Opinión
También somos el amo

El amo blanco no desapareció en 1863, cuando Lincoln aprobó la Proclama de Emancipación por la que se abolía la esclavitud, ni tampoco lo hizo más de un siglo después, cuando el Movimiento por los Derechos Civiles y el Partido de las Panteras Negras consiguieron, a golpe de décadas de lucha, acabar con las leyes de segregación racistas en Estados Unidos.

Unas semanas antes de que un policía apretase el cuello de George Floyd hasta asfixiarlo, yo había descubierto la serie Así nos ven, la historia atroz de un montaje policial y judicial racista que acabó con cinco adolescentes negros encarcelados durante años por un delito que no habían cometido y que el propio Trump (entonces todavía un neocón multimillonario y supremacista blanco sin aspiraciones políticas) contribuyó a alimentar.

Esa violencia estructural que llamamos racismo, la serie inacabable de explotaciones y opresiones que las personas racializadas sufren, está plasmada en libros, películas, series, documentales, además de recorrer gran parte de la música de la diáspora afroestadounidense. No olvidemos que el blues nació en los campos de algodón que trabajaban las esclavas negras y es la memoria de ese daño: la música en el lugar donde antes apretaba el grillete, la voz ronca donde ayer golpeaba el látigo del amo.

Desde su nacimiento, la cultura afroestadounidense se ha levantado, como un aullido, contra ese amo blanco: de los poemas de Maria Stewart a las novelas Hijo nativo, de Richard Wright, Ve y dilo en la montaña, de James Baldwin, El color púrpura, de Alice Walker, o Ahora sé por qué cantan los pájaros enjaulados, de Maya Angelou. Del “Strange fruit” de Billie Holiday al “Fight the power” de los Public Enemy. De la filmografía de Spike Lee a las recientes Moonlight, Queen and Slim o Detroit. Desde ese ensayo imprescindible de Angela Davis, Mujeres, raza y clase, a las memorias de Malcolm X, Asatta Shakur o Mumia Abu-Jamal. Del documental de Raoul Peck I am not your Negro a Emmienda VII de Ava DuVernay.

Cine
Primero tomaremos Brooklyn

Airado y controvertido, el cine de Spike Lee —que estrena ‘Infiltrado en el KKKlan’— presenta tanto compromiso con sus orígenes como alternativas y posibles vías para su análisis crítico.

El amo blanco no desapareció en 1863, cuando Lincoln aprobó la Proclama de Emancipación por la que se abolía la esclavitud, ni tampoco lo hizo más de un siglo después, cuando el Movimiento por los Derechos Civiles y el Partido de las Panteras Negras consiguieron, a golpe de décadas de lucha, acabar con las leyes de segregación racistas en Estados Unidos. Ese amo blanco sigue vivo hoy: es el policía que apretaba el cuello a George Floyd, pero, sobre todo, es la estructura política, económica y social que hace que negras e hispanas tengan seis veces menos poder adquisitivo que los blancos, que sus condenas sean 20 veces mayores por delitos similares, que tengan el doble de posibilidades de morir bajo custodia policial o de ir a prisión, que un 20% no tenga acceso a atención médica, que su esperanza de vida sea mucho más baja. En la crisis sanitaria actual, aun representando tan solo el 30% de la población estadounidense, el 70% de víctimas mortales por covid-19 son personas negras.

Nosotras también somos el amo blanco, los grilletes, el látigo; la estatua de Colón que es hora ya de echar abajo

Pero EE UU, esa nación levantada primero sobre el genocidio indígena y, más tarde, sobre casi dos siglos de esclavitud, esa nación donde las políticas de segregación racial tuvieron, hasta bien entrados los años 60, a las afroamericanas sin acceso al voto, la educación universitaria o los establecimientos públicos para blancos, no es distinta al resto de Occidente. El imperio de los Reyes Católicos se fraguó a partir de dos conquistas y genocidios, primero en Al Ándalus y, más tarde, en América. Las concertinas, los CIE, las muertas en nuestras costas, las identificaciones policiales, las violaciones a las freseras marroquíes en Huelva, el trabajo semiesclavo de temporeras y cuidadoras internas son solo un doloroso apunte del racismo estructural sobre el que se levanta nuestro sistema. Nosotras también somos el amo blanco, los grilletes, el látigo; la estatua de Colón que es hora ya de echar abajo.

Archivado en: Racismo Culturas Opinión
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Industria militar a debate (I) Contra el aumento en la inversión militar que proponen el Gobierno Vasco y Zedarriak
Debemos sobre la mesa la posibilidad de poner fin a la industria de la defensa, convirtiéndolo a producción civil de utilidad social.
Opinión
Opinión Provoquemos la próxima interrupción
Lo que nos resta es gobernar el apagón que habrá de venir, ser la causa colectiva de las próximas interrupciones, aquellas que lleven al fin de este mundo desbocado y sin sentido.
Opinión
Opinión La distopía andaluza en el apagón: sin internet ni móvil mientras Canal Sur habla de fútbol y de Pepe Botella
Las andaluzas también tenemos derecho a la información en un momento crítico tras el Gran Apagón, donde los medios nacionales no informan de nuestra realidad y nos impiden conocer si tenemos que ir a la escuela o a trabajar.
Feminismos
Andrea Proenza “Debemos aproximarnos a nuevos horizontes feministas en nuestra forma de amar”
‘Cartografías del deseo amoroso’ es el título de un ensayo intimista sobre chicas que quieren ser Bravo y buscan no solo el amor, sino un buen relato.
Alimentación
Soberanía Alimentaria ¿Cómo hacer más accesible la alimentación sostenible a población en vulnerabilidad?
Existen proyectos en España que están intentado informar, sensibilizar y mostrar buenas prácticas en alimentación sostenible a personas en situación de inseguridad alimentaria, en los barrios o desde la infancia.

Últimas

There Is Alternative
There Is Alternative There Is Alternative #2: de supermercados, las cosas del comer y todo lo que no sea Juan Roig
Segundo episodio del podcast There Is Alternative de El Salto Radio sobre el lado oscuro de los supermercados, las grandes superficies y sus alternativas cooperativistas.
1 de mayo
1º de Mayo ‘Contra la guerra y el capitalismo’ en este Primero de Mayo interseccional de Madrid
Decenas de colectivos exigen en la calle acabar con el militarismo creciente, las violencias transversales y un espacio para todos los colectivos en la lucha de clase.
1 de mayo
1º de Mayo Euskadi se moviliza contra la 'patronal explotadora' este 1º de Mayo
Además de los temas laborales, ha habido otras reivindicaciones y recuerdos a favor del Euskera, los presos o el genocidio israelí en Palestina.
Más noticias
El Salto Radio
El Salto Radio 600 señales
Señales de Humo cumple 600 emisiones y hace memoria: propuestas, prioridades y gente que ha ayudado a mantener el sueño de una comunicación transformadora.
Laboral
1º de Mayo Inmigración y sindicatos: derechos universales o derrota colectiva
Los líderes sindicales no pueden ofrecer soluciones realistas para la situación de las personas migrantes, porque parecen asumir la vieja tesis de que la inmigración perjudica a la clase trabajadora en su conjunto.

Recomendadas

Cómic
Fabien Toulmé “Hablar de trabajo es menos sexy que hablar de amor o de guerra”
En su libro ‘Trabajar y vivir’, el autor francés recorre distintas realidades reflejando cómo las personas se relacionan con ese mandato ineludible de hacerse con un empleo para sostenerse económicamente.
Empresas recuperadas
Natalia Bauni “En este primer año del Gobierno de Javier Milei casi no hubo empresas recuperadas”
Natalia Bauni es coordinadora del Observatorio Social sobre Empresas Recuperadas y Autogestionadas del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Eléctricas
Sistémica eléctrico Del lobby nuclear a la burbuja de las renovables: comienza la pugna por encontrar al culpable del apagón
Un crecimiento desmedido de las renovables guiado por intereses corporativos y una red eléctrica que no ha sido actualizada a la nueva realidad energética son algunas de las causas señaladas del apagón del 28 de abril.