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Teatro
Chiara Bersani: “El prejuicio es un mecanismo animal, instintivo y primordial”
La performer italiana Chiara Bersani aborda la figura y el imaginario del unicornio desde su propia fisicidad. La artista acaba de ganar el premio UBU, el reconocimiento de teatro más importante para un actor y una actriz en Italia.
Gentle Unicorn es un solo en el que Chiara Bersani aborda la figura y el imaginario del unicornio desde su propia fisicidad. Durante 50 minutos, la performer presenta una historia aparentemente sencilla en la que el unicornio se traslada en un espacio blanco, desplegando pequeños gestos, miradas intensas, respiros. La artista, que acaba de ganar el premio UBU —el reconocimiento de teatro más importante para un actor y una actriz en Italia—, ha trabajado como intérprete para reconocidas compañías contemporáneas como La Tristura, Alessandro Sciarroni, Babilonia Teatri, Jérôme Bel o Marco D’Agostin. Este proyecto, ayudado en residencia por el Graner y en relación con el Festival de Santarcangelo, ha llegado en febrero a Barcelona en el marco del Festival SÂLMON 2019.
En Gentle Unicorn alcanzas algunas posturas muy estiradas en las que tu cuerpo parece casi romperse. Pareces sufrir.
Las decisiones que he tomado con respecto a los movimientos que hago en Gentle Unicorn van todas en una dirección: sentirme cómoda con mi cuerpo y hacer lo que pueda sin utilizar ningún arnés externo como podría ser mi silla de ruedas. Los movimientos están estudiados para ser confortables y me ponen en una tensión que puede ser comparada a la tensión que siente una persona cuando hace un gesto por un tiempo bastante largo. No sufro. No duele.
Has elegido un ritmo y una gestualidad que te pertenecen.
Esto era lo que quería enseñaros: mi ritmo, mi gestualidad, sin dolor y con algo de esfuerzo.
Durante estos años has investigado mucho las posibilidades que tiene tu cuerpo para moverse. ¿Cómo empezó este viaje y en qué dirección está yendo?
En este solo quería descubrir cómo mi cuerpo hubiera podido alcanzar su velocidad máxima, invariada durante mucho tiempo, que no contemplara el uso de auxilios. Desde este punto de partida, empecé a tejer una serie de bordados alrededor de mi nueva postura física y de los movimientos consecuentes. Gentle Unicorn es el resultado de esta investigación hasta ahora y sigo en este camino.
¿Sigues haciendo nuevos descubrimientos sobre tu cuerpo?
Cada vez que tengo la oportunidad de representar Gentle Unicorn descubro algo nuevo. Por ejemplo, nuevos ritmos que hasta ahora no había contemplado hacer, como pequeños movimientos rápidos que antes no sabía que podía hacer. Si me hicieras esta pregunta dentro de un año, seguramente habré descubierto algo más.
Gentle Unicorn son 50 minutos de performance en los que te mueves en un espacio blanco mirando a los ojos los espectadores que están muy cerca tuyo. A partir de cierto momento de tu pieza, llega un deseo muy potente: deslizar la mirada desde tu cuerpo hacía las caras de las personas que están asistiendo al espectáculo. Hay que decir que lo que se ve es verdaderamente asombroso.
Me alegro que digas esto. Este espectáculo es un regalo que he decidido hacerme. Considero el teatro un lugar en el que el arte está creado por los artistas responsables de la pieza representada pero también por las personas presentes como observadores de la pieza. Los que estamos del otro lado recibimos constantemente informaciones que devolvemos a los espectadores. Esto pasa también en la más estructurada de las obras que podamos imaginarnos. Esta potencialidad me fascina hasta el punto de pensar que podríamos empezar a reconstruir nuestra sociedad a partir de este momento exacto de comunicación que se genera entre quien mira y quien recibe la mirada.
En general, me encanta trabajar declarando esta relación, a veces de una manera más sutil en la que el público está pero no está incluido en la pieza y otras veces —como en este mi primer “solo”— en las que he decidido sumergirme profundamente en la dinámica.
Puedo encontrar gente que llora, que ríe, que se ha quedado dormida, o que desprecia totalmente lo que está viendo. Todo esto en un espacio reducido donde las personas miran mi cuerpo durante 50 minutos¿Qué es lo que ves tú, entonces, desde allí?
Para este trabajo he escrito una dramaturgia a mallas largas, para así decirlo. No conozco en absoluto lo que serán los capítulos exactos de la historia porque se generan según las reacciones de la gente que me mira. Según las miradas, las caras, puedo parar o no, moverme o no. No todas las miradas me gustan y entonces decido si permanecer dentro de una mirada que no me gusta o alejarme de ella. A veces me parece un trabajo bipolar.
Puedo encontrar gente que llora así como gente que ríe o que se ha quedado dormida, puedo cruzar una mirada enamorada así como una que desprecia totalmente lo que está viendo. Todo esto en un espacio reducido donde las personas miran mi cuerpo durante 50 minutos. Así que tengo que decirte que estoy muy agradecida cuando la gente me comenta que ha empezado a mirar alrededor, a mirar a los otros en vez que quedarse fijando mi cuerpo, porque allí está uno de mis deseos más grandes, uno de los deseos más profundos que tengo cuando hago este trabajo.
En las miradas de algunos de tus espectadores se podían leer claramente muchas heridas abiertas. Es un juego de espejos muy potente. Nos desarmas.
Ese es el punto. Allí estoy yo, desnuda. Pues mi propuesta es: “Venga, va. Hagámoslo juntos este proceso: quitémonos todos la piel porque a partir de allí todo será más sencillo, quizás”.
A menudo hablas de tu cuerpo como de un cuerpo político.
Lo que me interesaba al principio de mi trayectoria como performer y actriz era: ¿qué pasa cuando encuentro a una persona en la calle que me mira y en pocos segundos empieza a tener toda una serie de prejuicios sobre los que no tengo ningún control?
El prejuicio es un mecanismo animal, instintivo y primordial: tienes que hacerte una idea, en pocos segundos, si la persona que está frente tuyo representa un peligro para ti o no. Mi pregunta es: ¿cómo puedo convertir en político mi cuerpo? ¿Cómo puedo hacer que mi cuerpo que evidentemente está dando informaciones a los otros, empiece a dar de inmediato las informaciones que a mí me interesan y no otras?
Y la respuesta es…
No tener una respuesta. Seguir investigando. Seguir mostrando mi cuerpo. Este es el punto de partida de mi investigación. En este trabajo en especifico la pregunta está formulada así: ¿y sí nos tomamos un tiempo bastante largo para mirarnos, que pasará?
Al principio del espectáculo estoy lejos de vosotros y vosotras y tenéis todo el tiempo que necesitáis para acostumbraros a mi cuerpo, a mis movimientos, a mi respiración. ¿Desde que momento exacto acabáis de mirar todo esto —porque después de un rato te aseguro que os estáis aburriendo— y empezáis a mirar otra cosa? ¿Y yo? ¿Después de cuánto tiempo acabarán mis miedos hacía vosotros y vosotras? Estáis allí mirándome mientras me desplazo muy lentamente durante 50 minutos, con esas caras que se preguntan: “¿Y ahora, qué pasará? ¿Qué hará? ¿Pasará algo? ¿Cuánto tiempo necesito yo para parar mis miedos y empezar a miraros de verdad?”. Esta es la pregunta de Gentle Unicorn.
El capitalismo nos ha vendido cuerpos, ritmos y tiempos de vida que no tienen nada que ver con la realidad de lo que somos los seres humanosEstamos viviendo un momento triste y a menudo violento en el que se rechazan abiertamente todos los cuerpos que no tienen ningún protagonismo en el cuento impuesto por el capitalismo y por el patriarcado. ¿Cuál es tu mirada hacía este momento histórico y ese cuento?
El capitalismo nos ha vendido cuerpos, ritmos y tiempos de vida que no tienen nada que ver con la realidad de lo que somos los seres humanos, así que parangonarnos a esos cuerpos y a esas formas de vida es alimentar para todas personas que intenten llegar a la “perfección”.
Lo que puedo decir es que, por otro lado, los cuerpos rechazados están tomando mucha conciencia de lo que está pasando así que están intentando hablar y expresarse. Si antes había un deseo de “educar” el cuerpo que no entraba en ciertas categorías, ahora hay el intento, por parte de nuestros cuerpos diferentes, de imponerse a la atención de las personas. Estamos haciendo un trabajo transversal en el que nos expresamos siendo cuerpos no conformes con la imagen de perfección que nos han vendido.
La película española Campeones en la que actúan personas con discapacidad intelectual, recibió tres premios Goya y fue elegida para representar a España en los Oscar. Tú, en Italia, has recibido el premio más importante que pueda recibir un actor o una actriz: el premio UBU. ¿Crees que estos reconocimientos llegan en el momento más adecuado?
Sí, quiero pensar que nada sea casual. Quiero pensar que no es una manera de lavarse las conciencias por parte de los académicos del teatro o del cine, sino una manera de tomar conciencia y empezar un nuevo camino. En nuestros lugares, en mi lugar, hubiera podido estar cualquier otra persona y yo no puedo, no quiero ser una excepción. Quiero pensar que estos premios sean un punto de partida. Quiero que sean también una declaración política. Espero que sea así.
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Entrevista necesaria, magnífica. Gracias Chiara por ponernos delante a nuestros miedos y darnos la posibilidad de enfrentarnos a ellos.
"El capitalismo nos ha vendido cuerpos, ritmos y tiempos de vida que no tienen nada que ver con la realidad de lo que somos los seres humanos". Magnífica entrevista. Me ha recordado a este estudio que correlaciona neoliberalismo y perfeccionismo (1989-2016): https://www.researchgate.net/publication/321012074_Perfectionism_Is_Increasing_Over_Time_A_Meta-Analysis_of_Birth_Cohort_Differences_From_1989_to_2016