Catalunya
Qué jodido el destino

Se cumplen cuatro años del homicidio de Juan Andrés Benítez a manos de los Mossos d'Esquadra.

Paliza_Juan Andres Benitez
Captura del video del momento de la paliza en el Raval a Juan Andres Benitez por parte de los mossos
Marc Almodóvar
5 oct 2017 13:44

Qué jodido el destino.

Mientras no paro de recibir whatsapps de familiares loando a los Mossos, tirando florecillas a la policía catalana y viendo en manifestaciones cómo se les llenan los coches de claveles y se les aplaude con energía, llega el 6 de octubre.

Y a uno no se le borra de la retina.

Madrugada del 6 de octubre de 2013.

Calle Aurora. Barrio del Raval. Barcelona.

Ocho policías de los Mossos d'Escuadra placan a un vecino. Lo reducen violentamente. Durante 12 minutos lo golpean, le pegan porrazos y lo apalean con los pies. Lo que viene siendo una paliza, vaya. Parada cardíaca. Llega la ambulancia. Lo trasladan al Clínic. 3 de la madrugada. Demasiado tarde. El hombre muere.

Hoy hace exactamente cuatro años de la muerte de Juan Andrés Benítez a manos de los Mossos d'Escuadra.

Los vídeos de la brutal paliza se viralizaron en poco tiempo.

Las calles reclamaron justicia.

En mayo de 2016, seis de los agentes serían condenados por esos hechos tras un pacto entre la Fiscalía, la acusación particular y la Asociación Catalana para la Defensa de los Derechos Humanos, representante de la acusación popular. Una sentencia histórica pero que supo a poco para mucha gente. Los agentes aceptaron los cargos, se les condenaba a dos años de cárcel, destierro del Raval y suspensión de empleo y sueldo y a siete de prohibición de ejercer de policía de calle. Pero se libraban de la cárcel.

El abogado de la defensa, el ex-Fuerza Nueva Fuster-Fabra, alegaba entre sonrisas que “los agentes no se reconocen culpables pero se han visto obligados a ello para forzar el acuerdo”. Dos policías más aceptaron haber obstruido el trabajo de la Justicia al haber borrado con agua la mancha de sangre que el cuerpo de Benítez dejó sobre el asfalto de la calle Aurora y al haber coaccionado a una vecina para que borrara el vídeo en el que había grabado lo sucedido. Interior, es decir, todos, asumía los 150.000 euros de indemnización a los familiares de Benítez.

Pese a confirmarse su autoría, ahora hace justamente un año sabíamos que el Govern, ya en manos de Puigdemont, también decidía archivar los expedientes disciplinarios internos y evitaba, como pedían los movimientos sociales en la calle y las CUP en el Parlament, la expulsión del cuerpo policial de los asesinos de Juan Andrés. Es decir, que la próxima primavera, en menos de nueve meses, los seis asesinos confesos de Juan Andrés Benítez volverán a formar parte del cuerpo catalán de policía.

Qué jodido el destino.

Aunque lo cierto es que si no hubiera sido esta fecha, hubiera sido otra. Desde las cargas de plaza Catalunya un 27 de mayo de 2011 a la pérdida de un ojo de Ester Quintana un 14 de noviembre de 2012. O cada una de las huelgas generales, los encapsulamientos policiales, los desalojos, los montajes y redadas sin orden judicial o las persecuciones. Pandoras, Parlament, los 11 del Raval...

Difícil encontrar fechas sin funesto recuerdo. Como el brutal desalojo de una familia del Clot el 25 de julio de 2011. O el 11 de agosto de 2015, cuando Mor Sylla murió al caer de un balcón huyendo de un operativo contra el top manta. O el 31 de julio de 2013, cuando Yassir el Younoussi perdió la vida en la comisaría de El Vendrell.

Porque la desgracia de los Mossos en el caso de Benítez fue, precisamente, la existencia de pruebas claras y, sobre todo, que Juan Andrés fuera un empresario, miembro fundador de la Asociación Catalana de Empresas para Gays y Lesbianas, con una red social fuerte. Una red que permitió empujar para exigir justicia. Decenas de juanandreses se han quedado en el limbo por, precisamente, ser unos nadies. Desde Yassir en el Vendrell a Mustapha el Marrakchi en Manresa, que en 2011 murió bajo custodia policial tras una detención por no tener papeles.

Jodido el destino.

Ahora que vivimos en esta especie de luna de miel con la policía catalana, iniciada tras los atentados del 17 de agosto y con el unánime aplauso a las ejecuciones extrajudiciales de los presuntos autores, tiene que llegar el 6 de octubre.

Y acordarnos de Juan Andrés.

Y acordarnos también de Yassir, Mustapha, Youssef, Alfons, Víctor...

“Fuera la Guardia Civil, aquí solo queremos que nos peguen los Mossos”, reza una irónica pintada en las calles de Barcelona. Y parece dolorosamente cierta.

Esto se ha vuelto muy loco. Reconozcámoslo. Gente con la camiseta del mayor Trapero, el máximo responsable de los Mossos, a quien la Fiscalía parece ahora querer entronar como héroe procesista citándolo como imputado por presunta sedición. Cadenas de mensajes citando “lo pide Trapero”, “lo piden los Mossos”, como mantra de orden. Aplausos a los uniformados. Yo esto ya lo viví en Egipto y no acabó bien, compañeros. Aquí, donde no deja de ser una guerra de relatos, no solo se combate el Estado, el régimen del 78. También se combate la hegemonía interna. Y hoy parece más necesario que nunca hacerlo. Si no, estaremos jodidos. Aplastados entre dos mastodontes.

Hay que reconocer la gran tarea que está haciendo el gabinete de comunicación de los Mossos. Hasta ahora comedidos, midiendo hasta la última coma, controlando todo el relato mediático y visual. Eso fue lo que les labró el apoyo tras los atentados. Y eso es lo que les está salvando también ahora. El procesismo llega a entronar a los Mossos sin siquiera plantearse que su cuerpo cerró 227 colegios el domingo y la Policía Nacional y la Guardia Civil juntos, 90. Sin heridos. Cierto. Lo cual solo plantea en qué actitud trabajaron unos y otros el domingo.

Porque para un funcionario como un policía, lo único que le permite reventarle la cabeza al que tiene delante es el mecanismo de anulación del otro. El creer que es un terrorista, un ilegal, un rojo separatista o un morodemierda aunque venga del Perú. Que no es persona, vaya. Solo anulando a quien se tiene delante se puede actuar creyendo que se cumple con el deber, volver a casa y jugar con los niños tranquilamente.

Los Mossos sabían que si actuaban con violencia ante una movilización heterogénea y masiva como la del domingo, luego tendrían enormes problemas para volver a salir a la calle. Los policías traídos de la península para reprimir esto, no. Las imágenes que nos llegan hoy de Pineda de Mar, con los abrazos entre mossos y policías nacionales, con los intercambios de escudos, son la viva imagen de la cordialidad entre cuerpos. No nos engañemos.

Me parece kafkiano tener que volver a hacer pedagogía con algo que para muchos es tan básico. Pero es lo que tiene un movimiento de masas. Con tanta gente que es la primera vez que se levanta del sofá. Volvemos a aquello de la revoluciones puras. En Catalunya, tristemente, sabemos que a un mosso no le tiembla el pulso cuando quiere repartir.

Que se lo cuenten a Juan Andrés. Y a Yassir. Y a Mustapha. Y a Youssef...

Jodido el destino, eh.

Bueno, de jodido nada. Démosle las gracias por no olvidar de dónde venimos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Catalunya
Derecho a la vivienda La “revuelta de las llaves” echa a andar con tres huelgas de alquileres en Catalunya
Tres promociones de vivienda deciden ir a la huelga de inquilinos, una de las medidas defendidas por las manifestaciones del 13 de octubre y el 23 de noviembre en Madrid y Barcelona para hacer frente a los alquileres impagables.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Una manifestación histórica contra los precios inalcanzables del alquiler colapsa Barcelona
Más de 4.000 organizaciones y 60 comités han hecho un llamamiento masivo para unirse a esta marcha que ha desbordado el centro de la ciudad desde antes de las cinco de la tarde.
Maribel
8/10/2017 1:20

Gracias por el artículo....hoy en día la transparencia es un bien muy preciado....Y me gustaría añadir el caso de " Ciutat Morta".

2
0
#717
7/10/2017 21:02

Gracias, escribiste el artículo que yo hubiese querido escribir pero mejor.

1
0
Iñigo Arispe
5/10/2017 23:55

En los Mossos hay asesinos en potencia como en todos los cuerpos policiales. Como en todos los ejercitos...como en todos los gobiernos.
¿Es hoy el día para hablar de los Mossos cuando en menos de una semana el Estado terminará de anular los derechos civiles del pueblo de Cataluña?.
¿Cuando el Estado represor de va a perpetuar otros cuarenta años en el poder?.

4
14
Andres A
5/10/2017 23:40

J...der que bueno ojala lo lean mucho, yo pensé lo mismo que tú (no con tantos casos) cuando la gente se "tiraba en brazos" de los mossos, tenía más presente en la retina el desalojo de plaza de cataluña, que dieron bastante más y nadie se acordaba y yo si, que estuve en sol solidarizandome con la gente que les habían dado pero bien...

Saludos desde Madrid

14
0
Jordi
5/10/2017 22:15

Amén

1
0
matriouska
5/10/2017 17:37

Así es la vida, llena de contradicciones. Por eso es importante que el buen Periodismo y artículos como este las señalen. ¿O acaso no va de eso el Periodismo?.
Gracias

23
0
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.

Últimas

Más noticias
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.

Recomendadas

Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.