Crisis climática
Cómo construir la resistencia climática

Fridays For Future ha conseguido impulsar la lucha por la justicia climática obteniendo una visibilidad y movilización inusitada hasta el 15 de marzo de 2019. Una activista del colectivo desgrana su organización y la influencia que ha ejercido esta lucha entre su joven militancia.

Asamblea de Fridays For Future. Madrid, 2019.
Asamblea de Fridays For Future. Madrid, 2019. Marta Macías

integrante de la plataforma Referéndum UC3M.

Fridays For Future
17 feb 2020 06:48

Fridays For Future es uno de esos colectivos que ha explotado y arrasado en el último año. Tanto mediática como políticamente, ha puesto al movimiento climático en el punto de mira de toda la sociedad, en el punto de mira de la política, de la relevancia mediática, con una demanda muy clara; justicia climática para la emergencia en la que nos encontramos. Pero, ¿cómo es Fridays For Future desde dentro? ¿Qué lo diferencia de otros colectivos? ¿Qué métodos de movilización utiliza? Vamos a intentar responder un poco a estas preguntas, haciendo un análisis de este colectivo juvenil que ha involucrado a toda la sociedad en la lucha ecologista.

Fridays For Future nació en España aproximadamente en febrero de 2019, con el objetivo de movilizar a la mayor parte de juventud posible el 15 de marzo, o 15M climático, como se le denomina coloquialmente. Ese día, en las calles de Madrid, salimos unas 10.000 jóvenes a reivindicar que nos estaban robando nuestro futuro. Ese día, sin ser conscientes de ello, iniciamos todas las que trabajamos en el colectivo una nueva etapa de hipermilitancia, de aprendizaje constante, de tejer lazos y de poner en el centro de nuestras vidas la cuestión climática. Por supuesto, no todo fue un camino de rosas. Llegar a desarrollar las estructuras organizativas que tenemos ahora ha costado muchos rompecabezas pero, al final, estamos consiguiendo construir un movimiento de base horizontal, asamblearia y con la transparencia por bandera.

Llegar a desarrollar las estructuras organizativas que tenemos ahora ha costado muchos rompecabezas pero, al final, estamos consiguiendo construir un movimiento de base horizontal, asamblearia y con la transparencia por bandera.

Nuestra forma organizativa es un poco compleja; en primer lugar, están las asambleas locales en cada una de las ciudades que participamos en el movimiento. Estas son las bases decisivas de él, en donde se debaten desde las acciones concretas a desarrollar, la organización de los viernes que salimos a las calles, hasta las decisiones políticas más complejas que se nos plantean. Son abiertas y todo el mundo que quiera participar en el colectivo está más que invitado a venir, debatir y mostrar sus ideas.

A continuación está la asamblea estatal, en la que dos representantes de cada territorio local transmiten las decisiones tomadas por sus asambleas, hasta que se consigue llegar a un consenso entre todas las ciudades. Por último, esta la coordinación internacional, en la que dos representantes de cada país siguen el mismo protocolo que los representantes locales: llevan las decisiones de sus países, debaten fechas de movilizaciones y desarrollan los consensos generales del movimiento.

Desde Fridays consideramos que, aunque sea compleja y en ocasiones nos cueste llegar a consensos, es la forma organizativa más participativa que podemos llevar a cabo. Porque las opiniones de todas son igual de valiosas, merecen ser escuchadas y desarrolladas, ya que en esta lucha no hay jerarquías, sino miles de compañeras dispuestas a poner todos sus esfuerzos ante el gran reto al que nos enfrentamos.

Uno de los mayores potenciales del movimiento reside precisamente en su implicación mundial por parte de millones de jóvenes de todas partes del planeta. El desarrollo de movilizaciones conjuntas (como las global strikes) que convocamos nos ayuda a mostrar que no somos un movimiento que se focalice en una sola cuestión, sino que pretendemos abordar todos los problemas desde las tres perspectivas: local, estatal y global. Asimismo, los pilares básicos del movimiento son los que nos llevan hasta ellas, reivindicando como medida prioritaria y principal la justicia climática, que no solo habla de cómo el cambio climático nos afecta de forma diferente según nuestra localización, edad, género, situación económica… sino que también hace referencia a la responsabilidad de, por ejemplo, los países industrializados frente a los países empobrecidos, pues no es la misma y, por tanto, las medidas que tome cada uno, tampoco pueden ser iguales.

El desarrollo de movilizaciones conjuntas (como las “global strikes”) que convocamos nos ayuda a mostrar que no somos un movimiento que se focalice en una sola cuestión, sino que pretendemos abordar todos los problemas desde tres perspectivas: local, estatal y global.

Por otro lado, el haber establecido el colectivo alrededor de una marca, de una costumbre, de lo que el mismo nombre indica, “viernes por el futuro”, otorga no solo una medida de unión entre todos los países y sus integrantes, sino una medida de presión constante a las instituciones y los pocos negacionistas que aún quedan. Seamos apenas veinte, o seamos miles, prácticamente todos los viernes se puede encontrar en alguna ciudad del mundo un grupo de jóvenes protestando y diciendo a la cara verdades que nuestra sociedad lleva años ignorando. Por supuesto que es agotador salir todos los viernes a protestar, saltarnos clase, sentir esa responsabilidad, pero preferimos vivir cansadas y luchando que resignarnos y comprender que no hay ningún futuro hacia el que partir, que la causa está perdida y que no merece la pena seguir defendiendo la vida. Porque, si destaca dentro del colectivo una herramienta movilizadora y de presión es el demostrar que no vamos a callarnos, no vamos a parar, vamos a seguir poniendo nuestras vidas por delante hasta que toda la sociedad nos escuche, se nos una y se empiece a cambiar el rumbo y la deriva que llevamos.

Y es que, si algo nos caracteriza en Fridays For Future es la insistencia que vamos a mostrar, los lazos que estamos tejiendo y la rabia que tenemos dentro. Porque para una ciudadana anónima, el cambio climático igual no es más que una noticia que oye a la lejanía en la televisión o en algún artículo suelto. Sin embargo, para nosotras, para las que salimos a la calle todas las semanas y luchamos, la palabra emergencia climática se ha convertido en un pilar que, por desgracia, estructura nuestras vidas, nos persigue, nos hace cuestionarnos constantemente el por qué de las cosas, pues tenemos claro que sin futuro, sin planeta, nuestras vidas no tienen sentido. Por ello, la única forma que tenemos de vivir coherentemente es dedicarnos a aquello que nos puede salvar, agarrarnos a un clavo ardiendo y escalar a través de este sistema de injusticias, incultura y productivismo que ataca y se opone a lo único que tiene verdadero valor en este mundo: la vida.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Galego
Manifestación Miles de persoas enchen Compostela cun berro único en defensa da lingua galega
A plataforma Queremos Galego conseguiu aglutinar voces diversas da Galiza social, política e cultural para “parar a emerxencia lingüística” que sofre a lingua propia e así esixir á Xunta “un cambio de actitude”.
Activismo
Activismo Os nove detidos na protesta en apoio a Palestina de Compostela esixen a retirada de tódolos seus cargos
O grupo de activistas, que participou nunha acción de boicot a un Burger King, chama a unha concentración o 19 de febreiro fronte aos xulgados da cidade onde farán a súa primeira declaración nun proceso xudicial que é probable que dure anos.
Galicia
Galicia Los nueve detenidos en la protesta en apoyo a Palestina de Santiago exigen la retirada de todos sus cargos
El grupo de activistas, que participó en una acción de boicot a un Burger King, llama a una concentración el 19 de febrero frente a los juzgados de la ciudad donde harán su primera declaración en un proceso judicial que es probable que dure años.
#47578
17/2/2020 10:52

Movilización por el clima un lunes 10000 jóvenes, puntos para frenar la huella digital:
1.Dejar de usar móviles y tecnología a nivel individual y volver a los sistemas colectivos (cabinas y centros con pc’s como locutorios)
2.Abandonar el uso masivo de internet por su alto impacto y limitar el uso de redes sociales donde mantener nuestros perfiles en centros de datos es un gran impacto

Siguiente movilización 0 asistentes

0
0
Energía
Energía La organización colectiva, el verdadero kit de supervivencia en tiempos de emergencia y caos
Decenas de centros sociales, cooperativas y grupos autogestionados de vecinos en todo Madrid hicieron frente a los embates del parón eléctrico a través de improvisadas iniciativas comunitarias.
Culturas
Opinión Macrofestivales o la romantización del hiperconsumo
No hay macrofestival ético, del mismo modo que no hay banco que piense en las personas. La forma de construir relaciones sociales, así como el lugar desde donde estas se producen son importantes.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
Argentina
Argentina Argentina encadena su destino al FMI por las próximas generaciones
A corto plazo, el nuevo acuerdo permitirá equilibrar el balance de pagos, pero a costa de que la economía se incline hacia la recesión
Tribuna
Tribuna La Lotte en Mont-roig del Camp: ¿Todo vale en nombre de la transición verde?
La construcción de una fábrica de componentes para baterías por parte de una multinacional se quiere imponer en una zona de Tarragona ya históricamente castigada.
Alimentación
Soberanía Alimentaria ¿Cómo hacer más accesible la alimentación sostenible a población en vulnerabilidad?
Existen proyectos en España que están intentado informar, sensibilizar y mostrar buenas prácticas en alimentación sostenible a personas en situación de inseguridad alimentaria, en los barrios o desde la infancia.

Recomendadas

Feminismos
Andrea Proenza “Debemos aproximarnos a nuevos horizontes feministas en nuestra forma de amar”
‘Cartografías del deseo amoroso’ es el título de un ensayo intimista sobre chicas que quieren ser Bravo y buscan no solo el amor, sino un buen relato.
Cómic
Fabien Toulmé “Hablar de trabajo es menos sexy que hablar de amor o de guerra”
En su libro ‘Trabajar y vivir’, el autor francés recorre distintas realidades reflejando cómo las personas se relacionan con ese mandato ineludible de hacerse con un empleo para sostenerse económicamente.
Empresas recuperadas
Natalia Bauni “En este primer año del Gobierno de Javier Milei casi no hubo empresas recuperadas”
Natalia Bauni es coordinadora del Observatorio Social sobre Empresas Recuperadas y Autogestionadas del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.