Cárceles
Los derechos sexuales de las personas presas

Uno de los principios inspiradores de las normas penitenciarias considera que las presas y presos no se hallan excluidos de la sociedad, sino que continúan formando parte de la misma. Esto debería hacerse extensivo a las relaciones sexoafectivas, pero el conservadurismo institucional pone límites.

Ed Mead en Walla Walla
Ed Mead y su compañero Danny pasean por el corredor de la prisión de Walla Walla (Washington) en pleno motín.
Abogado penalista de Red Jurídica
16 abr 2019 21:00

Como es sabido por todas (aunque sólo sea por haberlo visto en películas y series), las personas presas pueden realizar encuentros íntimos, o vis a vis, con sus parejas que residan al otro lado de sus muros.

Esto es así porque lo permite el artículo 45.4 del Reglamento Penitenciario, que establece que “se concederá una comunicación íntima al mes como mínimo, cuya duración no será superior a tres horas ni inferior a una, salvo que razones de orden o de seguridad del establecimiento lo impidan”.

Pero ya lo dijo el Conde de Romanones hace un siglo: “ustedes hagan la Ley, que yo haré el Reglamento”. Y más si nos referimos al reglamento del reglamento. Y es que este derecho a las comunicaciones íntimas se topa con ciertas restricciones en la Instrucción 4/2005: “con carácter general, no se concederán comunicaciones íntimas a los internos con personas que no puedan acreditar documentalmente la relación de afectividad o que hayan celebrado otras con anterioridad con persona distinta a la solicitada, en cuyo caso será necesario que exista, al menos, una relación de estabilidad de 6 meses de duración”.

En otras palabras, disfrutarán del derecho al vis a vis íntimo quienes puedan acreditar documentalmente una relación de afectividad (parejas casadas o constituidas como parejas de hecho), o quienes puedan acreditar una relación de estabilidad de seis meses de duración (plazo que es, por cierto, totalmente arbitrario).

Y es aquí donde se complica la cosa: ¿cómo acreditamos la duración de una relación? Especialmente si esa relación comienza encontrándose cumpliendo condena el interesado. ¿Cómo se mide la intensidad de una relación inmaterial e incuantificable como lo es la relación de afectividad?

Lo más habitual es probar la relación en base al número de visitas y llamadas que se realizan a la pareja desde el interior de la cárcel. Si destaca por encima del resto de amistades y allegados de la persona presa durante un periodo de seis meses consecutivos, se suele tener por acreditada la relación. Pero puede ser problemático cuando la pareja no dispone de coche, o cuando el preso se encuentra en una prisión a una gran distancia, cuando la pareja no le visita con mayor asiduidad que el resto de amigos o cuando el calendario laboral no permite la visita, por mencionar algunos ejemplos típicos. En estos casos se torna especialmente complejo probar la relación íntima.

Pero, en cualquier caso y con independencia de las dificultades prácticas que todo esto supone, lo importante a destacar es que esta norma resulta completamente ajena a la gestión de las relaciones sexuales y afectivas de nuestra sociedad actual.

Reglas como la contenida en la Instrucción 4/05 se aprobaron en un contexto social más conservador y tradicional, en el que era lo normal (en el sentido de habitualidad) y protocolario desarrollar una relación de amistad y afectividad antes de iniciar una relación sexual con una persona. Una herencia de la inspiración católica de nuestro ordenamiento jurídico. Desde entonces nuestra sociedad ha evolucionado (o, por lo menos, ha cambiado) y, con ella, el amplio abanico de tipo de relaciones de pareja se ha disparado (pareja estable, pareja abierta, múltiples parejas, poliamor, etc.). También lo han hecho las distintas formas de entender el sexo, el cual se encuentra actualmente enmarcado en un contexto de mayor libertad (si bien es innegable que todavía hay mucho por mejorar), de forma que no existen tantas reglas predefinidas y únicamente nos encontramos sujetas a lo que dicte la imaginación.

Existen muchas razones por las que esto es así: el desarrollo de la cultura audiovisual (películas y series) que muestra formas de relacionarse alternativas, los estudios de género y el enorme desarrollo de las tecnologías de la comunicación son algunas de ellas. Como explica un artículo de Todo por Hacer, “nos guste o no, las aplicaciones móviles para ligar como Tinder o Adoptauntío se han instalado, y toda una generación ya las ha aceptado como la forma “normal” de encontrar sexo y/o pareja. Según un artículo publicado en El Salto Diario, un estudio de las universidades de Chicago y de Stanford indica que el 21% de las parejas heterosexuales actuales se han conocido por internet”. En este contexto, las relaciones sexoafectivas comienzan a las pocas horas de conocerse. La calidad de las mismas, así como los roles que se adoptan, dan para otro debate (y me remito al artículo “Cómo se folla bien” de Mónica Quesada Juan, publicado en Píkara).

¿Deberían ser estas reglas sociales diferentes para las presas y presos? Aparentemente no, teniendo en cuenta que uno de los principios inspiradores de las normas penitenciarias considera que los internos no se hallan excluidos de la sociedad, sino que continúan formando parte de la misma. En consecuencia, la vida en prisión debe tomar como referencia la vida en libertad, reduciendo al máximo los efectos nocivos del internamiento, favoreciendo los vínculos sociales.

Si nuestra sociedad está pasando por lo que aparentemente es una revolución sexual –y, en consecuencia, social– resulta un poco carca exigir a dos personas que desean dar un paso más en su relación que esperen seis meses para hacerlo. Lo único que lo justifica es un conservadurismo que pervive en las instituciones pero que poco a poco va desapareciendo de la sociedad actual.

En una sociedad libre de tabúes, lo único que debería exigir conocer la Administración Penitenciaria es el consentimiento de las personas involucradas para disfrutar de un vis a vis íntimo, no la duración de una relación estable.

No existe una forma de medir una relación inmaterial, pero el hecho de que un interno o interna escoja a una persona para recibir visitas de vis a vis, y que esta persona esté dispuesta a desplazarse varios kilómetros (en ocasiones cientos o incluso miles) para verla, debería bastar. Y es que, como ya ha dicho en alguna ocasión la Audiencia Provincial de Madrid, Sección 5ª, la proximidad íntima es propia del ámbito de los sentimientos, pasiones, impulsos y aficiones de cada persona, y es valorada por las personas que comparten esa relación.

Es obvio, por tanto, que se debe proteger el derecho de las internas e internos a mantener las relaciones con sus personas más próximas, ya sean éstas familiares, amigos íntimos, parejas, o la denominación que se le quiera dar. Y tienen derecho a hacerlo en los mismos términos que se desarrollan las relaciones extramuros de la prisión, pues el hecho de encontrarse privadas de libertad no debe suponer una limitación de otros derechos.

Archivado en: Sexualidad Cárceles
Sobre este blog
Este es un blog coordinado por la cooperativa jurídica madrileña Red Jurídica, con colaboraciones ocasionales de profesionales del mundo jurídico de distintas partes del Estado, en el que intentamos explicar, desde una perspectiva crítica, la actualidad jurídica
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cine
Lucía Delgado y Tábata Cerezo “Las escenas de intimidad van mucho más allá del sexo”
Lucía y Tábata son coordinadoras de intimidad, es decir, se ponen al servicio de una historia audiovisual para acordar, delimitar, construir escenas que pueden suponer situaciones de especial vulnerabilidad a los actores y actrices.
Feminismos
Andrea Proenza “Debemos aproximarnos a nuevos horizontes feministas en nuestra forma de amar”
‘Cartografías del deseo amoroso’ es el título de un ensayo intimista sobre chicas que quieren ser Bravo y buscan no solo el amor, sino un buen relato.
Opinión
Opinión Poliamor de derechas, poliamor de izquierdas
La no-monogamia no puede ser simplemente una etiqueta identitaria o una preferencia personal, sino una práctica material que cuestiona la propiedad privada, la privatización de los cuidados y la reproducción de los roles de género
#78848
4/1/2021 15:52

Entonces te dan días para que tengas sexo , o como es ?

0
0
#53704
28/3/2020 16:04

a mi me gustaria hablar con un preso español y haser esxo yo gay

0
0
#51581
22/3/2020 17:27

comobre sexo endireto con preso

0
0
#33362
23/4/2019 6:18

Que son presos!

0
0
#78849
4/1/2021 15:53

Personas que están en la cacel

0
0
#33183
18/4/2019 19:17

Este artículo carece de sentido. La instrucción se hizo de tal forma para evitar que los internos contraten los servicios de prostitutas dentro de la prisión, ya que de hacerlo, sería imposible de controlar por Instituciones Penitenciarias y estarían siendo cómplices de ello, lo cuál sería vergonzoso para dicha institución. No hay más.

4
3
#33151
17/4/2019 16:19

Este artículo es ABSURDO.

1
3
#33159
17/4/2019 19:18

Al menos que esté detrás de permitir el uso de prostitución cruday dura por los presos. El pretexto de la 'moral anticuada', los tiempos modernos y las tecnologías sin fronteras suelen ser usadas por los pro-prostitución. Vamos, por los derechos afectivos-sexuales de uso y dominio de los varones que pueden comprar el uso de cuerpos de mujeres y chicos.

2
0
#33162
17/4/2019 21:02

Es cierto que si no permitimos ningún vis a vis también acabaremos con cualquier posibilidad de prostitución, pero eso limitaría los derechos de los presos. A la ciudadanía libre no se le prohibe tener Tinder porque pueda contratar prostitución (que la hay y es muy visible) y por lo tanto tampoco se debería a la población presa. El problema de la prostitución radica en un porcentaje de la población(hombres mayoría) que consideran que el consentimiento sexual es algo que se puede comprar y no algo que sale del deseo mutuo. Eso no lo cambias prohibiendo que los presos tengan vis a vis solo con su cónyuge /pareja que puede permitirse visitarle más a menudo.

2
2
Burundi
12/8/2023 17:20

Están presos por una razón. No se les permiten ciertas cosas que a los no presos se les permite, como beber alcohol. Por la misma razón deberían dejarles beber alcohol porque "la restricción privativa de libertad no debería justificar la imposibilidad de emborracharse"...

0
0
Sobre este blog
Este es un blog coordinado por la cooperativa jurídica madrileña Red Jurídica, con colaboraciones ocasionales de profesionales del mundo jurídico de distintas partes del Estado, en el que intentamos explicar, desde una perspectiva crítica, la actualidad jurídica
Ver todas las entradas
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas e intercambio de misiles entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones pueden violentar a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.

Últimas

Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Más noticias
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.
Estados Unidos
Estados Unidos “No Kings”: más de 2.000 manifestaciones en EEUU para protestar contra la deriva autoritaria de Trump
Con el nombre de movimiento No Kings (sin reyes), millones de personas están convocadas a manifestarse en todo el país este sábado y enfrentar el desfile militar organizado por Trump el día de su 79 cumpleaños.

Recomendadas

Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.