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Antiespecismo
El 2% y la búsqueda de una utopía animal
Ruth Montiel Arias es una artista visual que lucha contra el especismo y a favor de los derechos de los animales a través de su obra. Su nuevo proyecto, El 2%, explora nuestra relación con los primates no humanos y nos invita a repensar un futuro post-natural que les involucre. A continuación presentamos la entrevista que ha concedido a Infoanimal.
¿En qué consiste tu proyecto de El 2% y por qué ese nombre?
El nombre es debido a la separación genealógica que tenemos con los primates no humanos y concretamente los denominados Grandes Simios, *separándonos simplemente un 1,8% con Chimpancés, un 1,9% con Bonobos, un 2,4% con Gorilas y un 3,6% con Orangutanes.
Compartiendo estos un 98,7% de nuestra secuencia básica de ADN, cabría preguntarse si ese 1,2% es la justificación de un antropocentrismo desnortado y reforzado por una ciencia que exime al ser humano de sus responsabilidades con su especie más cercana. ¿Cuáles son las bases morales en las que se fundamenta el hombre para crear relaciones de cooperación con especies denominadas “de compañía” (inferiores intelectualmente), relaciones de explotación con especies designadas a la producción (inferiores intelectualmente), y relaciones hostiles y de rechazo con especies “hermanas” (próximas o superiores intelectualmente)?
El 2% indaga en estas preguntas analizando los conceptos de origen, opresión, antroponegación, intervencionismo y utopía. A través de él busco respuestas junto a 17 mujeres vinculadas a los derechos de los animales, la primatología y los estudios utópicos.
El proyecto se divide en varias partes que se han ido desarrollando a lo largo del proceso y que se han materializado en una web, una publicación, un laboratorio y distintas representaciones expositivas.
*Proyecto Gran Simio.
Es un proyecto amplio que también incluye un libro. ¿Puedes contarnos un poco más?
Es más bien una publicación, casi como un soporte de estudio y experimentación. Es un bloc de notas pasado a limpio, con unos materiales y un diseño que contrastan mucho y que por momentos pueden resultar densos pero que llevan a un fin esperanzador.
En la publicación se abordan los conceptos que comentaba antes a través de diferentes capítulos en los que las imágenes dialogan con textos específicos que tratan cada uno de los temas.
El origen es puramente visual, simplemente una secuencia temporal de nuestro germen como especie. En el capítulo sobre opresión he contado con el texto de la periodista María Carreras, que nos habla sobre la explotación de los simios en la industria audiovisual y con el de la psicóloga Sara Hernández Cofiño, que nos adentra en la situación de estos animales en los zoológicos con un breve cuento.
La primatóloga Yulán Úbeda nos cuenta sobre su reciente investigación sobre trastornos mentales en chimpancés utilizados como espectáculos y mascotas, en el capítulo de antroponegación. En el de intervencionismo la directora de Fundació Mona, Olga Feliu, nos habla sobre los primeros rescatistas de primates en el estado español, Peggy y Simon Templer. La filósofa Catia Faria nos hace reflexionar sobre la necesidad del intervencionismo para proteger a los animales salvajes y la abogada e investigadora Macarena Montes Franceschini nos relata el caso Suiza, la primera chimpancé por la que se presenta un habeas corpus.
El cierre de la publicación nos lo da la licenciada en Ciencias Políticas Layla Martínez con un relato utópico sobre nuestra relación con estos animales.
¿Todo tu trabajo artístico es antiespecista? ¿Por qué?
El origen de mi trabajo artístico se centraba más en los espacios naturales, denunciando exclusivamente la relación de expolio que tenemos con los mismos. La militancia en los derechos de los animales la ejercía desde otros canales, pero en 2012 decidí incorporar el antiespecismo en mi trabajo ya que apuesto por utilizar todos los canales disponibles para denunciar la explotación animal. En el arte contemporáneo, la cuestión de los animales pasa prácticamente inadvertida y es por ello que tomé esta decisión.
¿Qué tiene que ver la cultura con las luchas contra la opresión?
Si entendemos cultura como articulación de toda nuestra actividad social, lo tiene que ver todo, entendiendo que la mayoría de costumbres de explotación son “culturales”. Desde una idea de cultura más concretada en prácticas estéticas, muchas expresiones artísticas han estado vinculadas a distintas reivindicaciones en cada momento y contexto, con mayor o menor acierto, ya que el arte está presente siendo una herramienta más para cualquier lucha. Solo tenemos que pensar en la cantidad de artistas y colectivos que han estado implicados en distintas causas, y no me refiero solo a las artes plásticas o visuales, sino también el mundo del cine, la música, la literatura, las artes escénicas, etc.
Seguro que a cualquier persona que lea estas palabras le vendrá a su cabeza un tema de canción protesta, recordará una película que denuncia una opresión concreta, habrá leído un poema reivindicativo, o habrá visto a un o a una artista posicionarse públicamente y utilizar su influencia para apoyar aquella causa en la que está implicada.
Pregunta inevitable: cultura y COVID-19. ¿Nos hemos dado cuenta de que el arte es más importante que nunca en momentos de crisis?
En esto no soy muy optimista. Creo que realmente no nos hemos dado cuenta de la importancia del arte en nuestra sociedad, quizás hemos sentido que en momentos de confinamiento la cultura ha sido una vía de escape para sobrellevar la situación de encierro, pero al final quienes han sacado realmente beneficio son las plataformas de contenidos y entretenimiento dejando al sector cultural y a las personas que lo conforman más desfavorecidas que nunca. Tan solo hay que ver la cantidad de museos y de centros culturales que han ido cerrando, ayudas a la creación eliminadas, artistas sin apoyos y con proyectos, encargos o eventos cancelados y un presupuesto ridículo para la cultura. Aunque eso sí, a la tauromaquia que no le falte de nada.
Has contado con algunas colaboradoras para el proyecto. Si no me equivoco todas tus colaboradoras son mujeres, ¿puedes explicarnos el por qué de esta decisión?
Efectivamente, como indicaba más arriba he tenido la grandísima suerte de que durante este trabajo me acompañaran 17 mujeres increíbles, de manera directa, pero muchas más de manera indirecta.
Ellas han sido: Rebeca Atencia, Macarena Montes Franceschini, Laia Dotras, Liz Tyson, Olga Feliu, Marta Merchán Méler, Teresa Sauquet, Marta Tafalla, Lorena Aguirre, Yulán Úbeda, María Bláquez, Elisa Gregorio, Sara Hernández Cofiño, María R. Carreras, Layla Martínez, Catia Faria y Marian Torres.
La decisión a este respecto estaba clara ya que, gracias a la investigación de Estela Díaz “Perfil del vegano/a activista de la liberación animal en España”, pudimos comprobar que el 71% de las activistas por liberación animal son mujeres. En el mundo de la primatología pasa lo mismo, las mujeres cubren un mayor porcentaje en cuestiones de protección y conservación de primates no humanos. Viendo estos datos no tenía ninguna duda de que quería trabajar con mujeres en El 2%.
¿Próximos planes?
Ahora estoy de lleno desarrollando mi último trabajo, In the Depth of Space 2050, proyecto que comencé en el 2018 en el que pongo el punto de mira en la explotación de los peces. La primera parte se mostrará en julio de 2021 en las ciudades de Cali e Ibagué en Colombia, dentro del proyecto expositivo Trozo de Tierra.