Salud laboral
¿Alguien confía en esta empresa?

Esta crisis ha sacado a la luz las miserias y las bondades de nuestras empresas. Algunas han apostado por confiar en sus trabajadores y otras, en cambio, han implantado medidas de control orwelliana.

Catedrático de Organización de Empresas en la Universitat Jaume I

Doctor en Organización de Empresas

21 oct 2020 07:00

Buena parte de la literatura sobre dirección de empresas considera que el capital humano es el activo más importante. Además, el empresariado y las empresas nos recuerdan esta idea en sus páginas web, o en charlas, foros y discursos divulgativos.

Sin embargo, y de acuerdo con multitud de encuestas e investigaciones, no parece que las personas sean lo más importante para las empresas, y si lo son, desde luego, no se está gestionando bien ese ámbito. Por ejemplo, en una encuesta realizada en 2019 por la plataforma Guudjob, en España sólo el 26% de los empleados se siente orgulloso de trabajar en su empresa y apenas el 6% se siente comprometido con su empresa (a nivel global este porcentaje asciende sólo al 15%). Además, según un informe de Staples de 2018 sólo el 14% de los empleados de oficina se sienten satisfechos. La mayoría de encuestas considera que a menos de un tercio de los empleados les importa su trabajo. Asimismo, existe un importante deterioro de la confianza entre empleadores y empleados: según una encuesta global dirigida por E&Y, menos de la mitad de los profesionales confían en su empleador. Además, algunos recientes estudios (por ejemplo, Brower, Lester y Korsgaard, 20171; Bingham, 20172) evidencian que buena parte de los empleados tampoco siente que sus jefes confíen en ellos.

Todo esto refleja la mala gestión empresarial del capital humano, pero el problema es incluso más grave si consideramos las enfermedades que están generando los entornos empresariales. Jeffrey Pfeffer, un conocido profesor de la Universidad de Stanford, afirma que hoy día en la mayoría de las organizaciones las personas están enfermando emocional y psicológicamente, y que el trabajo está matando a la gente. Según la OMS, estrés, depresión y ansiedad, ampliamente extendidos en las organizaciones debido a los nocivos entornos laborales que éstas crean, cuestan anualmente a la economía mundial un billón de dólares en pérdida de productividad.

Según la OMS, estrés, depresión y ansiedad debidos a los nocivos entornos laborales que éstas crean, cuestan anualmente a la economía mundial un billón de dólares en pérdida de productividad

Por lo tanto, tenemos un escenario generalizado de desmotivación, falta de compromiso y confianza, desinterés, estrés, ansiedad, apatía, cansancio crónico, depresión, etc. Todo lo cual genera un importante coste humano y en sanidad, además de la baja productividad laboral, ausencia de innovación o insatisfacción de clientes, entre otras cosas.

¿Qué se está haciendo mal?

Por un lado, el sistema tiende a culpar a los empleados de dicha problemática. La psicología positiva y el neoliberalismo van de la mano remarcando a las personas que depende de ellas estar motivadas, contentas, comprometidas y felices. Dicha presión tiende a hundir y a quemar aún más a las personas en las empresas. Sin embargo, por otro lado, lo lógico es responsabilizar a los gestores de los resultados de su gestión o de los pésimos entornos laborales que crean. En ese caso y para explicar qué están haciendo mal las empresas, es interesante recurrir a Frederick Herzberg (1923 - 2000) y a su teoría de la motivación e higiene. Según esta teoría, existen determinados factores que cuando no existen desmotivan o generan insatisfacción. Pero, el hecho de que existan no genera satisfacción o motivación, al menos a largo plazo. Estos son los factores higiénicos, y entre ellos podemos incluir una remuneración justa, una alta seguridad laboral, una jornada laboral decente, o una buena relación con jefes y compañeros. El escenario laboral actual, repleto de precariedad, salarios bajos, inseguridad, largas jornadas laborales o relaciones tóxicas provoca la insatisfacción y desmotivación de los miembros de la empresa. A pesar de que se bombardee con píldoras de felicidad, o que se culpe a los trabajadores esperando de ellos un compromiso y euforia desmedida, sin salarios justos, jornadas equilibradas, seguridad laboral, o buenas relaciones con jefes y compañeros, la situación seguirá siendo la misma: desmotivación y falta de compromiso.

Las empresas deben evolucionar del modelo de control tradicional a otro de confianza, siempre sostenido por unas garantías –higiénicas- de seguridad y calidad laboral

Además de los factores de higiene, Herzberg habla de los factores de motivación, los cuales sí generan motivación a largo plazo. Entre ellos podemos incluir la autonomía en el trabajo, el poder aprender en él, o el sentir que nuestra ocupación sirve para algo. Para ello, las empresas deben evolucionar del modelo de control tradicional a otro de confianza, siempre sostenido por unas garantías –higiénicas- de seguridad y calidad laboral. En este último modelo, las empresas son más conscientes, democráticas, transparentes e innovadoras y menos jerárquicas y autoritarias, con lo cual se confía en las personas y en su potencialidad. Sin embargo, aunque cada vez hay más empresas así, siguen siendo una minoría, especialmente en este país.

Los registros numéricos sobre la situación del mercado laboral español son en general decepcionantes; habiendo podido incluso empeorarla la crisis del coronavirus. La actual pandemia ha agravado el clima de inseguridad y desconfianza preexistente. Por ejemplo, de acuerdo con la última EPA, la creciente implantación del teletrabajo ha disparado las horas extraordinarias no pagadas y el fraude laboral. El teletrabajo casi se muestra como una herramienta más de esclavismo laboral. Así, mientras en otros países se habla abiertamente de implantar semanas laborales de cuatro días, la realidad del panorama laboral español no podría estar más distante de estas propuestas.

Este escenario despierta un vaticinio nada halagüeño. Unas relaciones basadas en la desconfianza reducen la productividad del empleado y los equipos de trabajo y merman el orgullo de pertenencia a la empresa. Además, cercenan la capacidad de la empresa de retener y atraer talento. Y es que el ambiente de trabajo junto a la asunción de responsabilidades y participación son cuestiones cada vez más valoradas por los trabajadores -en particular por los jóvenes-. Sin embargo, sin confianza no es posible lograr una cultura participativa, democrática y transparente que resulte atractiva para los trabajadores.

Sin confianza no es posible lograr una cultura participativa, democrática y transparente que resulte atractiva para los trabajadores

Esta crisis ha sacado a la luz las miserias y las bondades de nuestras empresas. Algunas han apostado por confiar en sus trabajadores y aprovechar el teletrabajo como una herramienta para mejorar las condiciones de trabajo y prestación de servicios. Otras, en cambio, han implantado medidas de control orwellianas o simplemente han rechazado el teletrabajo porque, según ellos, son organizaciones presenciales. Sin embargo, en España, la estrategia de control e imposición sobre el comportamiento del trabajador sigue dominando la cultura de una gran parte de empresas y organizaciones.

Este clima de sometimiento podría ser el acicate de los datos expuestos y que señalan sin vaguedad la preponderancia de un modelo de relaciones humanas trasnochado, improductivo y alienante. Cuando oímos hablar continuamente de la importancia de mejorar la productividad laboral, el compromiso de los empleados o la delegación de responsabilidades en el trabajador, resulta sorprendente que la actual clase empresarial no se sienta aludida y siga apostando por culturas jerárquicas y autocráticas en las que domina el miedo y la desesperanza. Entendemos que resulta apremiante el cambio hacia un modelo de empresa más humano y capaz de inspirar confianza.

1 Brower, H. H., Lester, S. W., & Korsgaard, M. A. (2017). Want your employees to trust you? Show you trust them. Harvard Business Review, 47, 81-89.

2 Bingham, S. (2017). If Employees Don’t Trust You, It’s Up to You to Fix It’. Harvard Business Review, 2.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Salud laboral
Salud laboral Las mujeres que nunca enferman por trabajar (aunque sí lo hagan)
Hernias discales, tendinitis en el manguito rotador, prótesis en las rodillas... Kellys Madrid y Territorio Doméstico lanzan la campaña “Sin nosotras no se mueve el mundo” para visibilizar la ausencia de reconocimiento de sus enfermedades laborales.
Violencia machista
25 de noviembre Un 25N con las kellys y las empleadas de hogar
El 25N también se denuncian otras violencias que no copan titulares: las que reciben los cuerpos de las mujeres en trabajos esenciales como los cuidados de personas y el trabajo doméstico así como las duras tareas que realizan las camareras de piso
Salud laboral
Reforma incapacidades temporales Enfermas crónicas: “Más que bajas flexibles queremos que se reconozcan nuestras incapacidades”
Mientras el Gobierno negocia una reforma de las incapacidades temporales, afectadas por covid persistente o encefalomielitis miálgica explican que su prioridad es acabar con las altas automáticas que está dando el INSS.
#72867
28/10/2020 22:24

No hay burgués inocente...

0
0
#72545
24/10/2020 12:41

Cuando se habla de los totalitarismos la mayoría de la gente piensa automáticamente en el fascismo o en el bolchevismo pero no se suele recordar la empresa privada. Te dicen como tienes que vivir, como has de vestir, disponen de tu tiempo como si les perteneciera a ellos, se sitúan por encima de la ley y del derecho y hacen lo que les da la gana sin que nadie les ponga freno, te trasladan y te obligan a cambiar de residencia, te cambian el horario y te parten por la mitad. Hacen lo que les da la gana con las personas a cambio de un salario que, encima, muchas veces ni siquiera es el suficiente para vivir.

3
0
#72368
21/10/2020 18:51

Hay que volver a recomendar el magnífico libro del gran David Graeber (recientemente fallecido):
https://www.rentabasicauniversal.es/wp-content/uploads/2018/10/Trabajos-de-mierda_-Una-teoria-David-Graeber.pdf


1
0
#72356
21/10/2020 14:47

Cada vez que se pregunta a la clase trabajadora por el sentido del trabajo que realizan y las condiciones en las que lo hacen, las respuestas son invariablemente las mismas: no tiene sentido y es humillante. La trágica paradoja es que hay una escisión entre lo que es -absurdo, humillación, aniquilación de la autonomía y la creatividad, pérdida total de libertad, es decir, de sentir que se actúa sobre la realidad y se hace con resultado significativo, ruptura de lazos moralmente relevantes basados en la solidaridad y la fraternidad, amistad...- y por tanto se siente, y lo que se dice que es. Está tan interiorizado el argumentario liberal, en virtud del cual todos los humanos se mueven en base a cálculos instrumentales de coste beneficio, que somos egoístas y destructivos y por tanto necesitamos que nos dominen para no caer en el caos, que no somos capaces de verificar empíricamente que todo ese relato es falso, es una gran mentira antropológica que ha servido para construir y legitimar un sistema estructuralmente violento cuya continuidad la garantiza la violencia del más fuerte. Quienes inventaron esta historia, en realidad, no hicieron otra cosa que proyectar lo que eran, ellos, en el mundo, para justificar ante sí mismos sus vicios y terrores más íntimos. Esto lo evidencia el hecho de que la doctrina liberal nace y se desarrolla de la religión cristiana. Así, quienes lo mantienen en pie, son necesariamente los peores ejemplares de la sociedad. Ya hace tiempo que sabemos que los "gilipollas", han logrado situarse cada vez más en lugares de poder y decisión. Quienes encuentran un especial placer en maltratar al resto por el simple hecho de poder hacerlo con impunidad evidenciando que solo respetan la legitimidad de la violencia.
Toda jerarquía produce sadomasoquismo, servilismo y genera todos los vicios morales que después sirven a los jerarcas para justificar su régimen: profecía autocumplida. Y esto igual sirve para jefaturas de estado que para pater familias, como para emprendedores-empleadores de toda clase.
Propongo dejar de seguir impostando un personaje socialmente respetable, para empezar a ser auténti@s personajes de la realidad y la verdad. No contribuye a crear amplias redes sociales, pero sí algun@s amig@s, no sé, ser lo que en realidad somos, sensibles y fraternales, al menos quienes no hayan perdido el corazón.

4
1
#72353
21/10/2020 13:51

Si hay que sentirse orgulloso de la empresa para la que trabajas o comprometido con ella, menuda mierda de personas debemos ser...

3
0
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Especulación inmobiliaria
Especulación en Madrid Las vecinas de Tribulete, 7 denuncian la especulación de Élix Rental Housing con una acción musical “fúnebre”
VV.AA.
30 inquilinas de este bloque resisten en sus hogares pese a que este fondo buitre ya ha adquirido la totalidad del edificio para convertir los pisos en apartamentos turísticos. Este sábado, han vuelto denunciar el proceso de gentrificación del barrio
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.

Últimas

Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Opinión
Opinión La oportunista invasión israelí de Siria
Desde la caída de Bashar al-Assad, Israel ha llevado a cabo una invasión de Siria sin provocación previa y con el apoyo de Estados Unidos. Los objetivos son claros.
Más noticias
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.

Recomendadas

Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.