y cosechar a más de 40 grados: el impacto del calor en un invernadero de Almería
La mitad de los trabajadores de la agricultura encuestados en Almería, Huelva y Lleida admitió haber experimentado al menos tres síntomas relacionados con enfermedades por calor durante las temporadas de verano.
Kenia
Kenia 31 muertos por violencia policial en Kenia en las últimas manifestaciones contra la nueva Ley de Finanzas
La sociedad civil keniana retoma las protestas tras tumbar un proyecto similar hace un año. El país se enfrenta a una crisis fiscal causada por el aumento de pagos de la deuda externa.
Falsos autónomos
Falsos autónomos El juez del caso Glovo carga contra el Estatuto de los Trabajadores y la libre competencia
El texto en el que el magistrado libra a la empresa de reparto de la demanda que le interpuso Just Eat es un ataque a las sentencias del Tribunal Supremo y a la Ley Rider, pero también a la seguridad jurídica que la derecha dice defender.

Últimas

Dependencia
Dependencia Denuncian “olvidos” y errores en los datos de Dependencia
Desde la asociación de directoras y gerentes de Servicios Sociales apuntan a que no se tratan de “listas de espera” si no de “listas de incumplimiento de la Ley”.
Granada
Personas sin hogar Denuncian en Fiscalía al Ayuntamiento de Granada por la falta de refugios climáticos para personas sin hogar
‘La Calle Mata’ denuncia al Ayuntamiento ante Fiscalía por las graves consecuencias para la vida de las personas sin hogar sin posibilidad de refugiarse de las temperaturas extremas del verano
Análisis
Análisis Debemos actuar contra el fraude del cambio de sexo registral
Miembros de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Civil o del Cuerpo de Bomberos han tratado de utilizar el derecho al cambio registral de sexo para obtener ventajas. Tanto los operadores jurídicos como la ciudadanía pueden actuar ante estos casos.
En saco roto (textos de ficción)
En saco roto Lo nuevo
En el horizonte crecen edificios, centros comerciales, gasolineras y carreteras. Y, tras la bruma de contaminación, en los días claros se distingue el perfil de las montañas.
Renta básica
IMV El 55% de los hogares que podrían recibir el IMV no lo han solicitado, según la AIReF
La complejidad administrativa, la brecha digital o la falta de modificaciones estructurales en el diseño de la prestación están entre los motivos que señala el organismo independiente.
Más noticias
Crisis climática
Investigación El cambio climático multiplicó las muertes por doce en Madrid y por seis en Barcelona durante la ola de calor
Un estudio estima en 2.300 las muertes durante la pasada ola de calor en Europa. Barcelona ha sido una de las urbes con más fallecimientos y Madrid, la que más ha visto incrementarse la mortalidad por culpa del cambio climático.
Sanidad pública
Sanidad Más de ocho días de media para conseguir una cita con el médico de familia
Un 24,3% de la población declara haber tenido, en alguna ocasión, problemas para acceder a su médico o médica de familia. De estos casos, más de la mitad acudió finalmente a urgencias.
Instituciones culturales
Real Decreto Ley El BOE nombra varios “acontecimientos de excepcional interés público” y los patrocinadores se frotan las manos
El nombramiento como acontecimientos de excepcional interés público concede beneficios fiscales a patrocinadores, donantes y mecenas de eventos como el BBK Live o el Barcelona Mobile World Capital.

Recomendadas

Genocidio
Genocidio La segunda consultora más importante del mundo es señalada por su papel en el despiece de Gaza
Boston Consulting Group está considerada una de las “big three” del sector. Ahora, una serie de informaciones señalan cómo ha estado detrás de la fundación antiUnrwa encargada de la distribución de ayuda y de los planes de expansión en la costa.
Unión Europea
Unión Europea La sociedad del miedo al declive
La angustia ante el futuro acompaña a las sociedades europeas desde hace tiempo y precede a la Unión Europea. Se manifiesta con mayor claridad en los períodos de declive económico y las turbulencias políticas y sociales que los acompañan.