Radfems, TERF y el sujeto del feminismo: hablan las mujeres (trans)

El feminismo transexcluyente no es nuevo: su historia empieza en los años 70 y su argumentario no ha cambiado mucho desde entonces. Las afirmaciones de algunas participantes de la Escuela Feminista de Gijón han vuelto a poner de manifiesto cómo esta corriente que se autodenomina “radical” violenta a algunas mujeres: las mujeres trans. Lo explican tres de ellas: Carla Antonelli, Diana Cardo y Carmen García de Merlo.

Marsha P Johnson y Sylvia Rivera
Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson.

“Todos los transexuales violan el cuerpo de la mujer al reducir la verdadera forma femenina a un mero artefacto”. La cita no es de Alicia Miyares, ni de Amelia Valcárcel, ni de Anna Prats, las tres feministas “radicales” que el pasado 3 de julio en la XVI Escuela Feminista Rosario de Acuña sostuvieron —con sus palabras o con su silencio— que las mujeres trans “son tíos”. Es de Janice G. Raymond, que se expresa así en El imperio transexual: la creación de la mujer-varón en 1979.

Las tesis de Raymond “consolidaron la múltiples líneas de discurso antitransgénero que circulaba en el seno de los colectivos feministas” desde principios de los años 70, como explica la activista y teórica norteamericana Susan Stryker en Historia de lo trans (Continta me tienes, 2019), libro que dedica buena parte de uno de sus capítulos a hacer historia de lo que llama la “transfobia feminista”.

Pero, ¿qué dijeron las participantes de la mesa “El borrado de las mujeres y la apropiación lésbica” celebrado en Gijón? Algunos de los highlights de la sesión fueron “las activistas transgénero son tíos, y digo tíos porque son tíos”, o “hay muchos problemas con esto del género que se sustentan con conocimiento de la moda”, o “que nos digan que, si somos lesbianas y no nos gustan los penes, somos tránsfobas, es cultura de la violación y del patriarcado”.

Sin embargo, ni estas posiciones —de quienes se autodenomidan feministas radicales, o radfems— se han mantenido exclusivamente en esta mesa ni este pensamiento es nuevo. Raymond, recuerda Stryker, llega a asociar la transexualidad con el nazismo cuando hace una analogía entre los experimentos médicos de los nazis y las cirugías de reasignación de género (en ambos casos, “ciencia al servicio de la ideología”).

“Los miembros de la comunidad transgénero llevan preguntándose desde la década de 1970 cómo es posible no percatarse de que la retórica y las recomendaciones políticas de Raymond copian los argumentos esgrimidos por curas exgais, fundamentalistas religiosos, activistas antiabortistas y fanáticos intolerantes de todo tipo”, mantiene Stryker. 

Diana Cardo Activista LGTB
Diana Cardo en la sede de la FELGTB. David F. Sabadell

Sobre ese aspecto, precisamente, llama la atención Diana Cardo hoy, en 2019, cuando critica que las autodenominadas “feministas radicales” se opongan, por ejemplo, a las leyes que consagran el derecho a la libre identidad de género.

Cardo aclara que ella forma parte del feminismo por derecho propio y no está dispuesta a pedir permiso ni salvoconductos. Como muestra de que este debate no es nuevo en el seno de los movimientos feministas, da un nombre, el de Andrea Dworkin. Una “feminista radical” que ya reconocía las identidades no binarias hace medio siglo. “El sujeto del feminismo somos las mujeres, independientemente de lo que tengamos entre las piernas”, dice.

“Las TERF malinterpretan los datos que no les dan la razón y se aprovechan del término radical para sus tropelías”, dice Diana Cardo

“Las TERF malinterpretan los datos que no les dan la razón, y obvian a Dworkin, que evidentemente lo nombra de otra manera porque lo dijo en los años 70; lo que hacen es aprovecharse del término radical para sus tropelías”, concluye. Las tropelías son “negar que soy una mujer, decir que quiero entrar a los cuartos de baño de las mujeres para violarlas, decir que soy una pedófila por ser una mujer trans o llamarme en masculino”, enumera Cardo haciendo memoria de cómo tratan las TERF a las mujeres trans.

T-E-R-F es el acrónimo de Trans Exclusionary Radical Feminist, es decir, “feminista trans excluyente”, y Susan Stryker relata en su libro varios ejemplo de cómo esta corriente se abre paso en los año 70 en EE UU. Un ejemplo: a Sylvia Rivera, reconocida activista LGTB, se le intentó impedir que presentara un acto en favor de los derechos LGTB. Ocurrió en medio de un caldo de cultivo teórico que postulaba que las persona transgénero eran “personas retrógadas engañadas por el sistema patriarcal”, dice Stryker.

Otro ejemplo es la campaña contra Sandy Stone, una mujer trans que se unió a un colectivo que impulsaba la música hecha por mujeres y fue blanco de una campaña antitransexual que aseguraba que la presencia de una mujer trans en el colectivo era un engaño a los consumidores, a quienes se indicaba que este colectivo era solo de mujeres.

Carmen Garcia de Merlo 3
Carmen García de Merlo retratada en su barrio. David F. Sabadell

“TERF es un término para identificar un movimiento que nace en EE UU en los años 70, de gente muy clasista, con ideología de iglesias conservadoras de derechas; que penetra en el movimiento feminista y que expulsa a las mujeres trans de los colectivos feministas”, dice Carmen García de Merlo, presidenta de COGAM y mujer trans. “Su pensamiento es que las mujeres trans son parte del patriarcado porque son o han sido hombres con privilegios y están en el feminismo para minarlo”, añade. 

García de Merlo defiende que para estar incluida en el sujeto del feminismo hay que ser mujer, y ser mujer “no solo es un hecho biológico o cultural, es identificarte como tal”. Ella, que hizo la transición ya adulta, dice que ha sido primero una niña, luego una joven y luego una mujer. “Identificarte no es un capricho o algo que adquieres, es algo con lo que naces y mueres”, explica. “Evidentemente, es transmisoginia negar la condición de mujer a aquellas personas que nos sentimos mujer desde que tenemos uso de razón”, aclara.

¿Una corriente con partido?

Diana Cardo señala que la corriente encuentra cobijo en algunos partidos como IU, el Partido Feminista y, sobre todo, advierte, el PSOE. Así lo atestigua, dice Cardo, la presencia de Amelia Valcárcel, filósofa feminista y catedrática de Filosofía Moral de la UNED, además de consejera de Educación con el Gobierno socialista en Asturias.

La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) señaló en enero de este año en el contexto del debate en torno a la Ley de Igualdad LGTBI que integrantes socialistas de de la Comisión de Igualdad mantenían una “actitud transfóbica” al oponerse a algunos artículos relacionados con los derechos de las personas trans. 

Carla Antonelli Ley Identidad Sexual 2
Carla Antonelli en la Asamblea de Madrid. David F. Sabadell

Sin embargo, Carla Antonelli advierte: “Esas personas están en todos los partidos pero no son los partidos”, dice la diputada socialista en la Asamblea de Madrid, que insiste en que su partido es el programa del candidato a presidir el Gobierno, Pedro Sánchez, y los acuerdos salidos de sus congresos. “El programa del PSOE deja claros sus compromisos, que son una ley LGTBI y la reforma de la ley 3/2007 para inclusión de los menores y la despatologización de la transexualidad”, señala.

Para Antonelli, hay que hablar de “personas” que, a nivel individual, transmiten este discurso pero, en ningún caso de una corriente mayoritaria en su partido y no entiende que se trate de identificar a las mujeres con sus genitales —“es una aberración”— y no oculta su enfado con las ponentes de las jornadas de Gijón.

Carla Antonelli: “Discursos como los de Gijón poco o nada se alejan de los de la ultraderecha que niega nuestra existencia”

Estos discursos poco o nada se alejan de los de la ultraderecha que niega nuestra existencia”, dice; y añade: “Que a mí alguien me diga que no existo es fácil de desmontar, porque yo me veo cuando me miro en el espejo y estoy ahí”.

Sobre si el PSOE es un espacio seguro en el que las mujeres trans puedan expresarse ante las compañeras que mantienen puntos de vista transexcluyentes, es tajante: “Por supuesto, mi partido me protege y salvaguarda mis derechos”.

Ni mayoritaria ni determinante 

Pese a la polvareda que levantaron y levantan las radfems, esta postura no es mayoritaria, insiste Carla Antonelli. “Hay una estrategia de hacer parecer que esto es el feminismo contra, en este caso, las mujeres transexuales, y eso es una falacia”, dice, para recordar que, en los años 90, el feminismo recibió a las mujeres trans con los brazos abiertos: “El feminismo con mayúsculas es transincluyente”. Además, añade, las feministas transexcluyentes son unas “copionas”, porque no dicen nada que no se dijera ya en los 70.

Stryker también señala cómo entonces, en los 70, la hostilidad hacia las personas transgénero no fue “ni uniforme ni determinante” y, así, dentro del feminismo radical convivían posturas “reaccionarias” junto a otras que postulaban “una inclusión transgénero dentro de los movimientos feministas”.

Según Cardo, “son pocas, muy escandalosas y en posiciones de poder”. Para ella, un feminismo en el que quepan todas las mujeres no solo es posible, sino que ya es una realidad. “Existe un feminismo donde cabemos todas, cada una con sus particularidades”, explica, y pide poner a prueba la pregunta “¿tienen cabida las mujeres trans en el feminismo?” sustituyendo “trans” por otro adjetivo: “¿Las mujeres negras caben en el feminismo? ¿Y las mujeres árabes? Sí, claro que sí. ¿Tienen particularidades diferentes a las de las feministas blancas de países occidentales? Sí, porque las mujeres no somos homogéneas”.

Cuando las lesbianas amenazaban al feminismo
En 1970, un grupo feminista irrumpió en el Segundo Congreso para Unir a la Mujeres, celebrado en Nueva York, con un panfleto titulado 'The Woman Identified Woman' (La mujer que se identifica como mujer). En este texto, responden a los comentarios peyorativos de Betty Friedan sobre la cuestión de la participación de las mujeres lesbianas en el feminismo. Friedan, un referente feminista, se oponía a vincular los asuntos lésbicos con el feminismo por miedo a que la homofobia de la sociedad pusiera freno al éxito feminista: lo llamó “la amenaza violeta”. La anécdota la cuenta Susan Stryker en su libro Historia de lo trans y ejemplifica cómo los debates en torno al sujeto del feminismo han tensionado al movimiento, no solo en torno a la cuestión trans.
Cargando valoraciones...
Ver comentarios 51
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Diversos fondos de origen israelí están presentes en proyectos urbanísticos de Málaga influyendo en la turistificación de la provincia mientras se enriquecen con la ocupación de Palestina
Región de Murcia
Belinda Ntutumu
“La violencia racista no parará mientras Vox pueda presentarse a elecciones”
La cofundadora de Afromurcia señala a los discursos de Vox como causantes de la violencia racista de Torre Pacheco y califica de “laxa” la respuesta institucional: “Deberían haber impedido que los disturbios continuaran durante tres días”.
Palestina
La coordinadora europea contra el antisemitismo dice que los informes sobre la hambruna en Gaza “son rumores”
Katharina von Schnurbein es la encargada de proteger a Israel en las discusiones que esta semana tienen lugar sobre el acuerdo preferencial que la UE tiene con el Estado sionista.
Palestina
Más de mil caras conocidas de la cultura exigen al Gobierno que cese la venta de armas a Israel
Una carta dirigida al presidente del Gobierno por más de mil profesionales de la cultura considera que “mantener los negocios armamentísticos con Israel es complicidad activa con el genocidio”.
El Salto n.79
La celulosa o la vida: periodismo situado y lucha social para frenar un ecocidio
El jueves 17 de julio os esperamos en el CS “A Nubeira” de Vigo para presentar el último número de la revista El Salto.
Castellón
El BDS Castelló pide al FIB que facilite la devolución de entradas por su vinculación con KKR
El BDS y la Plataforma Castelló per Palestina piden al festival que se desvincule del fondo y que adopte un compromiso público para incluir el respeto por los derechos humanos palestinos en sus protocolos éticos.
Opinión
Torre Pacheco: el síntoma de un sistema agroexportador podrido
Se podría hacer un mapa de la llamada conflictividad social migrante y coincidiría, casi matemáticamente, con el de los polos agroexportadores.
Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Después de un año de trabajo, lanzamos en julio la nueva web de El Salto, con un nuevo diseño, pero, sobre todo, con una nueva Zona Socias llena de ventajas para las personas que hacen posible El Salto con su apoyo.
Violencia machista
El 30% de los feminicidios íntimos se producen en verano pero no es el calor, es el patriarcado
El Ministerio de Igualdad convocó la semana pasada un comité de crisis tras los nueve asesinatos de mujeres por sus parejas o exparejas en junio. ¿Qué pistas da este dato sobre cómo orientar las políticas públicas?

Últimas

Opinión
Cuando una huertana llora: saquen sus racistas manos de nuestra región
Me aterra pensar que lo que ha sucedido en Torre Pacheco es el comienzo de algo peor, que es el primer síntoma de una enfermedad que hemos permitido que campe a sus anchas por nuestras regiones.
Análisis
La crisis por el ‘caso Cerdán’ empuja al PP y Vox por encima de los 200 escaños
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) señala una caída del PSOE, que apenas aprovechan los partidos a su izquierda, y un aumento de votos en la mayoría de PP y Vox
Cómic
Gotham como estado mental
Que Batman es el personaje del cómic de superhéroes más icónico del último medio siglo es algo a lo que también contribuye una iconografía del mal como forma urbana a la que responde la ciudad de Gotham, un estado mental en sí mismo.
Opinión
Día Internacional de las Personas No Binarias: no pedimos nuevos derechos, exigimos los que tenemos
Varios tratados internacionales permiten una interpretación favorable a reconocer a las personas no binarias. El Estado español incumple su deber de protección de estas personas.
Estados Unidos
Donald Trump amenaza a la Unión Europea con aranceles del 30% a sus productos a partir de agosto
Ursula von der Leyen ha respondido al anuncio de Trump insistiendo en la vía del diálogo pero anunciando que “tomarán todas las medidas necesarias para salvaguardar" sus intereses
Más noticias
Murcia
Colectivos antirracistas denuncian la impunidad de la ultraderecha en Torre Pacheco, donde sigue la violencia
En la localidad murciana se ha producido una segunda jornada de violencia racista, ultraderechistas de otros territorios se han unido a las “patrullas” para “limpiar España”.
Economía social y solidaria
¿Dónde está la juventud en la Economía Social y Solidaria? Un relevo que se teje entre retos y oportunidades
Cada vez más jóvenes se acercan buscando formas de vida y empleos coherentes con sus valores. Sin embargo, su participación sigue enfrentando barreras: precariedad, estructuras poco flexibles y falta de relevo real.
Río Arriba
Javier Guzmán: “Desde la izquierda falta la visión de que el derecho a la alimentación es un tema básico”
Nueva entrevista de Río Arriba en formato podcast donde hablamos de soberanía alimentaria, políticas públicas relacionadas con la alimentación, tratados de libre comercio y sus efectos sobre la agricultura, ganadería y alimentación.

Recomendadas

Feminismos
Patricia Reguero
“Mis relatos están escritos al lado de otras, arropada por la escucha de otras”
Patricia Reguero Ríos, redactora de El Salto, presenta ‘Todo lo que pasó el día que me mordió mi hija’ (La Imprenta, 2025), un conjunto de relatos que desde lo individual apelan a lo colectivo y que se devoran con una mezcla entre ansiedad y placer.
LGTBIAQ+
Mana Muscarsel
“La amistad da más juego para salir de la lógica de la familia porque tiene menos reglas"
La autora y psicóloga argentina pone en valor la amistad frente a los modelos relacionales centrados en la pareja y la familia. Tampoco le interesa la familia elegida: “Marca una línea muy clara entre lo que pertenece y lo que no”.
Barcelona
El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona
La red de reciclaje en Barcelona es de una complejidad casi hermética, más aún si hablamos de los recicladores informales, más conocidos como chatarreros. Salimos a la calle a entender una economía sumergida que está a la vista de todos.
Medios de comunicación
El futuro del periodismo no lo está escribiendo una máquina
El periodista Pablo Mancini, estratega dentro de The Washington Post, defiende una profesión aquejada de múltiples problemas. El primero, y más crucial, la deserción de miles de personas que ya no quieren estar informadas.
Comentarios 51

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...