We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Si alguien dudaba que consumir es un acto político, la sucia y maloliente polvareda de bulos provocada estas últimas semanas a propósito de unas sensatas y fundamentadas afirmaciones del ministro de Consumo sobre la ganadería industrial, no hace otra cosa que confirmarlo.
Dado cómo se han desarrollado los acontecimientos, al final, debemos considerar que la polémica creada ha sido muy positiva para que la ciudadanía hable y se informe sobre un tema tan importante para un futuro sostenible como la producción y el consumo de carne.
1. COHERENCIA CON LO QUE AFIRMA LA CIENCIA
Las palabras del ministro Garzón son coherentes con las evidencias científicas en materia medioambiental y de salud pública, y están avaladas por organismos internacionales de la máxima solvencia y credibilidad como el IPCC, el IPBES o la OMS.
2. LA GANADERÍA INDUSTRIAL ENEMIGA DE LA GANADERÍA FAMILIAR
El impacto de la ganadería industrial, tanto sobre el tejido social como sobre el medio ambiente, es tan insostenible que la FAO ha declarado el periodo 2019–2028 como el Decenio de las Naciones Unidas de la Agricultura Familiar.
3. MALA INFORMACIÓN
Resulta preocupante el alarmante bajo nivel informativo de los medios de comunicación manifestado en este tema y, en general, en otros muchos aspectos del consumo. La dependencia de la publicidad produce clamorosos silencios o la difusión de bulos interesados en defensa de los intereses de los anunciantes.
4. UN PODEROSO LOBBY
El poderoso lobby de la industria cárnica no se queda solo en los medios, donde actúa como lo hizo en su momento el lobby del tabaco. Como estos, ante evidencias científicas abrumadoras, utiliza todos los medios de presión sobre la clase política para la defensa a toda costa de sus intereses económicos particulares.5. IMPORTANCIA ECONÓMICA
En nuestro país la industria cárnica es el cuarto sector industrial con cerca de 28.000 millones de euros de facturación , sólo por detrás de la industria automovilística, la industria del petróleo y combustibles o el suministro de energía, y junto a sectores como las industrias química o metalúrgica. Por su parte, el porcino ocupa el primer lugar en cuanto a su importancia económica alcanzando el 66% de la producción total de carne.
6. LA EXPORTACIÓN
La enorme expansión de esta ganadería industrial tiene que ver con la exportación. En el sector del porcino España es ya el primer productor europeo y el tercero mundial.
7. INSOSTENIBILIDAD SOCIAL Y AMBIENTAL
Estamos ante un modelo industrial social y medioambiental insostenible. La ganadería industrial es responsable de numerosos impactos ambientales y sociales:
- A nivel mundial, el sector agroalimentario, en su conjunto, es el responsable de hasta un 37% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y solo el sector ganadero del 14,5%.
- Cerca del 80% de la superficie agrícola planetaria está destinada hoy en día a producir alimentos para animales y no para personas. Esto termina acelerando la deforestación.
- En la alimentación de estos animales tiene gran protagonismo la soja importada de países como Brasil, que están sometidos a rapidísimos procesos de deforestación y desplazamiento forzoso de poblaciones.
- Consumo de grandes cantidades de agua en un país donde la escasez de agua será cada vez mayor. Según Greenpeace, la ganadería en España consume 48.000 millones de metros cúbicos de agua al año, lo equivalente a lo que consumirían todos los hogares españoles sumados durante más de 20 años.
- Producción de enormes cantidades de desechos en forma de purines, una mezcla de excrementos líquidos y sólidos responsable de la contaminación por nitratos de acuíferos y ríos que ha aumentado más de un 50% en los últimos años, alcanzando cerca del 25% de la superficcie del país. A los nitratos se añaden las importantes emanaciones de amoníaco y metano haciendo de los campos agrícolas próximos a estas fábricas de carne auténticos vertederos. En 2019, España fue precisamente el país que más excedió los límites de amonio (de los cuatro que aún lo hacen) y el tercer mayor emisor de la UE.
- Todo esto ha provocado que la Comisión Europea denuncie a España ante la Corte Europea de Justicia por el reiterado incumplimiento de la Directiva de Nitratos.
- Debemos tener presente que los purines y otros contaminantes procedentes de agricultura intensiva son los que están detrás de desastres como la tragedia del Mar Menor.
- Pérdida de biodiversidad genética. La marginación de la ganadería extensiva está producciendo una enorme pérdida de diversidad, al sustituir razas autóctonas perfectamente adaptados al territorio por otras más productivas criadas en condiciones artificiales.
- Maltrato y violencia sistemática que padecen los animales hacinados en instalaciones que impiden la movilidad y el acceso a la luz solar en toda su vida.
- Abuso de antibióticos en la alimentación, que ponen en riesgo nuestra salud por la posible aparición de superbacterias resistentes a la medicación actual.
- En sus bajos precios no se está contabilizando los costes ambientales, que son asumidos por el entorno directo en el que se instalan, degradando la calidad de vida y la salud de sus habitantes. Y lo mismo pasa con su responsablidad en el cambio climático.
- Asentadas en comarcas con poca población, acelera los procesos de despoblación, como recientemente ha demostrado un estudio de Ecologistas en Acción.
- Hace desaparecer las pequeñas explotaciones. Mientras el censo de cerdos en España ha crecido un 35%, el de pequeñas explotaciones (menos de 1.000 animales) ha descendido un 30% en los últimos 10 años.
- Destruye el triple de empleos de los que generan, ya que al ser explotaciones muy automatizadas requieren muy poca mano de obra, y los trabajos que crea son de peor calidad, precarios y mal remunerados.
En resumen: lo que deja esta industria en los territorios de la España olvidada donde se asienta es mierda, moscas, malos olores, destrucción medioambiental y más despoblación.
El desmantelamiento del modelo de ganadería industrial debería ser concebido en términos equivalentes a los de la transición justa de los empleos del carbón, las centrales térmicas o la industria automovilística.
8. SOBRE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA
Sobre la seguridad alimentaria de la carne industrial, desechemos viejos mitos. Ya no puede haber, en principio, restos de hormonas y antibióticos en las carnes que llegan al mercado: están prohibidos y estrictamente regulados y vigilados en la UE. Otra cosa es que se utilicen antibióticos con frecuencia de forma sistemática o preventiva. El hacinamiento en condiciones antinaturales y muy estresantes para los animales debilitan su sistema inmunitario y obliga al uso de antibióticos para mantenerlos sanos en estas condiciones. De acuerdo a ello, cabe destacar:
- La ganadería industrial es la principal consumidora de antibióticos en el mundo, y España el país de Europa donde más se utilizan en este sector.
- En España 3/4 de todos los antibióticos del país se destinan a animales de ganadería.
- Gracias a la vigilancia en el consumo, y a la reciente normativa que limita su us,o se ha conseguido una importante reducción, pero todavía lejos de la media europea.
- Con todo, un estudio reciente ha confirmado la presencia de residuos de antibióticos, y junto a ellos de superbacterias resistentes a estos, en las aguas de varios ríos del norte de España, con especial intensidad en áreas con ganadería industrial.
- La aparición de superbacterias, tanto en estos animales como en los consumidores de alimentos procedentes de los primeros es uno de los más graves peligros para la salud humana.
9. SOBRE LA CALIDAD DE LA CARNE INDUSTRIAL
Para hablar de calidad nos basta con recordar las distintas calidades del jamón serrano, tanto en términos nutritivos como organolépticos (sabor, olor, textura…): en buena parte, esa calidad, depende de lo que ese animal coma y de cómo ese animal viva. Un sistema que busca la mayor producción de carne, leche y huevos al más bajo coste y en el menor tiempo posible, da lugar a productos de mala calidad.
Cierto es, que apostar por alternativas de calidad, como la ganadería extensiva, debe ir de la mano de la reducción del consumo de carne. No se trata pues, sólo de sustituir una carne por otra, sino de cuestionar además la cantidad de proteína animal que se consumen.
10. SOBRE EL CONSUMO DE CARNE Y LA SALUD
Algunas consideraciones fundamentales:
- El consumo de carne roja y procesada está asociado a una serie de enfermedades relacionadas con el cáncer, la obesidad, la salud mental, diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares, enfermedades del intestino (diverticulitis), enfermedades crónicas del hígado o muerte prematura.
- Ya en 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe en el que evaluaba la carcinogenicidad del consumo de carne roja y de carne procesada.
- Sobre la carne procesada, la forma más abundante de comercialización, el riesgo de padecer cáncer colorectal se incrementa un 18% con cada porción de 50 gramos de carne procesada tomada a diario.
- La carne procesada está íntimamente ligado a unos ritmos de vida marcados por la escasez de tiempo y energías que dedicarle a la preparación de alimentos.
- Por su parte, el consumo de agua contaminada por nitratos (provenientes de la ganadería industrial y de los fertilizantes sintéticos) está relacionado con el desarrollo de cánceres gástricos.
- Por todas estas razones, la FAO aconseja consumir como máximo 300 gramos de carne a la semana por persona.
11. SOBRE LA CANTIDAD DE CARNE QUE COMEMOS Y LA SOSTENIBILIDAD
Algunas consideraciones:
- El Informe del consumo alimentario en España 2020, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, refleja que el consumo anual de carne per cápita supera los 50 kg.
- Greenpeace, con datos de la FAO, sube este consumo hasta el doble: 100 kg per cápita, convirtiéndos en el país europeo con mayor consumo de carne.
- En conjunto, el consumo de carne en España resulta cuatro veces superior a las recomendaciones sanitarias y ecológicas.
12. UNA ÉTICA DEL CONSUMO
Buscando una convergencia de salud humana, sostenibilidad medioambiental, respeto a los animales y justicia global:
- Este excesivo, insano e insostenible consumo de carne sólo es posible debido a un modelo de ganadería industrial, que indiferente a las graves consecuencias para el medio ambiente, la salud y la calidad de vida de los animales, apuesta por una carne barata y de baja calidad, y el beneficio rápido.
- Al margen de las alternativas más radicalmente consecuentes, como la vegana o vegetariana, es posible llegar a un punto de equilibrio que conjugue salud humana, sostenibilidad y justicia global: una reducción radical del consumo de carne según el principio de “menos cantidad, más calidad (ganadería extensiva)”.
- Según la Agencia Española Seguridad Alimentaria y Nutrición, 2-4 raciones (100-125 g) por semana de carne, preferiblemente de pollo o conejo, y no más de 2 raciones/semana de carne roja.
- Con un consumo moderado dentro del modelo extensivo, algunas dietas con un bajo consumo de productos animales son, según algunos estudios, más sostenibles que las veganas. Además, el uso de pastos extensivos, contribuye al mantenimiento de dichos pastos y evita la degradación del suelo y el abandono del campo.
- No podemos olvidar aquí que estamos en un mundo globalizado, donde las dietas saludables son inasequibles para más de 3 000 millones de personas, y donde cerca de un tercio de la mortalidad es debida a algún tipo de malnutrición: desnutrición, obesidad o déficits nutricionales de vitaminas o minerales. Una dieta con protagonismo de la carne reduce las posiblidades de una alimentación saludable, sostenible y universal.
13. LA CALIDAD Y SOSTENIBILIDAD DE LA GANADERÍA EXTENSIVA
Hablamos particularmente de una ganadería local, ecológica (con o sin certificación) y de pequeña escala, que aporta los siguientes beneficios:
- Reducción significativa de las emisiones de carbono de la ganadería.
- Protección de pastos sumidero de carbono.
- Reducción de los incendios forestales.
- Generación de paisajes únicos y equilibrados como las dehesas.
- Es reservorio de razas locales en peligro de desaparición.
- Crea empleo en nuestros pueblos, fijando población en zonas rurales.
- Provee de alimentos sostenibles y de calidad.
- Contribuye a la soberanía alimentaria y reconecta campo y ciudad, a través de los paisajes y la cultura que preserva.
14. CONSUMO CONSCIENTE
Lo que podemos hacer como consumidores conscientes:
- Una actitud ciudadana: consumo consciente, responsable o sostenible.
- Un punto de partida: hay que dejar de cargar el grueso de la culpa sobre los consumidores. El consumo no es el que determina la producción, sino que suele ser al contrario: son las decisiones en la estructura productiva las que establecen las pautas de consumo mediante la publicidad y el escamoteo de las alternativas.
- Tres opciones éticas, saludables y sostenibles, enmarcadas en lo posible en la agroecología: veganismo, vegetarianismo y flexitarianismo. En sentido amplio los flexitarianos serían los que no sobrepasan las 2-3 raciones de 125 g ni los 400-450 gr. totales por semana. La dieta mediterránea de toda la vida sería una concreción de la flexitariana.
- Datos esperanzadores: según el informe 'The Green Revolution', a día de hoy, el 7,9% de la población española se considera flexitariana, el 1,5% vegetariana y el 0,5% vegana. Pueden parecer cifras pequeñas, pero lo cierto es que no paran de crecer.
15. EXIGENCIAS A LOS LEGISLADORES
Lo que desde el consumo consciente y sostenible exigimos al Gobierno y a los legisladores:
- Declarar urgentemente una moratoria a la ampliación o aprobación de nuevas explotaciones, incluso a las que están en tramitación, de ganadería intensiva para ser coherente con las políticas ambientales europeas y estatales.
- Acabar con todos los subsidios y ventajas fiscales de la ganadería industrial.
- Incrementar notamblemente el control e inspección de las explotaciones industriales.
- Apoyar de manera decidida a la ganadería extensiva, la única alternativa realmente sostenible a la producción ganadera industrializada, capaz de contribuir a otros retos como la lucha contra el despoblamiento rural y la crisis climática.
- Políticas concretas que acompañen la paulatina y necesaria desaparición de la ganadería industrial y ayuden a recuperar antiguas prácticas ganaderas.
- Normativas de bienestar animal menos tolerantes y más exigentes, y que además se cumplan.
- Marco normativo, comercial (etiquetado explícito) y fiscal que permita diferenciar y favorecer la ganadería extensiva, en políticas y mercados.
- Apoyar mientras tanto las iniciativas privadas desde el sector extensivo para crear y mantener un sello propio que certifique la procedencia de sus productos.
- Regular de forma más exigente la publicidad de toda la industria alimentaria, especialmente la dirigida a niños y adolescentes.
- Políticas que fomenten en restaurantes y comedores públicos una alimentación donde predominen los productos de origen vegetal, ecológicos y locales.
Las más importantes de estas demandas están presentes en la reciente declaración de Stop Ganadería Industrial, de la que forma parte Ecologistas en Acción.
Referencias:
Declaraciones del Ministro de Consumo Alberto Garzón en el medio The Guardian.Ecologistas en Acción: Ganadería industrial y despoblación.
Martín Lallana: Acabar con las macrogranjas como palanca ecosocialista.
Varios autores.¿De verdad necesitamos afrontar los impactos de las macrogranjas para alimentarnos?Newtral. El debate sobre la ganadería intensiva y las macrogranjas en cinco datos.
Dirección General de la Industria Alimentaria. Informe del consumo alimentario en España 2020.
Ecologistas en Acción: Menos carne, mejor salud.
FAO “La Larga Sombra del Ganado”.
Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC).
Instituto de Recursos Mundiales (WRI, World Resources Institute).
Alimentación
Carne de cañón
Ganadería
Movilización en Cuenca Las macrogranjas agravan la despoblación
Industria alimentaria
En manos del lobby cárnico
Campofrío
Ni con espumillón
Relacionadas
Macrogranjas
Balears Sineu, el pueblo mallorquín que ha conseguido frenar, de momento, una macrogranja de 750.000 aves
Macrogranjas
Agroindustria El movimiento Stop Ganadería Industrial se prepara para el fin de las moratorias de macrogranjas
Macrogranjas
El Salto TV Retamoso de la Jara, un pueblo contra dos macrogranjas
Impresionante labor de condensación, con rigor y muy clarito. Gracias.