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Comunidad de Madrid
Un centro de salud desbordado y con cucarachas y otro pendiente de construir desde hace 22 años

“En nuestro centro de salud han salido cucarachas, no tiene salida de emergencias, tiene goteras, no existe una sala en condiciones para ecografías, faltan pediatras, la entrada no es accesible, la directora ni siquiera tiene despacho propio… y mientras tanto esperamos que construyan el nuevo con la parcela asignada desde más de 20 años”, lamenta Emilia Pedroche, de la Asociación de Vecinos de Comillas, refiriéndose al centro de salud que lleva el nombre del barrio… y a su relevo, una promesa dilatada en el tiempo por la Comunidad de Madrid desde 2003.
El pasado jueves 12 de junio la asociación de Comillas junto a la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) convocaron una manifestación que partió del actual centro, en la calle Eduardo Marquina, hasta el solar previsto para el nuevo, en la calle Antonio Leyva, a poco menos de diez minutos de camino pero en un área con mucho más espacio para el hipotético futuro edificio sanitario. Una finca vallada, convertida en jardín medio salvaje, en la que lucen pancartas perennes pidiendo su construcción y acusando a la Comunidad de Madrid, que gobierna Díaz Ayuso, de mentir.
“Nos hemos reunido con el concejal de Urbanismo, Borja Carabante, y con el del distrito Carabanchel, Carlos Izquierdo, y nos dicen que tenemos razón, pero de la Comunidad de Madrid no hay respuesta”
“Nos hemos reunido con el concejal de Urbanismo, Borja Carabante, y con el del distrito de Carabanchel, Carlos Izquierdo, y nos dicen que tenemos razón, pero de la Comunidad de Madrid no hay respuesta”, insiste Pedroche. “Ni siquiera tenemos claro si la comunidad ha recibido la parcela en condiciones legales, no nos dan ningún tipo de explicación. Hemos pedido reunirnos con la Gerencia de Atención Primaria y si hace falta pediremos hacerlo también con la presidenta, Isabel Díaz Ayuso. No entendemos que no den ningún tipo de explicación”.
Comillas, con 22.400 habitantes, se sitúa en Carabanchel Bajo, en el límite entre el distrito y el centro de la ciudad, lindando con Madrid Río o la M-30, pero también con Usera. Su situación estratégica la ha convertido en el siguiente paso de la gentrificación, que ha cruzado el Puente de Toledo. La FRAVM calcula que el precio de la vivienda en la zona se sitúa en un 20% de su precio real debido a la especulación y la llegada al barrio de los temidos AirBnb.
La federación vecinal subraya en un comunicado que Comillas “continúa teniendo un marcado carácter residencial, con una población nutrida de familias con menores o de personas de más de 65 años (un 24%, por encima de la media madrileña, del 20%)”. Según datos de un estudio de salud realizado sobre el barrio en 2019, antes de la pandemia, por la asociación vecinal, el propio centro de salud y el colegio Concepción Arenal, “registra la tasa de envejecimiento más alta del distrito de Carabanchel, 215,5%. Por cada 100 personas con edades entre los 0 y los 16 años, existían otras 215 personas de más de 65 años”.
Sanidad pública
Sanidad a la madrileña Más de veinte años esperando un centro de salud en Madrid
El conflicto por el nuevo centro de salud se remonta a 2003, cuando de nuevo las FRAVM y el Ayuntamiento de Madrid, siendo alcalde Alberto Ruiz Gallardón (PP), firmaron un plan especial de inversiones para Carabanchel. Este incluía el acuerdo de cesión a la Comunidad de Madrid de tres parcelas para construir centros de salud: Comillas, Abrantes y Quince de Mayo. Dos años después, el Consistorio cedió un cuarto solar en el PAU de Carabanchel, el único sobre el que se ha construido un lo prometido.
Los tres centros pendientes se incluyeron en el plan de inversiones de la CAM para el periodo 2016-2019, y se aprobó su construcción calificando la actuación con una prioridad ‘alta’, recuerdan los vecinos. En ese mismo plan ya se definía la situación del barrio de Comillas como de “presión estructural” a consecuencia de contar con un centro de salud “ubicado en el local de un edificio de viviendas”; “la mitad de las salas no disponen de ventanas y la otra mitad dan a un patio interior”.
“Pese a la aprobación de la construcción del centro en una parcela cedida por el Ayuntamiento, la situación continúa paralizada y con la problemática en aumento”: FRAVM
Sin embargo, recuerdan desde la FRAVM, “pese a la aprobación de la construcción del centro en una parcela cedida por el Ayuntamiento, la situación continúa paralizada y con la problemática en aumento. El espacio desde donde se responde a los problemas de salud de más de 22.000 personas es reducido, carece de salas para pruebas diagnósticas e intervenciones terapéuticas, no dispone de salida de emergencias, cuenta con un mal aislamiento, problemas de ventilación y de accesibilidad, goteras e insalubridad. Además, durante numerosas jornadas no tienen pediatra en uno o en los dos turnos”.