Precariedad laboral
Pensar es de pobres

Una vez que nos declaremos felices ya estamos preparados para la autoexplotación.

Precariedad
12 nov 2017 06:44

La precariedad laboral se sostiene en un totalitarismo disfrazado de disciplina. Pelear contra la precariedad supone, por lo tanto, pelear contra esta idea de disciplina.

Al igual que en el ejército  –como orden castrense–, el empleo precario otorga como premio último a los disciplinados la mera supervivencia. Nada más. Sin embargo –a diferencia del ejército como ejemplo de estructura basada en la disciplina–, en lo precario no existe premio mediante un sistema de ascensos. Los únicos galones, por tanto, son los días cotizados; los días en que se consigue salir ileso. De tal modo, el propio trabajo y el cumplimiento de la disciplina se confunden. No se sabe dónde hay hegemonía de lo uno y dónde hay preeminencia de lo otro.

La supervivencia del precario se basa en muchos casos, no ya en cumplir con las obligaciones productivas, sino en la supeditación de aquéllas al mero cumplimiento de la disciplina

Dicho de otro modo: la supervivencia del precario se basa en muchos casos, no ya en cumplir con las obligaciones productivas, sino en la supeditación de aquéllas al mero cumplimiento de la disciplina. Es por ello que no faltan ejemplos para señalar despidos de trabajadores y trabajadoras que han cumplido holgadamente con su trabajo pero que han faltado, sin embargo, al mandato sagrado de la disciplina. 

Para el empresario, el trabajador diligente y productivo no será adecuado en tanto que no se someta totalmente. Una vuelta de tuerca más a la alienación de Marx. Seres domesticados, económicamente rentables, que decía Foucault. 

No hay que caer en la trampa de improbables sinónimos. Una cosa es el orden y otra bien distinta la disciplina. El orden es punitivo cuando reprime, cuando sólo busca disciplinar. El orden es, sin embargo, benéfico cuando coordina, cuando suma voluntades.

Para ser un precario competente es necesario ser un precario feliz

Pero este uso de la disciplina necesita instrumentos que prevengan rebeliones indeseadas. Hay que edulcorar la disciplina a fin de hacerla invisible, de ocultar sus evidencias. (El poder más efectivo es aquel que permanece oculto). Esto opera principalmente en lo moral y se traduce en la idea misma de la felicidad. Para ser un precario competente es necesario ser un precario feliz. Y solo es posible alcanzar dicha felicidad manteniendo posiciones abiertas, alejando de nosotros todo pensamiento propio y siendo permeables al ideario de la empresa en todo momento. Pensar demasiado es sospechoso; pensar demasiado nos hace parecer seres grises. Pensar –en definitiva– es algo que sólo crea problemas si no ejercemos nuestro pensamiento con un fin utilitario, afín a los intereses de la empresa. Cualquier otra clase de pensamiento es, en sí misma, indisciplinada.

Por eso es preciso que seamos felices. Felices a la fuerza como sujetos finalmente domesticados. Felices también para ser aceptados socialmente. ¡Que se aparten los que piensan! ¡Sólo son un estorbo! ¡Una plasta!

La felicidad, por tanto, se ha convertido en una especie de camisa de fuerza.

De ahí que, hoy en día, se asocie a las personas pensativas con la tristeza. Todos conocemos ejemplos: alguien que anda reflexionando es asaltado por un ser cercano preguntando si se encuentra bien, si le ocurre algo. Pensar demasiado es la evidencia de una anomalía que debe ser corregida.

Por tanto, esta edulcoración de la disciplina es el arma definitiva con la que se pretende domesticar al precariado. Darlo todo, cumplir con la doctrina de la empresa, asumir cada tarea con una sonrisa y, llegado el momento del despido, mantener una actitud positiva. Alegrarse de haber aprendido mucho y confiar en que habrá más suerte la próxima vez. Fármacos y autoayuda están siempre al alcance de la mano si la digestión nos resulta pesada.

Los felices prefabricados comen mierda mientras sonríen

Los precarios felices bajan la guardia, no guerrean; estos felices, si acaso, compiten con sus semejantes anímicos para fortalecer esa idea de felicidad. Los felices sin rumbo apelan constantemente al disfrute del camino, incluso al placer de sentirse desorientados. Los felices prefabricados –en resumen– comen mierda mientras sonríen.

Pensar las cosas, por el contrario, es siempre sospechoso; es el indicio de problemas ocultos, inconfesables; pensar es problematizar en su sentido más peyorativo; pensar es atentar contra el sosiego de la comunidad. Para ello ni tan siquiera es necesario que se exprese lo que se piensa en público. Basta con adoptar una actitud pensativa.

En la sociedad griega –antes de la trasmutación de todos los valores que ejerce la moral cristiana– las personas poderosas miraban con condescendencia a los pobres, a los esclavos, a los plebeyos. Citando a Nietzsche y su Genealogía de la Moral: “Si la nobleza acaparaba para sí toda la concepción de lo bueno o del bien, lo malo está relacionado con la idea de 'infeliz'. A los filólogos recordémosles en qué sentido se usan οϊζνρόςς [miserable], άνολβος [desgraciado], τλήμων [resignado], δνςτνχεϊν [fracasar, tener mala suerte], ξνμφορα [desdicha]). Los "bien nacidos" –es decir, los nobles– se sentían a sí mismos cabalmente como los 'felices'”.

En una sociedad de clases sin sentimiento de clase [...] todos debemos alistarnos al ejército de los felices si queremos seguir en circulación

Hoy se ha dado un giro envenenado a este ideario. En una sociedad de clases sin sentimiento de clase; en una sociedad de pobres en la que nadie se percibe a sí mismo como de clase baja; en una sociedad, en definitiva, fundamentada en todos aquellos sistemas de control que ya avanzó Foucault y mediante los cuales toda la estructura del sistema carcelario fue pasando a otras estructuras de la sociedad por la vía del encierro y del control (colegios, cuarteles, hospitales, fábricas…); en una sociedad así, en definitiva, todos debemos alistarnos al ejército de los felices si queremos seguir en circulación.

Una vez que nos declaremos felices ya estamos preparados para la autoexplotación

La nueva ideología de la felicidad no es una carretera de doble sentido. Es una avalancha que engordamos mediante la proyección de nuestra imagen pública fotografiando nuestras sonrisas, aquello que comemos, dando cuenta de la conquista de cada instante especial e irrepetible, cada vez más dóciles, menos críticos, orgullosos incluso de poder asistir, en primera fila, al hundimiento de nuestras últimas defensas. Una vez que nos declaremos felices ya estamos preparados para la autoexplotación.

En definitiva, la gran apuesta del neoliberalismo es la trasmutación de los opuestos clásicos de physis (naturaleza) y nomos (entendido como las regulaciones humanas que hacen posible el progreso de las personas). La vuelta a la physis sólo será posible mediante el pensamiento, la cultura o la política, por paradójico que parezca; mientras tanto, el nomos imperante se sostiene en la exaltación falsaria de cierto estado de felicidad perpetuo como condición inherente a la naturaleza humana.

Archivado en: Precariedad laboral
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Andalucía
Derechos Laborales El 112 de Andalucía se rebela contra Ilunion y la Junta por la precariedad laboral y la exclusión de la ASEMA
Los 469 trabajadores y trabajadoras subcontratadas por Ilunion del 112 exigen a la Junta de Andalucía que se le integre dentro de la futura Agencia de Seguridad y Emergencias de Andalucía
Violencia machista
25 de noviembre Un 25N con las kellys y las empleadas de hogar
El 25N también se denuncian otras violencias que no copan titulares: las que reciben los cuerpos de las mujeres en trabajos esenciales como los cuidados de personas y el trabajo doméstico así como las duras tareas que realizan las camareras de piso
Sergio
16/11/2017 17:50

Excelente e inquietante artículo. Profundo y mordaz, introduce el dedo en la llaga de las normalidafes patologías y alienantes..pobre y triste humanidad la que se resigna a las migajas de la ilusión de felicidad

1
0
Isaac Cabrera
13/11/2017 12:56

Me encanta este artículo. Muy sincero me parece y hace un gran diagnóstico.

3
0
JASB
12/11/2017 15:16

"No hay nada más cómodo que no pensar" Simone Weil. Gracias por incomodarme con este artículo ;)

16
0
matriouska
12/11/2017 11:59

El artículo me recuerda que una de las primeras decisiones que tomó el Gobierno Tory en Reino Unido cuando llegó al poder fue encargar una encuesta sobre la felicidad. Interesante artículo que hace pensar... Gracias.

16
1
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.

Últimas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Más noticias
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.

Recomendadas

Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.
Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.