We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Algunos medios digitales del país –por llamarlos algo- informan estos días sobre la posibilidad de que Pepa Flores (Marisol) ponga en marcha medidas legales contra Vox y el diario El Mundo por la difusión de mensajes de odio en contra de su persona. Tanto el partido de la extrema derecha, con más de medio centenar de diputados en el Congreso, como el citado periódico se habrían ganado sendas querellas por parte de una de las artistas más respetadas en este país durante el último medio siglo.
Compañera del gran bailarín Antonio Gades durante muchos años y militante del Partido Comunista, quien fuera una jovencísima cantante y actriz del cine español en los años sesenta del pasado siglo, pasó a ser una mujer comprometida con la izquierda que desde hace décadas desertó de los escenarios públicos para llevar una existencia discreta y retirada, de la que no se apartó incluso cuando fue premiada este año con el Goya de Honor a toda su carrera cinematográfica.
Tengo para mí que en esta ocasión Pepa Flores tampoco va a romper el anonimato en el que ha decidido vivir para demandar al aludido diario y al partido de la extrema derecha por difamación y derecho al honor. En un país donde aflora tanto ruido y tanta basura mediática, con ese prolífico campo de siembra que son las redes sociales, Pepa Flores no va a contribuir a darle coda a la mierda propalada por un periodismo de estercolero y un partido de cloaca.
Pepa Flores no ha dejado de ganar en dignidad y memoria a medida que ha hecho crecer su silencio y apartamiento de la vida pública, por más que unos desalmados hayan pretendido ahora sacarla de sus casillas. Se trata, como dijera Elvira Lindo en un explícito artículo publicado en el diario El País (Marisol, no vuelvas), de una mujer sabia que intuye que una sola aparición suya atraería el tufillo de la curiosidad malsana y destrozaría su intimidad.
Esa intimidad equivale a la integridad del empeño puesto en defenderla durante muchos años, ajena tanto a la lisonja de los grandes premios como a la miserable maledicencia de los maquinistas del lodo, cuya prodigalidad es un auténtico tósigo social.
Relacionadas
Opinión
Opinión Lo raro es estar viva
Opinión
Tratados UE-Mercosur, el acuerdo que acabará con el modelo de agricultura europeo
Opinión
Opinión Ante la bancarrota política de la izquierda
"La compañera del gran bailarín.."? No señores no, tiene nombre propio, bien conocido y muy bien ganado, no es la compañera del gran bailarín , por eso no la conoce nadie. Es PEPA FLORES.
Creo recordar que se informaba de que la señora Flores había apoyado hace ya muchos años a formaciones de extrema izquierda y había hecho campaña a favor de Herri Batasuna, que todos sabemos lo que era. ¿Hay algo de falso en esta afirmación?
El problema no está en que se haga crónica de la vida pública de Marisol. Está en que esta mujer decidió apartarse de la vida pública hace años y ahora, sin saber por qué, deciden ponerla de pro Soviética y que no era ni buenecita ni pura ni casta. Será para que cuando los viejos de Vox vean Cine de Barrio cambien de cadena
Por que no dejan a las personas vivir en paz de acuerdo con su elección?
Tan faltos de recursos están algunos medios de comunicación u otros individuos?