África
“Mi único equipaje era mi barriga de embarazada”

El mayor campo de refugiados del mundo se encuentra en Bidibidi, en el Norte de Uganda, y acoge a unas 300.000 personas huidas de la guerra de Sudán del Sur. Un 85% de sus habitantes son mujeres y menores.

Sursudanesas comba
Grupo de niñas jugando a la comba Meritxell Prats
16 dic 2018 06:00

Helen muele café resguardada por la sombra de su casa. El sudor aún recorre su cuerpo, pues hace apenas unos segundos tostaba los granos, ya secos, en el fuego bajo un sol abrasador. Saima borda una pieza de tela blanca con adornos de ganchillo amarillo para hacer un mantel. Quiere iniciar su propio negocio y empezar, también, a vender sábanas. Jackline vendía airtime (dinero para realizar llamadas con el teléfono móvil). Le gustaría recuperar este negocio, pero ahora se necesita una licencia que no es fácil de conseguir. Sus vecinas la eligieron representante y líder de las mujeres y ahora es voluntaria de la ONG África Directo y su contraparte local, los Marian Brothers. Mujeres como ellas son, junto a sus hijos, el 85% de la población sudsudanesa que vive en los campos de refugiados del norte de Uganda.

“Caminé durante cinco días hasta la frontera de Uganda y mi único equipaje era mi barriga de embarazada de siete meses”, narra Jackline. Llegó a Bidibidi, el mayor campo de refugiados, en extensión, del mundo, a finales de octubre de 2016, junto a su marido y la hermana de él. Saima emprendió el viaje con sus cinco hijos. Su marido había muerto en Sudán del Sur antes de que empezara la guerra en 2013. El país logró la independencia del norte en 2011, pero la paz apenas duró dos años. Las tensiones por el control del poder político y económico entre el presidente Salva Kiir, de la etnia dinka, y el que por entonces era su vicepresidente, Riek Machar, líder nuer, resurgieron. Tensiones que nacieron durante el período colonial cuando un gobierno indirecto liderado por el Reino Unido se dedicó a promover ciertas élites. Élites que se perpetuaron gracias a los enclaves petroleros de la frontera, grandes reservas de crudo que despertaron el interés de las potencias internacionales.
Helen Sudán del Sur
Helen moliendo café Meritxell Prats
“Llegaron grupos rebeldes de golpe y empezaron a disparar. Vi a gente morir a mi lado”, relata Saima acerca las matanzas que está perpetrando el ejército del gobierno contra las etnias minoritarias del sur del país y que ya han desplazado a dos millones y medio de personas hacia Sudán del Norte, Etiopía, Kenia, Uganda y República Democrática del Congo. “Decidí venir aquí cuando vi como mataban a mi marido”, cuenta Grace Sunday que ahora vive en la zona 4 del campo junto a sus cuatro hijos.El viaje desde sus pueblos en Sudán de Sur no es fácil. “A muchos de mis vecinos los mataron, pero durante el camino, los rebeldes violaron y robaron a mujeres”, relata Norah que, a sus 20 años, vive con su hijo de 4, Norbert, en la zona 1 de Bidibidi. Según un informe de Amnistía Internacional, la violencia sexual en Sudán del Sur se ha disparado desde el inicio del conflicto y en 2016, las violaciones se incrementaron en un 61%.
En los campos de refugiados del norte de Uganda, las mujeres son las responsables y las cabezas de familia

Mientras bombea agua de un pozo al lado de su casa junto a otras chicas, Norah cuenta como fue la llegada a Uganda tras ver cómo asesinaban a su marido. “Caminé hasta la frontera durante tres días con un grupo de 28 personas y allí nos recogió un vehículo de las Naciones Unidas”. Viajaba con la hija de su hermana y las registraron a todas como una familia.

En los campos de refugiados del norte de Uganda, las mujeres son las responsables y las cabezas de familia. A su llegada a la frontera, cualquier hombre o menor de edad es inscrito con una mujer para que se les asigne un espacio donde vivir y poder disponer de la comida que reparten las organizaciones internacionales cada mes. Al inicio del conflicto, los hombres eran los responsables, pero se dieron cuenta de que algunos de ellos podían tener más de una mujer y que otros decidían regresar a Sudán del Sur, como cuenta Margaret, que vino con sus cuatro hijos y su marido, quien regresó sin dar explicaciones.
Mujeres Sudán del Sur
Mujeres haciendo cola para recoger su ración mensual de comida y aceite Meritxell Prats
“En el campo de refugiados solo puedes esperar. Cuando hay comida estás bien, pero no siempre hay”, explica Jenifer. Actualmente, cada persona recibe, una vez al mes, 12 kilos de harina de maíz para cocinarla con agua y comerla en forma de puré sólido, 6 kilos de alubias y un litro de aceite. “Es muy difícil conseguir dinero en el campo, así que tenemos que economizar la comida para conseguir que llegue a final de mes. No hay alternativa”, cuenta Norah. Saima considera que aún faltan muchas necesidades básicas para cubrir y Joselin afirma que, aunque pasan hambre, su única esperanza es que todos sus hijos pueden ir a la escuela.Según los informes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Uganda acoge a 1.037.400 sudsudaneses en diferentes campos, siendo el tercer país del mundo, junto con Paquistán, que acoge a más personas, sumando ya 1,4 millones. Actualmente Bidibidi es el mayor campo de refugiados, en extensión, del mundo y viven en él 300.000 sudsudaneses que, en su mayoría, llegaron entre julio y noviembre de 2016. Dispone de una superficie de 62,2km² dividida en cuatro zonas y ocupada por viviendas de barro y paja y 171,8 km² que se destinan a la agricultura.Al inicio del conflicto y las migraciones, el gobierno ugandés instauró una política en la que entrega un trozo de tierra a todas las personas refugiadas para que puedan construir su casa y cultivar alimentos. Grace Sunday y Helen coinciden en la misma idea: “Que Uganda nos de este terreno está bien, porque te hacen sentir como en casa. Así podemos tener más comida y empezar un negocio, aunque no es suficiente para ganarte la vida”. Muchas de estas mujeres, antes de tener que huir de la guerra, tenían sus propias granjas en Sudán del Sur. Ahora se ganan la vida vendiendo lo que producen en estas pequeñas parcelas. Muchas de ellas se desplazan hasta el campo de refugiados de Imvepi, muy cerca de la zona 4 de Bidibidi y también lleno de sudsudaneses, con el que se ha desarrollado mucho negocio.
Mujer con turbante
Retrato de Grace Sunday Meritxell Prats
“En Sudán del Sur vivía y trabajaba en mi granja, pero cuando llegué a Uganda tuve que vender parte de la comida para poder contratar a alguien que me ayudara a construir la casa”, cuenta Grace. Lejos quedan ya las grandes extensiones cubiertas de tiendas de campaña de plástico entregadas por las organizaciones internacionales durante los primeros meses de emergencia. El paisaje del campo está envuelto en casas de barro y paja más resistentes que sus habitantes han ido construyendo con el tiempo. Jackline y su marido tardaron cuatro meses en terminar la suya, pero Jenifer aún no lo ha logrado porqué cada vez que ha intentado construir las paredes, la lluvia se lo ha impedido.
A las personas refugiadas se les entrega un carné de identidad ugandés que permite la libre circulación y conseguir trabajo en cualquier parte del país
Otra de las políticas que se han promovido en Uganda ha sido la entrega de un carné de identidad ugandés que permite la libre circulación y conseguir trabajo en cualquier parte del país. Aún así, y aunque no hay cifras oficiales fiables, algunas organizaciones internacionales afirman en sus informes que el paro juvenil en Uganda asciende a niveles que oscilan entre el 60% y el 80%, hecho que impide encontrar trabajo regulado, no solo a los refugiados que llegan desde otros países vecinos, sino también a los propios ugandeses.La acogida por parte de la población local ha sido positiva. Muchos de ellos recuerdan cuando, no hace mucho tiempo, a finales de los ochenta, también tuvieron que refugiarse en Sudán a causa de la guerra que afectó al norte de Uganda y que enfrentó al actual presidente, Yowery Museveni, con Joseph Kony y el Ejercito de Resistencia del Señor. Además, el conflicto en Sudán ha traído consigo desarrollo económico para las poblaciones cercanas a los campos. Del total de la ayuda que invierten las organizaciones internacionales, un 70 por ciento va destinada a las personas refugiadas y el 30 por ciento restante a los ugandeses.Pero el deseo de la mayoría de los sudsudaneses que viven en Bidibidi, no es quedarse en Uganda. “Decidimos venir porque no nos trataban como seres humanos”, afirma Margaret que, al mismo tiempo, desearía poder volver a su país si hubiera paz. Una paz que, para ellas, significa felicidad, armonía, derechos, libertad, sentarte con alguien, hablar y llegar a acuerdos. “Soy la primera a la que le gustaría volver a Sudán del Sur. Si no hubiera segregación y pudiéramos esta todos juntos”, sentencia Jackline.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Senegal
Elecciones en Senegal “La relación de Francia con Senegal sigue siempre siendo de explotación y dominación”
Miembro del PASTEF, Mamadou Lamine Niang explica el marco en el que se celebran las elecciones del próximo domingo en Senegal, tras la reciente excarcelación de Ousmane Sonko, y su principal aliado y candidato presidencial Diomaye Faye.
En el margen
Nsang Cristià Esimi Cruz “Hay una carencia a la hora de contar la historia de África en español”
El panafricanista Nsang Cristià Esimi Cruz es una voz imprescindible para seguir la actualidad guineana. Desde su programa de radio La llave, empuja por el cambio social en su país, al que quiere libre de la lacra del neocolonismo y la corrupción.
Senegal
Crisis política en Senegal Senegal, sumido en el desasosiego electoral
Tras aplazar las elecciones del 25 de febrero, en una maniobra considerada ilegal por el consejo constitucional, Macky Sall intenta apaciguar a una población que exige la liberación de los candidatos de la oposición y votar antes del 2 de abril.
#28415
26/12/2018 15:14

Ojalá más historias cómo estás llegan ser conocidas para la gente. Una otra cara de la guerra

0
0
silversix
24/12/2018 16:22

Interesante reportaje, mujeres luchadoras bellamente retratadas

0
0
Economía
En primera persona Instrucciones por si encuentras muerta a tu suegra
Todo el que está en el mundillo sabe que el sector funerario vive casi un duopolio de facto y lo máximo que se está dispuesto a hacer es poner una multa de vez en cuando. Cuando alguien llama a una, ni se imagina al entramado que está llamando.
Educación pública
Iglesia Semana Santa: negocios, procesiones en colegios, inmatriculaciones y fervor
Más allá de la expresión cultural, la Semana Santa tiene una esfera económica que genera millones de euros y otra social que le sirve a la Iglesia Católica para legitimar sus privilegios dentro del Estado español.
Genocidio
Ayman Qwaider “A la gente se le pide una cantidad excesiva de dinero para poder salir de este campo de exterminio de Gaza”
Profesor especializado en educación en emergencia y educación inclusiva, Ayman Qwaider vive en Australia. Desde allí, intenta ayudar a su familia a salir de Gaza, mientras denuncia la ocupación israelí y la complicidad de la comunidad internacional.
Industria
Transición industrial Mecaner, un cierre injusto o cuatro alternativas con mirada ecosocial para mantener la fábrica de Urduliz
ESK y LAB han presentado el ‘Plan de Transición Ecosocial’ que ha elaborado la cooperativa Garúa como una herramienta para la búsqueda de soluciones al ERE propuesto por la multinacional Stellantis.
Venga, circula
Venga, circula Un paso, luego otro
Llega un día en el que vemos con claridad algo que solíamos observar en los demás pero que nunca —prometíamos— nos sucedería a nosotros.
Sexualidad
Consultorio de sexualidad ¿Qué tengo si me diagnostican Síndrome de Ovario Poliquístico?
Afecta a entre un 7 y un 13% de las mujeres en edad reproductiva, y el 70% están sin diagnosticar. Pero, ¿qué es el SOP y como podemos apaciguar sus síntomas?
Ocupación israelí
Opinión Las palestinas también existen
La morbilidad femenina, el conjunto de enfermedades, factores de riesgo y motivos de consulta recurrentes en las mujeres que merecen una atención específica, tiene múltiples ejes de discriminación: no es lo mismo en Suecia que en Palestina.
Palestina
Palestina Viaje al fondo del horror
El fotoperiodista Javier Bauluz cubrió la primera Intifada, la primera gran rebelión del pueblo palestino desde la creación del estado israelí.

Últimas

Ocupación israelí
Palestina El Salto te ofrece una camiseta para apoyar económicamente a la UNRWA
No cesamos de buscar nuevas vías para visibilizar un mayoritario clamor social que pide un alto el fuego al que apenas se da cabida en el discurso mediático convencional. Todos los beneficios de esta campaña irán destinados a la UNRWA.
Maternidad
Maternidades Reaprender la espera
El tiempo de gestación es largo y va a un ritmo distinto al que acostumbras: el ritmo natural al que desarrolla una playa, un monte, un océano. Y no estamos ya habituados a darle la mano a la pausa.
Momus Operandi
Momus operandi Todo es una narración
Nos dicen que las mentiras son la única realidad. Que aprendamos a mentirnos, que nos engañemos, que no nos importa la salud, ni los derechos laborales, ni las violencias estructurales.
Accidentes laborales
Accidentes laborales Detenidos tres empresarios en Galicia tras la muerte de un migrante que trabajaba sin equipo de protección
El joven de 28 años, que estaba empleado con un contrato irregular, falleció el 26 de febrero tras precipitarse desde una carretilla elevadora sin la protección necesaria para esa labor.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La PAH València clama por el derecho a una vivienda digna: “¿Duermen tranquilos?”
Centenares de personas protestan frente al palacio de la Generalitat para exigir que se haga efectivo el derecho a la vivienda ante la insoportable alza de los precios.
Sidecar
Sidecar Crisis intratable en la República Democrática del Congo
Una y otra vez los actores externos han fracasado a la hora de contener la escalada de violencia en la República Democrática del Congo.
Deportes
Rugby femenino +35 Las Milnoh Granada, un club de rugby femenino +35 creado y gestionado por mujeres
32 mujeres nacidas en mil novecientos y pico, federadas en un equipo que les ha dado un espacio propio, sentido de pertenencia, una tribu donde “yo soy porque somos”

Recomendadas

Argentina
Argentina Myriam Bregman: “El de Milei es un típico gobierno neoliberal con recetas ortodoxas clásicas”
Quien fuera candidata de la izquierda a la presidencia en las elecciones en las que Milei salió victorioso, evalúa las consecuencias del gobierno de La Libertad Avanza y las respuestas que están dando los distintos actores políticos.
Ríos
Radiografía fluvial de España La tierra que no amaba sus ríos
Los ríos ibéricos agonizan. Casi la mitad de las masas de agua está en mal estado. Presas, sobreexplotación, contaminación y crisis climática son sus principales amenazas, con la agroindustria como mayor agresora.
Memoria histórica
Marc Solanes “Mi bisabuela luchó en el frente y fue considerada una mala madre, pero lo hizo por sus hijas”
En ‘Las niñas de Elna’ (Pollen, 2024) el periodista reconstruye la historia de las mujeres de su familia resolviendo enigmas para resignificar la imagen de la mujer en la historia.
Euskal Herria
Korrika Correr a favor del euskera cruzando fronteras
La Korrika es el mayor evento de Euskal Herria. En la última edición de esta carrera de más de 2.500 kilómetros ha participado un tercio de la población vasca.