Racismo
La Audiencia Nacional y los derechos de los presos musulmanes en las cárceles españolas

A propósito de la prohibición de un libro.
Cárceles

Hace poco más de un año publicábamos el libro La radicalización del racismo. Islamofobia de Estado y prevención antiterrorista (Cambalache, 2019) con la intención de denunciar el racismo de Estado que se reproduce a través de las políticas de “prevención del extremismo violento”.

En el libro se presenta el caso de Mohamed Achraf como una muestra paradigmática de la maquinaria que el Estado pone a disposición del racismo institucionalizado. Tras la publicación del libro, le enviamos un ejemplar a Mohamed a la prisión de A Lama (Pontevedra) para que pudiera conocer cómo habíamos relatado su caso. Sin embargo, Instituciones penitenciarias se negó a entregárselo y, hace unas semanas, la Audiencia Nacional ratificó la decisión de retener el libro “por motivos de seguridad”.

El auto justifica la prohibición alegando “que en las páginas 113 a 115 se reproducen los indicadores que se pueden encontrar en el Instrumento de evaluación de riesgo de radicalismo violento”. Según la Audiencia Nacional, y a pesar de que el “Protocolo Marco de prevención de la radicalización en cárceles” es público, no lo es el “Instrumento de trabajo”. Sin embargo, nosotras encontramos dicho documento en la página del Senado. De hecho, a día de hoy sigue disponible, de libre acceso, en internet.

El auto judicial también dice que el conocimiento de dichos indicadores por parte de Mohamed supondría la posibilidad de que el “propio interno adaptase artificialmente su conducta a los diferentes parámetros generales de estudio y seguimiento, evadiendo las actividades de observación, intervención y/o tratamiento penitenciario en su caso”. Al tener acceso a dichos indicadores, personas que Instituciones Penitenciarias considera en posible proceso de radicalización, podrían “burlar o distorsionar la valoración por los profesionales sobre el grado de radicalización y de la evolución penitenciaria del interno, así como perjudicar la eficacia del tratamiento penitenciario”.

Los mecanismos de detección de radicalización no son más que una manera de sofisticar el racismo islamófobo del funcionariado de cárceles, legitimado y amparado por toda la maquinaria política, judicial y mediática de criminalización de las personas musulmanas

Sin embargo, en nuestro libro argumentamos que, tal y como el propio Mohamed ha denunciado, esos mecanismos de detección no son más que una manera de sofisticar el racismo islamófobo del funcionariado de cárceles, legitimado y amparado por toda la maquinaria política, judicial y mediática de criminalización de las personas musulmanas, y muy especialmente de los hombres musulmanes.

Mohamed no necesita leer la lista de indicadores para saber qué actitudes suyas se consideran “signos de radicalización”. Entre otras razones, porque se encuentra encarcelado bajo la ley antiterrorista. Por tanto, desde el primer día que entró en prisión fue considerado “radical” por parte de Instituciones Penitenciarias, la Audiencia Nacional, la policía y todos los agentes del orden de este país. Mohamed fue condenado a catorce años de prisión en base a pruebas que él afirma fueron manufacturadas y declaraciones de testigos protegidos (que finalmente confesaron haber sido manipulados por la policía) en el marco de un montaje que se llamó “Operación Nova”.

A finales del año 2018, una vez cumplida su condena, y sin haber llegado a pisar la calle, fue retenido en la cárcel acusado otra vez del delito de “captación”. Desde entonces, sigue encerrado en prisión preventiva. Se encuentra en régimen de aislamiento desde que entró en la cárcel en el año 2004 y toda su comunicación, tanto escrita como oral, está sujeta a vigilancia. Es decir, Mohamed está solo en la celda, sale al patio cuatro horas al día, con dos personas como máximo, y no puede comunicarse con nadie sin que Instituciones Penitenciarias lea o escuche lo que se diga en esas comunicaciones. Esto es así en su vida desde hace dieciséis años. Y, sin embargo, ahora lo acusan de ser una especie de “gran adoctrinador” dentro de las cárceles del Estado. Pero, ¿cómo ha podido realizar sus supuestas funciones de captación mientras sufría esta extrema vigilancia? Y, en tal caso, ¿por qué, si se dedicaba a “captar adeptos”, le han trasladado hasta en doce ocasiones, de cárcel en cárcel, por decisión de la Secretaría General de Prisiones?Nada se sostiene y, sin embargo, este sistema lo mantiene encerrado.

En su texto Un alegato desde la cárcel contra el Protocolo Antiyihadista en prisiones Mohamed expresa  la crueldad del régimen carcelario hacia los presos musulmanes en general y, en particular, hacia los calificados como radicales

El mismo Mohamed ha explicado en varias ocasiones en la plataforma digital de Tokata los castigos que le han infligido en la cárcel. En su texto Un alegato desde la cárcel contra el Protocolo Antiyihadista en prisiones expresa, con mucha más claridad y contundencia que nuestro libro, la crueldad del régimen carcelario hacia los presos musulmanes en general y, en particular, hacia los calificados como radicales y sometidos a los Ficheros Internos de Especial Seguimiento (FIES).

“El programa falso de antiradicalismo pretende criminalizar a los presos comunes musulmanes que practican su culto a ratos y se les considera radicales.”

“El falso programa busca colgar medallas, galones y méritos engañándose a sí mismo y engañando a la sociedad porque las personas que mete en dicho programa ni son radicales ni nada y los que se apuntan es por salir de una situación penitenciaria peor (aislamiento, FIES, represalias…) a otra menos mala. Igual que los islamistas condenados por terrorismo que han firmado una conformidad, que no lo hacen porque sean culpables sino para evitar una condena mayor, porque de todas maneras les condenarán porque son musulmanes practicantes”.

Los indicadores que la Audiencia Nacional quiere ocultar no son más que la sistematización de una serie de construcciones islamófobas que circulan en el imaginario social dominante. Estas ideas sobre el islam y las personas musulmanas constituyen y activan el racismo institucional a través de, por ejemplo, el hacer del funcionariado (profesorado, técnicos y burócratas, policías, jueces y la clase política). Las coordenadas que se establecen mediante estos indicadores conceden luz verde a la ejecución de medidas policiales, judiciales y penales que se disfrazan de cientificismo y verdad.

“La seguridad” se ha convertido cada vez más en un subterfugio para defender políticas y medidas descaradamente autoritarias y en un mecanismo de justificación de la violencia del Estado, cuyas víctimas racializadas quedan siempre en la penumbra. “Por motivos de seguridad…”, repiten una y otra vez. Pero, ¿de qué seguridad estamos hablando? ¿A quién protege y a quién no?

La razón de la existencia de los protocolos de prevención no se encuentra en la voluntad del Estado de hacer frente a “la amenaza terrorista”; por el contrario, se trata de “dar sentido” a una política interior que se viene sirviendo de la retórica de la migración, el islam y el terrorismo para conseguir rédito político

En el libro sostenemos —a través de una serie de argumentos que no nos es posible desarrollar en un artículo breve como este— que la razón de la existencia de los protocolos de prevención no se encuentra en la voluntad del Estado de “prevenir”, ni en la de hacer frente a “la radicalización” y a “la amenaza terrorista”; por el contrario, se trata de “dar sentido” a una política interior que se viene sirviendo de la retórica de la migración, el islam y el terrorismo para conseguir rédito político, desviando la atención de los problemas socioeconómicos latentes; entre otros, el acceso a la vivienda, el trabajo, la salud o la educación. Mientras la extrema derecha lo hace de forma descarada y abiertamente racista, el resto de facciones políticas se caracterizan por su silencio o su ambigüedad en relación con las cuestiones que atañen al racismo en general y, en particular, a la política antiterrorista como una de las formas en que dicho racismo se institucionaliza.

En La radicalización del racismo tratamos de explicar que este despliegue de medidas es posible y “adquiere sentido” en tanto que se alimenta de —y reproduce— la deshumanización histórica, sistemática e institucionalizada de las personas musulmanas. Es decir, es el racismo el que facilita la justificación y el consenso social necesario para la naturalización del despliegue de violencias estatales en clave racial.

Para concluir este texto, queremos destacar que Mohamed realiza una labor incansable desde prisión, presentando recursos ante todos los agravios a los que ha sido sometido en las diferentes cárceles durante estos largos años de privación de libertad. Así lo ha hecho también en este caso: ha recurrido la decisión de la Audiencia Nacional alegando que su derecho a la información está siendo gravemente vulnerado y, que, por tanto, reivindica su derecho a que el libro le sea entregado.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Islamofobia
Religión El aumento de vetos al hiyab en escuelas reaviva el debate sobre la islamofobia en España
Cada vez son más los centros educativos que están vetando estas prendas propias de la cultura musulmana a través de disposiciones en sus protocolos internos.
Opinión
Opinión La liberación según Margaret Thatcher
El debate sobre el velo no es un debate sobre el velo sino un ejercicio de poder, un abuso del mismo, una demostración de quién manda aquí, de quién tiene derecho a opinar sobre todo y quién no tiene derecho a hablar.
Opinión
Opinión Las cruzadas del siglo XXI
La propaganda sionista enmarca el genocidio palestino en una lucha de “occidente contra la barbarie” y en Europa cobran fuerza quienes se levantan contra la “invasión del islam”. Un ejército de bulos islamófobos cabalgan sobre los algoritmos de X.
#82600
15/2/2021 11:40

En Marruecos no hay libertad religiosa. Al que se salta el ramadán siendo musulmán o predica otra religión que no sea el Islam lo pueden meter en la cárcel por violación del código civil.
Las autoras no sólo no denuncian la falta de derechos humanos en los 57 países musulmanes de la ONU que incorporan la charía dentro del código civil, sino que defienden el velo femenino, símbolo del control de la sexualidad femenina por los hombres.
No es casualidad que los últimos países del mundo en abolir la esclavitud y los que todavía aceptan la poligamia mientras condenan la poliandria, lo hagan en nombre del Islam.
Por lo tanto no me parece coherente que autoras que llevan símbolos asociados a normas que discriminan por género y por religión, tilden al Estado español de racista.
Olvidan comentar que el Estado español "racista" garantiza derechos a viviendas subsidiadas y a la salud y educación públicas a una multitud de musulmanes. O que financia con los impuestos de todos cementerios islámicos y clases de árabe. Basta leer el BOE para darse cuenta que el Estado español trata de maravilla a los musulmanes, sean españoles o extranjeros, y que las verdaderas racistas que odian a quien no comparte su visión retrógrada del Islam son las autoras.
Les recomiendo el Islam humanista de la turco-alemana Seyram Ates, para que vean que la religión es progresista o retrógrada según quién la interpreta. Desgraciadamente, los retrógrados hacen más ruido.

3
3
#82644
15/2/2021 22:53

Se trata de ir a mas, no a menos. No se habla de lo obvio...

0
0
#82577
15/2/2021 0:27

Efectivamente, la pregunta es sencilla: no eres capaz de ocultar el racismo de una manera algo más sofisticada? Si realmente querías una respuesta a tu pregunta, échale un vistazo al libro de Ainhoa Douhaibi y Salma Amazian. Allí te enteraras de que todos los presos que caen en este dispositivo de racismo de Estado son deportados. Salvo los que son españoles. El racismo funciona exactamente con personas de nacionalidad española, que ya cumplen "en su país de origen".

1
4
#82436
12/2/2021 17:07

La pregunta es fácil, a estos presos les gustaría cumplir la condena en sus países de origen?

11
5
#82643
15/2/2021 22:51

Lanpregunta es fácil. ¿Queremos ser como esos estados o diferenciarnos?

1
3
PSOE
Crisis de Gobierno “El Gobierno está en la UCI”: los aliados de Sánchez afilan el discurso en clave electoral
A la espera de nuevas pruebas que puedan afectar directamente al presidente del Gobierno o algún indicio de financiación ilegal del PSOE, Podemos radicaliza su crítica al bipartidismo y Sumar habla de “un cambio de 180 grados”.
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Consumo
David Sánchez “Shein está diseñado para crear adicción a través de patrones muy oscuros”
David Sánchez Carpio es director de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), una de las organizaciones que han denunciado al gigante chino de venta de ropa por internet ante la Comisión Europea. “No hay que culpabilizar a los consumidores".
Opinión
Opinión Amor, alienación y nostalgia en la obra de Wong Kar Wai
El cine de Wong Kar Wai logró captar la avalancha de nostalgia que florecía en el capitalismo tardío frente a la desorientación y la enajenación de los propios sujetos sociales.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.

Últimas

Navarra
Navarra Denuncian la criminalización de menores y falta de recursos en Marcilla
Trabajadoras del COA de Marcilla denuncian criminalización de menores, falta de recursos y condiciones indignas, mientras el Gobierno de Navarra traslada a 23 menores y refuerza la seguridad tras el brote racista.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.
Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Tribuna
Tribuna Almacenamiento energético de Enlight Renewable Energy en Huesca: lavado verde de la imagen de Israel
VV.AA.
La empresa israelí Enlight Renewable Energy tiene intención de construir un parque de baterías para energías renovables en el pirineo oscense. Operación que el Gobierno debería prohibir por la contribución de la compañía a la ocupación ilegal israelí
Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
Más noticias
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.

Recomendadas

Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.
Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.