Crisis climática
Los incendios del Amazonas aumentan la velocidad a la que se funden los glaciares andinos
Los autores de un estudio alertan de que la presión económica de la agricultura intensiva sobre el Amazonas puede tener consecuencia en los glaciares de la cordillera de los Andes, y sobre las comunidades que viven de sus aguas.

La biomasa incendiada en la cuenca del Amazonas es un factor determinante para el derretimiento de los glaciares de la cordillera de los Andes, según han demostrado seis investigadores en un informe publicado a finales de noviembre en la revista Nature.
“Observamos que existe un efecto medible en la pérdida de masa de hielo”, explican los autores, después de trabajar en una combinación de enfoques de observación y modelado. Por primera vez, explican, han examinado científicamente la posible relación entre los incendios de biomasa y la fusión de hielo y glaciares y han llegado a la conclusión de que las columnas de humo de la cuenca del Amazonas “pueden superar la barrera orográfica y llegar a los glaciares andinos tropicales”. Cada año, explican, los incendios en las masas forestales latinoamericanas emiten 800.000 toneladas de nanopartículas de “carbono negro” a la atmósfera.
La deforestación a gran escala de la cuenca del río Amazonas es una consecuencia directa de las prácticas económicas y la ocupación humana de este área, también los incendios de biomasa. De esos incendios, generados por el avance inexorable de las extensiones agrícolas en las extensiones de la selva amazónica, surge el carbono negro, que, según ha quedado demostrado en investigaciones en Groenlandia, el Himalaya y China, precipita la fusión sobre capas de hielo y glaciares.
La enorme cantidad de carbono negro, que casi duplica la cantidad emitida en la Unión Europea a través de combustibles fósiles y biofósiles, se traslada, merced a los vientos predominantes en los meses de agosto, septiembre y octubre, a las crestas de Ecuador, Peru, Bolivia, y el norte de Chile, pero también se expande hacia otros territorios. El estudio se ha centrado en el glaciar Zongo, en Bolivia, escogido por sus condiciones estables. En ese punto ha sido donde el equipo de investigadores ha determinado que los incendios de 2010 incrementaron un 4,5% la velocidad de fundición del hielo depositado allí.
El estudio, que fue realizado sobre la base de todos los incendios sobre las riberas amazónicas entre el año 2000 y 2016, no abarca la situación tras la catástrofe ambiental provocada por el incendio masivo de bosques en el Amazonas el pasado verano. El informe alerta sin embargo del incremento de las quemas que, a partir de 2013, afectan a los territorios amazónicos de Brasil y Bolivia.
“Las proyecciones futuras del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), apuntan a una climatología más seca del este de la Amazonía: este es un escenario favorable para el aumento del riesgo de quema de biomasa”, explican los investigadores en su estudio. Añaden como factores de riesgo los cambios en el ciclo hidrológico sudamericano que pueden generar más aridez, así como los riesgos económico-políticos derivados de la “demanda mundial de alimentos, que puede conducir a una expansión progresiva de los dominios agrícolas brasileños, lo que da como resultado una mayor proyección de las emisiones de carbono negro y CO2”.
La fundición de estos glaciares y hielos tiene efectos sobre las comunidades que se proveen del agua de esas cordilleras. Por ese motivo, la pérdida de biodiversidad que provoca el aumento de incendios en el Amazonas, tiene implicaciones a nivel continental, según los autores del estudio.
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