Transfobia
Este mal camino que es mi hogar: elogio a la transfeminidad no binaria

Si hemos nacido así, si esto no desborda nuestro cuerpo, entonces el deseo de transformación social que albergan nuestras comunidades trans y queer no puede contaminar a quienes más lo necesitan, a los rehenes del binario de género.
Ira T. No se nace hombre
No se nace hombre ni mujer. Te obligan a serlo. Ira T.
16 oct 2022 07:07

Hace un par de noches, estando de fiesta, un hombre desconocido me interpeló para preguntarme mis pronombres. Cuando mi respuesta fue que, en mi día a día, me nombro en femenino, el señor expresó: “Pues tendrías que currártelo un poco más, no sé, dejarte el pelo largo, ponerte unas tetas, vas por mal camino para ser una mujer”. Cuando yo le respondí que no era eso lo que buscaba, él concluyó: “Pues entonces no vayas pidiendo que te traten de she/her”. 

No pude quedarme más sorprendida ante este episodio disciplinario y estructuralmente violento que buenamente podría traducirse en un tono policial que acusa: “Señorita, he notado que usted no está haciendo el género de forma binariamente apropiada ¿No cree que me debe una explicación?”. Y no, ninguna transfeminidad no binaria le debe una explicación a nadie de cómo habita su cuerpo, y menos a un desconocido poco cortés. Pero yo se la voy a dar. Se la voy a dar porque si algo nos debemos a nosotras y nosotres es la posibilidad de hacer de nuestra inconformidad de género un espacio habitable, acogedor y bello.

Este es un sistema binarista porque al nacer a las personas se les asigna coercitivamente un destino social: hombre o mujer

Este es un sistema binarista porque al nacer a las personas se les asigna coercitivamente un destino social: hombre o mujer. En el Manifiesto aceleracionista del género, Vikky Storm y Eme Flores exponen que la performatividad del género, por la cual producimos nuestra identidad a través de repeticiones mediadas por violencias sistémicas, nos llevan a decir sí al género: “Sí, soy un hombre. Es lo que soy y lo que siempre he sido. No puedo escapar de ello ni negarlo. Soy un hombre”. Esto no es más que una mentira que nos vemos obligades a repetir. Pero a fuerza de repetirla, llegamos a creerla. El género se convierte en algo natural, ineludible, eterno. Deja de ser una identidad impuesta y se convierte en una parte eterna de lo que somos [...] Desviarse del camino se torna un acto impío. De hecho, nos parece que no hay otra opción. Decimos que sí porque es lo único que podemos decir. Se hace inconcebible que pueda ser de otra manera, que haya otro camino” (2019).

En esta línea, la filósofa marxista Holly Lewis define la cisnormatividad como la exigencia de que nos comportemos “como si solo hubiera dos géneros no superpuestos, dos planetas completamente distintos e inmutables ordenados por la naturaleza, y que un individuo debe ajustarse a uno u otro sin ningún sentido de alienación o sugerencia de incomodidad” (2022a, xxvi). Pero, ¿qué sucede cuando una persona se siente alienada por el género, cuando alguien está incómode con el papel social que se le ha asignado? ¿Nadie se atreve a decirle no al género? Demos un paso más: ¿por qué no iba a sentirse todo el mundo alienado por un papel social que les ha sido impuesto de forma coercitiva y que limita lo que pueden ser? En este sentido, ¿no están acaso todas las personas oprimidas por la cisnormatividad?

A día de hoy, el marco hegemónico para explicar la experiencia de las personas trans da cuenta de la forma en que éstas habitan el género como algo individual y divorciado de las relaciones sociales que estructuran el modo de producción capitalista. Esta forma de leer lo trans ha sido denominado por la escritora Nat Raha como “liberalismo trans”. El liberalismo trans naturaliza el binarismo de género, el binomio hombre-mujer, al dar a entender estas categorías como verdades íntimas de cada une, en vez de como destinos sociales impuestos a través de prácticas violentas y correctivas. Pero ¿y si hubiese otra manera de pensar y politizar las vidas trans? ¿Y si pudiésemos leer lo trans en términos de deseo y rebeldía?

Le actore Travis Alabanza, en su último libro None of the Above responde a su doctor, tratando de rememorar los recuerdos que le hicieron saber que era trans. Elle, tras recorrer distintos pasajes de su infancia, confiesa que ninguno de esos momentos contienen sabiduría alguna sobre lo que era, solo sabe que entonces era libre. Tal vez nunca hubo más secreto que ese, las personas trans y queer, “aquelles que «trascendemos el género», somos afortunades porque hemos decidido escoger otra cosa” dice Alabanza. Hemos deseado ser más libres. Yo quisiera proponer que las vidas trans no ocultan ninguna esencia, sino todo lo contrario: el don de escapar a algo que se siente como inmutable. Ese es el mimbre que entrelaza las experiencias trans, la negatividad frente a una forma impuesta de cómo tienen que ser las cosas, la rebeldía de vivir como si otras vidas fueran posibles. 

Ciertamente, durante demasiado tiempo se nos ha querido hacer olvidar el carácter antagónico que anida en nuestros deseos trans, desde los aparatos biopolíticos de la medicina y la psiquiatría, desde el activismo LGTBI liberal, tratan de situar nuestros deseos como innatos, nuestras desobediencias son naturalizadas, nuestra imaginación radical es privatizada. Alabanza lo expresa con una militante claridad: Si he nacido así, entonces lo trans puede seguir distanciado. Si hemos nacido así, si esto no desborda nuestro cuerpo, entonces el deseo de transformación social que albergan nuestras comunidades trans y queer no puede contaminar a quienes más lo necesitan, a los rehenes del binario de género. Por ello, es necesario que la vida de las personas trans esté incesantemente atravesada por la miseria y la violencia estructural, porque cuando estamos demasiado ocupades tratando de seguir con vida, dice Alabanza, perdemos nuestra capacidad para soñar con todo lo que lo trans puede significar.

Pero, ¿qué relación guarda todo esto con el momento en que un desconocido me dice que tengo que esforzarme más para ser una mujer? Pensar la experiencia trans como una encarnación de un deseo de abundancia abre otras miradas posibles. En el capitalismo, lo trans nombra a “las vidas que escaparon” (Laboria Cuboniks, 2018), quienes escogieron, o al menos anhelaron, ser otra cosa más allá de lo que se nos había hecho creer posible. Algunas personas a las que se nos ha asignado coercitivamente el destino de la hombría no hemos podido o querido encajar en ella. Sin embargo, esto no quiere decir que hayamos escogido necesariamente ser mujeres. Por lo pronto, hemos escogido huir, hacia dónde es cuestión de cada una y une. En el caso de quienes, asignadas hombres al nacer, nos nombramos desde el no binarismo, somos una suerte de bandoleras que se esconden en los senderos que se desvían del camino impuesto por la virilidad, trazamos colectivamente nuevos rumbos desde los que poder ser. Paradójicamente, a pesar de las muchas burlas que recibe desde cierto sector del feminismo, el no binarismo siempre fue una postura y una vivencia abolicionista del género. 

Cada vez que nos dicen que nos esforcemos más en ser hombres o mujeres, lo que están haciendo es coaccionarnos a soñar menos

Porque cada vez que nos dicen que nos esforcemos más en ser hombres o mujeres, lo que están haciendo es coaccionarnos a soñar menos, a no revelar los deseos desertores que esconden nuestras vidas, no vaya a ser que el resto de personas descubran que otra forma de habitarse es posible. Porque me parece triste que presupongan que nuestro deseo se reduce a un pelo más largo y unas tetas (sin despreciar a quien sí lo desee y sin dejar de reparar en el carácter misógino del comentario) cuando lo que anhelamos es poder anidar en rebeldía y a gusto nuestro propio cuerpo. Porque quiero hacer de nuestra liminalidad un lugar bonito, que no necesite modificación corporal alguna, donde las personas puedan quedarse. Que haya momentos de ternura posibles para los no-hombres que no son lo suficientemente mujeres y viceversa, que no haya ningún trayecto que terminar. Que el nomadismo sea una morada. Querido desconocido, deseo que un día puedas conocer la libertad en potencia que atesora un cuerpo no binario, ojalá en ese futurible llegues a comprender todo lo que estaba diciéndote anoche con aquel “no es lo que busco”. Pero de momento, ¿sabes qué te digo? Larga vida a las errantes de este mal camino, donde cada día construimos juntes un hogar.

Sobre este blog
Demoler, verbo transitivo: deshacer, derribar, arruinar... Y eso intentamos: deshacer las viejas masculinidades y poner en duda las nuevas, derribar a los hombres de siempre y arruinar los planes del patriarcado desde la reflexión sobre quiénes somos y cómo renunciamos a nuestros privilegios.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cine
Estíbaliz Urresola “El cine no debe quedar impasible ante las atrocidades que suceden”
La directora de ‘20.000 especies de abejas’ sigue recibiendo reconocimientos por su película, pero pide que se transformen en aplicación de mejoras concretas para el colectivo trans.
Feminismos
Resumen del año 2023, el año del SeAcabó y del doble mazazo a Irene Montero
La reforma de la ley del solo sí es sí y la reacción colectiva ante el machismo en el fútbol marcan un 2023 en el que también hay que hablar de transfobia, violencias machistas y madres protectoras.
Feminismos
Salud y disidencias ¿Qué aporta la perspectiva transfeminista al campo de la salud?
Un análisis a propósito del libro 'Posología. Microdosis transfeministas para la salud' (Txalaparta, 2023).
Sobre este blog
Demoler, verbo transitivo: deshacer, derribar, arruinar... Y eso intentamos: deshacer las viejas masculinidades y poner en duda las nuevas, derribar a los hombres de siempre y arruinar los planes del patriarcado desde la reflexión sobre quiénes somos y cómo renunciamos a nuestros privilegios.
Ver todas las entradas
Memoria histórica
Memoria histórica Relatores de la ONU piden a España que actúe contra las leyes antimemoria de tres autonomías
Los relatores internacionales denuncian las posibles vulneraciones de derechos de dos normas en proceso y una aprobada por los Gobiernos de coalición de Partido Popular y Vox en tres comunidades autónomas.
Periodismo
Periodismo Desinforma, que algo queda
En la fecha que se conmemora el Día de la Libertad de Prensa, hay que analizar sus dimensiones, la opacidad en el reparto de la publicidad institucional, la necesidad de la alfabetización mediática y qué medidas concretas pueden llevarse a cabo.
Educación pública
Educación a la madrileña Huelga de profesorado en Madrid o cómo organizar la protesta desde abajo
El profesorado madrileño convoca los próximos 8 y 21 de mayo dos jornadas de huelga para que se reviertan los recortes de la época Aguirre en una protesta que tuvo su génesis al margen de la mesa sectorial.
Rap
Rap Viaje a los orígenes del hip hop en España: “Nadie esperaba ganar dinero con el rap”
El historiador Nicolás Buckley y el periodista Jaime Valero, exredactor jefe de HipHop Life, publican Maestro de ceremonias, un libro sobre la historia de la cultura hip hop en España.
Análisis
Análisis No dejemos de hablar de Siria
La situación humanitaria en Siria se endurece en un contexto de inestabilidad regional, mientras que la ayuda internacional que el país recibe es muy inferior a la necesaria.
Represión
Represión La Policía detiene por segunda vez en 2024 al portavoz del SAT, Óscar Reina
La Policía Nacional ha detenido al Portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores, Óscar Reina, durante la mañana del jueves en Navarra. El líder del SAT es uno de los sindicalistas que más detenciones acumula dentro del Estado español.

Últimas

Comunidad El Salto
Palestina La campaña de apoyo a Gaza de El Salto recauda más de diez mil euros para la UNRWA
El pasado 26 de febrero, tras más de cuatro meses de ofensiva militar de castigo por parte Israel sobre la Franja de Gaza, desde El Salto decidimos ir más allá del periodismo ante la gravedad de los hechos.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: Una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Sindicatos
1 de mayo Cargas policiales mandan a una persona de 70 años al hospital en el 1 de mayo de Castelló
Desde CGT Castelló anuncian que tomarán medidas legales por las provocaciones y agresiones sufridas por los diferentes cuerpos policiales que han actuado en las cargas.
Más noticias
Francia
1 de mayo La policía carga violentamente contra la manifestación de CGT en París y detiene a 45 personas
Las cargas policiales extremadamente violentas, de la unidad BRV-M, dejaron decenas de heridos. Según CGT en la manifestación participaron más de 50.000 personas.
Derecho a la vivienda
Elecciones catalanas El futuro de la regulación de los alquileres en Catalunya se juega el 12M
El decreto que regula los alquileres de temporada que lanzó el Govern era la pieza que faltaba para que funcionen los topes de los precios. Pero la norma debe ser revalidada con los votos socialistas y convergentes, que se han opuesto a la medida
PNV
CLIENTELISMO El Ayuntamiento de Bilbao coloca como interventor al cuñado de Josu Erkoreka por libre designación
Juan Mari Aburto explicó que Mikel Astorkiza, pareja de una hermana del vicelehendakari, “es el único candidato que cumple con los requisitos del puesto” para el control y fiscalización interna de la gestión económico-financiera.
Opinión
Opinión El debate europeo… contaminado
Hoy más que nunca necesitamos abrir un debate europeo que supere los lugares comunes y el regate corto porque es mucho lo que nos jugamos.
Reducción de jornada
Laboral Los convenios colectivos del País Vasco tienen la jornada anual más baja y los de Canarias, la más alta
La jornada anual varía muy lentamente desde que el Ministerio de Trabajo tiene una serie histórica, apenas 22 horas desde 2001. El País Vasco aventaja en 49 horas a esa media estatal en los convenios colectivos firmados.

Recomendadas

Sidecar
Sidecar Las reglas del juego
Aunque es poco probable que el reciente intercambio de fuego entre Israel e Irán desemboque en una guerra total, este ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Israel en un momento político decisivo.
Arte contemporáneo
Artivismo Lara Ge: “A través de la práctica creativa nutrimos el espacio comunitario”
Ideadestronyingmuros desarrolla temas sobre feminismo, alternativas de vida al capitalismo y también sobre movimientos migratorios, con una fuerte posición transfronteriza.
En el margen
Francisco Godoy Vega “El ojo del blanco es como el ojo de Dios: es abstracto, es superior y puede verlo todo”
Doctor en Historia del Arte, Francisco Godoy Vega forma parte del colectivo de arte colaborativo Ayllu. Este activista antirracista aborda las consecuencias del supremacismo blanco. En 2023 publicó el libro ‘Usos y costumbres de los blancos’.
Laboral
Laboral Xavier Minguez: “Ni la rabia contra la empresa ni el orgullo de éxito de una huelga son solo tuyos”
Xavier Minguez es profesor de psicología social y análisis de resolución de conflictos en la UPV/EHU y ha realizado para el sindicato ELA la investigación ‘Un acercamiento psicosocial a la huelga’.