Autogestión
La RiMaflow resiste: el conflicto colectivo

Tenía que ser un desalojo, pero se convirtió en una fiesta. La autogestión obrera de la fábrica recuperada de Trezzano sul Naviglio (en la periferia del área metropolitana de Milán) evitó el desahucio y relanzó su idea de mutualismo y solidaridad.

RiMaflow fábrica recuperada 02
Foto: @DinamoPress Dinamo Press
20 dic 2018 11:47

La experiencia de autogestión más importante de Italia estaba destinada a acabar el 28 de noviembre de 2018. Sin embargo, ha conseguido llegar al cénit de su proceso conflictivo y, desde ahí, no puede sino empezar de nuevo.

La fábrica recuperada de Trezzano sul Naviglio llevaba desde 2013 bajo amenaza de desalojo. El pasado 30 de noviembre, decenas de personas llegadas desde toda Italia se reunieron delante de las vallas de Vía Boccaccio. Estaban preparadas para defender la fábrica, pero acabaron celebrando una victoria. El giro de guión se produjo cuando los portavoces regresaron de la Prefectura de Milán con un acuerdo bajo el brazo, firmado por la cooperativa RiMaflow y el Unicredit Leasing [una de las compañías bancarias más grandes de Italia y Europa, N. del T.], que pretende recuperar las naves industriales de su propiedad. El acuerdo prevé un aplazamiento del desalojo de 6 meses, el tiempo necesario para que el colectivo pueda encontrar un nuevo espacio. Además, tal y como ha exigido la cooperativa RiMaflow, Unicredit Leasing se ha comprometido a contribuir con el fondo Cáritas de apoyo al trabajo. Resultados concretos que coinciden con el compromiso, también concreto, de la cooperativa: trabajar.

Massimo Lettieri, presidente de la RiMaflow, actualmente bajo arresto domiciliario por su imputación en una investigación por tráfico ilegal de residuos (acusación indignante, teniendo en cuenta los principios que han guiado el trabajo en la RiMaflow durante todos estos años), estuvo presente en las voces de Gigi Malabarba y Luca Federici, que hablaron a su regreso de las negociaciones en la Prefectura. Ahora que el desalojo ya no es un peligro inminente y que existen las condiciones para poder continuar el proyecto, los dos representantes hablaron de RiMaflow 2.0 y del plan industrial a desarrollar pensando en la nueva sede que alojará sus actividades.

fábrica reuperada RIMaflow 01
Foto: @DinamoPress Dinamo Press

Desde el 2009 hasta hoy

¿Pero cómo ha llegado un grupo de operarios y operarias, despedidos en 2009, al punto de poder reivindicar el inicio de un nuevo proceso de autogestión? Además de su valentía al no ceder a las lógicas de la precariedad y del trabajador de usar y tirar, han demostrado que nadie, ni siquiera las instituciones, son capaces de ponerle fin a su experiencia. En los tiempos que corren en Italia, este fenómeno resulta, como poco, una anomalía. La experiencia de RiMaflow ha demostrado también que cuando la justicia de las normas no coincide con la justicia social, el camino a seguir es el de la autogestión conflictiva y el mutualismo. Ambos procesos tienen como premisa la existencia de una relación que, en primer lugar, se instaura con quien está en tu misma situación. Se trata de una cuestión de agregación y solidaridad concreta entre trabajadores y trabajadoras con intereses comunes y reivindicaciones similares.

En 2009 se encontraban sobre el tejado de la fábrica para protestar por los despidos. En 2018, siguen unidos para dar vida a un nuevo comienzo. Poder trabajar ha sido siempre el punto inicial y final, el motivo que les ha dado la fuerza necesaria para demostrar la legitimidad de sus acciones. Las formas a través de las cuales reivindicar lo que consideran justo han sido siempre compartidas, escuchadas y sintetizadas.

El conflicto es colectivo y está al alcance de cualquiera porque cualquiera puede dar su contribución

Sería equivocado pensar que la RiMaflow ha conseguido hacer realidad una experiencia ejemplar solo gracias a la presencia de personas como Malabarba, Lettieri y Federici, con largas historias personales de militancia política y sindical. Donatella Marzola, por ejemplo, nunca había participado, antes de 2009, en acciones conflictivas o de protesta. Esa fase que inició, y que continúa aún hoy, ha representado para ella una ocasión para madurar a nivel personal: «Quien trabajaba hacía las horas que le tocaban, y los demás estaban fuera -contaba en 2015, tras dos años de ocupación- con las tiendas y todo lo demás, haciendo guardia delante de la nave. Dormíamos ahí mismo, con el hielo. Yo siempre he sido muy reservada, miedosa, pero esta situación me ha enseñado a responder, a no tener miedo a decir lo que pienso. Ha sido duro, pero ha reforzado mi carácter. Me ha templado. Dentro de lo malo, me ha dado cosas buenas». El conflicto es colectivo, y está al alcance de cualquiera porque cualquiera puede dar su contribución. La conciencia de que cada persona es capaz de formar parte del conflicto ha permitido al grupo estar cohesionado. El conflicto es común igual que el trabajo es un derecho común, que permite que cualquier persona pueda contribuir a mejorar la sociedad.

El mutualismo y la apertura a la ciudadanía, a las migrantes y a los artesanos y artesanas que ahora trabajan en RiMaflow, han convertido este espacio en un lugar de legalidad y justicia social

La cohesión de un grupo de trabajadores y trabajadoras solidarios se hace realidad más fácilmente cuando existe una contraparte con la que confrontarse o contra la cual enfrentarse. En el caso de la RiMaflow, fue primero el empresario y más tarde la empresa propietaria de las naves. La autogestión conflictiva ha llevado a intensas discusiones, complejas y a menudo dolorosas, para intentar obtener el reconocimiento institucional de una experiencia que, ya en el 2013, aparecía en los periódicos, las televisiones, los estudios académicos, obtenía el apoyo de asociaciones laicas y religiosas, políticas, sindicales, de ciudadanos y ciudadanas individuales, y de personas del mundo de la cultura y el espectáculo.

La autogestión conflictiva

Las relaciones entretejidas a lo largo de todos estos años con el territorio, con la red Fuera del Mercado, que aúna experiencias de economía solidaria, reapropiación del trabajo, de las tierras y de los espacios; con Cáritas, con Libre contra las mafias y con la Red de los números pares han permitido que la fábrica pasase de ser un simple lugar de producción a convertirse en un nodo de referencia para la construcción de un tejido social solidario en el que reconocerse y en el que poder apoyarse. El mutualismo y la apertura de los espacios a la ciudadanía, a las migrantes y a los artesanos y artesanas que ahora trabajan en RiMaflow, han convertido este espacio en un lugar de legalidad y justicia social. De deshechos a recursos: personas que han sido expulsadas o rechazadas del mercado de trabajo han respondido dando a la producción una dirección ecologista (reutilización y reciclaje). Reapropiación del trabajo y reapropiación de sí mismos, del propio valor y del valor de los demás: necesidades esenciales que quienes trabajan en la RiMaflow satisfacen día a día.

Las fábricas recuperadas no sobreviven a través de financiamientos, ni por la inversión de grandes capitales, sino gracias a las relaciones de solidaridad que se instauran, antes que nada, entre los trabajadores y, más tarde, entre éstos y el territorio. El tipo de producción gira en torno a una idea de economía y de sociedad en la que no prevale el interés individual sino, precisamente, la solidaridad y el mutualismo.

Todo esto convierte a la RiMaflow en una experiencia a la que no se puede poner fin, incluso si fuera necesario cambiar el lugar de la producción. En las naves de la vieja Maflow llegaron a trabajar hasta 320 personas. Más tarde, como consecuencia de distintas transacciones societarias, ese número disminuyó hasta el cierre definitivo de la empresa en 2012. Las naves fueron primero abandonadas y más tarde recuperadas, pasando a formar parte integrante de un proceso de regeneración urbana, ecológica y personal, así como de reapropiación del trabajo.

Después de todas las crisis que se han sucedido desde 2009, la batalla de la RiMaflow es la única que ha tenido continuidad porque hemos ocupado, porque aún estamos aquí e intentamos avanzar en nuestra experiencia

Igual que quienes trabajaban en ellas, las naves han pasado de ser deshechos a convertirse en recursos. Massimo Lettieri ha estado siempre muy unido a la fábrica. Está convencido de que un lugar denso de significado es capaz de contribuir, a nivel motivacional, a hacer avanzar una batalla: «Después de todas las crisis que se han sucedido desde 2009, la batalla de la RiMaflow es la única que ha tenido continuidad porque hemos ocupado, porque aún estamos aquí e intentamos avanzar en nuestra experiencia con la cooperativa RiMaflow. Nunca me he ido. Nunca he huido». No obstante, el espacio físico puede convertirse en un obstáculo capaz de debilitar la experiencia, porque su manutención requiere de un esfuerzo que quita tiempo y energías a la producción.

El proceso de autogestión conflictiva y de mutualismo que lleva a cabo la RiMaflow ha llegado a un nivel de madurez tal que ya no resulta indispensable salvar los espacios: existe una amplia experiencia que permite desplazarse para encontrar un lugar idóneo sin arriesgarse a perder valor por el camino. Reivindicar que un nuevo inicio presupone un nuevo espacio significa poner en evidencia, una vez más, que el objetivo es concreto, y por tanto noble: el objetivo es trabajar. RiMaflow no podía acabar su recorrido el 28 de noviembre, porque desde 2009 las trabajadoras y los trabajadores han puesto las bases para hacer realidad una experiencia que ha permitido al grupo estar unido, practicar el mutualismo y recibir solidaridad desde todo el territorio italiano. Y cuando ya no hace falta defender un espacio físico para defender una experiencia significa que ésta ha llegado a un auténtico punto de inflexión y, sobre todo, que es imposible pararla.

jacobinitalia.it
Publicado originalmente en Jacobin Italia: RiMaflow Resiste: il conflitto di tutti . Traducido para El Salto por Pedro Castrillo.

 

Archivado en: Italia Autogestión
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Antipunitivismo
Despolicialización Explorando la despolicialización
VV.AA.
A través de talleres se busca amplificar el conocimiento en la gestión de conflictos como modo de desalojar las lógicas punitivas y de fortalecer las prácticas comunitarias
Andalucía
Opinión Pobres y solas
Las andaluzas volvemos a estar a la cabeza de la pobreza dentro del Estado mientras no paran de quitarnos espacios donde encontrarnos, pensar y actuar en colectivo.
Autogestión
Okupación La Gazte Asanblada de Zestoa consigue un nuevo gaztetxe
Han aceptado la oferta del ayuntamiento ante las dificultadas para seguir en el espacio autogestionado que okuparon en 2023. El pasado julio consiguieron parar su desalojo, pero se enfrentan a multas de 6.500 euros.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.

Últimas

Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Galicia
Galicia Activistas de Greenpeace instalan ‘una celulosa’ en la sede de la Xunta en protesta contra Altri
Los ecologistas han realizado una acción en la sede del Gobierno gallego de Alfonso Rueda para animar a gallegos y gallegas a asistir a la manifestación de este domingo en la Praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
Comunidad de Madrid
Educación pública El Gobierno de Ayuso recula y aplaza hasta junio los despidos masivos en Educación
Integradoras sociales, enfermeras, educadoras, auxiliares y otros perfiles de personal laboral se enfrentaban a la incertidumbre de ser cesados en plenas vacaciones de Navidad.
El Salto Radio
El Salto Radio Mirada a los barrios andaluces
A partir de la presentación por parte de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía del informe “Pobreza Sur” hablamos sobre la realidad de alguno de los barrios más castigados de Europa.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Vecindario y trabajadoras se plantan contra la privatización de los servicios en el Doce de Octubre
Denuncian la suspensión de intervenciones quirúrgicas desde que la empresa Croma Gio. Batta gestiona la esterilización del material. Una concentración el próximo sábado 14 de diciembre a las 12 horas se opondrá a esta deriva privatizadora.

Recomendadas

Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.
Cine
Ramón Lluis Bande “Asturies tiene sin construir el relato de su tiempo revolucionario”
El cineasta Ramón Lluis Bande entiende la memoria histórica como un “camino de exploración formal infinito” y de reflexión sobre el propio lenguaje cinematográfico “en relación con la realidad, la historia, el arte y la política”.