En busca del sexo perdido

La filosofía ha ignorado durante siglos el cuerpo, se ha ocupado de la razón y de cómo debía ser el mundo para entenderse con ella. Sin embargo, se trata ahora de invertir esta relación, de buscar, pese a que con ello nos topemos con una filosofía "loca", maneras de amplificar nuestra vida.

Estatua de Marcel Proust en el castillo de Breteuil
Wikipedia Estatua de Marcel Proust en el castillo de Breteuil.
Graduado en filosofía
16 mar 2018 10:30

Estadística o molarmente somos heterosexuales, pero personalmente homosexuales, sin saberlo o sabiéndolo, y por último somos transexuados elemental o molecularmente.

Deleuze & Guattari
El Antiedipo

¿Qué pose es la que toma un heterosexual para afirmar en él una homosexualidad —con apellido—? ¿Para qué un heterosexual iba a escribir sobre homosexualidad molecular? Esta idea pone en el punto de mira la organización binaria y esencialista de la sexualidad como una forma de identificación que nos es dada.

Con mucha frecuencia querríamos, quienes manejamos textos filosóficos, quitarnos lastre, deshacernos de aquello que nos impide pensar y nos limita a reconocer, sabernos pensando sin cargar con la historia de la verdad. Se nos vuelve necesario dejar de batirnos con la historia del pensamiento para poder pensar. Quizás por este mero intento ya tenga sentido. Lo que debe hacer un filósofo hoy, decía ya hace un tiempo Preciado, es «ir hacia lugares que no son la filosofía: la experimentación con la sexualidad y, además, la experimentación de la sexualidad con su propio cuerpo». Se trata de poner a jugar a la Filosofía a un juego que no es el suyo.

Para ello, no obstante, hay que valerse de las herramientas de la filosofía. Quizás, lo revolucionario sea encontrar hoy, en la filosofía de Spinoza —un pensador muy particular del siglo xvii— un precursor de la teoría queer, o entender de qué modo condiciona nuestra sexualidad la síntesis de la subjetividad kantiana. Quizás lo revolucionario es, sirviéndonos de la filosofía, vaciar la arquitectónica de la sexualidad y del deseo que organiza nuestra vida.

Quizás lo revolucionario es, sirviéndonos de la filosofía, vaciar la arquitectónica de la sexualidad y del deseo que organiza nuestra vida.

En la ingente producción de conceptos que llevaron a cabo Deleuze y Guattari entre los años 70 y 80 los hay que resultan especialmente interesantes, uno de ellos es el de homosexualidad molecular. Más que el desarrollo detallado del concepto creo que son interesantes las fugas y cortocircuitos que produce en la idea de heterosexualidad, el cómo, si le seguimos unos pasos, nos amenaza con hacer estallar el puente de regreso a casa.

Deleuze opone esta homosexualidad molecular a la homosexualidad molar, y toma, si no como modelo, sí como referencia ineludible al Proust de Sodoma y Gomorra. Es precisamente a tenor de Proust que, durante el curso sobre Foucault y el poder, impartido el 1986, Deleuze habla de lo que Foucault llamó una sexualidad sin sexo, es decir, una sexualidad que no se da entre sujetos fijos y estables, entre hombres o entre mujeres. Éstas instancias serían instancias formadas o molares, mientras que las moleculares serían aquellas instancias informales y pre-subjetivas. La homosexualidad molecular hace referencia, entonces, mucho más que a la homosexualidad esencial o rígida, tal y como estamos acostumbrados a hablar de ella, que se da entre personas del mismo sexo, a una sexualidad que se da entre formas de vida y afectos que todavía no están organizados, que son instancias pre-subjetivas, que en este momento todavía no tienen género ni sexo, que son intensidades puras e informales. Este momento, sin embargo, no es un momento cronológico, es un estadio, un plano distinto. Frente al plano de trascendencia de la ley, del sujeto, de los nombres, los enunciados y discursos, lo que buscamos es el de inmanencia, de los cuerpos sin identidad, fragmentarios, que podrían estallar en cualquier momento, un plano en el que sólo encontramos la diferencia, afectos en circulación, amores y pasiones sin regla ni ley. En este sentido, la sexualidad molecular no hace referencia a «personas», sino más bien a magmas inestables en devenir, en perpetuo cambio y sin forma fija, que nos dan consistencia, a fragmentos de deseo que son lo que en último término constituye nuestro ser. Fragmentos de sexo todavía no organizados en instancias molares, en hombres y mujeres, pero que mientras no queden integrados en estas instancias pueden relacionarse entre ellos bajo muchas formas y relaciones distintas.

Si tomamos como ejemplo la filosofía de Kant vemos ahí un pensamiento del mundo entendido como una relación entre una parte activa y una pasiva: un sujeto que piensa lo pensado, que da al objeto del pensamiento unas condiciones de experiencia a través de las que podemos pensar su existencia en relación con nosotros. Esta concepción del sujeto ha producido una estructura de la experiencia, o sea, una manera de relacionarnos con el mundo y con los demás, en la que nos sabemos esencias, de las que además creemos tener una idea bastante clara de lo que es interior y exterior. Nos hemos acostumbrado a pensar que los hombres y las mujeres somos esencias (y esencias distintas), y que lo que deseamos es al otro, a la sustancia del otro —con su género, con su identidad, etc.—, y así, cada vez que pensamos "yo deseo", "yo amo" pensamos que hay algo así como un yo que desea lo otro pensado, y un objeto, un personal al que amo.

Con Foucault, ya en el siglo xx, se intentó una enmienda: con él ya no se trataba tanto de un sujeto activo y un objeto pasivo como de una experiencia "pura", lo trascendental era la experiencia misma. Aquí ya no había algo como un yo en la experiencia que se correspondiera con el "yo" dicho. El "yo" aparecía sólo como ficción que se producía en la experiencia real, en la que sólo había fuerzas en relación. Los cuerpos, las intensidades, se encontraban en el mundo, en este plano de inmanencia del que hablábamos, y entonces distribuíamos todos esos afectos entre el yo y lo otro.

Esto que llamamos homosexualidad molecular es una apuesta a ciegas por un deseo molecularmente indiferenciado y homosexual en tanto que es previo a la distinción heterosexual.

Frente a ésto, decir "yo" con Kant supone aceptar que las condiciones de la experiencia posible son las del sujeto, y no las de la realidad, es decir, subordinamos lo que puede pasar a lo que podemos pensar, y por eso las categorías se convierten en la mediación entre lo posible y lo real (ser unidad o pluralidad, su real o no, su posibilidad o imposibilidad, necesidad o contingencia, etc.). Así, el lenguaje de las esencias y de la identidad, de lo que se puede decir y pensar acerca de los sujetos iguales a sí mismos, se convertía en una trampa que capturaba el deseo.

Pero la homosexualidad molecular de la que hablamos necesita, no sabemos aún como, encontrar una manera de escapar del lenguaje o de hacerlo encadenarse de otra manera. Esto que llamamos homosexualidad molecular es una apuesta a ciegas por un deseo molecularmente indiferenciado y homosexual en tanto que es previo a la distinción heterosexual que se afirma en el lenguaje cada vez que digo "yo" y no puedo con ello dejar de decir "hombre, blanco, occidental y heterosexual", pues molecularmente hay un solo sexo. Y es el mismo lenguaje de la identidad el que nos hace pensar en un "yo" en esencia sexuado de manera binaria cuyo todo deseo está mediado por estas esencias.

En este intento de salirse de la sexualidad que impone la semiótica heteronormativa y heterosexual que impera, tenemos que proceder por vaciado. Creo firmemente que la lucha política, y en especial la militancia desde la filosofía, consiste en vaciar, en descodificar, en aligerar la carga simbólica, en deshacerse los discursos que organizan nuestra vida. Que la filosofía tenga todavía espacio hoy en nuestras vidas pasa porque encuentre nuevas tareas. Hoy ya no puede ser nuestra tarea la de la critica kantiana que ponga nuestra vida al servicio de la razón, sino que filosofar hoy tiene que servir para deslocalizarnos. La filosofía nos impele a dislocar la relación que se da entre el "yo" y el afuera, entre el "yo" y eso que habla cada vez que digo "yo". Se trata de poner la filosofía al servicio de la locura para amplificar nuestra vida, para encontrar el lugar dónde se disipa el sujeto y el derecho y construirnos nuevos espacios de libertad, nuevos territorios existenciales.
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver listado completo
Cargando valoraciones...
Ver comentarios 2
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver listado completo

Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Diversos fondos de origen israelí están presentes en proyectos urbanísticos de Málaga influyendo en la turistificación de la provincia mientras se enriquecen con la ocupación de Palestina
Región de Murcia
Belinda Ntutumu
“La violencia racista no parará mientras Vox pueda presentarse a elecciones”
La cofundadora de Afromurcia señala a los discursos de Vox como causantes de la violencia racista de Torre Pacheco y califica de “laxa” la respuesta institucional: “Deberían haber impedido que los disturbios continuaran durante tres días”.
Palestina
La coordinadora europea contra el antisemitismo dice que los informes sobre la hambruna en Gaza “son rumores”
Katharina von Schnurbein es la encargada de proteger a Israel en las discusiones que esta semana tienen lugar sobre el acuerdo preferencial que la UE tiene con el Estado sionista.
Palestina
Más de mil caras conocidas de la cultura exigen al Gobierno que cese la venta de armas a Israel
Una carta dirigida al presidente del Gobierno por más de mil profesionales de la cultura considera que “mantener los negocios armamentísticos con Israel es complicidad activa con el genocidio”.
El Salto n.79
La celulosa o la vida: periodismo situado y lucha social para frenar un ecocidio
El jueves 17 de julio os esperamos en el CS “A Nubeira” de Vigo para presentar el último número de la revista El Salto.
Castellón
El BDS Castelló pide al FIB que facilite la devolución de entradas por su vinculación con KKR
El BDS y la Plataforma Castelló per Palestina piden al festival que se desvincule del fondo y que adopte un compromiso público para incluir el respeto por los derechos humanos palestinos en sus protocolos éticos.
Opinión
Torre Pacheco: el síntoma de un sistema agroexportador podrido
Se podría hacer un mapa de la llamada conflictividad social migrante y coincidiría, casi matemáticamente, con el de los polos agroexportadores.
Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Después de un año de trabajo, lanzamos en julio la nueva web de El Salto, con un nuevo diseño, pero, sobre todo, con una nueva Zona Socias llena de ventajas para las personas que hacen posible El Salto con su apoyo.
Violencia machista
El 30% de los feminicidios íntimos se producen en verano pero no es el calor, es el patriarcado
El Ministerio de Igualdad convocó la semana pasada un comité de crisis tras los nueve asesinatos de mujeres por sus parejas o exparejas en junio. ¿Qué pistas da este dato sobre cómo orientar las políticas públicas?

Últimas

Opinión
Cuando una huertana llora: saquen sus racistas manos de nuestra región
Me aterra pensar que lo que ha sucedido en Torre Pacheco es el comienzo de algo peor, que es el primer síntoma de una enfermedad que hemos permitido que campe a sus anchas por nuestras regiones.
Análisis
La crisis por el ‘caso Cerdán’ empuja al PP y Vox por encima de los 200 escaños
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) señala una caída del PSOE, que apenas aprovechan los partidos a su izquierda, y un aumento de votos en la mayoría de PP y Vox
Cómic
Gotham como estado mental
Que Batman es el personaje del cómic de superhéroes más icónico del último medio siglo es algo a lo que también contribuye una iconografía del mal como forma urbana a la que responde la ciudad de Gotham, un estado mental en sí mismo.
Opinión
Día Internacional de las Personas No Binarias: no pedimos nuevos derechos, exigimos los que tenemos
Varios tratados internacionales permiten una interpretación favorable a reconocer a las personas no binarias. El Estado español incumple su deber de protección de estas personas.
Estados Unidos
Donald Trump amenaza a la Unión Europea con aranceles del 30% a sus productos a partir de agosto
Ursula von der Leyen ha respondido al anuncio de Trump insistiendo en la vía del diálogo pero anunciando que “tomarán todas las medidas necesarias para salvaguardar" sus intereses
Más noticias
Murcia
Colectivos antirracistas denuncian la impunidad de la ultraderecha en Torre Pacheco, donde sigue la violencia
En la localidad murciana se ha producido una segunda jornada de violencia racista, ultraderechistas de otros territorios se han unido a las “patrullas” para “limpiar España”.
Economía social y solidaria
¿Dónde está la juventud en la Economía Social y Solidaria? Un relevo que se teje entre retos y oportunidades
Cada vez más jóvenes se acercan buscando formas de vida y empleos coherentes con sus valores. Sin embargo, su participación sigue enfrentando barreras: precariedad, estructuras poco flexibles y falta de relevo real.
Río Arriba
Javier Guzmán: “Desde la izquierda falta la visión de que el derecho a la alimentación es un tema básico”
Nueva entrevista de Río Arriba en formato podcast donde hablamos de soberanía alimentaria, políticas públicas relacionadas con la alimentación, tratados de libre comercio y sus efectos sobre la agricultura, ganadería y alimentación.

Recomendadas

Feminismos
Patricia Reguero
“Mis relatos están escritos al lado de otras, arropada por la escucha de otras”
Patricia Reguero Ríos, redactora de El Salto, presenta ‘Todo lo que pasó el día que me mordió mi hija’ (La Imprenta, 2025), un conjunto de relatos que desde lo individual apelan a lo colectivo y que se devoran con una mezcla entre ansiedad y placer.
LGTBIAQ+
Mana Muscarsel
“La amistad da más juego para salir de la lógica de la familia porque tiene menos reglas"
La autora y psicóloga argentina pone en valor la amistad frente a los modelos relacionales centrados en la pareja y la familia. Tampoco le interesa la familia elegida: “Marca una línea muy clara entre lo que pertenece y lo que no”.
Barcelona
El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona
La red de reciclaje en Barcelona es de una complejidad casi hermética, más aún si hablamos de los recicladores informales, más conocidos como chatarreros. Salimos a la calle a entender una economía sumergida que está a la vista de todos.
Medios de comunicación
El futuro del periodismo no lo está escribiendo una máquina
El periodista Pablo Mancini, estratega dentro de The Washington Post, defiende una profesión aquejada de múltiples problemas. El primero, y más crucial, la deserción de miles de personas que ya no quieren estar informadas.
Comentarios 2

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...