Medio rural
Sembrar la agitación rural

Las Jornadas de agitación rural Rehabitem les ruralitats, celebrada en Les Llosses (Ripollès) suponen un lugar de encuentro, dinamización, debate y lucha en torno a la ruralidad, el espacio y las vidas rurales.
@ruralitats
6 oct 2021 12:18

El fin de semana del 18 y 19 de Septiembre vivimos las Jornadas de agitación rural Rehabitem les ruralitats, en Les Llosses (Ripollès), organizadas desde abajo y sin ninguna presencia ni dependencia de las instituciones y del starsystem agroecológico catalán (ni ibérico).

Las pretensiones expresadas en la presentación de las jornadas —ser un lugar de encuentro, dinamización, debate y lucha en torno a la ruralidad, el espacio y las vidas rurales; desde el ahora—, se cumplieron con creces: alrededor de 130 personas inscritas y una asistencia real de más de cien almas. Todavía en tiempos de post pandemia, rehabitar espacios de encuentro físico con estas cifras, en estos lugares a los que llamamos ruralidades —en el umbral de la híper-ruralidad,— en un fin de semana lleno de otras convocatorias de movilización de lo social... pues está bastante bien. Ojalá la pretensión expresada sea premonitoria de futuras tensiones rurales que liberen espacios de soberanía agroecológica. Y sí, se puede dar de comer (y beber) vegetariano y artesano a los asistentes a precios muy populares. Gracias a las organizadoras por este esfuerzo!

A pesar de que algunas de las charlas todavía se planteaban desde las viejas dicotomías campo-ciudad y de la omnipresente Barcelona como origen intocable de toda agroecología posible en la Catalunya-ciudad, las introducciones nos recordaron dónde nos situamos desde una perspectiva histórico-política: la etapa extractivista de la era capitalista. El territorio es un sitio de donde seguir extrayendo recursos masivamente y, en el contexto del pesebre catalán (este territorio bonito y verde), el lugar donde desarrollar actividad económica vinculada al turismo —al capitalismo verde— haciendo filigranas proteccionistas entre las infraestructuras depredadoras de territorio. Este fue el marco catalán. El ibérico —también presente, y mucho, en las jornadas— fue el que se denomina la España vaciada, aquello a lo que desde la visión urbanocéntrica llaman “el territorio” (espacios de soberanía que el franquismo con bombas y el desarrollismo con petróleo aniquiló).

Sí, se puede vivir en las ruralidades sin ayudas a la nueva incorporación y sin leaders ni feders (aunque todo ayuda, cada euro pillado al capitalismo, siempre será bienvenido)

Uno de los alientos que se respiraron en las jornadas es la fortaleza de las utopías reales que vinieron a explicarse: Sieso, La Selba, Can Pasqual, El Lluçanès, Can Tonal (por citar sólo las que se quisieron hacer visibles). Sí, se puede vivir en las ruralidades sin ayudas a la nueva incorporación y sin leaders ni feders (aunque todo ayuda, cada euro pillado al capitalismo, siempre será bienvenido). Se pueden establecer relaciones de buena (y mala) vecindad, como ocurre en cualquier lugar, por más okupa que uno sea. Todo depende de las ganas, de la humildad, y de la capacidad que se tenga de quitarse de encima el complejo de recién llegado. Y son espacios que, con luchas y conflictos, hacen personas completas.

Por el contrario, la losa que ganar dinero nos hace impuros sigue presente y pesando en muchas de nosotras. Y es que, al final, todo está bien. ¿Bienvenidas incoherencias? Cómo apuntaban ya los habitantes de Sieso, quizás la cuestión radica en qué hacer, del excedente. Y definir en cada momento la línea que separa la oportunidad del oportunismo; es decir, la cesión de autonomía ante la Administración.

Una de las vías apuntadas para resolver esta incomodidad es que las habitantes de lo rural que cuidan los campos y los animales dejen de denominarse productoras y las empecemos a denominar abastecedoras. Con la carga simbólica, histórica y real, que comporta el término. Que, una vez satisfecha la alimentación propia, del excedente hagamos un abasto a disposición de quienes no pueden hacerse su propia comida. Es una posible vía para liberar el alimento de las zarpas capitalistas. También se habló en varias ocasiones de la necesidad de establecer complicidades y redes de cooperación con otros colectivos para intercambios, pero también para consolidar redes dentro de una escala productiva y distributiva local/comarcal que garanticen la consolidación de los proyectos.

En cuanto a las amenazas constantes del sistema que reciben las abastecedoras que viven al margen —o con un pie adentro y el otro afuera —del sistema, volvió a ponerse sobre la mesa —de debate— la necesidad de organizarse colectivamente —¿federarse, confederarse?. Por ahí se apuntó una posible utilidad del excedente: crear estructuras de protección y apoyo mutuo. A pesar de que el día a día también se nos come (curiosamente), ¿quizás no vivimos tan al margen como nos pensamos? Sigue quedando para más adelante la organización colectiva.

Paralelamente y previa a la evidencia del crecimiento de estas rehabitaciones de las ruralidades emergentes, se habló de cómo asistimos a varios fenómenos aparentemente contrapuestos que tensan las ruralidades desde el punto de vista del acceso a la tierra y a la vivienda. Por un lado, el campesinado tradicional sigue abandonando las tierras, por jubilación, cansancio o tirando la toalla derrotados por la presión productivista industrializante (excepto excepciones singulares que se pasan a la agroecología para reinventarse) sin liberar tierras ni viviendas. Por otro lado, crece el número de los que se instalan en el campo a vivir, sin ninguna —o muy poca— vinculación con la tierra ni con sus saberes vernáculos, y ocupando viviendas. Los primeros y los segundos, imposibilitan el acceso a la tierra de las futuras abastecedoras. Paradójicamente, al mismo tiempo, en muchas de estas aldeas la administración está haciendo llegar la fibra óptica para favorecer todavía más el asentamiento de nuevas hornadas de urbanautas. Ciertamente, ¡el campo ya no es el “paisaje bucólico y homogéneo” que era!

Fueron puntos de acuerdo general la problemática del acceso a la tierra y la vivienda, las dificultades de dar salida a la producción agroecológica por las trabas burocráticas y la carencia de redes de distribución, como también la problemática del relevo generacional

Esta perplejidad de vernos de nuevo inventando la rueda (quiero decir, evidenciando las necesidades de organizarnos —confederarnos contra— colectivamente) tiene mucho que ver con el tamaño de todo. Porque sí, el tamaño es importante. ¿Cuál es el tamaño a partir de la cual perdemos la pista al abastecimiento, a la agroecología, a las relaciones humanas, a un uso anticapitalista del excedente? Quizás todavía la escala humana, la del sentido común, es el pie de rey con que hay que seguir midiendo la dimensión de los proyectos de abastecimiento alimentario para el futuro.

Las jornadas también fueron un altavoz de colectivos minorizados e invisibilizados históricamente en entornos de ruralidad (en singular masculino, hasta ahora) y tan genuinamente urbanos (aparentemente), como los LGBTI y otros, reivindicando y ofreciendo espacios de cuidados, ahora que queremos rehabitar las nuevas ruralidades. También fueron puntos de acuerdo general la problemática del acceso a la tierra y la vivienda, las dificultades de dar salida a la producción agroecológica por las trabas burocráticas y la carencia de redes de distribución, como también la problemática del relevo generacional.

Los cuidados en el centro, el abastecimiento como innovación agroecológica... ¿quizás serán temas centrales de debate de las II jornadas rehabitem les ruralitats?


Artículo originalmente publicado en La Directa

Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Islas Canarias
Movilizaciones en Canarias Rebelión Científica se manifiesta ante un hotel en Tenerife y avisa con huelgas si no se escuchan sus demandas
Colectivos sociales, sindicatos y científicos crean un frente común para pedir un cambio de modelo tras las movilizaciones históricas en abril y octubre de este año.
Análisis
Análisis El pueblo mozambiqueño: la unidad del colectivo como respuesta a los desafíos presentes y futuros
Tras los primeros días de huelgas y manifestaciones, ganaba fuerza la pregunta “¿Hasta cuándo podrá aguantar la gente?”. Pues esta pregunta sigue sin respuesta.
Relato
Relato 39663A y 41288B
Un relato de Iban Zaldua sobre infiltraciones policiales.
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ibex 35
Ibex 35 Las retribuciones de los grandes empresarios multiplican por 118 lo que ganan sus trabajadores
Los directores y ejecutivos de Inditex, Banco Santander, Iberdrola, Indra, CIE Automotive y otras empresas del Ibex 35 multiplican por cientos de veces los sueldos medios de sus empleados.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Catalunya
Derecho a la vivienda La “revuelta de las llaves” echa a andar con tres huelgas de alquileres en Catalunya
Tres promociones de vivienda deciden ir a la huelga de inquilinos, una de las medidas defendidas por las manifestaciones del 13 de octubre y el 23 de noviembre en Madrid y Barcelona para hacer frente a los alquileres impagables.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Inteligencia artificial
Inteligencia artificial Los creadores rechazan las licencias ampliadas para el uso de sus obras en la IA: “Es un genocidio cultural”
El Real Decreto para regular la concesión de licencias colectivas ampliadas para la explotación masiva de obras protegidas por derechos de propiedad intelectual para el desarrollo de modelos de Inteligencia Artificial recibe un rechazo generalizado.

Últimas

Personas sin hogar
Personas sin hogar Encierro en el Ayuntamiento de Granada para reclamar albergues para las personas sin hogar
Decenas de activistas exigen tratar, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, con la alcaldesa de la ciudad sobre la necesidad de medidas urgentes ante la gravísima situación de las personas sin hogar en plena ola de frío.
Opinión
Tratados UE-Mercosur, el acuerdo que acabará con el modelo de agricultura europeo
Toda la producción agroalimentaria familiar, de pequeña escala y que desarrollan la economía local va a salir perdiendo, sea en Europa o los cuatro países latinoamericanos.
Siria
Siria Israel bombardea la transición siria
Mientras el nuevo gobierno del país intenta proyectar legitimidad dentro y fuera de sus fronteras, el ejército sionista expande su control del territorio en los Altos del Golán, y Europa congela miles de solicitudes de asilo de personas sirias.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La moratoria del ‘escudo social’ no ha servido para impedir tres de cada cuatro desahucios
Un redactado poco claro, que deja libertad a los jueces para saltarse la moratoria, limita su alcance. A pocas semanas de su fin, organizaciones de vivienda piden que sea mejorada, ampliada y convertida en permanente.
Más noticias
Baleares
Memoria histórica Acuerdo en Baleares entre la izquierda y el PP para no derogar la ley de memoria histórica
El Govern ya no buscará los apoyos de la ultraderecha en los presupuestos ni cumplirá con uno de los puntos más calientes del programa, como era la derogación de la ley de memoria democrática.
Tribuna
Tribuna El día después del derrocamiento de Al Asad en Siria
El pueblo sirio ha sufrido lo indecible en los últimos años en sus aspiraciones de soberanía y de liberación. La pregunta ahora es ¿cómo se va a reconfigurar el reparto de poder en Siria y en la región?
Tren de alta velocidad
Explotación laboral Huelga en Iryo para los días clave de Navidad: “Solo queremos que respeten el Estatuto de los Trabajadores”
CGT convoca paros los días fuertes de estas vacaciones para, antes de comenzar a negociar un convenio propio, conseguir el abono de dietas a la plantilla de tripulación y el cobro del plus de nocturnidad.

Recomendadas

Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.
Cine
Ramón Lluis Bande “Asturies tiene sin construir el relato de su tiempo revolucionario”
El cineasta Ramón Lluis Bande entiende la memoria histórica como un “camino de exploración formal infinito” y de reflexión sobre el propio lenguaje cinematográfico “en relación con la realidad, la historia, el arte y la política”.
Fondos buitre
Madrid Ecosol, la cooperativa agroecológica que lucha por sobrevivir al desalojo del fondo buitre Élix Rent
Este gigante inmobiliario, que ya ha logrado hacerse con la práctica totalidad del edificio que alberga el proyecto, se niega a renovar su contrato de alquiler ya que busca rehabilitar el inmueble y alquilarlo a precios desorbitados.
Siria
Siria Cuando el miedo a la deportación es real: obligados a volver a Siria
Turquía lleva mucho tiempo deportando a los refugiados sirios. Aunque intenta justificar sus prácticas ante la comunidad mundial, estas vulneran el derecho internacional.