Crisis climática
Las cuatro olas de la sostenibilidad del siglo XXI

Utilizando como inspiración la teoría de las olas de sostenibilidad, podemos dividir el siglo XXI en cuatro grandes etapas: Filantropía y Vocación, Compromiso y Planificación, Ajuste y Transformación, y Estabilización y Equilibrio.
COP25 191203 - 3
COP 25: De izquierda a derecha, las representantes de Amigos de la Tierra, Rezero, Alianza Resiudo Cero, Retorna y Fundación Basura Cero David F. Sabadell
Economistas sin Fronteras
20 feb 2024 07:00

Podría comenzar este artículo explorando la disfunción de nuestro sistema económico, señalando la necesidad de una transición sostenible, de llevar a cabo una reforma o de ser repensado. Sin embargo, dada la abundancia de informes científicos, libros divulgativos y artículos que ya mencionan estos términos, es probable que los lectores ya tengan una idea al respecto. Prefiero centrar este artículo en explorar como será el desarrollo de dicha revolución -un tema también manido pero aún bastante incierto-.

Con esta perspectiva, utilizando como inspiración la teoría de las olas de sostenibilidad, podemos dividir el siglo XXI en cuatro grandes etapas, cada una con sus características particulares en cuanto a la integración de la sostenibilidad por parte de nuestras instituciones, organizaciones y ciudadanos.

Tratando de dejar de lado la mera especulación futurista, este análisis se fundamenta en la construcción de un escenario simplista que recoge cómo los diversos objetivos regulatorios, eventos climáticos y disrupciones sociales podrían desencadenar cambios de paradigma, influyendo en nuestra forma de vivir y tomar decisiones.

Punto de partida: Ciclos de Innovación y Olas del Siglo XX.

Para comprender las dinámicas del futuro, es crucial echar un vistazo al pasado. Schumpeter, con su teoría de destrucción creativa, sostiene que hay ciclos de actividad económica vinculados al surgimiento de diversas innovaciones. Basándose en esta premisa, Neufeld divide el periodo 1785-2020 en seis olas, desde la invención de la máquina de vapor hasta la llegada de la inteligencia artificial.


En el campo de la sostenibilidad, John Elkington identifica tres grandes “olas”: la primera durante la Guerra Fría, con el movimiento hippie y el Mayo del 68 francés; la segunda con la extensión de las economías de mercado; y la tercera a partir del nuevo siglo, caracterizada por movimientos antiglobalización y cumbres internacionales centradas en el medio ambiente.

La conclusión de estos análisis históricos es que agrupar momentos con características similares facilita el análisis y contribuye a esbozar el futuro, y pone el punto de partida de este análisis en la tercera ola de Elkington.

Rumbo a 2.100: cuatro olas de sostenibilidad.

El año 2015 se erige como un hito en la historia de la sostenibilidad, marcado por la COP 21 y la firma del Acuerdo de París, así como el lanzamiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible(ODS). Antes de este momento, la sostenibilidad era un tema relevante -especialmente para la comunidad científica-, pero, en general, abordado desde una perspectiva vocacional o filantrópica. Sin desprestigiar todos los hechos influyentes que ocurrieron antes de esta fecha, las acciones por responder a problemas relacionados con la sostenibilidad eran más altruistas -por ejemplo, cortar los anillos de plástico de las latas de refresco para proteger a los delfines- que sistémicas -como repensar nuestros sistemas alimentarios y el ciclo de vida en nuestro modelo productivo-.

Las decisiones sostenibles, en este periodo que podemos considerar como la “Ola 0”, pues se puede considerar una extensión de la última etapa del siglo XX, se basaban en la filantropía y la vocación de cambiar el mundo, sin esperar beneficios tangibles para las administraciones o las organizaciones a corto plazo más allá de una mejora de la imagen corporativa.

Sin embargo, desde 2015, la sostenibilidad ha adquirido un nivel de relevancia superior. Esta “Ola 1” está caracterizada por los compromisos y la planificación hacia una economía diferente. Es evidente que la sostenibilidad debe integrarse en la toma de decisiones y, para ello, se están comenzando a mover las piezas para que sea integrada de manera sistémica en nuestros procesos.

Desde 2015 la sostenibilidad ha adquirido un nivel de relevancia superior. Esta primera ola está caracterizada por los compromisos y la planificación hacia una economía diferente.

Sin embargo, nadie espera un mundo de emisiones netas en un horizonte cercano y, entre otros aspectos, aún se necesita más cooperación global, herramientas para decisiones informadas y alternativas sostenibles en los mercados. Además, por ahora, hay una visión de túnel hacia la neutralidad de carbono y el resto de temas, especialmente más allá del ámbito ambiental, todavía no han adquirido tanta relevancia.

Para las corporaciones, si bien invertir en sostenibilidad puede dar seguridad a determinados modelos de negocio o suponer “quick wins”, en la mayoría de los casos el retorno esperado únicamente será positivo a largo plazo. Por parte de los ciudadanos, aunque algunas prácticas sostenibles pueden suponer ahorros, en general, tener comportamientos responsables sigue siendo más caro -por ejemplo, consumir productos bio- o supone pérdidas de bienestar -como sustituir el vehículo propio por transporte publico en ciudades aun no preparadas-, por lo que ser sostenible sigue siendo más costoso. A pesar de ello, ya sea por su compromiso o visión estratégica, algunos actores han comenzado a comprometerse a adoptar comportamientos sostenibles, incluso aunque tengan que pagar una prima o esperar al largo plazo para hacer tangibles sus retornos.

¿Cuándo pasaremos de hablar de objetivos a presenciar la revolución en marcha? Podemos marcar este punto crítico cuando las emisiones globales de gases de efecto invernadero dejen de aumentar en un año “normal”, -sin pandemias, guerras u otros sucesos extraordinarios-, y comience su vertiginoso descenso hacia la neutralidad. Según el IPCC, esto debería suceder antes de 2030, pero tal vez no se consiga hasta bien entrada la próxima década. Si continuamos al ritmo actual, es probable que esta fase llegue algo tarde y que los primeros efectos físicos de la crisis ambiental sean aún más palpables.

Lo que nos esperará tras la planificación de un nuevo sistema durante la ola 1 será la “Ola 2”, es decir, la implementación de las nuevas reglas del juego. En esta fase deberíamos ver un ajuste  en los procesos de toma de decisiones y una transformación del sistema productivo. En el ámbito empresarial, podríamos presenciar el nacimiento de nuevos mercados y la desaparición de otros, impulsados por inversiones públicas y nuevas regulaciones. Gracias a esta “distorsión planificada”, las empresas podrían alejarse naturalmente de inversiones deficitarias no respaldadas por el nuevo marco, volcándose hacia negocios sostenibles o de transición en busca de beneficios. En este contexto, la inversión en sostenibilidad podría superar el break-even a corto plazo, ya que los nuevos mecanismos del mercado podrían bonificar lo sostenible y penalizar lo insostenible.

En la segunda ola deberíamos ver un ajuste en los procesos de toma de decisiones y una transformación del sistema productivo.

En cuanto a los ciudadanos, esta tendencia podría reflejarse en una variación de sus comportamientos económicos. Si los mercados son eficaces a la hora de trasladar los criterios ESG a aspectos como el precio, las opciones más sostenibles serán también las más económicas, por lo que, en contraposición a la situación actual, no ser sostenible saldrá caro.

Si todas estas fases se desarrollan de manera satisfactoria, alcanzaremos la neutralidad en emisiones. Con suerte, la transición no solo habrá sido en términos de emisiones de gases de efecto invernadero, sino que otros compromisos ambientales y sociales habrán sido cumplidos. No obstante, es poco probable que lleguemos a un momento de perfección y satisfacción con la situación actual, por lo que podemos esperar otras transiciones. En cualquier caso, la “Ola 3”, debería apuntar hacia una visión de estabilización y equilibrio en lo concerniente a los retos actuales. Establecer una fecha exacta para esta fase resulta complicado, pero los compromisos de neutralidad de la Unión Europea y Estados Unidos -2050-, China -2060- y la India -hacia 2070- pueden servirnos de guía.

La cara B de la “Ola 3” implica que la planificación en la “Ola 1” no haya sido la adecuada, o que la transición de la “Ola 2” no sea lo suficientemente rápida y efectiva, dejándonos una situación de desequilibrio. Este escenario podría conllevar una gran serie de riesgos, como la pérdida de esperanza y cooperación y la desestabilización del sistema económico actual. En este caso, podríamos vivir una transición “forzosa” y malthusiana del sistema actual.

La cara B de la tercera ola implica que la planificación de la primera no haya sido la adecuada, o que la transición de la segunda no sea lo suficientemente rápida y efectiva, dejándonos una situación de desequilibrio.

Incertidumbres y escenarios.

Como se puede observar, en contraposición a los ciclos de innovación, las olas proyectadas son cada vez más largas. Y tiene sentido, pues los retos a resolver son cada vez de mayor envergadura -anunciar la necesidad de una transición, planificarla, llevarla a cabo y llegar a un punto de equilibrio en el largo plazo-.

Sin embargo, su velocidad podría variar según diversos factores. Por ejemplo, si desarrollamos tecnologías efectivas y rentables, la fase de transición podría concluir con mayor rapidez y el equilibrio podría alcanzarse con mayor facilidad. Por el contrario, la falta de cooperación internacional o no conseguir movilizar los recursos necesarios podría retrasar el proceso.

Sin embargo, recuerden que cualquier ejercicio prospectivo es de naturaleza especulativa y debe tratarse con cautela. Este análisis únicamente pretende ofrecer una visión tan racional como la navaja de Ockham sobre lo que podemos anticipar en los próximos años en el ámbito de la sostenibilidad con la información de la que disponemos en la actualidad.


Economistas sin Fronteras no se identifica necesariamente con la opinión del autor y ésta no compromete a ninguna de las organizaciones con las que colabora.

Sobre este blog
Economistas sin Fronteras Somos una Organización no Gubernamental de Desarrollo (ONGD), fundada en 1997 por un grupo de profesores y catedráticos universitarios, activamente comprometidos y preocupados por la desigualdad y la pobreza. Nuestro objetivo principal es contribuir a generar cambios en las estructuras económicas y sociales que permitan que sean justas y solidarias.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
El Salto Radio
El Salto Radio Etxebizitza eskubidearen gatazka Euskal Herrian
VV.AA.
Lanaren Ekonomiaren 8. denboraldia etxebizitzaren gatazkari helduz hasi da, Karla Pisano, Roser Espelt, Miguel Virizuela eta Argiako Jon Tornerrekin. Bi barikutan behin 11:00tan izango da irratsaioa.
Estados Unidos
Análisis Por qué era fácil predecir la victoria de Trump: una mirada económica y social
La financiarización de la economía, el crecimiento de la desigualdad y el impacto asimétrico de la inflación sobre las rentas bajas, entre los motivos detrás de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos.
Sobre este blog
Economistas sin Fronteras Somos una Organización no Gubernamental de Desarrollo (ONGD), fundada en 1997 por un grupo de profesores y catedráticos universitarios, activamente comprometidos y preocupados por la desigualdad y la pobreza. Nuestro objetivo principal es contribuir a generar cambios en las estructuras económicas y sociales que permitan que sean justas y solidarias.
Ver todas las entradas
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.

Últimas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Más noticias
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.

Recomendadas

Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.
Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.