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Siria
Putin, emperador en Oriente Medio
La victoria de Assad se ha cimentado no solo en el apoyo ruso, sino también en los efectivos que sobre el terreno han aportado Irán, Hezbolá y milicias chiíes procedentes principalmente de Iraq. Sin embargo, el auténtico vencedor en esta guerra será Vladimir Putin.
La batalla final, aquella que se librará en la provincia de Idlib, habrá de esperar. Así se ha decidido tras el encuentro mantenido por Putin y Erdogan en la ciudad rusa de Sochi. Ambos mandatarios acordaron la creación de una zona desmilitarizada a lo largo de la línea del frente que separa a las milicias rebeldes y a las tropas leales a Assad. Pocos dudan ya, a estas alturas de la guerra, de una victoria del régimen. Con el control íntegro de Alepo, asegurados Damasco y los principales de núcleos urbanos, y tras asestar golpe tras golpe a la oposición, Assad espera hacerse con el control de Idlib, último feudo en manos de un bando rebelde que ya es plenamente consciente de su derrota. Sin embargo, hace apenas tres años y medio todo era diferente.
Corría el mes de mayo de 2015 cuando el Daesh (acrónimo en árabe para Estado Islámico de Iraq y Levante) se hacía con el control de la milenaria ciudad de Palmira. Las exhaustas tropas del Ejército Árabe Sirio, sin la moral ni los efectivos necesarios, se replegaban en todos los frentes de combate. El bando rebelde y el propio Daesh amenazaban Damasco y Latakia, el bastión de Assad. No obstante, a comienzos del otoño de ese mismo año 2015 se produjo el punto de inflexión que cambiaría el curso de la guerra: la entrada de Rusia en el conflicto.
Oriente Medio
El Daesh, la cuestión kurda y Oriente Medio
El 30 de septiembre de 2015, Vladimir Putin y Barack Obama coincidían en la Asamblea General de Naciones Unidas. A pesar del protocolario brindis que ambos compartieron durante la cena de aquel día, los dirigentes de ambas potencias mantenían respecto a Siria posturas enfrentadas. “No hay alternativa a Bachar al-Assad”, afirmaba un Putin que veía al mandatario sirio como “un baluarte frente al terrorismo”. Obama, también en la Asamblea General de la ONU, recalcaba la necesidad de “una transición controlada, sin Assad y con un nuevo líder”. La realidad, tres años después de aquel día, se parece mucho más a los planes de Putin para Siria que a las expectativas y deseos estadounidenses. Aunque la previsible victoria de Assad se ha cimentado no solo en el apoyo ruso, sino también en los efectivos que sobre el terreno han aportado Irán, Hezbolá y milicias chiíes procedentes principalmente de Iraq. Sin embargo, el auténtico vencedor en esta guerra será Vladimir Putin.
Partida de ajedrez
En Oriente Medio tiene lugar una sangrienta partida de ajedrez que comenzó en 2003, cuando Estados Unidos se lanzó a la invasión del Iraq de Saddam Hussein, un acontecimiento que alteraría el statu quo de toda la región. El 20 de marzo de ese año, sin que mediara declaración de guerra por ninguna de las partes, comenzaba la operación militar norteamericana que habría de mostrar al mundo la absoluta supremacía global de Estados Unidos. El 1 de mayo, ni siquiera mes y medio después, Bush proclamaba desde el portaaviones Lincoln “la victoria contra el terror que empezó el 11-S”. A día de hoy parece que ninguno de sus asesores imaginó la complicada posguerra y ocupación que las tropas estadounidenses vivirían en Iraq.
El cálculo que realizaban desde Washington era una suerte de simple ecuación por la que Estados Unidos, derrocando a Saddam, facilitaría el gobierno a una agradecida población de confesión chií, mayoritaria en Iraq y tradicionalmente marginada por el antiguo dictador. Asumían seguramente que la comunidad sunní no aceptaría de buen grado su nueva posición, aunque es evidente que nunca se previó la virulenta resistencia e insurgencia que protagonizarían los leales al partido Baaz, que habían gobernado el país árabe desde 1968, y la Al-Qaeda de Al-Zarqawi.
El error más grave, sin embargo, fue creer que los futuros gobiernos de mayoría chií aceptarían de buen grado una firme alianza con Estados Unidos. La realidad fue bien distinta, pues quienes habrían de detentar el poder en las nuevas instituciones volvieron su mirada hacia Irán, tradicional enemigo norteamericano e inmerso en una guerra fría a escala regional con Arabia Saudí. Imaginen por un momento que Estados Unidos hubiera malgastado infinitos recursos durante 15 años en Vietnam para defender a un Gobierno que finalmente se declara comunista. Pues bien, esto es lo que ha sucedido en Iraq.
Erdogan, consciente de la derrota, hoy solo busca una derrota que no parezca tal, y para ello se ve obligado a negociar con Putin, un líder autocrático y de poder omnímodo, el espejo en el que tal vez le gustaría mirarse
La población sunní, que tal vez solo en la teoría se benefició durante décadas de la permanencia de Saddam Hussein en el poder, ha de hacer frente a una doble contienda armada. Por un lado, la que realizan grupos insurgentes, que se nutren de combatientes procedentes de esta comunidad, contra tropas de ocupación. Por otro, una guerra civil y sectaria con la comunidad chií, que cuenta ahora con todos los recursos del incipiente estado en construcción, y en la que se sobrepasan todos los límites morales: secuestros, ejecuciones masivas, torturas, atentados indiscriminados. De la derrota y la humillación sufrida por la comunidad sunní surgirá una nueva generación de yihadistas, más curtidos y sanguinarios, que si bien se integran en un primer momento dentro de Al-Qaeda, pronto rompen con su grupo matriz para superar todos los límites del horror. Nace el Estado Islámico, conocido como Daesh para la población árabe.
Si de la derrota y la humillación nació el nuevo engendro, este encontró en una Siria devastada por una nueva guerra el mejor solar en el que hacer crecer su macabra ideología. El 29 de junio de 2014, desde la recién conquistada Mosul, Abu Bakr Al-Baghdadi se autoproclama califa de todos los creyentes. Hoy el Califato del Daesh ha sido borrado de la faz de la tierra. Los escasos combatientes que aún son leales a su líder resisten en remotas y desérticas zonas. Y, a pesar de su derrota, nunca ha quedado tan patente la extrema debilidad y vulnerabilidad de la mayoría de Estados que conforman la región.
En Oriente Medio, tras años de conflicto, hay más dudas que certezas. ¿Recuperarán una paz relativa y cierta prosperidad Estados como Iraq y Siria? ¿Podrá sustentarse esta hipotética paz sobre la frustración y el desencanto de la población sunní, minoritaria en Iraq pero mayoritaria en Siria? Todo parece indicar que no.
¿Qué equilibrio de fuerzas se desarrollará en la región? ¿Controlará más piezas en este macabro puzle Rusia o Estados Unidos? ¿Irán o Arabia Saudí? ¿Obtendrán alguna recompensa los kurdos y kurdas, cuyos combatientes han pagado un alto precio para ser la fuerza que más terreno ha reconquistado al Daesh?
Kurdistán
Entrevista con Fatos Göksungur, del KCDK-E kurdo
Fatos Göksungur, copresidenta del Congreso de la Sociedad Kurda Democrática en Europa (KCDK-E), habla sobre los ataques de Turquía sobre Afrín, la resistencia del pueblo kurdo y la pasividad de los organismos internacionales.
la herencia de Sykes-Picot
Las todavía vigentes fronteras de la región se sustentan sobre la base del acuerdo Sykes-Picot (diplomáticos ambos, inglés el primero y francés el segundo), firmado por las dos potencias que en 1917 planeaban cómo asumirían el control de territorios antaño pertenecientes al Imperio Otomano. Aquel gigante que se extendía por hasta tres continentes era conocido a principios del siglo XX como “el enfermo de Europa”, una expresión atribuida en origen al zar Nicolás I. Tras la Gran Guerra, los confines de aquel imperio fueron desguazados a través de unas fronteras diseñadas a golpe de escuadra y cartabón.
Hoy, cien años después, fuerzas en apariencia extintas han vuelto a tomar las riendas de la historia. El antiguo Imperio Otomano fue capaz de “gobernar” sobre este vasto territorio reduciendo su control sobre el mismo a una mera cuestión nominal. Desde Constantinopla se implantó un sistema de doble jurisdiccionalidad, asegurando unas fecundas rutas comerciales mientras el control sobre los grandes aspectos cotidianos de la vida y del propio gobierno quedaban en manos de las muy diversas comunidades de aquel inmenso puzle de identidades.
Erdogan llegó a ser presa de sus propios delirios. Creyó que era posible resucitar el ideal otomano y desestabilizar a su vecino del sur, Siria. Su apoyo a milicias de carácter fundamentalista y yihadista fue condición necesaria para acorralar a Assad. Sin embargo, consciente de la derrota, a día de hoy solo busca una derrota que no parezca tal. Y para ello se ve obligado a negociar con Putin, un líder autocrático y de poder omnímodo, el espejo en el que tal vez le gustaría mirarse.
Oriente Medio
Por qué Rusia también es una potencia imperialista en Siria
Ante la evidencia de que la voracidad imperialista estadounidense ha conducido a catástrofes espeluznantes —desde Iraq hasta Venezuela—, la tentación de pensar que su contrapeso internacional —Rusia— actúa en favor de los pueblos es poderosa. Sin embargo, la realidad es notablemente más compleja y tortuosa que ese automatismo mental.
Para comprender el actual Oriente Medio tal vez sea preciso echar la vista cien años atrás. Dos de los estados más extensos y poblados, Siria e Iraq, pueden llegar a convertirse en meras entelequias, creaciones artificiales, como si fueran el producto de mentes caprichosas que dibujan con líneas rectas y un pedazo de papel sus voluntades. En un marco tan indefinido como desconcertante, la partida la gana aquel que es capaz de negociar desde una posición de fuerza para aglutinar en torno a sí cuantas más voluntades mejor. Y es por eso que Putin puede presumir de haber ganado esta guerra.
Estados Unidos cuenta prácticamente por enemigos a cada país de la región y aquellos que en apariencia son sus aliados cada día le ofrecen una menor fiabilidad. Israel, Arabia Saudí y Turquía juegan su propia mano en esta partida. Putin, en cambio, se erige ya en árbitro de Oriente Medio. Negocia en Sochi con Erdogan y detiene la ofensiva de Assad en Idlib. Puede negociar tanto con Turquía como con las YPG kurdas. Mantiene prácticamente impolutas sus relaciones con Irán y con Israel. Putin predomina, impera en Oriente Medio, y aquel que quiera ser escuchado habrá de acudir en audiencia a Sochi.
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La alianza imperio-narcisista TrumPutin nos va a dar muchas alegrías los próximos años.
Putin destruyo Irak. Y ahora Yemen. Y lo de Vietnam no se lo perdonaremos jamas.
Rusia en Afganistan estuvo haciendo labores humanitarias, lo mismo que en Checoslovaquia.
Estimado ignorante. Eso fue otro sistema. Y ahora apoyáis matar a los talibanes, Hulio. Te van a tirar de las orejas.
Es el mismo sistema imperialista ruso. El mismo perro con distinto collar.
Por lo demás, en Vietnam también intervino la URSS, que perdió la Guerra Fria.
Putin: Maquiavelo ruso formado en la estalinista KGB, que tiene a la población rusa sojuzgada por una represión fascista. Pero sus políticas neoliberales serán su tumba.
Algo se mueve en Rusia.
Estimado común: Veros desfilar con el fascismo españito era todo lo que necesitábamos para identificaros como os fachas de mierda que sois. Con el patrocinio de BBVA.
La OTAN tiene cercada a Rusia por sus políticas Neo-liberales, claro que sí, Hulio.
Subir la edad de jubilación y practicar un capitalismo salvaje que empobrece a la mayoría y enriquece sin límite a una minoría. Eso hace Putin en Rusia hoy en día. Nada diferente del resto del mundo neoliberal.
Por cierto, tu insulto sudamericano te delata. ¿Cuánto te paga el lobby proPutin?
Lo hago por placer. Nada me satisface más que reírme un rato de ratas fascistas como tu.
Fascista es el que defiende el fascismo sea donde sea, en Rusia también.
https://www.lavanguardia.com/internacional/20180420/442767671621/informe-comite-britanico-fake-news-tumba-teoria-injerencia-rusa-crisis-catalana.html
"- Puigdemont es agente ruso, de apodo Chipolino.
- Sí, tiene todo el sentido."
https://www.youtube.com/watch?v=kOIgG-n3YII
Con todos Ud. la ministra española de defensa, la cospe (minuscula)
https://www.youtube.com/watch?v=ioO04v02xJM
"David Alandete (El Pais) - mintiendo a parlamentarios britanicos sobre Catalunya."
Sois tan ridículos.
Mucho mejor apoyar intervenciones democraticas de la otan. Que viva la open society fundation!
La mayoría de críticas a este artículo parecen provenir de la agencia de noticias prorrusa RT.
Parece que no pueden aceptar que Putin ha sido determinante en Siria.
Pero ahora la cuestión se desplaza al acuerdo Putin-Trump para destronar a China de su cetro de vencedora de la globalización. Nos queda mucho por ver, y Siria ha sido un aperitivo.
Hola, Santiago Alba Rico. ¿O eres Olga Rodríguez? Quizás Chacón desde el cielo de los neo-liberales. Posiblemente Javier Solana. En cualquier caso, gentuza.
Rebeldes, oposición siria, el régimen.
, daes por sus siglas en árabe .... Venga hombre! Para leer este artículo me abro el país
Qué tendrá que ver El Salto con Soros!!! Os confundís con El Diario... y recuerdo por si se nos olvida: Putin no es comunista y Al Asad tampoco... o tenéis otra información que queráis compartir?
Xa están os troleros facendo eco da propaganda do réxime xenocida sirio e do imperialismo ruso
Léxico sesgado "El régimen de Assad" en vez de "Siria", "el estado sirio", "el gobierno legítimo de Siria."
Omite cuidadosamente "terroristas", "guerra promovida y financiada por EEUU y su anexo sionista, Arabia Saudí, etc.
Putin es autoritario, pero Trump no. Análisis de las "primaveras" y revoluciones de colores, cero. Salta al imperio otomano, pero ni mu del británico y ni del colonialismo francés, que no deja de agredir a la Siria independiente. Ni mu de la presencia militar de EEUU en territorio y espacio aéreo sirio contra el estado soberano sirio.
Ínfima calidad de los "análisis" de política internacional sobre la guerra contra Siria y la desestabilización golpista de Nicaragua. No sé si El Salto paga a los/las firmantes o recibe dinero, en forma de compra significativa de suscripciones ( mucho fardar de independencia, pero no sabemos cuántos socias tiene, dónde están domiciliadas, cuándo han entrado, cómo influyen en la redacción). Lo que sé es que me arrepiento de haber pagado la cuota de todo un año. No volverá a suceder.
https://www.elsaltodiario.com/salto-de-carro/con-ustedes-las-cuentas-de-el-salto-de-2017-2108
Buenas, aquí tienes la información que planteas, como el número de socias. Siendo socia puedes ser participe de los procesos de decisión, y si tienes alguna duda específica seguro que te la solucionan.
Ratas terroristas se lamen las heridas tras su derrota. Que vergüenza de texto propagandístico.
"Aunque la previsible victoria de Assad se ha cimentado no solo en el apoyo ruso, sino también en los efectivos que sobre el terreno han aportado Irán, Hezbolá y milicias chiíes procedentes principalmente de Iraq."
Claro, perrillo de Soros, de todo el mundo menos los Sirios que han dado su sangre defendiendo su país de las ratas terroristas otanistas como tu.
Lo de "bando rebelde", teniendo en cuenta que está compuesto sobretodo por distintos grupos de Al-Qaeda, armados, como dice después el propio artículo, por Turquía, es faltar seriamente a la verdad.
También lo es hacer creer que daesh es creado indirectamente por las acciones de EEUU en Irak. Véanse fotos de McCain con Bagadadi, o ataques coordinados con aviación estaunidense contra Ejercito Sirio.