Coronavirus
Urgen a recuperar los acompañamientos y garantizar los cuidados paliativos en la desescalada
La asociación Derecho Morir Dignamente pide impulsar el debate en torno al “buen morir” una vez superado el desborde sanitario. Recuperar los acompañamientos a enfermos incurables y personas mayores, garantizar los cuidados paliativos y permitir ritos funerarios son las tres peticiones que ha hecho llegar al Comité Técnico de Desescalada. “La nueva normalidad tiene que respetar todos los derechos”, asegura el vicepresidente de la organización.

“En la nueva normalidad se tienen que respetar todos los derechos, sobre todo los derechos humanos”, dice Fernando Marín, vicepresidente de la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), que pide poner en las prioridades de la desescalada medidas “para garantizar la buena muerte en los casos en los que lamentablemente no sea evitable”.
“El personal sanitario ha sufrido mucho, ha sido como si cada día tuvieran que enfrentarse a un 11M”, explica. En este contexto, sigue, puede entenderse “que algunos derechos no hayan podido ser respetados”. Sin embargo, “en el momento en que la cosa empieza a mejorar, es importante ver cómo se respetan”, explica.
Se refiere, concretamente, al derecho a la información y a la intimidad de los enfermos. También, explica, les consta que el acceso a los cuidados paliativos en la fase final de la vida se ha visto resentido. Por eso, DMD ha pedido en una carta enviada al Comité Técnico de Desescalada varias medidas para garantizar lo que llaman el “buen morir”.
Así, la DMD considera que “pasada la fase inicial y el riesgo de colapso, cabe tener en cuenta algunas consideraciones con respecto a la gestión de la última fase de la vida, que deberíamos afrontar también en base a los valores de solidaridad y creatividad con los que la sociedad española ha abordado el resto de los aspectos de la vida”.
En la carta, piden la toma en consideración de algunos aspectos que consideran prioritarios en este momento, “como son el acompañamiento al final de la vida y la celebración de ritos funerarios”.
Entendemos que estas medidas podrán ser aplicadas de manera asimétrica en función de las circunstancias de cada territorio, y rogamos al Gobierno que valore las distintas opciones de manera prudente pero ambiciosa para que la última fase de la vida sea tan digna como sea posible, dentro de las difíciles circunstancias que atravesamos como sociedad.
FLEXIBILIZAR LOS ACOMPAÑAMIENTOS
Después de que la situación de desborde en los hospitales generada por el covid-19 llevara a restringir los acompañamientos de familiares a enfermos, Marín cree que “ya no es admisible que no haya equipos de protección individual”, por lo que piden que se vuelvan a permitir acompañamientos garantizando “medidas de protección que se han demostrado eficaces”.
Por otra parte, llama a reconsiderar las restricciones en residencias para personas mayores. “Se trata de personas para las que la residencia es su casa”, advierte, por lo que espera que el Gobierno plantee “una flexibilización en los acompañamientos permitidos”, tanto a personas en la fase final de sus vidas como a los mayores con deterioro cognitivo.
La gestión, admite, es complicada, ya que supone la coordinación de diferentes instituciones, pero es posible y, de hecho, señala, ya existen algunos protocolos al respecto que, sin embargo, en opinión de la DMD “son poco ambiciosos”.
Así, la Región de Murcia, la Generalitat Valenciana, la Junta de Castilla y León o el Principado de Asturias, elaboraron protocolos, así como algunos hospitales o residencias. Entre los protocolos de referencia, Marín apunta al de Ayuntamiento de Vitoria. “El riesgo cero no existe, pero sabemos que hay medidas de protección que son muy efectivas y que permitirían a las personas visitar a sus familiares”, dice Marín.
Sobre los ritos funerarios, el Gobierno anunció que se permitirá la celebración de funerales a partir de la fase 1 de la desescalada. Este domingo, el ministro de Sanidad Salvador Illa anunció que se podrán celebrar velatorios con 15 personas al aire libre y 10 en espacios cerrados en la fase 1 de la desescalada. La DMD había pedido que los ritos funerarios sean considerados actividades esenciales, “de manera que se permitiera una despedida más humana y acorde con nuestra cultura, siempre aplicando los criterios de seguridad correspondientes”.
MEJORAR EL MOMENTO DE LA MUERTE
En su carta al Comité Técnico de la Desescalada, la DMD también hace referencia a los cuidados paliativos. Marín cree que en las peores semanas de la crisis sanitaria el acceso a estos cuidados no ha podido garantizarse. “El punto de partida no era bueno porque ahora mismo morir bien depende del médico que te toque y aun hay gente que confunde la sedación con la eutanasia”.
La DMD pide que se garanticen “unos cuidados paliativos, tanto en el domicilio como en hospitales y residencias, que faciliten una muerte digna y sin sufrimiento, tanto a las personas que deseen permanecer en su domicilio, como a las que estén ingresadas, acompañadas de sus seres queridos”.
Pero, advierte Marín, “el buen morir no puede improvisarse” y por eso hay que colocar el debate en un lugar relevante. “Hay que evitar la muerte prematura y la muerte violenta, pero evidentemente es absurdo pensar que podemos evitar la muerte; entonces lo que hay que intentar es que esa persona muera bien”, asegura.
En ese sentido, Marín espera que la crisis el covid-19 sirva para aprender. “El reto es que los tiempos de excepcionalidad nos sirva para aprender, para desde un punto de vista crítico pensar qué se podría haber hecho mejor, y para nosotros una de las cosas sin duda es el mejorar el momento de la muerte”, dice Marín, que recuerda la importancia de tomar decisiones por anticipado y plasmarlas en el Testamento Vital que promueve la DMD.
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