Ciencia ficción
¿Y si la ciencia ficción nos salvara del fascismo?

Autoras, traductoras y editoras reflexionan sobre la necesidad de cambiar distopías por utopías ya que su mensaje puede ser conservador y reaccionario.

10 nov 2019 06:00

Los inquilinos de un viejo edificio se enfrentan a la codicia de unos especuladores que quieren echarles para construir pisos de lujo. Estos se debaten entre desistir o permanecer hasta que reciben la ayuda de otros individuos ajenos al problema y juntos emprenden la batalla por sus viviendas. Esto, que podría parecer otro caso más de la PAH, es una película de ciencia ficción de 1987. En Batteries Not Included (Nuestros maravillosos aliados, en España) se habla de solidaridad, de apoyo mutuo, de justicia social y de resistencia gracias a la alianza que se genera entre los residentes del inmueble y unos pequeños seres extraterrestres que acaban por accidente junto a ellos.

¿Puede una película infantil transmitir realmente un mensaje más progresista que El cuento de la criada de Margaret Atwood o 1984 de George Orwell? “Ambos son denuncias de la dominación y hacen análisis bastante brillantes, como los conceptos del doblepensar o la neolengua, pero a la vez plantean un mundo en el que no hay salida”, comenta Layla Martínez, colaboradora de El Salto, escritora y editora de Antipersona.

“Creo que Orwell y Atwood querían —y de hecho hicieron— importantes denuncias de la dominación, pero sus libros acaban llamando al desaliento en lugar de a la lucha por cambiar las cosas. Pero, además, el problema viene cuando es lo único que se produce, cuando se generan miles de series, libros, cómics, videojuegos sobre mundos distópicos y en cambio prácticamente ninguno que se desarrolle en un mundo mejor”, insiste.

Esta fue precisamente una de las premisas que tanto Martínez como Irati Jimenez defendieron en el Ansible Fest, primer festival de scifi feminista del Estado, que incluyó una mesa sobre ciencia ficción y antifascismo donde se colgó el cartel de aforo lleno por el enorme interés que generó. “Cuando pensamos en el fascismo pensamos en elementos como la economía o la migración, pero a veces se nos olvida la misoginia. El fascismo es antimujer, antifeminista y antifemenino. Es muerte”, asentó Jiménez, coescritora de Sci-Fem. Variaciones feministas sobre teleseries de ciencia ficción, publicado por Txalaparta. “Tenemos que ver dos líneas cuando hablamos de fascismo: ficciones que hablaban del nazismo (como Los Juegos del Hambre o V) y otras que tratan desde democracias deterioradas hacia recortes de derechos (como Battle Royale, Years and years o Hijos de los hombres)”, estructuró Martínez. Todas ellas distopías y muy pocas utopías, mundos alternativos con esperanza como Star Trek, el cómic Mirror, de Emma Ríos o la novela Los Desposeídos de Ursula K. Le Guin.

“Esto habla mucho —continúo Martínez— de cómo estamos viviendo en la actualidad: que no seamos capaces de imaginar un horizonte distinto, mejor, hace que se genere un discurso muy reaccionario y conservador”.

La felicidad y la lucha contra el patriarcado es barrera antifascista

“Aparentemente hay series, cómics o videojuegos que pueden no parecerlo, pero cuando solo se producen distopías lo que se repite es que por malo que sea el presente, el futuro es peor e idealizan el presente. El mensaje es de conservación del statu quo”, comenta para El Salto la fundadora de Antipersona, que insiste en que “lo que tenemos está lejos de tener que ser conservado”. “Esto no quiere decir que los escritores o cineastas o guionistas que generan este tipo de productos sean reaccionarios, pero sí que el efecto combinado lo es. A Foucault le hicieron la crítica de que su análisis sobre la dominación era tan brillante y tan profundo que daba la sensación de que no había salida. Él contestó que lo entendía pero que encontrar una salida no era su función. ¿Era Foucault un pensador reaccionario? Por supuesto que no, y a partir de sus análisis se puede construir. Pero no podemos quedarnos solo en esos análisis, no podemos dejar que nos paralicen. Necesitamos superarlos, avanzar otro paso más”, explica Martínez.

En este sentido, Jiménez pone de ejemplo de ficción El ala oeste de la Casa Blanca, ya que lo considera una utopía “porque imagina cómo sería el mundo si lo gobernara gente con corazón y cerebro”. En base a esa consideración, Jiménez apela por vivir la ciencia ficción desde un punto de vista “sano, entregándote a los mundos que te gustan”. “Si solo tenemos la experiencia del fan en solitario, en Twitter, cabreado siempre, todo es muy tóxico. Tiene que ver con la obligación de competir con otros a la que nos empuja el patriarcado. Todo lo que sea felicidad y luchar contra el patriarcado, es barrera antifascista”, defendió.

En este sentido, cabe destacar que desde muchas experiencias en torno a la ciencia ficción progresista se busca introducir estas reivindicaciones dentro de los textos. Ya sea el feminismo, la lucha contra la homofobia o contra el capitalismo, como hace FantaCiencia que anima a imaginar otros mundo utópicos donde el empleo no esté en el centro de nuestra vida (“trabajo sí pero de otra forma”), un mundo donde “todo el mundo tenga casa pero no vivamos aisladamente” y animando a una participación real en las decisiones públicas (“votar una vez cada cuatro años no es Democracia”).

¿Netflix nos hará salir a las calles por nuestros derechos?

“La ciencia ficción puede agitar, politizar, puede radicalizarte. Puede profundizar tu vínculo y tu responsabilidad con la realidad que te rodea, puede dinamitar o moldear la función de ideas como ‘género’ o ‘discapacidad, mostrar otras maneras e incitar a la acción. Dicho esto, la ciencia ficción sigue siendo un producto ideológico y como tal no existe fuera de las corrientes de opresión que nos atraviesan, de igual manera que pasa con la ciencia”, comenta Arrate Hidalgo, traductora, una de las impulsoras del Ansible Fest y creadora del podcast Qué haría Barbarella, quien pone de ejemplo a Octavia Butler  —“que explora la función del dolor, del pragmatismo, de negociar con la realidad y con otras personas para sobrevivir”— o Marge Piercy. Precisamente, en Mujer al borde del tiempo, Piercy describe una sociedad utópica pero no se ahorra los detalles del precio que pagan sus habitantes (mujeres racializadas, psiquiatrizadas) por alcanzarla y defenderla. Una novela en la que está trabajando la propia Hidalgo y que saldrá en marzo de 2020 de la mano de consonni.

De una forma más pesimista opina Marta Moreira, periodista, colaboradora de El Salto y participante del libro Apuntes de cine. Ciencia Ficción donde analiza cómo en ficciones como Her o Alphaville el amor y el sexo son convertidos en instrumentos de control social. “A lo largo del siglo XX, la ciencia ficción literaria y cinematográfica puso al alcance del ser humano obras absolutamente preclaras en contra el advenimiento de todo tipo de totalitarismos. Pero no creo que películas tan célebres y fáciles de interpretar como Fahrenheit 451, por poner un ejemplo cualquiera, hayan evitado que décadas después, en pleno siglo XXI, las principales potencias del mundo estén lideradas por hombres blancos iletrados e irresponsables. O que en democracias supuestamente sólidas como España se secuestren libros y se censure a artistas por expresarse libremente”, comenta.

Moreira considera que series con tanto éxito como Black Mirror “suscitan muchísimos comentarios de sobremesa y en las redes sociales, pero no sacan a la gente a la calle”. “Nos deslizamos todos hacia el caos climático y humanitario —continúa— mientras vemos Netflix en el salón. Así que no sé si la ciencia ficción puede salvarnos la vida. Si acaso, puede hacérnosla más tolerable e interesante”.

Aficiones y pesadillas que muchas veces las tenemos en el presente y que, por el efecto de conocernos poco a poco, no notamos que el agua hierve. “La distopía la tenemos en los telediarios, no hace falta ir a la scifi”, dice Layla Martínez en referencia a los centros rojos de El Cuento de la Criada que ya tenemos en India con la maternidad subrogada, donde tienen a las mujeres en granjas controlando lo que comen o haciendo ejercicios para que no tomen apego. Lo mismo con Donald Trump y los centros de reclusión, similares a los aparecidos en la frontera que representaban en Los Hijos de los Hombres. “Este mensaje de ‘debemos conservar el presente porque cualquier otra cosa es peor’ hace que me plantee si estos son los productos culturales que queremos”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Ciencia ficción
Hyperstición XII True Detective en la espiral
Un relato de cómo True Detective devino una ficción que se hizo real a sí misma
Cine
Opinión Creíais haber visto ‘Barbie’ y estabais comenzando a alucinar con Perky Pat
Barbie ha dejado de ser un término con connotaciones negativas para la izquierda y hasta las figuras más destacadas de la nueva izquierda han peregrinado a las salas de cine vestidas del inevitable color rosa.
Señora
12/11/2019 10:21

España es un país de ignorantes. Para que la gente salga a la calle, primero habría que tener conciencia de clase y ver que los problemas de uno afectan al otro. Nos han aislado ("divide y vencerás") para que no podamos revolucionarnos. La cultura se ha perdido: la gente se ríe de quién lee y tiene como ídolos a energúmenos. Pero no dudo en el cambio, para bien o para mal.

3
0
#42873
11/11/2019 18:04

Una utopía que sí merece la pena leer, tanto por sus propuestas políticas como por su calidad literaria, es "El futuro que hicimos" de Óscar Eslava, inspirada en el 15m pero nada ingenua, sobre cómo podría ser el mundo en el futuro capitalismo fragmentado del 2080.

2
0
#42860
11/11/2019 16:19

"debemos conservar el presente porque cualquier otra cosa es mejor"

Se ha colado una errata ahí, en el párrafo final, porque no lo comprendo.

Muchas gracias!

0
0
#42791
10/11/2019 20:40

Y no te digo ya que se defienda la utopía desde el feminismo y su neolengua. Aceptar que criminalicen a la mitad de la sociedad occidental y se hable de el hombre blanco como algo malo, hace que crezca VOX y formaciones ultras con vuestra misma lógica. Enhorabuena, habéis fagocitado cualquier atisbo de cambio siguiendo las directrices que financiaron Ford y Rockefeller desde sus fundaciones. Sois una lacra para la humanidad como ellos, más que nada porque el yo soy bueno y ellos malos os ha convertido en lo mismo.
Y tenéis los santos ovarios de llamarlo utopía. Hala, a seguir soltando chorradas y luchando contra molinos de viento, que seguro que los derrotáis.
Si la revolución será feminista o no será, me da que no será. Gracias por secuestrar todas las ansias de mejora con vuestra martirologia, siguiendo a Bauman y Donskis.

2
19
#42809
11/11/2019 9:16

Vaya sarta de inconsistencias y mentiras. Eres un bot de Vox

9
0
#42921
12/11/2019 10:42

Con el 15% del 70%, es decir el 10,5% de la población se creen que todos somos voxenetas ahora. Yo quiero de esa droga.

4
0
#42772
10/11/2019 11:02

¿1984, de Orson Welles? Supongo que es una errata, pero chirría.

2
5
#42780
10/11/2019 16:08

Chirria aún más que no hayas leido con atención y te inventes una errata inexistente.

4
1
#42798
11/11/2019 0:22

Traaaaaaanquiiiiii que ya lo has leído corregido

2
0
Laboral
Laboral CC OO, UGT y USO rechazan firmar el convenio de Decathlon al no incluir la cláusula de garantía salarial
Decathlon ha firmado el acuerdo con el sindicato mayoritario, SGICD, auspiciado por la propia empresa. El convenio para 2024-26 incluye un incremento salarial del 15%, que recupera la pérdida del 12% de los dos anteriores.
Italia
Italia El gobierno Meloni allana el camino a los antiabortistas
La Cámara de Diputados italiana ha aprobado por amplia mayoría una ley que permite a las organizaciones anti-elección entrar a los centros de asesoramiento público donde acuden mujeres que están pensando en interrumpir su embarazo.
Especulación urbanística
Turistificación Canarias dice basta: activistas organizan una movilización histórica en las islas frente a la turistificación
Precarización, pobreza, desigualdad y dificultad de acceso a la vivienda, así como la enorme contaminación de los espacios naturales causada por el modelo turístico, son algunas de las problemáticas por las que Canarias sale a la calle el próximo 20 de abril.
Ley de Memoria Histórica
Memoria democrática La ofensiva legislativa de PP y Vox contra la verdad, justicia y reparación
Las asociaciones memorialistas del estado hacen frente común en la Unión Europea y no descartan acudir a los tribunales para defender los derechos de las víctimas del franquismo.

Últimas

País Vasco
Los audios del PNV Las presiones de Unai Rementeria a un alcalde: “Le tienes que exigir que se pringue"
Hordago destapa nuevos audios sobre una operación del PNV para torcer el brazo de un funcionario de la administración local y un técnico de la Diputación Foral de Bizkaia y revestir de legalidad contrataciones públicas.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
EH Bildu
Elecciones vascas EH Bildu se abre a un pacto abertzale en campaña electoral que no convence al PNV
Los ofrecimientos de la izquierda abertzale han sido constantes estas dos semanas y, frente a ello, los jeltzales han mantenido una postura beligerante. En la práctica, ambos partidos se han entendido en distintas materias.
Personas sin hogar
Personas sin hogar “Una noche por todas sus noches” en protesta por las personas sin hogar en Granada
El cierre de un centro de acogida nocturno en el centro de la ciudad, que acogía a más de 50 personas, ha agravado la ya precaria situación de acogida de las personas sin hogar
Formación El Salto
Formación El Salto Las Otras Economías: hay vida más allá del capitalismo
Entre el 14 de mayo y el 4 de junio, nuestra sección de economía El Salmón Contracorriente desarrolla un curso para aprender y practicar economías alternativas a la dominante.
Más noticias
Cine
Cine RTLM, la radio del odio que alentó el genocidio en Ruanda
Cuando se cumple el 30º aniversario de la tragedia en Ruanda, llega a las pantallas ‘Hate Songs’, que se estrena el viernes 19 de abril, una metaficción que transcurre en los estudios de la emisora controlada por los hutus.
Ciencia
Ciencia Ideología en la ciencia, y en su divulgación
La formación de una ciudadanía crítica también involucra aprender a identificar y cuestionar los componentes ideológicos enraizados en la práctica científica, y en la comunicación de la ciencia hacia los públicos no expertos.
País Vasco
Los audios del PNV El modus operandi del PNV en Mundaka: “Invita a tres personas, el resultado va a ser uno”
Hordago revela grabaciones exclusivas en las que el presidente de la Junta Municipal de la localidad de Busturialdea pide al entonces alcalde, Mikel Bilbao, que favorezca la contratación como asesor externo de un barón del partido.
Galicia
Altri Vecinos, ecologistas y científicos saltan a Bruselas para frenar la celulosa que amenaza el corazón de Galicia
Las plataformas de vecinas afectadas y ambientalistas han podido reunirse con altos funcionarios de la Comisión Europea especializados en normativa medioambiental aupados por la eurodiputada del BNG Ana Miranda para seguir defendiéndose de Altri.

Recomendadas

Ocupación israelí
Palestina El Salto te ofrece una camiseta para apoyar económicamente a la UNRWA
No cesamos de buscar nuevas vías para visibilizar un mayoritario clamor social que pide un alto el fuego al que apenas se da cabida en el discurso mediático convencional. Todos los beneficios de esta campaña irán destinados a la UNRWA.
País Vasco
País Vasco “En Osakidetza nos la van a dejar morir, vámonos a la privada”
Las listas de espera que reconoce el Departamento de Salud en respuesta parlamentaria no se corresponde con las citas que ofrece. Tampoco hay coincidencia con el dato público del número de médicos que compatibiliza la sanidad pública con la privada.
Cárceles
Carabanchel Tele Prisión, memoria audiovisual de una cárcel
Además de varias películas que se han acercado a la cárcel de Carabanchel, Tele Prisión fue un canal de televisión interno en el que participaron numerosos reclusos y algunos educadores de esa prisión madrileña. Emitió de 1985 a 1987.
Historia
Historia Rubén Buren: “La memoria debe ser aquello que nos construye y nos une como ciudadanía”
El historiador y polifacético Rubén Buren coordina el libro 'La Segunda República', una oportunidad para dar a conocer este periodo a un público no especializado.