Energía nuclear
La transición energética y ecosocial no pasará por la nuclear

En nuestra actual situación de emergencia climática, la energía nuclear no supone ninguna solución ante sus muchos inconvenientes: desde la minería de uranio hasta la gestión de los residuos, pasando por su producción centralizada y el riesgo de proliferación de armas nucleares.

Porque es hora de actuar - Emergencia climática. Ecologistas en Acción
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Fridays For Future
25 nov 2019 05:53

Estamos en estado de emergencia climática. Lo llevamos escuchando muchos años y desde los últimos meses de una manera mucho más intensiva gracias a movimientos como Fridays For Future. También sabemos que la comunidad científica indica en su informe del IPCC de 2018 que no debemos sobrepasar el grado y medio de temperatura frente a niveles preindustriales si no queremos desencadenar graves consecuencias para nuestros ecosistemas y, por tanto, poner mucho más difícil nuestra vida en este planeta.

Parece lógico que nuestro primer pensamiento para intentar poner el freno de mano a nuestro viaje al colapso pasa por un cambio absoluto en nuestro sistema energético, y concretamente en nuestra producción de electricidad. Así como en los últimos tiempos vemos que el tema de renovables sí o renovables no está superado, el debate de la energía nuclear no puede estar de más actualidad. Vemos cada vez más como científicos, académicos o divulgadores apuestan por la energía nuclear para evitar la producción de CO2. Y en eso tienen razón. Parece mentira, pero a estas alturas aún hay personas que piensan que de las torres de refrigeración sale CO2, cuando solo sale vapor de agua. Es cierto que se olvidan de todo el CO2 que se produce en la extracción de uranio, su procesamiento, su enriquecimiento, construcción de centrales y desmantelamiento de las mismas, pero un error lo tiene cualquiera, ¿verdad?

Parece lógico que nuestro primer pensamiento para intentar poner el freno de mano a nuestro viaje al colapso pasa por un cambio absoluto en nuestro sistema energético, y concretamente en nuestra producción de electricidad.

También se piensa que en una central nuclear de producción eléctrica se pueden desarrollar armas nucleares cuando el enriquecimiento de uranio de estas es solo del 5%, lo cual lo hace inviable. Por otro lado, parece que tienen razón estos académicos cuando hablan de que los límites del uranio se pueden alargar muchos años más gracias a los reactores de IV generación y los reprocesos del UO2. Podemos incluso asumir que los niveles de seguridad que garantizan las centrales ante accidente son verdad y que es muy improbable un nuevo Chernóbil, ojalá los eventos apocalípticos se los dejemos exclusivamente a la serie. Asumamos que el enterramiento geológico profundo de los residuos no tiene repercusiones contra el Medio Ambiente y contra las personas. Asumamos que la legislación de uso de agua de estas centrales y las temperaturas de retorno se respetan, y que no producen incrementos significativos en tramos de algunos ríos, con el riesgo para el ecosistema que supone. Asumamos como verdad todas y cada una de las cosas que afirman, y aun así la nuclear seguirá sin ser solución en la transición energética que necesitamos.

Limitar la temperatura global a un grado y medio supone irremediablemente una reducción en el uso de energía con respecto al nivel actual. Lejos de reducirse, pese a medidas de eficiencia energética los niveles de demanda no dejan de subir año tras año (paradoja de Jevons). La transición energética no pasará por grandes centrales de producción, sino por el autoconsumo y la reducción del metabolismo energético de nuestras sociedades. ¿Qué sentido tiene seguir manteniendo un modelo que nos lleva al colapso a costa de otra energía como el uranio cuando tenemos alternativas mucho más sostenibles y lógicas?

En estos momentos, ustedes pueden estar pensando: Bueno, tiene razón, ¿pero acaso no emite CO2 la producción de energías renovables? Y estarán en lo cierto. Evidentemente el silicio y otros materiales necesarios para la energía fotovoltaica, eólica, geotérmica, y un largo etcétera, no nos salen gratis. Sin embargo, su impacto es infinitamente menor y más si su producción y diseño se hace de manera local. Esto sin comparar su toxicidad con la radioactividad de los residuos nucleares, que es de sobra conocida. Me podrán incluso hablar del problema de la intermitencia en el suministro de las renovables y del complejo problema que supone el almacenamiento de energía eléctrica. Sobra decir que en un planteamiento de reducción del uso de energía y con un mix energético basado en el conjunto de energías renovables existentes este problema podría verse solucionado.

Pero volvamos a la nuclear. En este mismo instante, mientras que se escribe este artículo, la energía nuclear supone en España un 7% de la potencia instalada y un 21% de la energía producida con respecto al total. Lamentablemente, una vez más, llegamos tarde a lo que dicta el sentido común. Las energías renovables, pese a aumentar su potencia instalada cada año, la solar fotovoltaica sin ir más lejos este año ha tenido un gran aumento, sigue sin ser suficiente. Si uno investiga un poco cuál es la situación del mix energético de España verá rápidamente como estamos frente a un riesgo en el que hay que estar atentos y vigilantes. Este riesgo se plantea  y es que la supuesta eliminación de las centrales nucleares en un breve espacio de tiempo puede suponer un incremento similar de la construcción de centrales de carbón (lignito, concretamente). El claro ejemplo es Alemania. No es una solución viable cerrar centrales nucleares para abrir centrales de carbón, pero esto no es argumento suficiente para mantener su actividad más allá de los próximos diez años. Es nuestro deber como ciudadanía exigir políticas que afronten una transición a energía renovables sin pasar por el carbón ni la nuclear, y no nos olvidemos del gas.

Es nuestro deber como ciudadanía exigir políticas que afronten una transición a energía renovables sin pasar por el carbón ni la nuclear, y no nos olvidemos del gas.

Algunas personas siguen poniendo todo su empeño, ilusión y tecnooptimismo en la energía de fusión nuclear (la energía actual es de fisión). La fusión no entraña riesgos para la salud ni los ecosistemas, además de proporcionar grandes cantidades de energía con muy poco combustible. Con la batería de su teléfono móvil tendría energía para 20-30 años, según estimaciones del CIEMAT. Lamento decepcionar al lector, pero esta energía aún ni está ni se la espera en muchos años.

Podemos concluir que, si nuestra aspiración está en un futuro en el que reduzcamos el ritmo frenético e ilógico de gasto energético, transformemos nuestras ciudades a ritmos más pausados, y cambiemos la manera que tenemos de producir y consumir, que nuestra energía pase en gran parte por el autoconsumo y la generación distribuida, no por grandes centrales de generación. Y por supuesto, si disponemos de tecnologías que no entrañen riesgos devastadores, por muy improbables que estos sean, usémoslas.

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#43757
27/11/2019 14:00

No se quien es Don Javier Pamplona Gómez, Google no arroja respuestas, pero una cosa está clara. No tiene ni la mas remota idea de energía y no tiene ni la mas ligera idea de energía nuclear.

Soy Ingeniero Industrial, especialista en generación de energía y profundamente de izquierdas y lo que dice este señor aqui, es rotundamente falso de la primera palabra a la última. En el cómputo del CO2 generado por nuclear, si, se incluye extracción, transporte, enriquecimiento, pruebas de diesel de emergencia y todo lo que se pueda imaginar. Si, las temperaturas de retorno del agua son respetadas y los indices de seguridad son calculados de forma minuciosa y científica.

Lo que este señor ha publicado aquí es el equivalente de un texto anti-vacunas o pro-homeopatía. Una sarta de supersticiones sin ninguna prueba, veracidad, investigación o referencia que la acompañe. Le reto a intentar probar una sola de las afirmaciones que aquí dispone, y es fácil, dado que cualquier incidencia en una central es motivo de notificación al CSN y publicado. Y probarlo con estudios y referencias, no con cherry-picking de datos.

Me parece lamentable que elsalto se sume también a la corriente de otros como ctxt de dar voz a supersticiones y discursos anticientíficos. Aún espero que un diario de izquierdas trate este tema con seriedad y publique algo con sentido acerca de esto, y no columnas amarillas y sensacionalistas.

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santizgzrio
6/2/2020 13:53

Hola,

Coincidimos 13757 y yo en una cosa: ambos somos de izquierdas. No coincidimos en otra, yo no soy Ingeniero Industrial.

En otra cosa que no coincidimos es en la crítica al artículo. No tengo la menor idea a que afirmaciones se refiere cuando habla de “Le reto a intentar probar una sola de las afirmaciones que aquí dispone…”.

Supongo que la indignación que le ha producido el articulo le ha impedido poder poner algunos ejemplos de esas “falsas afirmaciones”. No se si leerá este comentario, pero le estaría muy agradecido si pudiera poner algunos ejemplos.

Hace una mención a incidentes notificados al CSN. Lo único que se me ocurre es que quizás haga referencia a lo de “temperatura de retorno”. Si es así, pues no le veo mucho recorrido a esa crítica, los mismos operadores reconocen que sobrepasan algunas veces esa temperatura, en determinadas centrales han tenido que cambiar el equipo de refrigeración por ese motivo. Garoña incluso tenía una sentencia judicial en contra que le obligaba a construir una torre de refrigeración para evitar la elevación indebida de temperatura que provocaban sus vertidos de agua al Ebro. En Japón, tras las investigaciones postFukushima, TEPCO reconoció que había falseado durante años los informes sobre la temperatura de vertido de sus centrales nucleares, etc., etc.

Siendo pro-vacunas y anti-homeopatía, de hecho digamos que pertenezco a los “escépticos digitales”, no veo la menor relación entre las barrabasadas acientíficas de los defensores de esas pseudociencias y el artículo en cuestión.

Dicho esto, yo también tengo críticas al artículo, pero tengo la impresión que son muy diferentes a las que pueda tener 13757. La principal que tengo es sobre Alemania (aunque reconozco que parto con ventaja injusta, utilizo datos de hace muy poco, publicados posteriormente a la fecha del articulo). Como soy algo vago, me limitaré a copiar parte de un texto que ya publiqué en otra página:

“El “Mito Alemán”. Parece mentira que, a estas alturas, enero de 2020, desde posiciones pronucleares y/o críticas con las renovables, aún se utilice el “argumento alemán”. Todo empezó con la decisión del gobierno alemán en 2011, tras Fukushima, de abandonar la energía nuclear y la orden de paralizar y revisar sus centrales. Además de apostar fuertemente por las renovables.

En ese momento ya hubo “agoreros” que pronosticaron mil y un males sobre la inestabilidad del sistema eléctrico, el aumento de las emisiones de CO2 por la necesidad de utilizar más carbón, etc. Durante unos años pareció que tenían algo de razón, pero la dura realidad les ha desmentido. A pesar de ello, no sé si por inercia o por ser ya un lugar común en los argumentos en contra de la sustitución de la nuclear por renovables, una y otra vez aparece de nuevo el “Mito Alemán” que “demuestra” las maldades de esa sustitución.

¿Y cuál es esa realidad? Para ello aconsejo utilizar las estadísticas oficiales alemanas y los informes provisionales sobre el sistema eléctrico alemán en 2019. Vale, veamos los diferentes apartados de ese “mito”.

- “La sustitución de la nuclear por renovables ha hecho que Alemania queme más carbón”. Falso. En 2010, último año completo de funcionamiento del parque nuclear alemán, las emisiones de CO2 provocadas por la generación con carbón, fueron de 246 millones de toneladas, en 2019 esas emisiones fueron de 158 millones de toneladas. El porcentaje de generación correspondiente al carbón en 2010 fue el 42,7% mientras que en 2019 fue del 29,2% (la energía nuclear pasó del 24,7% al 13,8%).

El argumento pudo tener cierta validez hasta 2015, en 2016 ya se utilizaba menos carbón que en 2010 y a partir de esa fecha el descenso ha sido constante y acelerado.

- “La sustitución de la nuclear por las renovables ha hecho que Alemania haya sufrido un enorme aumento de su tarifa eléctrica”. Falso. Es cierto que Alemania tiene la tarifa eléctrica más cara de la UE, pero no es consecuencia de su apuesta renovable, viene de lejos, tradicionalmente ha tenido unas tarifas muy altas. Para comprobar la evolución utilizare las estadísticas de Eurostat sobre tarifas eléctricas.

En 2010 Alemania tenía la segunda tarifa más cara después de Dinamarca, en 2019 tiene la primera y Dinamarca la segunda. Pero si trabajamos un poco las estadísticas vemos que el aumento de esa tarifa en Alemania en el periodo 2010- 2019 S1 (es hasta dónde llega la información), resulta que Alemania ha sufrido un aumento del 26,66%, lo cual parece mucho, a no ser que luego nos fijemos en el aumento medio de la Zona Euro que fue del 26,53%, prácticamente igual. Descendemos un poco al detalle y veamos dos ejemplos concretos de la Zona Euro, la nuclearizada Francia (30,74% de aumento) y nuestra querida España (29,82%). Fuera de esa Zona, veamos cómo le fue a UK (46,45%).

¿Y si deflactamos las tarifas (utilizando alguna de las muchas calculadoras disponibles en la red) y vemos el diferencial con la inflación durante ese periodo? Pues lo siento por los defensores del “mito”, los resultados son los siguientes: Alemania aumentó el 15,06% (diferencial 11,6%), Francia aumentó el 11,50% (diferencial 19,24%), España aumentó el 12,25% (diferencial 21,10%) y UK aumentó el 22,68% (diferencial 23,77%). Pues tampoco.

- “La sustitución de la nuclear por las renovables hará que Alemania no consiga su objetivo de reducir sus emisiones totales de CO2 un 40% sobre las que emitía en 1990”. Falso. En 2019 Alemania había conseguido reducir sus emisiones de CO2 respecto 1990 (1.251 millones de toneladas) en un 35,2% ya que emitió 811 millones de toneladas, el objetivo para 2020, y llegar a esa reducción del 40%, es 751 millones de toneladas. La diferencia entre 2018 y 2019 fue de 47,4 millones de toneladas. Por tanto, si 2020 sigue esa tendencia se llegaría a 763,6 millones de toneladas (38,96% de reducción). Por tanto, Alemania tiene una probabilidad muy razonable de cumplir el objetivo y más si tenemos en cuenta que, normalmente, las cifras provisionales, una vez depuradas, suelen dar valores más bajos (en 2016 la provisional fue 916 y la definitiva 906. En 2017 la provisional fue de 906 y la definitiva de 894. En 2018 la provisional fue de 865, y la definitiva de 858,4).

Pero ese no es el tema, el tema es que si no lo consigue es por culpa de su política eléctrica y…eso no es así. Estudiemos ahora la evolución de la emisión de CO2 en la generación eléctrica. Para ello nos fijaremos en dos parámetros: g CO2/kWh y emisiones totales del mix eléctrico.

El primer parámetro esta ya superado, la reducción por kWh era ya en 2019 del 45,81% (de 764 g a 41 g).

El segundo está a punto de superarse, la reducción de emisiones totales en 2019 era del 39,07% (de 366 millones de toneladas a 223).

Entonces ¿Qué sector es el culpable de que Alemania este en riesgo de no cumplir el objetivo?, pues en realidad son dos: transporte y construcción, que no es que no hayan reducido sus emisiones, sino que las han aumentado respecto 1990.”

Un saludo.

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#43620
25/11/2019 7:44

Me resulta curioso como escuchamos y creemos a los científicos cuando nos alertan del cambio climático (y en ningún momento ponemos en duda sus argumentos).
Pero cuando dicen que, hoy por hoy, la solución pasa por seguir con las nucleares , entonces ya no son tan creibles.

Si les damos la razón con los ojos cerrados en un tema porque no se la damos en el otro ?

O muy listos cuando hablan de cambio climático y un poquito tontos cuando aconsejan seguir con la nuclear ?

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#45761
11/1/2020 9:40

Tu comentario juega con la ambigüedad de las palabras. ¿*Qué* científicos dicen que hoy por hoy la solución pasa por seguir con las nucleares? ¿*Dónde* están publicadas sus palabras? ¿Qué significa «seguir»? ¿Construir centrales nuevas, prolongar la vida de las existentes, mantener solo las que no han alcanzado el fin previsto de su vida útil?...
La solución pasa por las renovables. Entre otras cosas porque el uranio se terminaría muy pronto, si lo utilizáramos con la ineficiencia actual para cubrir toda la demanda energética (transporte, procesos industriales, calefacción...).

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#43653
25/11/2019 17:48

El lobby nuclear es tan viejo como las bombas nucleares y está sustentado por muchos estados que basan su poder en aumentar sus arsenales nucleares.

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