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Poesía
Camino Román y la era de la poesía en redes sociales
Camino Román escribe poesía con el móvil. Juega sin conocer las fórmulas y sus versos parecen tuits. Accidente es su nuevo poemario.
Camino Román nació en 1981 en Veguellina de Órbigo (León), lugar al que sigue muy vinculada. Licenciada por la Universidad de Salamanca en Historia del Arte y Bellas Artes, actualmente trabaja como profesora de Dibujo e Historia en secundaria.
Su interés por los medios artísticos le ha llevado a participar en varias exposiciones de arte plástico. La última de ellas, Todo está mal en la galería Benito Esteban en Salamanca en 2016.
Se inició en la poesía con un poemario online, <3<3 en 2014, y ya cuenta con otros dos libros publicados: Una foto de un lugar que visitaste (Ediciones Ochoacostado, 2016) y Accidente (Rialp, 2017), galardonado por su frescura con el accésit en el Premio Adonais.
Anteriormente te dedicabas más a la pintura y el arte, ¿en qué momento te decidiste a participar en la poesía?
Bueno, en el mundo del arte hoy en día se exigen discursos, los artistas desarrollan tesis y en sus exposiciones tienen que justificar cada movimiento que hacen. Por eso me interesa el lenguaje escrito. Con la poesía puedes presentar tu idea de una manera sintética y rápida, coges tu móvil y te pones a escribir.
Con la poesía puedes presentar tu idea de una manera sintética y rápida, coges tu móvil y te pones a escribirTus poemas guardan un cierto parecido a tus composiciones pictóricas, como si siguieras una estructura que termina por romperse. ¿Cómo llevas la elaboración de estos poemas?
Al final, un poema es como una pintura, una estructura. A veces la estructura se repite como si escarbase en el lenguaje. Otros, los más cortos, no. Mi amigo Jesús dice que muchos se resuelven al final, como si trazases una circunferencia con el compás. Los expertos lo llaman ringkomposition o composición anular.
Al leerlos los he relacionado con Gloria Fuertes por lo cotidiano, además son ligeros pero también bastante duros.
Son poemas que hablan de cualquier cosa, o que parecen muy simples o divertidos pero en el fondo son duros y críticos, como los de Gloria, sí. En el fondo hago bastante crítica.
Se agradece que los poemas traten temas actuales, que integren por ejemplo el tema de las redes sociales y consigan que no suene artificial ni forzado.
Soy una habitual de las redes sociales y eso tiene que notarse de alguna manera. Dice mi amigo Sergio que se me da bien sintetizar el zeitgeist, el espíritu de nuestro tiempo.
La poesía en internet se ha visto algo denostada en algunos ámbitos de la literatura, por considerarse que carecía de interés o incluso de calidad. ¿Tú que opinas?
Bueno, yo salí de ahí (risas). En el fondo, es un medio más, y el medio determina el mensaje pero, claro, no marca su calidad. Es como si dices que un grupo que comience en Bandcamp es peor que uno que haga su primera maqueta en un vinilo.
¿Y por qué comenzaste por ahí?
Yo empecé escribiendo tuits, no había vuelto a escribir poemas desde que estaba en el instituto. Pero hace tres años vi un artículo en Playground en el que salía Vicente Monroy y me motivó mucho, dije “yo también quiero escribir y hacer algo”. Entonces me propuse como reto escribir 33 poemas cortos, de tres o cuatro versos, como epigramas y nació <3 <3.
Y terminaste apareciendo también en un artículo de Luna Miguel como recomendación de nuevos poetas en internet.
Me sorprendió salir, no sé. Pensar que mis poemas gustaban. Lo que me gusta de aquello es que la mayoría de ideas que se han ido desarrollando en los demás poemarios están reflejadas en <3 <3, es como la base.
Tuviste muchísimas descargas.
Sí, casi 12.000 descargas.
¿También fue eso lo que te llevó a presentarte a algunos concursos?
No era mi objetivo realmente. En general, los poetas comienzan a escribir para ligar. Pero poco después decidí publicar en internet Una foto de un lugar que visitaste. Mi amigo Rodrigo Sancho, que también es poeta, me propuso llevarlo al papel a través de su editorial lo-fi, Ediciones Ochoacostado. Luego, por inercia, llegas a los concursos y parece ser que es lo que legitima al artista. Aunque creo que, ahora mismo, lo que te legítima son tus seguidores y el mercado.
El poema es una ficción, algo que construyes con letras, palabras… Como la realidad misma si te paras a pensarCreo que tus poemas ya están muy legitimados por sí mismos, los poemarios son honestos, con un estilo muy personal.
Soy muy sincera en general, de ahí la honestidad, sí. Yo estoy a favor de arriesgar con el lenguaje, de hecho hay gente a la que le sorprendió mucho que ganara uno de los accésit del Adonais, porque se considera un premio con un estilo más clásico. Por otro lado, yo estudié Bellas Artes, vengo del mundo del arte y el arte es como un juego y la poesía también. A través del juego llegas al conocimiento. El poema es una ficción, algo que construyes con letras, palabras… Como la realidad misma si te paras a pensar, pero según lo que te expongas puede ser más o menos honesto.
Tu forma de ver la poesía entra mucho en el ámbito del juego, pero creo también que todos los artistas deben tener esta visión.
Sí, es un poco “vamos a divertirnos”, seamos críticos pero disfrutemos.
Yo creo que toda tu obra gira en torno a eso, pero también en torno al amor, incluso como el colofón del poema final en Accidente.
Sí, sobre todo al amor que no está. El último poema está inspirado en la película Crepúsculo, vi un fragmento de la peli donde ella estaba dispuesta a morir por su churri, y me pareció bonito, muy teenager también, a lo mejor yo también soy un poco teenager.
Escribir desde el desconocimiento de las formulas te da cierta frescura pero luego comienzas a leer y caes en las fórmulas en las que cae todo el mundoQuizás esa frescura teen fue lo que te llevó a destacar no sólo en el concurso, sino también en el ámbito poético nacional.
Bueno, es cierto que cuando empecé en la poesía no conocía a tantos poetas o, al menos, no leía como poeta. Escribir desde el desconocimiento de las formulas te da cierta frescura pero, claro, luego comienzas a leer y caes en las fórmulas en las que cae todo el mundo. Ahora leo poesía de forma más consciente y me reconozco en poetas como Szymborska o Simic. Hoy he conocido la poesía de la eslovena Jana Putrle y me he dado cuenta de que tenemos puntos en común, o bueno ojalá los tengamos.
Incluso diría que tienes una serie de influencias muy pop, algo que también relaciono con tus composiciones pictóricas. Hay algunas que evocan a los vestuarios a rayas de la playa e incluso a las bolsas de palomitas en el cine.
Yo nací en los 80 así que es casi imposible no estar influenciada por el pop, y también reconozco sin problema influencias de grupos de música.
Las bandas de los cuadros vienen de Daniel Buren, que es un artista que las utiliza de manera recurrente en sus obras. Hay un poema en Accidente que, de hecho, tiene versos entre comillas porque el texto lo entresaqué directamente de una entrada de la Wikipedia.
Lo convertiste en poema, a la manera que los artistas conceptuales convierten los objetos en arte.
Sí, quizá mi modo de actuar sea más de artista que de poeta. Pero eso no es una novedad, se lleva haciendo toda la historia, sólo tienes que visitar la Mezquita de Córdoba o revisar en literatura los centones que fueron típicos en la literatura griega y latina en su época tardía.
Además de no distinguir entre alta cultura y baja cultura.
Sí, como ejemplo pongo el poema de Alejandrino que parece un poema de amor muy sencillo pero que entremezcla la cultura impuesta como sería la métrica en poesía con la Wikipedia que cualquiera puede cambiar.
Estamos en la época en la que todo el mundo es artista, todo el mundo hace fotos, escribe libros, hace música, todo el mundo se siente artistaUn poco en la línea de la modernidad líquida de Bauman, ¿no?
Sí, de hecho la poesía se adapta muy bien a la manera que tenemos de ver el mundo ahora. Es una forma de ver el mundo y de vernos. Sin la poesía, el mundo es insoportable, creo que la gente no es muy consciente de que está rodeada de ella.
También ha ocurrido que se ha democratizado el arte y a mí me parece estupendo. Estamos en la época en la que todo el mundo es artista, todo el mundo hace fotos, escribe libros, hace música, todo el mundo se siente artista: en Instagram fotógrafo; en Twitter, escritor, crítico… Beuys dijo “cada hombre, un artista” y ha terminado haciéndose realidad. Habrá que hacer un poema sobre ello.
Se puede hacer poemas sobre todo, la gente suele tener una idea de la poesía como algo cursi y rancio.
Todo se puede llevar a la poesía, la poesía no es para nada algo cursi. Aunque muchas veces se me haya etiquetado como naïf, lo naïf a veces nos ayuda a hablar de temas más crueles y los resalta.
¿Tienes proyectos futuros?
Trabajo en una exposición para la Biblioteca Pública de Zamora, estoy metida en un nuevo libro de poemas y en otro proyecto que hago a medias con un amigo que es fotógrafo, Pedro Agustín.