Opinión
Un país en tres dimensiones

El marco del deshielo en relación a Catalunya —y a los “otros” problemas territoriales emergentes— muestra que se puede habitar una identidad compartida marcada por las nociones de diálogo y pluralidad pero también de ambición respecto a los problemas subyacentes.

Concentración en la Puerta del Sol de Madrid en apoyo al pueblo catalán - 16
Un repartidor de Deliveroo pasa por delante de la concentración en Madrid a favor del derecho de autodeterminación. Álvaro Minguito

Es investigador en filosofía y sociología del derecho en la Universidad de Sevilla y parte del podcast de divulgación Pol&Pop.

5 mar 2020 06:01

En los últimos años la crisis española ha tomado tierra en Cataluña. Si el salto de cualidad del independentismo desde 2012 se relaciona con la crisis de gobernabilidad catalana, la polarización que poco a poco se planteó desde Madrid también se explica por el consenso de que, si bien la cuestión catalana no podía resolverse, sí era un problema preferible a otros que estaban sobre la mesa. Cabe pensar que el peso de este antagonismo como explicación de nuestro presente, que tuvo su apogeo en cuanto al consenso que suscitó en la polaridad DUI-155 de finales de 2017 y su encarnación política en la Plaza de Colón un año después, se ha cerrado con el inicio de legislatura, la rutinización de un diálogo bilateral y la aceptación del primer trámite para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado que sustituirían a los aprobados hace tres años.

No se trata de que la cuestión esté cerrada ni de que vaya a desaparecer de la agenda: es previsible que sea el principal caballo de batalla del centro-derecha y que la confusión entre los calendarios presupuestarios y electorales volatilice los ánimos cada cierto tiempo. La novedad es que el marco del deshielo, bomba de relojería a finales de 2019, se haya convertido en hegemónico al asomar la primavera del 2020, premie a sus impulsores y obligue a sus detractores a incorporarse al mismo.

Ahora bien, en la medida en que la crisis va más allá de su expresión catalana y se remonta a la incapacidad del conjunto estratégico español para ofrecer un proyecto de país, un horizonte de mejoras materiales compartidas, conviene mirar más allá. Aunque los ejemplos de esta crisis que se remonta con toda crudeza a 2007 sean numerosos, ninguno tan elocuente como la gestión de la Sareb. Cualquiera entiende que si el Estado sufraga en parte y avala en su totalidad una operación para hacerse con el control de casi 88.000 viviendas terminadas y 15.000 solares para edificar, no tiene sentido volver a transformarlas en combustible para la subida de precios, sino que lo lógico hubiera sido convertirlas en la palanca de una intervención sistémica para cambiar la suerte de una generación. Nada se hace. Problema enquistado en una generación que amenaza también a la siguiente.

La cuestión de la vivienda es interesante porque introduce la particularidad del caso español: el problema de desigualdad, en esencial global, tiene aquí una fuerte traslación territorial y generacional. Sin el ruido de la crisis catalana, desde 2008 se ha producida una auténtica escisión territorial de la tercera España: aquella cuyos jóvenes miran más a Madrid y a la costa mediterránea que su tierra, descubriendo que en un sitio no hay trabajo y en el otro no hay vida. Con prestar atención al mapa de los desplazamientos diarios puede verse cómo vibra el país en tiempo real. En los últimos meses, esta tercera dimensión pugna por delimitarse como un asunto político. La emergencia de Teruel Existe, las manifestaciones masivas de León y los paros descentralizados y sostenidos en el campo son síntomas de esa crisis de horizontes y de la emergencia de una tercera pata imprescindible en el equilibrio presente.

La duda es qué subjetividades políticas cabe delimitar a partir de esta nueva realidad. Si las premisas son ciertas, las posiciones interiores que habían ganado transversalidad incorporando la polaridad con Cataluña, como las de Page, Lambán y Fernández Vara deberán buscar nuevos inputs. En cambio, quienes pueden marcar más distancia con el centro, como Feijoo en Galicia o Rodríguez en Andalucía, tienen un camino por explorar a corto plazo. Sin embargo, que exista una nueva fuente de subjetivación política no significa que lo más interesante sea abrazarla o enfrentarla. Como ocurría con Cataluña, es tentador agitar el tablero político en lo inmediato pero esas dos posiciones desplazan el problema sin abordar la crisis de fondo y corriendo el riesgo por lo tanto de incidir en esa estrategia más o menos consciente de mantener detenido el reloj de la acción política.

Por aprender algo de estos meses, el marco del deshielo muestra que se puede habitar una identidad compartida marcada por las nociones de diálogo y pluralidad pero también de ambición respecto a los problemas subyacentes. Que se puede pasar en definitiva de una identidad política tachada como el problema (la anti-España) a una identidad que abre caminos. Respecto a esas nuevas subjetividades es necesario entenderlas en la concreta crisis en que se generan, no descartarlas como como una destilación paleta, en el decir de Isabel Díaz Ayuso, de problemas que sus poblaciones no alcanzan a comprender. Solo habitándolas puede intervenirse sobre las causas de la desigualdad que las producen, porque solo así puede conectarse de manera eficaz con sus expresiones. Solo compartiendo esos malestares territoriales y generacionales puede torearse también el riesgo de que se solidifiquen en un objeto político más, una marca nueva sobre la que volver a colocar los peones y continuar con el baile. Y poder diferir otros dos o cinco años el abordaje directo de la crisis de desigualdad sobre la que cabalgamos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Industria militar a debate (I) Contra el aumento en la inversión militar que proponen el Gobierno Vasco y Zedarriak
Debemos sobre la mesa la posibilidad de poner fin a la industria de la defensa, convirtiéndolo a producción civil de utilidad social.
Opinión
Opinión Provoquemos la próxima interrupción
Lo que nos resta es gobernar el apagón que habrá de venir, ser la causa colectiva de las próximas interrupciones, aquellas que lleven al fin de este mundo desbocado y sin sentido.
Opinión
Opinión La distopía andaluza en el apagón: sin internet ni móvil mientras Canal Sur habla de fútbol y de Pepe Botella
Las andaluzas también tenemos derecho a la información en un momento crítico tras el Gran Apagón, donde los medios nacionales no informan de nuestra realidad y nos impiden conocer si tenemos que ir a la escuela o a trabajar.
1 de mayo
1º de Mayo Euskadi se moviliza contra la 'patronal explotadora' este 1º de Mayo
Además de los temas laborales, ha habido otras reivindicaciones y recuerdos a favor del Euskera, los presos o el genocidio israelí en Palestina.
1 de mayo
1º de Mayo ‘Contra la guerra y el capitalismo’ en este Primero de Mayo interseccional de Madrid
Decenas de colectivos exigen en la calle acabar con el militarismo creciente, las violencias transversales y un espacio para todos los colectivos en la lucha de clase.
There Is Alternative
There Is Alternative There Is Alternative #2: de supermercados, las cosas del comer y todo lo que no sea Juan Roig
Segundo episodio del podcast There Is Alternative de El Salto Radio sobre el lado oscuro de los supermercados, las grandes superficies y sus alternativas cooperativistas.
Laboral
1º de Mayo Inmigración y sindicatos: derechos universales o derrota colectiva
Los líderes sindicales no pueden ofrecer soluciones realistas para la situación de las personas migrantes, porque parecen asumir la vieja tesis de que la inmigración perjudica a la clase trabajadora en su conjunto.
Energía
Gran apagón Apagones, energías renovables y estabilidad del sistema eléctrico: tareas pendientes y visos de futuro
Es posible avanzar en la penetración de las renovables, al menos hasta cierto punto, sin perder seguridad en el sistema energético. Este debe modernizarse, descentralizarse y estar planificado por el Estado, opina un experto.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
Ley Trans
Ley trans El Constitucional enfrenta el recurso del PP a la ley trans, los colectivos piden evitar la senda antiderechos
El Alto Tribunal deliberó por primera vez sobre este recurso sin llegar aún a ninguna decisión. Plataforma Trans pide que no se sume a la carrera de odio contra las personas trans y avale la norma.
1 de mayo
1 de mayo Primero de Mayo: contra el militarismo y por la paz universal
Europa reaviva su deriva militarista. Como en 1914, el movimiento obrero se enfrenta al dilema de sumarse al consenso bélico o alzar la voz por la paz.
Eléctricas
Oligopolio eléctrico Sánchez no admite responsabilidades en el apagón mientras sus socios piden nacionalizar la red eléctrica
El presidente del Gobierno señala a los “operadores privados”, entre ellos Red Eléctrica, cuyos últimos dos presidentes vienen del PSOE y cuyo principal accionista es el Estado, con el 20%, seguido por el 5% de Amancio Ortega.
Antimilitarismo
Rearme El gasto militar mundial se dispara
El gasto militar en el planeta aumentó en 2024 un 9,4% respecto a 2023, lo que supone el mayor incremento interanual desde la Guerra Fría.
Más noticias
Pobreza energética
Energía Apagón crónico: lugares donde no volverá la luz, a pesar de la restauración del sistema eléctrico
Miles de personas en el Estado español viven día a día apagones y falta de suministro en lugares como Cañada Real (Madrid), la Zona Norte de la ciudad de Granada o los asentamientos de jornaleras y jornaleros migrantes en Huelva y Almería
València
València El tejido social presenta su propuesta de reconstrucción tras la dana
Los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción y las asociaciones de víctimas definen los presupuestos de Mazón y Vox como una declaración de guerra.
Galicia
Galicia La Xunta aprobó la celulosa de Altri argumentando que su chimenea de 75 metros sería “icónica”
El Informe de Patrimonio Cultural, favorable a la multinacional, se emitió en base a dos encargos externos, contratados y pagados por la empresa al ex presidente y al actual tesorero de Icomos-España.

Recomendadas

Cómic
Fabien Toulmé “Hablar de trabajo es menos sexy que hablar de amor o de guerra”
En su libro ‘Trabajar y vivir’, el autor francés recorre distintas realidades reflejando cómo las personas se relacionan con ese mandato ineludible de hacerse con un empleo para sostenerse económicamente.
Empresas recuperadas
Natalia Bauni “En este primer año del Gobierno de Javier Milei casi no hubo empresas recuperadas”
Natalia Bauni es coordinadora del Observatorio Social sobre Empresas Recuperadas y Autogestionadas del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Eléctricas
Sistémica eléctrico Del lobby nuclear a la burbuja de las renovables: comienza la pugna por encontrar al culpable del apagón
Un crecimiento desmedido de las renovables guiado por intereses corporativos y una red eléctrica que no ha sido actualizada a la nueva realidad energética son algunas de las causas señaladas del apagón del 28 de abril.
Senegal
Migraciones El mito de la migración ordenada: la denegación de visados por el Consulado de España en Dakar
Maltrato institucional. Estas dos palabras son las más escuchadas cuando se pregunta a personas descontentas con el Consulado de España en Dakar. Cada vez más personas denuncian denegación de visados que no consideran justificados.