Arte
Unos apuntes sobre las niñas de Balthus

Quienes leemos las imágenes debemos esforzarnos en no caer en tópicos que aporten poco o nada a la lectura. Que nuestras lecturas se basen en el compromiso con la obra y la imagen y estén fuera de todo marketing o negocio.

‘Los hermanos Blanchard’, de Balthus
‘Los hermanos Blanchard’, pintado por Balthus en 1937, es una de las obras que se exponen en la retrospectiva que el Museo Thyssen dedica a este autor. Foto cortesía del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid.

Me gusta Balthus y no me gusta Balthus. A partir de aquí puedes dejar de leer, renunciar al pitote de sentimientos que se anuncia, bostezar e incluso decir “¡qué pereza, otra vez con Balthus!”.

Me gusta Balthus: disfruto viendo a sus niñas echadas sobre sofás, recuerdo la época de echarse en el sofá lánguidamente, echo de menos esa época.

No me gusta Balthus: su mirada me recuerda a la mirada ajena sobre mi cuerpo infantil y sobre mi cuerpo adolescente.

Todo este lío, esta tormenta emocional al contemplar a esas niñas de Balthus me ha hecho pensar en las recientes críticas que he leído sobre su obra, a colación de la exposición retrospectiva que el Museo Thyssen ha preparado con 47 de sus pinturas.

Este revuelo, el que suele causar toda obra de arte viva, ha sido calificado de mojigato, aunque no tuviera nada que ver con tal cosa sino con la propia revisión y renovación del debate que crea el arte y la lucha interna de sentimientos y emociones que provoca, ergo no tiene nada que ver con la polémica sino que se inscribe totalmente en la categoría de lo artístico.

Sin embargo, la crítica cultural ha hecho algunas lecturas simplistas de la obra de Balthus, su diversidad ha quedado enclaustrada en una sola y única mirada, que vive más para la polémica —supongo que hace crecer el morbo de contemplar una exposición— que para una crítica cultural o una teoría de la imagen que enseñe, que nutra la mirada del visitante o la mirada del lector.

En la escala de grises que crea la obra, la identificación femenina con esas figuras lánguidas y la empatía que puede recrearse mediante el recuerdo de la experiencia vital (o el simple goce estético de la recreación de esa arcadia), o como escribiría Emily Brönte en Cumbres borrascosas “quisiera ser niña otra vez, medio salvaje, intrépida y libre”, puede llevarnos al olvido de la procedencia del autor.

Una mirada crítica debe tener siempre esto presente y el goce entonces puede verse interrumpido por la propia mirada del espectador y, mediante esta, la del propio autor, un hombre —no hay que olvidar ese dato, si todos vemos desde una perspectiva patriarcal de entrada, qué no verá un hombre que es pleno usuario de esa sociedad—. La visión de Balthus es una visión intrusa, en ese mundo también angelical, también construido por y para esa mirada.

Esta interrupción necesaria nos hace volvernos hacia la complejidad de todas las obras de arte, a lo poliédrico de la visión artística y a la revisión constante de estas obras, no solo de Balthus.

Sin esta capacidad de renovación de la obra de arte, nos podemos ver inmersos en debates que en muchas ocasiones no favorecen el aprendizaje sino que lo interrumpen polarizándolo a simplemente estar a favor o en contra de un autor, a favor o en contra de sus declaraciones —como si estas, tomadas como palabras de una misa, nos sirvieran o fueran relevantes en la lectura de una imagen. En cualquier caso, no importa el artista sino la propia mirada de este.

La mirada sobre el cuerpo de las niñas nos interpela de una manera distinta a hombres y a mujeres y por ello me sorprende ver una falta de cuidado empático para con esas niñas y con sus cuerpos, que reproducen de alguna manera también nuestros cuerpos de niñas.

Y es que quienes leemos las imágenes debemos esforzarnos en no caer en tópicos que aporten poco o nada a la lectura. Que nuestras lecturas se basen en el compromiso con la obra y la imagen y estén fuera de todo marketing o negocio.

Archivado en: Arte
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Granada
Arte feminista Musas: la importancia de las mujeres 'referentas'
Una exposición reúne las obras de cuatro ilustradoras en el Centro de Lenguas Modernas de Granada. Comparten retratos de mujeres que marcaron sus vidas y obra, que rompe con el concepto de mujer pasiva que inspira al “genio”
Opinión
Opinión IA: la nueva estética del fascismo
Es vergonzoso, destructivo y parece una mierda: el arte generado por IA es la forma estética perfecta para la extrema derecha.
En el margen
Laurent Leger-Adame “Fotografiar cuerpos negros es añadir narrativas que no están presentes en la fotografía mainstream”
Este fotógrafo nació en territorio de ultramar francés pero se crió en París y ha vivido y trabajado profesionalmente en Estados Unidos y Argentina. Actualmente reside en España, donde ha venido realizando diversos trabajos con la afrodiáspora.
#30922
23/2/2019 18:51

Y toda esta parrafada para decir nada...

1
6
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El PSOE se mira en el espejo de Canadá
La irrupción de un enemigo exterior poderoso como Trump ha provocado un giro rotundo en las elecciones del país norteamericano, catapultando a los progresistas tras estar al borde de una dura derrota.
Energía
Energía La organización colectiva, el verdadero kit de supervivencia en tiempos de emergencia y caos
Decenas de centros sociales, cooperativas y grupos autogestionados de vecinos en todo Madrid hicieron frente a los embates del parón eléctrico a través de improvisadas iniciativas comunitarias.
Culturas
Opinión Macrofestivales o la romantización del hiperconsumo
No hay macrofestival ético, del mismo modo que no hay banco que piense en las personas. La forma de construir relaciones sociales, así como el lugar desde donde estas se producen son importantes.
La vida y ya
La vida y ya Unas horas sin luz
Edu, un amigo que es conserje en un colegio público, me escribe para contarme que quienes más se angustiaron fueron las familias más vulnerables.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
Málaga
Lucha por el agua Victoria parcial para la Mesa del Agua
Tras meses de lucha ciudadana, el equipo técnico de la Junta de Andalucía rechaza la concesión de agua al proyecto Transcendence sobre El Llano de Matagallar (Málaga)
Alimentación
Soberanía Alimentaria ¿Cómo hacer más accesible la alimentación sostenible a población en vulnerabilidad?
Existen proyectos en España que están intentado informar, sensibilizar y mostrar buenas prácticas en alimentación sostenible a personas en situación de inseguridad alimentaria, en los barrios o desde la infancia.
El Salto Radio
Podcast Lecturas: Los Pistoleros
Un cómic fronterizo de facturación andaluza rememora la lucha de los trabajadores en la Sevilla de los años 20 y el conflicto permanente en la aduana de Gibraltar.
There Is Alternative
There Is Alternative There Is Alternative #2: de supermercados, las cosas del comer y todo lo que no sea Juan Roig
Segundo episodio del podcast There Is Alternative de El Salto Radio sobre el lado oscuro de los supermercados, las grandes superficies y sus alternativas cooperativistas.

Recomendadas

Feminismos
Andrea Proenza “Debemos aproximarnos a nuevos horizontes feministas en nuestra forma de amar”
‘Cartografías del deseo amoroso’ es el título de un ensayo intimista sobre chicas que quieren ser Bravo y buscan no solo el amor, sino un buen relato.
Cómic
Fabien Toulmé “Hablar de trabajo es menos sexy que hablar de amor o de guerra”
En su libro ‘Trabajar y vivir’, el autor francés recorre distintas realidades reflejando cómo las personas se relacionan con ese mandato ineludible de hacerse con un empleo para sostenerse económicamente.