Desahucios
El banco es el monstruo
Las tierras no son para quienes la trabajan, sino para los bancos que las acechan. Chema Álvarez nos narra, en el contexto histórico de Valdelacalzada, la historia de un desahucio en uno de los pueblos con tierras más fértiles de la cuenca del Guadiana.

Pepi la del Pintao llegó con seis años a Valdelacalzada, primer pueblo de colonización de los del Plan Badajoz. Los cardos y jaramagos del erial que se extendía por la cuenca del Guadiana eran tan altos que apenas lograba ver por encima de los hierbajos. Era el año 1952 y algunas familias colonas comenzaban a arrancar su futuro a aquella tierra arisca, un espeso cardizal tomado por el jaral y la retama, con zarzales que más que arbustos eran tronco de árboles.
Según cuentan las crónicas de los primeros que llegaron, reflejadas en el libro de Traver Vera Historia cotidiana de Valdelacalzada, abundaba tanto la espesura de aquel baldío secarral que cuando llevaban a domar las vacas al cortijo La Vara, epónimo del nombre actual del pueblo, los mismos yunteros tenían que abrir senderos entre el abrojo de los matorrales, sin poder evitar que los espinos dañaran, hasta hacerlos sangrar, los costados de las bestias.
Los vecinos hicieron de sus casas de colonos el orgullo de una dictadura que venía, tarde y mal, a dar respuesta a la cuestión del agro en España con el Plan Badajoz
Ahora un banco, el BBVA, le quiere quitar su casa a Pepi la del Pintao, que vino a nacer con sus seis años ya puestos en una tierra que por entonces no valía nada y donde las niñas se hacían mujeres antes de tiempo, con una infancia compartida entre los juegos alrededor de los pinotes -unas pilastras ornamentales de las que apenas queda recuerdo- y las sacrificadas tareas del campo, arrancando palmo a palmo vida a una tierra ingrata que no distinguía, bajo un sol de castigo, a las mujeres y los hombres de los animales, supervivencia compartida entre vecinos y vecinas que no sólo convivieron hacinados en los barracones de acogida, sino que hicieron de sus casas de colonos el orgullo de una dictadura que venía, tarde y mal, a dar respuesta a la cuestión del agro en España y que remachaba, con este nuevo Plan Badajoz, el consuetudinario derecho de pernada del señorito y cacique de turno: las peores tierras para los colonos, los mejores suelos para los terratenientes. Como ya se ha señalado en otros lares, la colonización no fue más que agua para los latifundistas.
A base de mucho esfuerzo, pagándolas y sin saber cuánto pagaban, porque nunca les dejaron ver el estado de sus propias cuentas, aquellos hombres y mujeres se hicieron dueños de las tierras. Fue cuando especuladores y bancos, que siempre van de la mano, le echaron el ojo a un filón que empezaba a despuntar en un pueblo que encontraba su propio camino empresarial y laboral en la explotación de los frutales. Allí había negocio.
Desde el 2003 la familia comenzó un calvario por unas cargas hipotecarias que contrajo la empresa promotora de las viviendas a construir en el terreno, Corporación de Extremadura Manuel Blanco SL. La última sentencia les da la razón y condena a indemnizarles a otra empresa fantasma que no da señalesEntonces llegó la estafa. Pepi y su marido, Toñete, hoy día ya fallecido, vendieron las tierras porque ya no podían explotarlas. No se enriquecieron con la venta. Superaron un mal bache y lograron lo que más querían: una casa en su propio terreno para algunos de sus hijos. Todo el pueblo lo sabe, todo el pueblo lo corrobora, todo el pueblo les apoya.
Pero los buitres -que por aquí no llevan plumas, maman de la teta ajena y vuelan bajo-, estaban al acecho. Desde el 2003 la familia comenzó un calvario que les llevó de juzgado en juzgado por unas cargas hipotecarias que contrajo la empresa promotora de las viviendas a construir en el terreno, Corporación de Extremadura Manuel Blanco SL. La última sentencia les da la razón y condena a indemnizarles a otra empresa fantasma que no da seña de sí misma, Proyectos y Promociones Valdelacalzada, 2003 SL, declarada en situación procesal de rebeldía y socia única de la anterior entre septiembre y noviembre de 2003, es decir, participada en su creación por la que compró la tierra.
El BBVA, a quien se acusa de estar metido en el tinglado desde el principio, se va de rositas y la familia de Pepi se queda a dos velas, al borde del desahucio, sin indemnización y pendiente de un recursoAsí que se quedan como estaban, porque la empresa condenada ni aparece ni va a pagar, pendientes de la ejecución de un embargo hipotecario por impago a manos del BBVA, que no quiere saber nada de unos papeles que las hijas e hijos de Pepi firmaron sin saber lo que firmaban, engañadas, confiadas, creyentes en la buena fe de la gente. El BBVA, a quien se acusa de estar metido en el tinglado desde el principio, se va de rositas y la familia de Pepi se queda a dos velas, al borde del desahucio, sin indemnización y pendiente de un recurso. Así es la justicia de ciega y así se las gasta. Así son los bancos.
El BBVA gestiona buena parte de las cuentas de este país. El año pasado ganó 5.324 millones de euros. En 5 años ha invertido más de 2.600 millones de euros en fabricar armas de guerra. Gestiona también parte de las cuentas de muchas comunidades autónomas, entre ellas las nóminas de los funcionarios de la Junta de ExtremaduraEl BBVA es un banco que gestiona buena parte de las cuentas de este país. El año pasado ganó 5.324 millones de euros. Entre 2013 y 2018 invirtió más de 2.600 millones en la industria armamentista. Gestiona también parte de las cuentas de muchas comunidades autónomas, entre ellas las nóminas de los funcionarios de la Junta de Extremadura. A finales de 2011, en plena crisis económica, la entidad catalana Unnim Banc fue nacionalizada a través del FROB (Fondo de reestructuración ordenada bancaria, el nombre que se inventaron para hacer la piratería más llevadera), recibiendo 568 millones de euros de dinero público (más otros 380 millones en acciones preferentes). Cuatro meses después, el mismo Estado español que se gastó nuestro dinero en esa compra, vendió esta entidad al BBVA, por la simbólica cantidad de 1 euro. Un chollo. Fue el rescate bancario de los diversos gobiernos. A día de hoy no se ha recuperado ni un 10% de lo prestado, más de 60.000 millones de euros. Es el mercado, amigo.
Steinbeck lo dejó escrito en Las Uvas de la ira, una historia que también parte de un desahucio: El banco es el monstruo, esas criaturas no respiran aire, respiran beneficios.
Cuando Pepi la del Pintao y los suyos llegaron a Valdelacalzada, no tenían ni donde caerse muertos, porque no había ni cementerio. En el de ahora, al fondo y a la derecha, en el nicho 38, descansan los restos de su padre, José González Corbacho, uno de los primeros colonos que llegaron a esta tierra, en 1952.
Sus huesos deben de estar que tiemblan ante tanta injusticia y tanto sinvergüenza como hay sobre la misma.
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