‘Amanecer rojo’, la paranoia recurrente

El 10 de agosto se cumplieron 35 años del estreno de ‘Amanecer rojo’, una ocasión para revisitar la película de John Milius que condensaba muchos de los temores y fantasías violentas de la derecha estadounidense de entonces, pero también de la de hoy.

Amanecer Rojo
Fotograma de "Amanecer rojo"

Amanecer rojo (John Milius, 1984) comienza con un prólogo en el que se expone un cuadro de turbulencias políticas: una mala cosecha en la URSS, disturbios en Polonia, la extensión de gobiernos socialistas por toda América Central, la victoria en Alemania occidental de Los Verdes que exigen una retirada de las armas nucleares del continente. “Los Estados Unidos resisten en solitario”. A partir de aquí la película no se entretiene en más prolegómenos y narra la invasión de EE UU por una alianza entre soviéticos, cubanos y nicaragüenses desde la perspectiva de un grupo de alumnos de un pequeño municipio de Colorado que decide librar una guerra de guerrillas contra los ocupantes. Al final de la película vemos la roca en que se reunió por primera vez el grupo convertida en monumento nacional, lo que da a entender que, gracias a su ejemplo, los estadounidenses consiguieron ganar la Tercera Guerra Mundial.

A pesar de contar con Patrick Swayze, Charlie Sheen o Jennifer Grey entre sus intérpretes, la película de Milius —una de las más violentas de la era Reagan (una organización contabilizó 134 actos violentos por hora, o unos 2,23 por minuto)— no obtuvo buenos resultados en taquilla y tampoco en la crítica, que deploró su carácter reaccionario. “Sabía que Hollywood me condenaría por ella —explicaría más tarde su director en un documental sobre el film—, que sería visto como un belicista conservador desde entonces, incontrolable e incorregible”.

Habiendo sido responsable del guión de Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979) y dirigido Conan el bárbaro (1982), la carrera de Milius entró después en un declive del que fue ocasionalmente rescatado para mejorar los guiones de otros, como ocurrió con La caza del octubre rojo (John McTiernan, 1990). Sin embargo, la película dejó, como veremos, una profunda huella, y ello en una década repleta de producciones marcadamente anticomunistas y con retratos esquemáticos de los rusos tanto para el cine como para la televisión, la mayoría de ellas hoy olvidadas: World War III (David Greene y Boris Sagal, 1982), Firefox (Clint Eastwood, 1982), Rocky IV (Sylvester Stallone, 1984), Rambo II (Sylvester Stallone, 1985), Invasion USA (Joseph Zito, 1985), Amerika (Donald Wrye, 1986) o Rambo III (Peter MacDonald, 1988).

Como recuerdan Michael J. Strada y Harold R. Troper en Friend or Foe? Russians in American Film and Foreign Policy 1933-1991 (Scarecrow Press, 1997), la avalancha fue tal que el secretario de la Unión de Escritores Soviéticos, Genrikh Borovik, acusó a Hollywood de atizar “el odio y el miedo” y el viceministro de Cultura, Guiorgui Ivanov, lamentó que se propagase “la idea de que solamente se puede negociar con un ruso a punta de pistola”.

Las acusaciones políticas de los críticos no carecían de fundamento: los protagonistas de Amanecer rojo alcanzan la madurez a través del “bautismo de fuego” de las armas, y la propia película puede ser vista como una reivindicación de la “América real” frente al resto del país y una Europa —un continente traicionero y débil para la derecha estadounidense— que, según aclara un coronel, se ha declarado neutral a raíz de una moción del Bundestag controlado por Los Verdes (¡cómo cambian algunas cosas!), a excepción de Reino Unido, a la sazón gobernado por Margaret Thatcher. Amanecer Rojo era, por cierto, la película favorita de Timothy McVeigh, el autor del atentado de Oklahoma de 1995.

“Miedo neurótico”

Más interesante resulta el escenario de invasión. Siegmund Freud habló de “miedo neurótico” para describir una situación en la que no existe ningún peligro real que pueda llegar a suponer una amenaza para la existencia del sujeto, pero por el que la persona comienza a experimentar inseguridad y a fantasear con que algo puede sucederle sin saber exactamente el qué ni qué es lo que le produce el miedo.

Con estas visiones apocalípticas —que se remontan, como es sabido, a la década de los cincuenta tras el lanzamiento del primer Sputnik—, la industria cultural estadounidense, más que contra un enemigo que no tiene capacidad real de invasión, se vacuna contra toda posibilidad de un repunte de la lucha de clases en su propio país.

La respuesta, en cualquier caso, asume irónicamente una forma de resistencia popular contra el invasor, una suerte de inversión de papeles de las películas de Vietnam. Y también una deformación: las frecuentes imágenes de infraestructuras de conocidas multinacionales dañadas son una cruda asociación que vincula el capital privado con la nación estadounidense, hasta el punto de confundirse en una y sola misma cosa, recordando la vacilación del Coronel Bat Guano en Dr. Strangelove (Stanley Kubrick, 1964), cuando este se negaba a disparar a una máquina de Coca-Cola para conseguir una moneda con la que realizar una llamada telefónica y evitar, así, el estallido de una Tercera Guerra Mundial porque la destrucción de una máquina de refrescos podía ser calificada de grave violación de la “propiedad privada”.

En otra de las escenas de Amanecer rojo aparece un campo de prisioneros en el que se emiten películas para el “lavado de cerebro” de los internos en las que se habla, entre otras cosas, del carácter republicano-democrático de los padres fundadores como si fuera una invención de la propaganda soviética y no un hecho documentado por los historiadores.

La historia, con sus avances y retrocesos, ha seguido su paso y hoy la paranoia de Amanecer rojo vuelve a ser actual: la cobertura simplista y maniquea de Rusia en los medios occidentales de estos últimos años —y, obviamente, su reflejo en la industria cultural— lo atestigua.

Además, de manera evidente, en ella se inspiran —e incluso toman la icónica escena de los paracaidistas soviéticos descendiendo sobre suelo estadounidense— el videojuego World in Conflict (2007) y su secuela, World in Conflict: Soviet Assault (2009), ambos de Massive Entertainment, en los que la URSS, antes de ceder a su desintegración, decide iniciar una invasión de Europa y EEUU con el apoyo de China. El propio Milius colaboró en el desarrollo de otro videojuego, Homefront (Kaos Studios, 2011), en el que EEUU se enfrenta a una invasión norcoreana. La compañía le obligó a modificar el enemigo de chino a norcoreano por miedo a que afectase las ventas en ese país.

Al año siguiente, el remake de Amanecer rojo, dirigido por Dan Bradley y con Chris Hemsworth como protagonista, se vio forzado a realizar el mismo cambio una vez finalizado —sustituir digitalmente las banderas y propaganda norcoreana costó un millón de dólares— por la misma razón, a pesar de la imposibilidad evidente de una invasión norcoreana, incluso con apoyo ruso. El fime pinchó en taquilla y cosechó peores críticas que su predecesor, y llegó a obtener una nominación a los Premios Razzie. El dato picante: en la primera versión del remake, Beijing reclamaba a EEUU el pago de los bonos del tesoro en su posesión (entonces valorados en 1,3 billones de dólares) y, al no poder satisfacer la demanda, los invadía.

Cine
Lo que aprendimos sobre política exterior viendo películas de los 80
El cine de acción reaganista proyectó una mirada esquemática, simplista, casi carnavalesca, de la realidad internacional.
Cargando valoraciones...
Ver comentarios 1
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Diversos fondos de origen israelí están presentes en proyectos urbanísticos de Málaga influyendo en la turistificación de la provincia mientras se enriquecen con la ocupación de Palestina
Región de Murcia
Belinda Ntutumu
“La violencia racista no parará mientras Vox pueda presentarse a elecciones”
La cofundadora de Afromurcia señala a los discursos de Vox como causantes de la violencia racista de Torre Pacheco y califica de “laxa” la respuesta institucional: “Deberían haber impedido que los disturbios continuaran durante tres días”.
Palestina
La coordinadora europea contra el antisemitismo dice que los informes sobre la hambruna en Gaza “son rumores”
Katharina von Schnurbein es la encargada de proteger a Israel en las discusiones que esta semana tienen lugar sobre el acuerdo preferencial que la UE tiene con el Estado sionista.
Palestina
Más de mil caras conocidas de la cultura exigen al Gobierno que cese la venta de armas a Israel
Una carta dirigida al presidente del Gobierno por más de mil profesionales de la cultura considera que “mantener los negocios armamentísticos con Israel es complicidad activa con el genocidio”.
El Salto n.79
La celulosa o la vida: periodismo situado y lucha social para frenar un ecocidio
El jueves 17 de julio os esperamos en el CS “A Nubeira” de Vigo para presentar el último número de la revista El Salto.
Castellón
El BDS Castelló pide al FIB que facilite la devolución de entradas por su vinculación con KKR
El BDS y la Plataforma Castelló per Palestina piden al festival que se desvincule del fondo y que adopte un compromiso público para incluir el respeto por los derechos humanos palestinos en sus protocolos éticos.
Opinión
Torre Pacheco: el síntoma de un sistema agroexportador podrido
Se podría hacer un mapa de la llamada conflictividad social migrante y coincidiría, casi matemáticamente, con el de los polos agroexportadores.
Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Después de un año de trabajo, lanzamos en julio la nueva web de El Salto, con un nuevo diseño, pero, sobre todo, con una nueva Zona Socias llena de ventajas para las personas que hacen posible El Salto con su apoyo.
Violencia machista
El 30% de los feminicidios íntimos se producen en verano pero no es el calor, es el patriarcado
El Ministerio de Igualdad convocó la semana pasada un comité de crisis tras los nueve asesinatos de mujeres por sus parejas o exparejas en junio. ¿Qué pistas da este dato sobre cómo orientar las políticas públicas?

Últimas

Opinión
Cuando una huertana llora: saquen sus racistas manos de nuestra región
Me aterra pensar que lo que ha sucedido en Torre Pacheco es el comienzo de algo peor, que es el primer síntoma de una enfermedad que hemos permitido que campe a sus anchas por nuestras regiones.
Análisis
La crisis por el ‘caso Cerdán’ empuja al PP y Vox por encima de los 200 escaños
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) señala una caída del PSOE, que apenas aprovechan los partidos a su izquierda, y un aumento de votos en la mayoría de PP y Vox
Cómic
Gotham como estado mental
Que Batman es el personaje del cómic de superhéroes más icónico del último medio siglo es algo a lo que también contribuye una iconografía del mal como forma urbana a la que responde la ciudad de Gotham, un estado mental en sí mismo.
Opinión
Día Internacional de las Personas No Binarias: no pedimos nuevos derechos, exigimos los que tenemos
Varios tratados internacionales permiten una interpretación favorable a reconocer a las personas no binarias. El Estado español incumple su deber de protección de estas personas.
Estados Unidos
Donald Trump amenaza a la Unión Europea con aranceles del 30% a sus productos a partir de agosto
Ursula von der Leyen ha respondido al anuncio de Trump insistiendo en la vía del diálogo pero anunciando que “tomarán todas las medidas necesarias para salvaguardar" sus intereses
Más noticias
Murcia
Colectivos antirracistas denuncian la impunidad de la ultraderecha en Torre Pacheco, donde sigue la violencia
En la localidad murciana se ha producido una segunda jornada de violencia racista, ultraderechistas de otros territorios se han unido a las “patrullas” para “limpiar España”.
Economía social y solidaria
¿Dónde está la juventud en la Economía Social y Solidaria? Un relevo que se teje entre retos y oportunidades
Cada vez más jóvenes se acercan buscando formas de vida y empleos coherentes con sus valores. Sin embargo, su participación sigue enfrentando barreras: precariedad, estructuras poco flexibles y falta de relevo real.
Río Arriba
Javier Guzmán: “Desde la izquierda falta la visión de que el derecho a la alimentación es un tema básico”
Nueva entrevista de Río Arriba en formato podcast donde hablamos de soberanía alimentaria, políticas públicas relacionadas con la alimentación, tratados de libre comercio y sus efectos sobre la agricultura, ganadería y alimentación.

Recomendadas

Feminismos
Patricia Reguero
“Mis relatos están escritos al lado de otras, arropada por la escucha de otras”
Patricia Reguero Ríos, redactora de El Salto, presenta ‘Todo lo que pasó el día que me mordió mi hija’ (La Imprenta, 2025), un conjunto de relatos que desde lo individual apelan a lo colectivo y que se devoran con una mezcla entre ansiedad y placer.
LGTBIAQ+
Mana Muscarsel
“La amistad da más juego para salir de la lógica de la familia porque tiene menos reglas"
La autora y psicóloga argentina pone en valor la amistad frente a los modelos relacionales centrados en la pareja y la familia. Tampoco le interesa la familia elegida: “Marca una línea muy clara entre lo que pertenece y lo que no”.
Barcelona
El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona
La red de reciclaje en Barcelona es de una complejidad casi hermética, más aún si hablamos de los recicladores informales, más conocidos como chatarreros. Salimos a la calle a entender una economía sumergida que está a la vista de todos.
Medios de comunicación
El futuro del periodismo no lo está escribiendo una máquina
El periodista Pablo Mancini, estratega dentro de The Washington Post, defiende una profesión aquejada de múltiples problemas. El primero, y más crucial, la deserción de miles de personas que ya no quieren estar informadas.
Comentarios 1

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...