Coronavirus
“Esto es un atraco”: la sociedad civil clama contra el precio del tratamiento de Gilead para el coronavirus
Cuesta 520 dólares la dosis, se basa en el medicamento remdesivir y está patentado por el laboratorio Gilead. Al anuncio por parte del laboratorio ayer lunes, 29 de junio, de que se había llegado a un tratamiento con un coste aproximado de 3.120 dólares por persona en Estados Unidos, le han seguido las críticas. Se cuestiona su efectividad —se ha dicho que los estudios no avalan los resultados que Gilead ha presentado— pero, sobre todo, su precio.
La organización estadounidense Public Citizen ha encabezado las protestas. Se basan en una estimación realizada en mayo por la agencia, que calculó que los contribuyentes estadounidenses ya han contribuido con 70 millones de dólares al desarrollo del fármaco. Por eso, dicen, la compañía debe rebajar sustancialmente el precio de venta de remdesivir: de los más de 390 dólares que quiere ganar a un euro por dosis.
El senador Bernie Sanders, referente de la izquierda norteamericana y aspirante en dos ocasiones a la candidatura demócrata, defendió que el tratamiento debe ser gratis para todo el mundo
El senador por Vermont, Bernie Sanders, referente de la izquierda norteamericana y aspirante en dos ocasiones a la candidatura demócrata, defendió en su cuenta de Twitter que el tratamiento para el coronavirus debe ser gratuito para todo el mundo. Sanders criticó el aumento de precios por parte de Gilead, que ha establecido dos escalas, según si el comprador es una agencia gubernamental (390 dólares) o si son hospitales u otros actores no gubernamentales (520). Los dos tramos solo son efectivos en EE UU, fuera de sus fronteras, el medicamento tendrá un precio único para los Gobiernos que accedan a él, 2.340 euros si se administran seis viales.
Peter Maybarduk, director de Public Citizen, ha calificado como un desprecio y una falta de respeto el anuncio por parte de Gilead y ha cargado contra la administración de Trump, que debía haber controlado que el tratamiento fuese asumible para el conjunto de la población. El medicamento seguiría siendo extremadamente rentable para Gilead, apuntó, incluso si su precio fuese de 310 dólares la dosis.
Fuera de Estados Unidos, remdesivir costará 390 por dosis, para un tratamiento completo que se sitúa en torno a los 2.000 euros por persona. En mayo, investigadores de la Universidad de Liverpool calcularon que el coste de manufacturar remdesivir —con un coste razonable para la empresa— es menor de un euro por dosis.
“A pesar de los fuertes subsidios, las agencias federales no han afirmado los derechos de patente sobre el medicamento de Gilead, potencialmente una terapia de gran éxito con un valor de miles de millones de dólares”, relató el Washington Post el pasado más de mayo. “Eso significa que Gilead tendrá pocas restricciones al margen de la presión política cuando establezca un precio en las próximas semanas. Los críticos instan a la administración Trump a adoptar un enfoque más agresivo”, explicó el Post. Las pocas restricciones que señalaba entonces el diario se han plasmado en el anuncio de ayer, un escándalo: “Un atraco”, según publicó en su cuenta de Twitter la organización Public Citizen.
En la UE, la sociedad civil también ha reaccionado al intento por parte de Gilead de monopolizar el fármaco. 150 organizaciones encabezadas por Médicos Sin Fronteras han publicado varias comunicaciones en las que expresan su preocupación por el uso de la patente de remdesivir y solicitan que el fármaco sea proporcionado a precio asequibles. La última, el 26 de junio.
El remdesivir se desarrolló inicialmente como tratamiento para el ébola y el VIH entre los años 2013 y 2017 por parte de la compañía Gilead Sciences. También se ha utilizado para el tratamiento de Marburg —enfermedad hemorrágica—, el MERS y el SARS —los dos últimos de la familia del coronavirus—.
Para su desarrollo, la farmacéutica Gilead recibió subvenciones por al menos 70 millones de dólares contando solo las aportaciones de las instituciones estadounidenses
Para su desarrollo, Gilead recibió subvenciones por al menos 70 millones de dólares solo contando los aportados por las instituciones estadounidenses, según se señala en una carta enviada el pasado 30 de marzo por medio centenar de organizaciones civiles relacionadas con la sanidad en Estados Unidos.
Esta carta fue enviada al director ejecutivo de la compañía, Daniel O’Day, después de que la Agencia de Alimentos y Medicamentos estadounidense ofreciera a Gilead el monopolio sobre la venta de remdesivir por otros 20 años. Médicos sin Fronteras ha recordado durante la pandemia que Gilead aún no se ha comprometido a no hacer cumplir sus patentes a nivel mundial.
La compañía Gilead, que comparte nombre con la dictadura ficticia de la novela distópica El cuento de la criada, ha sido una de las vencedoras de la crisis del coronavirus en los mercados. Un estudio del blog AskjeBloggen estima que ha aumentado su valor bursatil en 15.700 millones dólares desde el comienzo de la pandemia. En la actualidad, su valor es de 101.000 millones, cuando en enero era de 79.000.
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Aunque no hay un tratamiento específico, a día de hoy se están realizando decenas de ensayos sobre la efectividad de varios fármacos ya existentes en el tratamiento del coronavirus. La mayoría de ellos son productos de las grandes empresas farmacéuticas, que tienen el monopolio sobre su fabricación y que venden cada dosis a altos precios.
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