A la banca no le gusta el porno feminista

No importa que los productos que venden promuevan una sexualidad sana, las entidades financieras niegan sus servicios a este tipo de proyectos.

@econocabreado.bsky.social

Coordinador de la sección de economía

23 feb 2018 07:00

Tienes tu negocio. Tiene una filosofía feminista y educativa. Vendes productos en tu página web. Todo marcha bien. Pero un día al banco que te presta sus servicios le salta una alarma y te llaman: “Habéis vendido un producto que no encaja con los valores éticos de nuestra entidad. Retirad el producto o tendremos que bloquear vuestra pasarela de pago y cancelar nuestros servicios”.

Esto fue lo que le ocurrió a la tienda erótica feminista, con sede en Zaragoza, Desmontando a la Pili, el día que vendieron una película de porno feminista en su tienda online. Desmontando a la Pili es, según su propia definición, una cooperativa de mujeres que entienden la sexualidad como parte integral del desarrollo de las personas y con una filosofía feminista y comprometida con la diversidad y el consumo responsable. En su tienda online, entre vibradores y fustas hechas con materiales reciclados, se podían encontrar películas de porno feminista y de educación sexual, hasta que empezó su especial periplo bancario. “Nos llamaron del Banco Sabadell y nos dijeron que no podíamos vender porno usando su TPV virtual”, relata a El Salto Victoria Tomás, una de las fundadoras. “Ellos sabían que nosotras vendíamos vibradores y otros juguetes sexuales, pero lo que les importaba era el porno”. La carrera de obstáculos no finalizó con la negativa del Banco Sabadell: “Fuimos a Caja Laboral y todo eran facilidades hasta que les pregunté explícitamente si podíamos vender porno. Se negaron, por lo que tampoco contratamos nada con ellos”.

Esta tienda erótica de Zaragoza no es la única que ha tenido problemas a la hora de contratar servicios bancarios. Los placeres de Lola lleva más de una década abierta en Madrid. Sara Pérez, copropietaria de esta, resopla cuando se le pregunta si ha tenido algún problema de este tipo: “Cuando abrimos la página web hace 14 años teníamos la cuenta bancaria con Cajamar, pero no nos quiso poner la pasarela de pago por el tipo de negocio que éramos”. Tras la decisión de la caja, comenzaron a trabajar con Banco Valencia durante varios años, pero los rescates y fusiones bancarias llegaron y al nuevo dueño de la ruinosa entidad valenciana tampoco le gustaba el porno ni los vibradores: “Cuando el Banco Valencia fue absorbido por La Caixa nos dijeron que nos daban unos meses, pero que no nos iban a sostener la pasarela de pago porque decían que ética y moralmente lo que vendíamos no era para ellos y no entraba en el código ético de su banco”, lamenta Pérez.

El tercer paso para estas dos tiendas fue el mismo, la pasarela de pago más famosa y utilizada en todo el planeta: PayPal. El resultado no fue diferente. “En cuanto vendimos una película porno nos enviaron un email diciendo que debíamos quitarla —explica Tomás—, las mismas excusas que los bancos”. La tienda madrileña, según narra Pérez, no llegó ni a instalarlo en su web porque “cuando fuimos a hacernos la cuenta nos dijeron que no admitían empresas que vendieran productos de tipo sexual”.

LAS DIRECTORAS TAMBIÉN

Las tiendas no son las únicas que cargan con la estigmatización del porno por la banca, aunque sea feminista. Anneke Necro es una actriz y directora de cine porno feminista que vive en Barcelona. Define la animadversión de las entidades financieras a este género como “una de las cosas que más me ha jodido, laboralmente hablando”. Necro fundó una productora centrada en el mundo de las parafilias y todo lo que, según ella, se aleja de lo heteronormativo: “Hacíamos fetiches muy concretos y cuando intentamos vender las obras nos dimos cuenta de que muchas prácticas no se pueden vender”. La directora relata a El Salto que descubrió que una de las reglas de Visa y Mastercard, que según ella controlan las transacciones que se hacen tras cualquier plataforma de pago, es que no se puede vender ningún producto que muestre sangre, incluida la menstrual. “Ahora mismo tengo otro proyecto, un laboratorio creativo llamado Mantis, donde queremos hacer contenido porno con personas que tengan la regla, pero no podríamos venderlo porque nos retirarían la pasarela de pago”, lamenta Necro.

Anneke Necro define la animadversión de las entidades financieras a este género como “una de las cosas que más me ha jodido, laboralmente hablando”

Lola Clavo es una directora de cine de contenido explícito y feminista galardonada con el premio PorYes Awards en 2013 —los premios al cine pornográfico feminista europeo— que actualmente reside en Londres. Relata a El Salto que, si eres un artista que trabaja temas de sexualidad y pornografía, es muy difícil distribuir tu trabajo de forma independiente. “Quise montar una página donde se pudieran comprar cortos o piezas audiovisuales a cambio de una donación, una especie de ‘paga lo que quieras’. El típico botón de donations de Paypal era lo que yo quería, pero me estuve mirando todas las regulaciones y el tema es que básicamente te pueden cerrar la cuenta con cualquier excusa. Tengo varios amigos a los que les ha pasado, por lo que desistí”.

Las ventas online no son el único problema al que se enfrentan las directoras y productoras de cine erótico o porno. También tienen que lidiar con ese estigma cuando piden un préstamo o quieren cobrar por su trabajo. “Cuando una distribuidora vende uno de mis cortos y me pagan por PayPal, no se puede mencionar la palabra pornografía o sexo en ningún lado, porque a la menor sospecha esas cuentas son cerradas o sancionadas, aunque el negocio sea totalmente legal”, explica Clavo. Necro relata que ella no ha tenido que enfrentarse a la situación de tener que pedir financiación, pero sí que conoce varios casos: “Tengo una amiga que es mistress y quiso pedir un préstamo para arreglar su estudio. Le cerraron la puerta en muchos bancos”.

Todo en un mismo saco

Aunque sus inicios se remontan a la década de los 80, el porno feminista ha irrumpido con fuerza en los últimos años en una industria que, hasta hace bien poco, estaba únicamente enfocada al público masculino y centrada en prácticas heteronormativas. En cambio, el porno feminista “tiene en cuenta a las mujeres como sujetos y no como objetos, capaces de decidir y proponer, de disfrutar, dignas de respeto, etc.”, según Victoria Tomás. Necro define su trabajo como un porno desde una visión feminista e inclusiva, fuera de lo heteronormativo, que visibiliza otras identidades, otros géneros y otras prácticas sexuales más allá de la penetración o el sexo oral.

"El porno feminista tiene en cuenta a las mujeres como sujetos y no como objetos, capaces de decidir y proponer, de disfrutar, dignas de respeto, etc.”, según Victoria Tomás

Pero las entidades bancarias y multinacionales como PayPal no solo no contemplan diferencias entre el porno feminista y el normativo, sino que meten estas mismas prácticas en un mismo saco junto a otras ilegales. “Los bancos nos han puesto problemas ya que, según ellos, ‘no pueden facilitarnos servicios por no promover la pornografía infantil y evitar la pedofilia’, e incluso hemos tenido problemas con empresas de mensajería, como UPS, que no quiere repartir nuestros envíos porque no trabajan con empresas de ‘porno ni armas’”, explica Pérez. Clavo relata que intentar explicar a un banco que tu negocio o producto es feminista y educacional “no sirve de nada y es frustrante”. La experiencia de Tomás es idéntica: “Lo mezclaron todo, nos hablaban de pederastia y lo metían todo en un mismo saco, que si sus clientes, sus inversores…”.

Porno no, armas sí

Según el informe Los bancos que invierten en armas, publicado por el Centre Delàs d’Estudis per la Pau en junio de 2016, CaixaBank es el quinto banco en el ranking de entidades financieras con intereses en industria armamentística de todo el Estado con una inversión de más de 87 millones de euros. El Banco Sabadell es la séptima en ese mismo ranking, aunque ahora habría escalado un puesto ya que la sexta en la lista, el Banco Popular, ha sido absorbida por la segunda, el Banco Santander. La inversión de este banco en industria armamentística, según el informe, ascendía en 2016 a algo más de los 51 millones de euros.

Las cuatro entrevistadas coinciden en la hipocresía de un sistema bancario que no tiene ningún impedimento para invertir, prestar dinero u ofrecer sus servicios bancarios a empresas de armas, pero que ponen el grito en el cielo y saltan todas sus alarmas cuando un pago de una compra lleva la palabra “porno” en el concepto. En Desmontando la Pili quisieron, sin éxito, usar ese argumento ante el Banco Sabadell: “Una compañera les dijo que cómo era posible si ellos estaban metidos en la industria de las armas, pero les dio igual”, relata Tomás.

Las cuatro coinciden en la hipocresía de una banca que ofrece sus servicios a empresas de armas, pero que ponen el grito en el cielo cuando un pago de una compra lleva la palabra “porno” en el concepto

Pero, para Clavo, existe otro factor más allá de la estigmatización al porno y ese supuesto puritanismo de la banca, los niveles de facturación y los beneficios que le pueden reportar a esas entidades: “Nosotras no somos grandes empresas ni fomentamos los imperios del porno, todo lo contrario. Sin embargo, seguro que esas grandes empresas pornográficas no tienen ningún problema con los bancos”.

El porno feminista y los valores que intentan promover las directoras, actrices y tiendas especializadas son las grandes perdedoras de lo que ellas consideran una discriminación. Tal y como explica Calvo, “los pequeños negocios locales, gente que está intentando cambiar la pornografía mainstream, artistas experimentando los límites de la pornografía, etc, somos los que salimos perdiendo porque los bancos prefieren no arriesgarse a tener algún tipo de problema, ya que como facturamos poco no les sale a cuenta”.

Para Pérez, que no se haga ningún tipo de diferenciación entre quienes hacen y venden este tipo de porno “refuerza los patrones heterocentristas de esta sociedad. Nosotras estamos trabajando por una sexualidad sana, empoderada y por la igualdad, y nos meten a todos en el mismo saco”.

Cargando valoraciones...
Ver comentarios 9
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

Asturias
Las Seis de la Suiza consiguen el tercer grado penitenciario a la espera del indulto prometido por el Gobierno
Las sindicalistas podrán cumplir su condena en régimen de semilibertad y durmiendo en la cárcel. Se prevé que las manifestaciones continúan a la espera del indulto prometido por la vicepresidenta Yolanda Díaz, aún sin fecha de posible aprobación.
Laboral
Legislación laboral en condiciones de calor extremo: existe pero ¿se aplica?
Los sindicatos y expertos demandan mejoras en los reglamentos, que muchas veces dejan en manos de la buena voluntad de las empresas aplicar medidas de protección en alertas meteorológicas.
Portugal
La derecha y la extrema derecha portuguesas acuerdan una ley antimigrantes sin precedentes
El Parlamento luso aprueba una ley que endurece los requisitos para la obtención de nacionalidad a los extranjeros, incluyendo a los lusófonos, y limita extraordinariamente los supuestos de reagrupación familiar.
El Salto n.79
Galicia dice 'no' al capitalismo verde y en el último número de la Revista El Salto te lo contamos
Ya está disponible el número 79 de nuestra revista, en el que destacamos la investigación y el rechazo social que encuentra el proyecto de macrocelulosa de la multinacional Altri.
Euskal Herria
La transferencia a Euskadi de los subsidios de desempleo se atasca
La reunión entre Pradales y Sánchez ha servido para pactar el traspaso de algunas prestaciones familiares, pero aún no ha prosperado la negociación sobre los subsidios de desempleo con el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Incendios
El vecindario de la Cañada responsabiliza del incendio a Ayuso y denuncia la actuación de Emergencias
Un total de 19 dotaciones de Bomberos acudió a sofocar un incendio en el sector 6, afectado por cortes de luz desde 2020, como vienen denunciado vecinos y organizaciones.
Grecia
Grecia muestra su peor cara ante el aumento de llegadas de personas migrantes a Creta
El país heleno suspende, durante los próximos tres meses, los procedimientos de asilo para las personas migrantes que lleguen por mar desde el norte de África.
Torrejón de Ardoz
Torrejón clama justicia por Abderrahim un mes después de que muriera asfixiado por un policía de Madrid
La plataforma Justicia por Abderrahim ha querido sacar músculo en las calles de la ciudad y honrar la memoria del vecino magrebí fallecido estrangulado por el agente municipal.
Palestina
El ataque de Israel a una iglesia indigna al Gobierno francés, que sigue sin hacer nada contra el genocidio
Eslovenia se convierte en el primer país europeo en prohibir la entrada y en imponer sanciones contra jerarcas del régimen de Tel Aviv.

Últimas

Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Después de un año de trabajo, lanzamos en julio la nueva web de El Salto, con un nuevo diseño, pero, sobre todo, con una nueva Zona Socias llena de ventajas para las personas que hacen posible El Salto con su apoyo.
Cómic
Simon Hanselmann y el arte de lo obsceno
Simon Hanselmann se ha convertido en el verdadero ‘enfant terrible’ del mundo del cómic ‘underground’. Un artista de lo obsceno, titiritero del universo gestado en torno a los incorregibles Megg, Mogg y Búho.
Región de Murcia
Más de mil organizaciones piden que se castiguen los discursos de odio que incentivan las agresiones racistas
Colectivos sociales, migrantes y antirracistas convocan concentraciones en decenas de ciudades para mostrar el rechazo ante las agresiones racistas y xenófobas en Torre Pacheco y exigir responsabilidades a los incitadores.
El Salto Radio
Yupanqui, la música en colectivo
Jóvenes con raíces latinoamericanas generan espacios de encuentros y formación en Madrid.
Región de Murcia
Bulos y algaradas: la estrategia internacional para promocionar el supremacismo
La campaña en redes de Torre Pacheco ha replicado el modus operandi que instigó los disturbios racistas de Inglaterra el pasado verano.
Estados Unidos
No es una guerra de Trump contra el fentanilo, es una guerra contra los pobres
Donald Trump revive la War On Drugs firmando una nueva ley que establece penas mínimas de diez años contra los traficantes del opiáceo.
Más noticias
Justicia
Organizaciones civiles y de derechos humanos piden protección para el hijo menor de Juana Rivas
Consideran la orden de entrega del hijo menor de Juana al padre como una grave desprotección infantil al ignorar el proceso penal italiano por presunto maltrato contra Arcuri y la minimización previa de las denuncias de violencia del hijo mayor
Francia
Francia se ensaña con los más desfavorecidos con su nueva batería de recortes
El primer ministro galo, François Bayrou, quiere congelar pensiones, ayudas sociales y salarios de funcionarios con un agresivo plan de austeridad que deja indemnes a los más ricos.

Recomendadas

Pensamiento
Nuria Romo
“Los procesos de medicalización no son neutros, se hacen sobre todo hacia las mujeres”
Catedrática de Antropología Social y Cultural, Nuria Romo Avilés lleva más de dos décadas compaginando la investigación con perspectiva de género acerca de drogodependencia con la docencia en la Universidad de Granada.
Comunismo
Jodi Dean
“Sin organización, los movimientos surgen y desaparecen como setas”
La politóloga e historiadora Jodi Dean ha estado en Barcelona para reivindicar el poder de las organizaciones políticas y de la camaradería. En la actualidad trabaja sobre el neofeudalismo y la reconfiguración de la clase trabajadora.
Arte contemporáneo
Palabras contra el poder: la vigencia radical de Barbara Kruger
La primera retrospectiva completa de Barbara Kruger en España presenta los distintos formatos y soportes con los que ha trabajado en las últimas cinco décadas: ‘paste-up’, instalaciones de vídeo, obras en LED y vinilos murales.
Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Diversos fondos de origen israelí están presentes en proyectos urbanísticos de Málaga influyendo en la turistificación de la provincia mientras se enriquecen con la ocupación de Palestina
Comentarios 9

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...