Hackers
[Podcast]Post Apocalipsis Nau #22 Sursiendo, Tsunami Democràtic y Ekaitz vs Ekaitz
Analizamos la app Tsunami Democràtic, entrevistamos al colectivo mexicano Sursiendo y Ekaitz Cancela entrevista a Ekaitz Zarraga
“El movimiento obrero nunca tuvo el potencial revolucionario constructivo que Marx le atribuyó porque todo el sistema está diseñado para controlar al trabajador”.
Esta frase la pronuncia Amir Taaki en una conferencia citando a Murray Bookchin, un escritor anarquista estadounidense que desarrolló las teorías sobre municipalismo libertario y confederalismo democrátrico, que estudian la viabilidad de la creación de grandes sociedades sin estado. Se trata de uno de los teóricos en los que se basa el experimento democrático que está teniendo lugar en Rojava por parte del pueblo kurdo, un pueblo sin estado propio que está tratando de organizarse al margen de esta idea, con el feminismo y el ecologismo como banderas principales.
Amir Taaki es un conocido criptoanarquista y una de las figuras que está detrás del desarrollo de monedas digitales. Tras la decepción ética que supuso el Bitcoin -al convertirse en una moneda especulativa más dentro del mercado-, se dedicó al desarrollo del Dark Wallet, otro proyecto relacionado con la moneda digital. Cuando entró en contacto con las ideas de la población kurda, viajó hasta allí y se puso al servicio de las milicias YPG. Se quedó sobre el terreno para ayudar y cooperar sobre proyectos de energía y agricultura.
Después de aquello, viajó hasta Barcelona, donde había vivido okupando y reconocía como lugar más próximo a sus valores políticos, para crear una suerte de academia de hackers.
Taaki defiende recuperar el espíritu de aquellos primeros hackers de los años 60, que buscaban crear organizaciones y estructuras descentralizadas para desafiar al poder, robarle su conocimiento y distribuirlo entre el pueblo. Algo que se había perdido debido a la viralización de las tesis individualistas dentro del movimiento.
Ahora mismo, mientras escuchas esto, Rojava está siendo bombardeada. Turquía va con todo hacia una invasión a la que ha dado luz verde Estados Unidos. Europa mira la situación desde lejos, no se pronuncia. Es una invasión de la OTAN. Es un genocidio de la OTAN, como señaló David Graeber. La opinión de la Unión Europea está secuestrada por la amenaza de abrir las fronteras a los refugiados que usa como rehenes Turquía.
¿Por qué ahora? ¿Por qué Rojava? Que sea la revolución y experimento social más innovador a las puertas de occidente puede tener algo que ver. Ya sabemos que cuando comienzas a caminar hacia la utopía, ya se encargarán de traerte el apocalipsis. No vaya a ser que se contagie.
Mientras caen las bombas sobre nuestras amigas que nos hablan desde Rojava, nosotras vivimos en una espiral de pornografía de disturbios patria. El “porno riot” es cómo Miquel Ramos ha definido la forma que tenemos la mayoría de la población de aproximarnos a lo que está ocurriendo en las calles de Barcelona, y ayer, sábado 19 de octubre, en Madrid. Me reconozco en ese término ya que he pasado varias horas pegado a la pantalla de mi teléfono deglutiendo vídeos de disturbios que me mostraba mi burbuja informativa. Es decir, videos de abusos policiales que me hacían enfurecer. Pero mi mente pedía más.
Dice Marta Peirano en El enemigo conoce el sistema que “las redes sociales están diseñadas para indignar. La indignación es la heroína de las redes sociales. Es más viral que los gatitos, más potente que el chocolate, más intoxicante que el alcohol. Genera más dopamina que ninguna otra cosa porque nos convence de que somos buenas personas”. Pues eso.
Es verdad que las redes sociales han servido para ver lo que jamás habríamos visto desde casa. Desde casa. De haber estado en la calle lo habríamos visto. Los abusos policiales a los que apenas han podido acceder las cámaras de los periodistas. Entendemos los estados nación como poseedores del monopolio de la violencia. Pero cuando hay crisis de representación y abuso por parte de la misma, así como un descontrol total de las consecuencias, es necesario defenderse o desaparecer. Ojos perdidos por balazos de goma. Decenas de heridos y detenidos sin expliación. Estamos bailando el boogie boogie del sistema. Una apariencia de caos y descontrol perfectamente medido y controlado.
Aunque sea para defendernos, ¿realmente queremos seguir el tempo que nos marca ese sistema? Cada día aparece una nueva declaración, orden o video que atestigua que quieren sangre y fuego.
Pero si nos alejamos de ese ruido y buscamos realmente transitar otros caminos que se salgan de sus lógicas, conviene sentarse y hablar. Hablar, hablar, hablar. Mirar a los movimientos que nos enseñan esos otros caminos. Como los indígenas de Ecuador, los zapatistas o las milicias de Rojava. Hablar entre nosotras. Porque andar nuevos caminos requiere tiempo. Vendrán con todo, como en Rojava. Pero debemos seguir sentados, parar el reloj y hablar durante años si hace falta. Para ser realmente radicales y llegar a la raíz del problema.
Vale.
Hoy nos ponemos los pasamontañas del EZLN no vas a saber quién habla porque no está la cosa para andar distinguiéndose una. Preferimos fundirnos en lo colectivo.
Comenzamos hablando con Lady Insurgencia Sediciosa con la que planteamos algunas cuestiones que rodean a la aplicación del Tsunami Democràtic, a cuyos usuarios dice estar investigando la ilustrísima Audiencia Nacional por supuesto terrorismo. Estudiamos qué estructura tiene detrás, cómo puede funcionar y para qué acciones ha servido.
Desde Chiapas, el sureste mexicano, surge en 2011 un pequeño grupo de personas inquietas y comprometidas que, como ellas mismas se definen, van transitando la comunalidad desde diversas visiones que comparten los “cómos” en el “hacer”. Hablamos con el colectivo Sursiendo sobre biodiversidad tecnológica y hackfeminismos.
En Memética Avanzada nuestras expertas analizan la movidita de Blizzard y China y los gamers. Solo para doctorandos en memética.
Cerramos con una entrevista, desde Bilbao de Ekaitz Cancela a Ekaitz Zarraga donde charlan, entre otros temas, sobre resistencias al asalto de las llamadas big tech.
Sonamos en Radio Vallekas, Radio Almaina e Irola Irratia.
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