Opinión
Extrema derecha y pensamiento talibán: analogías de un mundo oscuro

El modelo de opresión-represión del régimen talibán es el modelo que ansía emular la extrema derecha europea en su ofensiva contra todo lo que amenace sus condiciones tradicionales de vida.

Los fantasmas del miedo tiñen de oscuro los cielos de Europa. Los monstruos emergen del abismo para irrumpir contra gobiernos democráticos en el continente americano. Oriente Medio despierta un día más bajo el yugo de la infamia, consecuencia de un desastre intervencionista internacional. Y todos estos monstruos, decididos en devolvernos a la Edad de Piedra, comparten el nexo común del odio. Son la extrema derecha y el pensamiento talibán compartido. Son analogías de un mundo oscuro.

La amenaza del terrorismo de extrema derecha es ya el principal problema en lo que se refiere a contraterrorismo en Occidente. El auge del terrorismo de ultraderecha supera ya al latente terrorismo yihadista en Estados Unidos y Europa. Los ataques neofascistas superan en número a aquellos cometidos por fundamentalistas islamistas. Y eso que muchos de dichos atentados se minusvaloran en predominio de presuntos problemas mentales y/o caen en el cajón de sastre de las lagunas jurídicas en materia antiterrorista y de delitos de odio.

La extrema derecha navega a sus anchas por Europa con el empuje del viento mediático que ha normalizado su presencia pública

La extrema derecha navega a sus anchas por Europa con el empuje del viento mediático que ha normalizado su presencia pública. La normalización del discurso posfascista y del odio en el debate público constituye uno de los mayores retrocesos de la última década en cuanto a nivel democrático se refiere. Un retroceso cuya parte de responsabilidad deben asumir los medios de comunicación tradicionales de masas que se encuentran inmersos en una burbuja de pseudo-perfeccionismo desde donde se sienten con poder para lanzar lecciones, en donde la mínima crítica es considerada como un ataque a la libertad de prensa.

La normalización del regreso del régimen talibán, con abandono inclusive del pueblo afgano sin mirar atrás de la comunidad internacional, constituye una de las mayores vergüenzas internacionales. El olvido de las mujeres afganas por parte de la clase política y mediática en un momento de recrudecimiento del yugo talibán evidencia lo poco que le importa el pueblo afgano al mal llamado Occidente.

El fundamentalismo islamista, así como el fundamentalismo cristiano, judío o hindú, se circunscribe a unos parámetros ideológicos conservadores y totalitarios, situados en una posición del gráfico político de Nolan como de extrema derecha o ultraderecha. Todos los integrismos religiosos —que son movimientos minoritarios— hay que disociarlos de un espacio geográfico y de cualquier etnia o raza. Nacen y se originan como patógeno social en cualquier Estado, bajo cualquier nacionalidad y ante cualquier identidad.

Las analogías entre reaccionarios, entre los talibanes y la ultraderecha, solo evidencia un hecho social que caracteriza a todo el panorama político y mediático de extrema derecha en Europa y en el resto del mundo: que la extrema derecha tiene un pensamiento talibán y que los talibanes —y demás mentalidades análogas— tienen un pensamiento de extrema derecha.

La ideología del odio y del rechazo que comparten la ultraderecha europea y el pensamiento talibán —que no es más que el pensamiento del integrismo islamista— se fundamenta sobre la premisa de eliminación, física y/o pública, de aquellos sujetos que representan, por sus acciones o ideas, un peligro para sus condiciones tradicionales de vida. Cualquier atisbo de progreso social, de diversidad y de alteración o desviación cultural y/o religiosa es considerada como amenaza ilegítima en donde cualquier acción es legítima.

Los nexos comunes son indiscutibles. Una visión conjunta de la mujer acorde a unos estereotipos reaccionarios, tradicionales y patriarcales de vida, con un limitado acceso de las mismas a la vida pública y su expulsión a los márgenes. Los avances en derechos de las mujeres en Europa y América —reconocibles, pero insuficientes— no deben confundir nuestra visión. La extrema derecha europea anhela y ansía por lograr que las mujeres estén en una situación análoga a aquellas millones de mujeres que hoy viven bajo los regímenes teocráticos afgano e iraní. La visión ultraderechista de la mujer en el espacio público no diverge demasiado con el que viven cada día en el Asia Central. El ultraconservadurismo social de la extrema derecha europea es análogo al ultraconservadurismo del régimen talibán. La mujer situada en unos espacios de servidumbre, alejados del ojo público y obligadas a un enfermizo decoro.

La España que quiere Vox o la Europa que quiere la ultraderecha europea no difiere en absoluto de la situación político-social de la teocracia iraní o del régimen talibán. Las diferencias son conceptuales en las pinceladas religiosas y culturales, no en la práxis política. La extrema derecha europea se necesita y retroalimenta del integrismo islamista. Es el modelo de opresión-represión a emular en Occidente.

Son la coalición del odio. Nos empujan a todos y todas al abismo. Que nos odiemos y rechacemos las unas a las otras en una fractura social irreparable

Las características de confluencia entre el pensamiento talibán y la extrema derecha se manifiestan en sus rechazos furibundos a los cambios sociales de corte progresista, a los avances en derechos de las mujeres y en derechos LGTBI+, a la libertad de expresión, política y de creencia y, en definitiva, a los Derechos Humanos. En sus fervientes sanciones del aborto, de la oposición política, de la blasfemia. Unas confluencias ideológicas alejadas del siglo XXI y de cualquier atisbo democrático que deben ser enérgicamente rechazadas.

La mentalidad pseudocientífica, la imposición religiosa de toda vida pública —como hace el fundamentalismo cristiano del Opus Dei—, el abrazo de teorías de la conspiración y la defensa de la violencia como acción política frente a elementos democráticos constituyen rasgos comunes. Centrando la pelea del penúltimo contra el último en la construcción de un imaginario de enemigo: para la extrema derecha europea es la inmigración, para los talibanes el infiel.

Son la coalición del odio. Nos empujan a todos y todas al abismo. Que nos odiemos y rechacemos las unas a las otras en una fractura social irreparable. La construcción de un mundo oscuro con la imposición de un modelo de vida arcaico e intolerable. La izquierda y las demócratas debemos estar a la altura para mantener un enfrentamiento abierto contra estas dos corrientes de pensamiento que solamente tienen un único objetivo común: la eliminación de la zona gris, con el fomento de la islamofobia y la xenofobia, y el estallido de una guerra de todos contra todos.

Sobre este blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Francia
Francia Macron se aferra a la continuidad y depende del jóker de los socialistas y la ultraderecha
El presidente francés nombra primer ministro al veterano centrista François Bayrou después de que este último le amenazara con retirar su partido de la coalición presidencial.
Opinión
Opinión De un castillo del vampiro a otro
Todos somos un poco trumpistas desde la victoria de Trump. La retórica del nosotros-contra-ellos se ha impuesto en unas redes sociales en las que no se libra ninguna batalla decisiva (aunque lo parezca y queramos creerlo).
Argentina
María Servini “Argentina avanzará en la causa del franquismo en tanto el Gobierno español nos apoye”
La jueza federal argentina María Servini instruye la única investigación del mundo sobre los delitos de la dictadura española y la Transición.
Sobre este blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas las entradas
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Especulación inmobiliaria
Especulación en Madrid Las vecinas de Tribulete, 7 denuncian la especulación de Élix Rental Housing con una acción musical “fúnebre”
VV.AA.
30 inquilinas de este bloque resisten en sus hogares pese a que este fondo buitre ya ha adquirido la totalidad del edificio para convertir los pisos en apartamentos turísticos. Este sábado, han vuelto denunciar el proceso de gentrificación del barrio
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.

Últimas

Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Opinión
Opinión La oportunista invasión israelí de Siria
Desde la caída de Bashar al-Assad, Israel ha llevado a cabo una invasión de Siria sin provocación previa y con el apoyo de Estados Unidos. Los objetivos son claros.
Más noticias
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.

Recomendadas

Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.