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Redes sociales
Trabajos Ruineros, la subversión de Instagram
Trabajos Ruineros es una cuenta en Instagram que difunde testimonios y ejemplos de explotación laboral para que se conozcan y para poner en contacto a quienes sufren esas situaciones. Un uso interesante de denuncia en una red social a la que se ha acusado de superficial y vacía.
“Comencé trabajando aquí, me habían hecho un contrato de 24 horas, yo le comenté que estaba estudiando a la vez y que solo iba a poder trabajar por la tarde; me dijo que no había problema, que la tienda era dura al estar en el centro pero que salía siempre a la hora, es decir a las 11 de la noche”.
Así arrancó un proyecto que comenzaría en un perfil de Instagram el 15 de octubre del año pasado denunciando la situación de trabajo en un Starbucks y que no ha dejado de atraer followers y nuevas denuncias sobre la situación precaria en la que se encuentran los trabajadores hoy en día.En ellas abundan casos de trabajos en hostelería, pero también en lugares tan críticos como clínicas y hospitales.
Una de las primeras veces que llegué a Trabajos Ruineros fue por un post de una chica a la que sigo en Twitter en la que se hablaba de las condiciones penosas en las que trabajaban para una conocida influencer. No les hice demasiado caso salvo el salseo sobre el negocio convenientemente comentado con mis amigas. Sin embargo, más tarde, a raíz de ver otros testimonios comentados y revisar una de las publicaciones que más me hirieron en mi orgullo como historiadora del arte maltratada por el mercado laboral y el descrédito de las humanidades comencé a seguirles.
Los testimonios que se sucedían continuamente en mi tl —la actividad es casi frenética— me mostraban una realidad que no por conocida dejaba de interesarme. Después de unas semanas siguiéndoles, decidí que tenía que entrevistar a las personas que llevan la cuenta: es interesante servirse de una red a la que se ha acusado de superficial y vacía en un proyecto de denuncia contra el sistema.
¿Cómo surgió el proyecto de Trabajos Ruineros?
Bueno, la historia surgió cuando estaba leyendo un libro de uno de los fundadores de Microsoft y en él hablaba de cómo la libertad inicial de internet se había quedado relegada a cuatro vídeos de memes, de gatitos y porno.
Yo llevo currando desde muy joven y todo eran contratos evidentemente precarios, con horarios y sueldos que no se cumplían y condiciones completamente precarias. Se me ocurrió lo de utilizar las redes sociales precisamente para denunciar todo eso, se lo comenté a algunos compañeros pero fue más tarde cuando decidimos hacerlo.
Al final fue eso, que estábamos ya en un momento profesional y personal muy parecido en el que pasábamos por lo mismo y nos pareció que podríamos llevarlo a cabo.
Vuestra labor termina siendo muy importante porque conseguís subvertir de alguna manera los cánones en los que estaba inscrito Instagram: un terreno muy individualista donde la gente tiende a subir fotos de lo exitosa o feliz que es su vida y lo convertís en un lugar de denuncia en el que la gente se explaya contando las condiciones miserables de vida que están soportando.
Sí, además es que es realmente es un poco contar tu vida y lo cierto es que lo de la subversión de Instagram no nos habíamos dado cuenta hasta después de hacerlo, no fue precisamente planeado.
¿Fue casualidad?
Sí, más bien si lo piensas. Creemos que es un formato muy bueno porque lo que está pasando es que la gente se ve reflejada en los testimonios que contamos e incluso se ponen en contacto unos con otros.
También conseguís que la gente se libere de la carga de llevar este tipo de situaciones en silencio.
Creemos que todavía existe esa cultura del miedo y del silencio que hemos heredado y de no contar estas cosas. De los abuelos que no querían contar como lo habían pasado en la guerra y del silencio derivado de esa actitud. Del callarte los problemas.
No queda glamuroso decir que estás machacado trabajando en un Vips.
Sí, además existe toda esta cultura de machaque continuo por parte de los jefes que te hace pensar que eres tonto por no poder hacer el trabajo que te piden. Yo esto lo llevo experimentando desde que tenía 15 años, al principio piensas que el que fallas eres tú, luego te das cuenta de que te machacan para tenerte siempre ahí debajo y para que rindas hasta que no puedes más. Por eso es tan importante la conciencia de clase en todo esto.
¿Falta movilización?
Bueno, es lo que nos enseñan. Ha habido una labor cultural y sociológica importante que nos ha llevado al punto en el que estamos. Desde nuestro Instagram animamos a que la gente se ponga en contacto, empatice, a compartirla y a difundirla y tome conciencia de la situación y sobre todo que apoyen a los compañeros y compañeras.
Desde vuestro IG se enlazan webs informativas y se informa y asesora a trabajadores sobre cuestiones laborales. ¿Cómo lleváis esto, os desborda a veces junto a tanto testimonio?
La verdad es que tenemos nuestras vidas, no estamos 24/7 con esto, aunque hay veces en las que la gente pregunta por cosas que podrían buscar en Google. Los convenios, por ejemplo, que los pueden buscar por internet, aunque a veces la gente necesita que les guíes, y no se fían de las cosas que encuentran.
Las denuncias que se hacen, ¿han llegado al juzgado?
Sí, algunas sí han llegado a juicio.
¿Os han contactado de alguna empresa intentando presionaros?
Sí, en ocasiones hemos tenido presiones pero lo cierto es que también tenemos nuestras pruebas e informaciones y no tenemos miedo de ese tipo de cosas. E incluso inspiradas por Trabajos Ruineros han surgido también plataformas en Instagram con los típicos eslóganes de superación y con la misma consigna de compartir experiencias en anónimo. Pero luego ves que ponen perfil para empresas.
¿Intentan revertir lo que vosotras hacéis?
Sí, lo que hacen es vender toda esta información a las empresas para que sepan cómo funcionan las cosas. Pero eso no sirve de nada, porque las empresas ya saben cómo funcionan las cosas en sus franquicias.
Vuestra labor básicamente es recoger testimonios y pruebas y asesorar a la gente que acude a vosotros.
Sí, recogemos los testimonios y los ponemos en público, previa comprobación, muchas veces nos envían pruebas y podemos asesorarles sobre qué hacer o a quién acudir. Y ahora hemos estado haciendo stories en las que informamos de temas básicos.
¿Esperabais este número de seguidores que sigue creciendo sin parar y la cantidad de testimonios que os llegan?
La verdad es que sí pensábamos que se expandiría de esta manera porque hay muchísima mierda por sacar, quizá en el primer momento no lo esperábamos tanto, pero pensándolo más tarde tiene lógica que haya sido así. Y también porque es una idea de la hostia, no es algo que te cueste, abres Instagram y puedes ir leyendo, sobre todo a sitios donde puedes llegar a consumir.
Porque es una cuestión que no solo pasa en una compañía o en un sector como la hostelería sino que se va repitiendo en diferentes empresas en diferentes contextos y se dan las mismas situaciones. Está extendido, no es cosa de un Cien Montaditos de Madrid por ejemplo.
Es un mal endémico.
Efectivamente, se me viene a la cabeza justo una experiencia que recientemente publicamos sobre el Cien Montaditos este que te comento que podríamos decir “bueno, es una cosa que pasa en esta empresa o de algún encargado” pero no. Es que en los mismos posts que sacamos la gente publica y responde a esas experiencias y corroboran exactamente que eso pasa también en otra misma franquicia en Cádiz, por ejemplo, o donde sea, y se está permitiendo.
Eso ayuda a la gente a conectarse, ¿no?
Sí, y hay gente que nos ha escrito con ideas y se están organizando. Aunque también hay gente que nos escribe y flipa con ello porque no se lo creen. A veces creo que alucinan porque no hay un concepto de que es su forma de actuar, de que es algo sistemático.
También esto podría relacionarse con el descrédito de los sindicatos que ha ido sucediéndose durante estas últimas décadas.
Es verdad que ha habido mucha desinformación por parte de la derecha y los grandes medios de comunicación han apoyado todo ese discurso porque al final les interesa. Les interesa que estemos desinformados. Y además hay bastantes opciones de sindicatos, que no solo existen Comisiones Obreras o UGT, hay muchas más opciones.
Siempre decimos que la derecha tiene un marketing de la hostia y la izquierda se ha agenciado un montón de discursos de la derecha, que te los venden como si fueran de clase obrera pero que realmente para nada.
¿Tenéis canal de YouTube, tenéis pensado algún proyecto para esta plataforma?
YouTube es una plataforma más complicada porque necesitaríamos la ayuda de más gente y no sabemos cómo enfocarlo aún.
También tenéis experiencias positivas con el trabajo, ¿no?
Sí, algunas tenemos, como seis por lo menos, no sé si llegarán a diez. Están ahí, pero la gente no les hace mucho caso. También es verdad que hay que tener mucho cuidado con esos testimonios.
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Censuráis la defensa de los ataques que hacen trabajadores despechados
Defensa con pruebas !!!!
Vosotros no corroboráis las informaciones
Cuesta mucho levantar un negocio para que cualquiera pueda opinar y no te dejen defenderte y demostrar la verdad
MENTÍS cuando decís ‘Sí, recogemos los testimonios y los ponemos en público, previa comprobación‘
Mentís y seréis denunciados por ello