Fascismo
Volkmar Wölk: “Lo que ha ocurrido en Chemnitz puede pasar en cualquier rincón de Alemania”
El periodista antifascista Volkmar Wölk explica la explosión identitaria y xenófoba que ha tenido lugar en la última semana en Alemania.

Volkmar Wölk (1957), periodista alemán experto en la extrema derecha desde los años 80 y que escribe en publicaciones como Rechte Rand, revista especializada sobre el tema.
En Chemnitz hemos asistido a una movilización de la extrema derecha sin precedentes en cuanto a la rapidez, el número de participantes y la violencia destilada. ¿Quién se manifestó en Chemnitz exactamente el domingo y el lunes?
La movilización no solo tuvo lugar en Sajonia, sino que vinieron también de otros sitios. Para empezar, los menos peligrosos: ciudadanos de Chemnitz receptivos para con la propaganda racista y que en parte estaban ya organizados con anterioridad en el movimiento antiislam Pegida. Este grupo de personas se moviliza desde entonces con facilidad.
En toda la región alrededor de Dresden hay grupos locales de Pegida que están conectados entre sí por medio de Whatsapp o Facebook. Por otro, lado la Alternativa por Alemania y su entorno organizaron el domingo una concentración y después tuvo lugar la manifestación neonazi, a la cual convocó un grupo ultra local de hooligans llamado Kaotic.
Éste tiene estrechos vínculos organizativos y de personal con la escena regional neonazi, y su germen está en un grupo que se llamaba a sí mismo “Hoonara”, es decir, hooligans, nazis y racistas. Este grupo, a su vez, formaba parte en Chemnitz desde los años 90 de una red neonazi en la que la sección de Blood and Honour jugaba un papel importante.
Desde los 90, en toda Sajonia hemos tenido el problema de que los nazis amenazaban con establecer lo que ellos llaman “zonas nacionales liberadas”. Y todo ello ha sido ignorado por los gobiernos
No hay que olvidar que el trío de terroristas del llamado caso NSU se refugió en primer lugar en Chemnitz, ya que la escena neonazi estaba tan bien organizada que podía garantizarles protección. A la manifestación del lunes también acudió el partido neonazi que ha cobrado más fuerza en los últimos tiempos, el III Weg o “Tercera vía” en español.
En Sajonia y en general en el este de Alemania los neonazis aparecen como mejor organizados, ¿es así? ¿Y por qué?
Es cierto. La problemática en Alemania del este es mayor que en el resto de la república y Sajonia ha sido desde siempre el lugar en el que se concentra un mayor número y tienen estructuras mas potentes. Con los sondeos de voto actuales Alternativa por Alemania (AfD) tendría un 21% en Baja Sajonia, 23% de los votos en Turingia y 25% en Sajonia.
Se olvida a menudo que hasta 2014 el partido NDP estuvo en el parlamento regional. Un partido abiertamente neonazi. Ello ha marcado el clima político. Cuando consiguieron entrar en el parlamento hubo motivos como la reforma del subsidio de desempleo, el conocido como Hartz IV, ya los neonazis consiguieron mezclar propaganda nacionalista y racista con una demagogia social.
Desde los 90, en toda Sajonia hemos tenido el problema de que los nazis amenazaban con establecer lo que ellos llaman “zonas nacionales liberadas”, es decir, bajo su control. Y todo ello ha sido ignorado por los gobiernos. No se intentó nada en el sentido preventivo o represivo. En lugar de fortalecer las unidades especiales de la policía contra la extrema derecha, que en realidad funcionan bien, han sido desmanteladas cada vez más hasta que dejaron de ser funcionales. Por otro lado, el servicio secreto interno se ha concentrado en Sajonia en vigilar principalmente a la izquierda. Es decir, todo lo que se puede hacer mal por parte del Estado se ha hecho en esta región.
¿Qué papel juega la nueva derecha y el llamado movimiento identitario en Sajonia?
El pasado fin de semana tuvo lugar un festival en Dresden con varios cientos de asistentes del espectro del movimiento identitario. Pero no eran solo de Sajonia, sino de toda Alemania y de Austria. Están presentes sobre todo en la capital, en Dresden, donde tienen algunas editoriales como la editorial Europa. Editan revistas, dan cursos. En Dresden está también la asociación Ein Prozent (Uno por ciento, en español). El problema consiste en que estas estructuras que no se denominan directamente movimiento identitario no son consideradas como de extrema derecha y, por tanto, no están siendo observadas por la estructura del estado. Pero en ella están los mismos actores, en algunos casos incluso las mismas personas físicas.
Alternativa por Alemania aparece en muchos medios, sobre todo en el mundo hispanohablante, como un partido populista de derechas. ¿Qué relaciones tiene el partido con la extrema derecha?
La denominación populismo de derechas supone una trivialización. La denominación populismo se refiere a un método político y ello es insuficiente en el caso de Alternativa por Alemania. Es un partido nacionalista extremo, racista, que se opone a buena parte de las bases democráticas que rigen el país y es un partido extremadamente autoritario enemigo de la democracia, un partido machista, que quiere volver al modelo de familias con el padre como la figura dominante. Es por ello un partido de extrema derecha. En muchos puntos equiparable ideológicamente al neonazi NPD salvo por el hecho de que no se refieren al pasado nazi de forma explícita.
En base a su experiencia y conocimientos, ¿qué cree que puede ocurrir en los próximas semanas? ¿Podría haber más movilizaciones de la extrema derecha?
Creo que hemos entrado en una nueva fase. La idea originaria de Pegida, de reproducirse en toda la república no llegó a cuajar, pero muchas personas viajaron de unas ciudades a otras para manifestarse y podría darse algo parecido a lo ocurrido en una ciudad de Renania-Palatinado en la cual desde 2017 hay manifestaciones de varios miles de personas de forma regular después de que un joven asesinara a su novia. Lo que ha ocurrido en Chemnitz puede pasar en cualquier rincón de la república ahora mismo. Solo se necesita que ocurra algo en la ciudad concreta, ya que el potencial de movilización se encuentra en todas partes del país. La diferencia es que en el oeste la movilización en contra es mayor. El equilibrio de fuerzas es diferente porque durante décadas hubo otra cultura política allí. No digo que no pueda empeorar, pero por el momento es así. Un ejemplo lo dio Hamburgo el martes por la noche: Unas 3.000 personas se manifestaron para condenar la marcha neonazi en Chemnitz. En Sajonia no sería posible algo parecido.
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