Cuidados
Alma Sarabia: “Los cuidados y el empleo del hogar deben estar en todas las agendas políticas”

Alma Sarabia, migrante indígena de origen mexicano y extrabajadora interna en condiciones de semiesclavitud durante 10 años, hace un llamamiento a la sociedad valenciana y a las migrantes racializadas para organizarse y participar en el II Encuentro de Trabajadoras del Hogar y los Cuidados que se celebrará en València los días 30 y 31 de marzo.

Alma Sarabia
Alma Sarabia destaca la urgencia de denunciar y rechazar la enmienda 6777 aprobada el año pasado en los PGE

Un gran logro de las activistas migrantes y racializadas del movimiento feminista en València ha sido conseguir visibilizar su lucha en la segunda huelga laboral, de cuidados y de consumo —celebrada el pasado 8 de marzo— mediante la incorporación de sus demandas antirracistas. Por primera vez en la historia, la lucha de las mujeres sin papeles en València fue apoyada por un movimiento masivo que desbordó las calles de València y del Estado español. Como parte de las acciones, miles de mujeres blancas y una pequeña pero potente representación de mujeres racializadas se concentraron frente a la puerta azul del Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de la calle Zapadores para recordarles a las presas que no están solas y que el feminismo será antirracista o no será.

La lucha de las asociaciones de mujeres trabajadoras del hogar y los cuidados es de las más invisibilizadas. Muchas de ellas son o fueron trabajadoras en régimen de internas, sin prestaciones, con mucho miedo a ser deportadas, con presiones para ejercer sexo involuntario, sujetas sistemáticamente a violaciones de sus derechos por parte de empleadoras que a menudo, defiende Alma Sarabia, hacen uso de su privilegio de clase. Las trabajadoras del hogar y los cuidados forman parte de un colectivo con graves dificultades para organizarse por la cantidad de violencias que las atraviesan. Su condición de migrantes, racializadas y pobres las ha obligado a ejercer las actividades de base en la reproducción del capitalismo en plena crisis de modelo civilizatorio.

Sin embargo, han decidido organizarse para liberarse colectivamente y luchar por dignificar su situación. Este 30 y 31 de marzo en València celebrarán su II Encuentro Estatal en el que explorarán vías de lucha e interpelarán a los partidos políticos respecto a sus posiciones. Sobre este encuentro hablamos con Alma Sarabia, extrabajadora interna y externa y actualmente luchadora por los derechos de las trabajadoras del hogar y los cuidados, así como Delegada en Valencia de la Asociación Rumiñahui en València.

¿Cuál es tu experiencia como trabajadora del hogar y los cuidados y tu trayectoria como activista?
Mi experiencia empieza cuando llego en septiembre de 2005 a Madrid, donde empiezo a trabajar en el servicio del hogar como interna. Me cuestionaba mucho el exceso de trabajo, el poco tiempo libre o de descanso que tenía, pero las mujeres que trabajaban en casas vecinas me decían que era normal, que el trabajo era así, pero que por lo menos me ahorraba el alquiler y la comida. Pero no es verdad, se trata de la venta engañosa de una supuesta oportunidad laboral. En realidad es un trabajo que aísla, invisibiliza, mantiene la jerarquía de clase y, en algunos casos, esclaviza a las mujeres.

"El trabajo de interna aísla, invisibiliza, mantiene la jerarquía de clase y, en algunos casos, esclaviza a las mujeres"

Mi activismo se inicia a partir de mi detención en el Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Aluche en Madrid, en junio de 2008. Fui detenida por la policía en las redadas que realizaban en transporte público. Estando detenida, me tocó vivir discriminaciones, insultos y violencia psicológica. A pesar de las graves violaciones que viví en el CIE, quienes peor lo pasaron fueron las mujeres negras que estaban allí encerradas conmigo. Al salir de ahí fue cuando decidí entrar a alguna asociación donde pudiera reivindicar la grave situación en la que vivimos las trabajadoras del hogar y las víctimas del sistema racista. Busqué un espacio donde alguien pudiera escucharme y me ayudara a encontrarle sentido al maltrato que sufrimos las personas encerradas —ya sea haciendo trabajo doméstico o en un CIE— en el Estado español.

¿Cómo está organizado el movimiento de trabajadoras del hogar y los cuidados?
Los movimientos más fuertes están en Madrid, País Vasco y Barcelona. En lo que respecta a las mujeres migrantes, son especialmente vulnerables por no tener documentación y por racismo, así que se aprovechan más fácilmente de ellas, complicando mucho su participación en la lucha organizada. Aún con esta situación, es destacable la alianza que hemos ido desarrollando entre nosotras y las españolas, tanto empleadas de hogar como de otros ámbitos. Teniendo siempre claro que, las que ya no ejercemos el oficio, siempre estaremos un paso detrás de ellas. Es decir, son las empleadas de hogar las portavoces y quienes toman la decisión final.

Las asociaciones ahora mismo son mayoritariamente de mujeres migrantes. Ha habido un relevo por la reconstitución de las cadenas globales de cuidados. Las mujeres mejor situadas, las nativas blancas, han abandonado una parte del trabajo del hogar y en lugar de acordar con sus parejas el reparto de cuidados, o pagarle dignamente a una trabajadora con derechos, optan por explotar a una migrante racializada. De esta manera, apuntalan el sistema racista, clasista y machista.

Las mujeres mejor situadas, las nativas blancas, han abandonado una parte del trabajo del hogar y a menudo optan por explotar a una migrante racializada, apuntalando así el sistema racista, clasista y machista

Desafortunadamente, a las asociaciones integradas sólo por empleadas de hogar y de los cuidados les cuesta mucho acceder a espacios de representación o a subvenciones. Algunas se autogestionan o se suman a redes de trabajo, pero resulta muy complicado en esas condiciones mantener la sostenibilidad de las organizaciones. El problema principal es el tiempo, asistir a asambleas o solicitar subvenciones requiere mucha dedicación y la condición de internas de muchas de ellas lo impide.

¿Cuáles son las principales demandas del movimiento de trabajadoras del hogar y de los cuidados?
Exigimos la igualdad de derechos laborales, que las compañeras tengan derecho al paro, derecho al FOGASA (fondo de garantía salarial) y que se realicen inspecciones de trabajo para garantizar que no haya vulneraciones. Derecho a la prejubilación, jornadas reales de 40 horas, que el trabajo de hogar y los cuidados deje de considerarse un trabajo sin cualificación, pues requiere habilidades muy específicas y que fuera del hogar sí son reconocidas, que se implemente la Ley 31/1995 de prevención de riesgos laborales.

"Exigimos la igualdad de derechos laborales y la profesionalización del empleo del hogar y de los cuidados"

Concretamente, estamos luchando por la profesionalización del empleo de hogar y cuidados. Los cuidados deben estar en todas las agendas políticas y se deben garantizar unas condiciones dignas para el sector. Además de otorgar la residencia legal a las migrantes y de realizar un contrato de trabajo adecuado, para nosotras es fundamental la valorización del oficio, bien a través de la formación o de la experiencia obtenida durante años. No sólo es limpieza, se trata de saber cocinar para una alimentación sostenible, saber responder ante un accidente, cuidado de personas mayores, educación en valores de menores de edad, etc.

¿Qué competencias tiene el Ayuntamiento de València respecto a la situación de las trabajadoras del hogar y los cuidados? 
El trabajo del hogar y los cuidados tal cual está planteado es un pilar que sostiene el sistema, promueve la desigualdad, la precariedad, la explotación laboral, el clasismo y la falta de equidad. La responsabilidad del Ayuntamiento de València en estos aspectos es muy importante. Es su obligación velar por los derechos humanos de este territorio. 

Para que no haya personas por debajo de la línea de los derechos humanos, nos hemos reunido recientemente con tres concejalías del Ayuntamiento —Igualdad, Empleo y Cooperación y Migración— para que se comprometan a trabajar en medidas viables y a corto plazo para visibilizar nuestro sector. Hemos conseguido algunos logros: una campaña de visibilización de nuestro sector, el compromiso de trabajar sobre la profesionalización del oficio y algunos fondos para realizar el Encuentro Estatal.

Este Encuentro Estatal en València tiene dos objetivos principales: visibilizar el trabajo de las asociaciones de empleadas de hogar y cuidados, así como el intercambio de buenas prácticas; y conocer la postura de las candidatas de los partidos políticos —Compromís, Cuidadanos, PSOE Y PP— que están en campaña por la alcaldía de Valencia, respondiendo a dos preguntas muy concretas: “¿Cuál es su posición frente a la enmienda 6777 de los Presupuestos Generales del Estado?” y “¿Qué propuesta viable y a corto plazo proponen para mejorar las condiciones laborales del sector?”

Cuidados
Cinco miradas del activismo de los cuidados

Algunas llegaron hace más de una década, otras aterrizaron este año. Ellas son cinco de las mujeres que, con su esfuerzo, están consiguiendo cambiar las condiciones laborales del sector de los cuidados.


¿Es el movimiento de trabajadoras del hogar y los cuidados feminista? ¿Qué matices incorporarías?
Es feminista, por supuesto, lo que falta es equidad. El patriarcado y el capitalismo se han encargado de dividir a las mujeres también en este sector. Al final, en el trabajo del hogar y los cuidados, es una mujer explotando a otra, haciendo uso de su privilegio de clase.

¿Qué mensaje enviarías a la sociedad civil organizada para apoyar vuestra lucha?
Hay que educar la mirada, no podemos normalizar la explotación laboral, que haya empleadas sin derechos. No podemos normalizar ver a una mujer mayor del brazo de una mujer migrante o llevándola en silla de ruedas, una mujer esperando a un menor en una parada de bus escolar o verlas acompañando al ambulatorio o haciendo la compra... Valoremos el trabajo y apoyemos en las movilizaciones o eventos para que esta sociedad cambie y dé valor al cuidado y al mantenimiento de un hogar. Hay que presionar para que se contrate a las empleadas del hogar igual que se haría en cualquier otro oficio: garantizando sus derechos.

Entre todas debemos hacer fuerza por la ratificación del Convenio 189 de la OIT sobre las trabajadoras domésticas. Es muy importante, ya que el gobierno se vería obligado a igualar los derechos de las trabajadoras del hogar a los demás sectores.

Presupuestos Generales del Estado
El acuerdo entre PSOE y Podemos, regular tirando a malo para las trabajadoras de hogar

El acuerdo presupuestario entre el Gobierno y Unidos Podemos contempla el compromiso de ratificar el Convenio 189 de la OIT a lo largo de 2019. El texto también incluye la creación de dos nuevos tramos de cotización como paso previo a una plena equiparación en derechos con el resto de trabajadores para 2021, algo que los colectivos de trabajo de hogar esperaban para enero de 2019.

De la misma forma, hemos de denunciar y rechazar la enmienda 6777 aprobada el año pasado en los Presupuestos Generales del Estado, la cual ha pospuesto hasta enero de 2024 la equiparación del sistema de cotización de las empleadas de hogar al régimen general de la Seguridad Social. La no ratificación del Convenio 189, así como la enmienda 6777, evidencian claramente una pasividad de actuación del Estado español ante las trabajadoras del hogar y de los cuidados, cuyo trabajo es esencial para la reproducción de la vida.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Euskal Herria
Euskal Herria Señalan la inacción del Gobierno vasco en cuidados públicos y su intento de apropiación del discurso feminista
“Queréis robarnos el discurso sin hacer ningún planteamiento real”, ha advertido el movimiento feminista de Euskal Herria en referencia a los Pactos de Cuidados presentados por el Gobierno vasco y navarro.
Campo de cuidados
Campo de cuidados Caldo de gallina
Una reivindicación de la sanación en la memoria, en la comunidad y en las letras.
Política
Lawfare ¿Qué decisiones puede tomar Pedro Sánchez tras amagar con dimitir?
Tras el anuncio del presidente, se abren varias posibilidades que no se resolverán hasta el lunes: ¿Una moción de confianza? ¿La convocatoria de elecciones? ¿Un cambio de marco? ¿Dimitir y dar el salto a la presidencia del Consejo Europeo?
Medios de comunicación
Opinión ¿Y qué esperabas, Pedro?
Los gobiernos de derechas llevan años alimentando con dinero público a sus medios afines que esparcen bulos y manipulan sin que el Gobierno haya hecho nada para evitarlo.
Opinión
Opinión Cuando la mierda nos come
El panorama mediático se ha convertido en una amalgama de espacios a cada cual más insano. Basura fabricada por gabinetes ultras, aceptada por jueces afines y amplificada por pseudomedios de propaganda regados con dinero público. Hay que pararlo.
Sanidad pública
Ribera Salud Hospital del Vinalopó: el último rehén de la privatización del PP valenciano
La vuelta del PP al gobierno valenciano ha supuesto un balón de oxígeno para la principal beneficiaria de la privatización sanitaria, que mantendrá la concesión de Elx-Crevillent a pesar del malestar social.

Últimas

Portugal
Portugal Cuando los campesinos portugueses tomaron la tierra… y la contrarrevolución se la despojó a tiros
Tras el 25 de abril de 1974 una ola de ocupaciones agrícolas impulsó en Portugal una profunda reforma agraria que los gobiernos socialistas y conservadores tardarían más de una década en desmontar.
Derechos Humanos
Libertades y derechos Amnistía Internacional acusa al Estado de no investigar casos graves de violación de los derechos humanos
El informe anual de esta organización de derechos humanos denuncia “la persistente falta de rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado español”.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Portugal
Memoria histórica 50 años del 25 de abril: la reforma agraria
Cuando se cumple medio siglo de la Revolución de los Claveles este catedrático y corresponsal de prensa en Portugal entre 1974 y 1975 relata una de las caras menos conocidas de este proceso histórico: la reforma agraria.
Más noticias
Medio ambiente
Minas en Andalucía La sinrazón de los vertidos mineros al Guadalquivir
Se cumplen 26 años del vertido minero desde la Mina de Aznalcollar al Río Guadiamar en abril de 1998. Ahora, los nuevos proyectos de vertidos mineros desde las minas Cobre-Las Cruces y Aznalcóllar-Los Frailes vuelven a poner en peligro la zona al no haber tenido en cuenta las características del lugar.

Recomendadas

Derechos reproductivos
Luciana Peker y Cristina Fallarás “El aborto se ha apartado del relato feminista porque genera consenso”
Las periodistas Cristina Fallarás y Luciana Peker forman parte del grupo motor de una campaña europea que quiere blindar el derecho al aborto mediante una iniciativa ciudadana que necesita un millón de firmas para llegar a ser debatida.
Música
Música Aprendiendo filosofía con el punk patatero de La Polla Records
Los cáusticos esputos lanzados por Evaristo en las canciones de La Polla Records contenían materia adecuada para hablar de filosofía política en el instituto. Así lo entiende el profesor Tomás García Azkonobieta, autor de ‘La filosofía es La Polla’.
Pensamiento
Kristen Ghodsee “Necesitamos soluciones que podamos llevar a cabo sin la ayuda del Estado”
Esta escritora y etnógrafa estadounidense explora experiencias utópicas del pasado y del presente en su último libro ‘Utopías cotidianas’ (Capitán Swing, 2024).