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Crisis climática
“Si hay capitalismo, hay extinción”
Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @PabloRCebo pablo.rivas@elsaltodiario.com
Piden café en una terraza frente al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco). Americano, nada de leche. Se la han autoprohibido, aunque le ponen extra de azúcar. La glucosa ha sido clave para que tengan tan buen aspecto tras 31 días de ayuno, aunque están cansados y cuentan que no ha sido fácil: no han probado un gramo de comida sólida, solo líquidos y algunos complementos vitamínicos.
Karen Killeen, pedagoga irlandesa de 65 años afincada en Ibiza, y Grian A. Cutanda, escritor e investigador en ciencias sociales de 64 años residente en Prado Negro (Granada), son las dos últimas personas que mantienen el Global Earth Fast, o Ayuno Global por la Tierra, una campaña lanzada desde Extinction Rebellion (XR) en Gran Bretaña que ha sido secundada por más de 400 personas en el último mes. Algunas con un día de ayuno, otras con una semana… Las últimas, a excepción de estos dos activistas climáticos, finalizaron su protesta este sábado día 25 en Alemania tras conseguir el compromiso del ganador de las elecciones y candidato a canciller, Olaf Scholz, de debatir públicamente con ellos la cuestión climática.
En esta mañana de lunes se toman con filosofía la invitación a levantarse que los agentes de la autoridad les acaban de hacer en la puerta del Miteco. Han venido a Madrid apoyados por el nodo madrileño de la organización en la que militan, XR, para intentar reunirse con la ministra Teresa Ribera, para lo cual ya han formalizado la petición por registro en el Miteco. Quieren explicarle las razones de su ayuno y transmitirle la urgencia en la necesidad de actuar para frenar la crisis climática. Para ello querían instalarse frente al Ministerio con tan solo un par de sillas y alguna pancarta. No ha sido posible. Ahora, mientras siguen su ayuno, replantean su estrategia para continuar la protesta.
Una huelga de hambre nada menos que para salvar el planeta. ¿Qué lleva a alguien a hacer algo así?
Karen Killen: La desesperación. Es un último recurso, aunque esto no ha sido una decisión de un día para otro, sino gradual. Comenzamos apoyando el ayuno global secundando a nuestras compañeras en Inglaterra y la idea del ayuno indefinido ha ido madurando con el tiempo.
Grian A. Cutanda: Inicialmente, en Reino Unido había cinco personas que iban a hacer ayuno indefinido. Simplemente dijimos: vamos a apoyar. La verdad es que no me apetecía nada hacer un ayuno. Al principio dijimos un día, dos… Luego iba quedando poca gente y dijimos, una semana más. Con mi edad yo no tenía claro que fuera a aguantar. Es un misterio, no sabes cómo va a reaccionar tu cuerpo.
“Queremos una asamblea ciudadana para que la sociedad española tenga algo que decir con el cambio climático, y eso quiere decir que tiene que ser vinculante”, señala Grian A. Cutanda
K.K.: A los 15 días Grian y yo hablamos y me dijo. ¿Qué te parece si cambiamos de estrategia y seguimos? Porque yo creo que esto funcionará a los 20 ó 30 días. Estábamos en torno a doce días y me estaba hablando de 30…
Un cambio de estrategia a mitad de acción.G.C.: Es que no había respuesta de los medios de comunicación y en nuestro propio grupo la gente decía que esto no estaba funcionando. Fue cuando se lo comenté a Karen y a los 15 días nos dijimos: hemos aguantado, ahora ayuno indefinido igual que los de Gran Bretaña.
Y qué objetivo concreto os habéis planteado con este ayuno.
G.C.: Nuestro primer objetivo es que la población sepa que esto es más grave de lo que nos están contando los medios de comunicación. El 85% de ellos están controlados por los mercados y no están contando la gravedad real del cambio climático. Extinction Rebellion surge de una llamada de la comunidad científica británica y estamos muy bien informadas por esta. De hecho, la última filtración del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) le llegó a una compañera de XR.
Nuestro segundo objetivo es reclutar gente. Desobediencia civil pero de miles, no basta con 300 como fuimos en el puente de Nuevos Ministerios. Tenemos que hacer como en Londres: ser 5.000, 10.000...
Y el tercero es una reunión con la ministra; ver hasta dónde podemos llegar pero sabiendo que los mercados siguen teniendo demasiada fuerza en el Gobierno y que, en tanto en que no seamos un número muy grande en la calle, seguirán controlando los gobiernos.
¿Qué le vais a plantear a la ministra?K.K.: Principalmente dos cosas. La primera es que las medidas que están planteando frente al cambio climático son insuficientes. La segunda es la asamblea ciudadana por el clima, que, si bien han dicho que van a poner una en marcha, no reúne las condiciones de una asamblea ciudadana de verdad ya que no es ni presencial ni vinculante.
G.C.: Lo principal es que no es vinculante. De qué nos sirve una asamblea ciudadana si luego van a decir: sí, hemos consultado a la asamblea ciudadana pero ahora vamos a hacer lo que nos digan los mercados o lo que nos diga Europa.
Una asamblea ciudadana por el clima que aún no se sabe cómo va a ser.G.C.: Están planteando montarla por el momento. Pero para qué queremos una asamblea así. Queremos una asamblea ciudadana para que la sociedad española tenga algo que decir con el cambio climático, y eso quiere decir que tiene que ser vinculante. Tiene que ser un reflejo exacto de la sociedad, con todos los pensamientos y sentires. Simplemente que sea la sociedad española asesorada por la comunidad científica.
“Es tan lógico que no podemos seguir creciendo exponencialmente en un planeta finito… Es algo de pura lógica”, denuncia Karen Killeen31 días sin comer. ¿Cómo lleváis el ayuno?
K.K: Mejor de lo que me esperaba. Las primeras dos semanas iba con mucho miedo de cómo seguir. Luego investigué un poco y vi que en algunas tradiciones orientales un ayuno de 40 días es normal, incluso sin los aportes de azúcar que tenemos. Así que mentalmente lo he aceptado, y el cuerpo parece que también. Hay momento difíciles, claro, y mucho estrés también.
¿Y vuestro entorno cómo lo lleva?K.K.: Al principio me decían: '¡Estás loca, para ya!'. Pero lo aceptaron.
G.C.: En mi entorno está mi esposa primero. Ella está también en XR y estaba en el puente aquel día. Está muy concienciada y sabe que tengo que hacer esto. Lo asume, y asume que incluso la cosa podría ser fatal, lo cual para mí es un gran regalo: tener la compañera perfecta que es capaz de aceptar incluso que esto puede acabar mal. Luego hay amigos, incluso activistas, que dicen que paremos.
Greenpeace pidió públicamente a vuestros compañeros en Alemania que parasen el ayuno. Es un tipo de protesta complejo: podríais tener consecuencias para toda la vida pero quizá al directivo de, por ejemplo, la petrolera Shell no le importa.K.K.: Al directivo de Shell no le va a importar, pero al pueblo quizá sí. Puede venir un cambio en la mentalidad en el que la gente se dé cuenta de la gravedad de la situación. Si una persona está dispuesta a arriesgar su vida, algo habrá. Ojalá el miércoles haya mucha gente en el ayuno.
G.C.: Desde XR Francia lanzaron la idea de apoyarnos, porque somos los únicos que quedamos en todo el mundo en huelga de hambre. La hicieron propia en el Reino Unido y el miércoles van a hacer un día de apoyo global en apoyo a Karen y a mí. Vamos a ver qué pasa, pero de momento se está juntando gente de Rumania, Alemania, Suecia, Argentina, Colombia…
Tras 31 días imagino que ya hay consecuencias físicas.K.K.: Sí, dolores de cabeza, cansancio... Por las noches a veces me cuesta levantarme del sofá para ir a la cama, pero es normal.
G.C.: De pronto te quedas sin pilas, necesitas dormir, aunque tampoco duras mucho.
Grian A. Cutanda: “La comunidad científica está hasta el gorro de que hagan un informe descafeinado. Por eso están filtrando los borradores”¿Y cuándo planteáis poner fin a vuestra propuesta?
G.C: No lo sé. Si conseguimos un apoyo internacional fuerte podríamos pedir más, pero eso depende de lo que pase el miércoles. Si tuviera repercusión igual podríamos intentar ir más allá, pero claro, habría más riesgos.
Afirmáis que la mayoría de los medios no dice la verdad respecto a la emergencia climática. Pienso en un periodista de El País, por poner un ejemplo de periódico generalista, que lee el informe del IPCC. ¿Creéis que no se está contando la realidad de la emergencia climática?G.C.: No nos referimos a El Salto (ríen). La primera acción de Extinction Rebellion en España, en la que el 15 de abril de 2019 bloqueamos la sede de Repsol en Madrid, El País no lo publicó. Claro, luego vemos que Repsol está entre los accionistas. Esto es lo que hay.
¿Y el periodista al que le llega el informe del IPCC y escribe sobre él?G.C: El IPCC no es solo la comunidad científica, también hay economistas y políticos. La comunidad científica está hasta el gorro de que hagan un informe descafeinados. Por eso están filtrando los borradores.
K.K.: Con lo escalofriante que ya es el último informe de agosto, resulta que ya está descafeinado.
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G.C.: Las filtraciones las mandaron a Scientists Rebellion, es decir, la comunidad científica está diciendo que no puede ser que estén minimizando los informes.
¿Cuál sería un final feliz para esta huelga de hambre?K.K.: Las calles llenas durante la rebelión del 18 al 25 de octubre [semana en la XR ha planteado una Semana de la Rebelión]. Miles de personas en las calles, ese sería un final eufórico.
“Es una emergencia como para parar todo, como si tu casa estuviera ardiendo”, señala Karen Killeen
G.C.: Nos dicen que de cada tuit y cada post que está saliendo de todo esto tres o cuatro personas están llamando para sumarse, con lo que en ese sentido estamos cumpliendo objetivos. Final feliz del todo sería que la ministra Ribera dijera…
K.K.: Dijera, qué buena idea. Tenéis razón (ríen).
El Gobierno español plantea ahora mismo una reducción del 23% de emisiones para 2030, lo que queda lejos del 55% que el IPCC dice que debería hacer.G.C: En 2017 el profesor James Anderson, climatólogo de la Universidad de Harvard, dijo que las decisiones había que tomarlas antes de 2023, que si no estábamos perdidos. Y aquí hablan de emisiones cero para 2050. Están locos.
K.K.: Hablan de sí llegar a 1,5ºC, llegar a 2ºC [de calentamiento sobre los niveles preindustriales]. Pero si ya vamos a subir, esto está ya aquí. El CO2 actual ya nos lleva a 2,7ºC. De qué estamos hablando. Es una emergencia como para parar todo, como si tu casa estuviera ardiendo.
G.C.: En la última filtración del IPCC ya dicen que es este sistema económico o nosotros. Si hay capitalismo, hay extinción. Hablan de una probabilidad entre 20 de extinción de la especie humana a lo largo de este siglo, en un informe que aparece en la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos. En una entrevista, el segundo de los dos firmantes de ese informe decía: imagine que a usted le dicen que usted se va a subir a un avión que tiene una probabilidad entre veinte de estrellarse. ¿Usted se subiría a ese avión? Pues estamos subiendo a nuestros hijos, hijas, nietas y nietos en ese avión.
K.K: Es tan lógico que no podemos seguir creciendo exponencialmente en un planeta finito… Es algo de pura lógica.