Literatura
Elizabeth Smart

En todos sus artículos había un único tema subyacente: el desdén del mundo editorial, mayoritariamente masculino, hacia los libros escritos por mujeres.

Elizabeth Smart
Elizabeth Smart en una imagen tomada del documental 'One hour feature'.
Carmen G. de la Cueva

escritora y periodista

23 mar 2018 07:00

En el Londres de los años 60, Elizabeth Smart comenzó a escribir en Queen, una vieja revista —tenía por lo menos 120 años— que aspiraba a convertirse en una publicación moderna que reflejara la insolencia de esa década.

Elizabeth quería escribir novelas, pero tenía que ganarse la vida y difícilmente podía mantener a cuatro hijos viviendo solo de lo que ganaba con los libros, por eso escribía crítica literaria en Queen y también anuncios publicitarios para algunas agencias. Ann Barr, amiga y compañera, pensaba que “las páginas que ella hacía eran como poesía”.

La canadiense era tan brillante que escribía quince críticas al mes, montaba catorce páginas de moda y se le ocurrían los títulos más extraordinarios. Para sobrellevarlo, tenía su propio ritual: cada mañana, al llegar a la redacción, encendía un cigarrillo Gaulois y tomaba un largo trago de ginebra. Una de sus primeras críticas comenzaba así: “Llevo dos semanas con ojeras de tantas noches como me he pasado leyendo hasta el amanecer, y por cierto que, como ustedes habrán notado, cada día amanece más tarde. Hecha polvo, pero incombustible, me levanto para recomendarles…”.

Cuando Smart comenzó a ejercer de crítica literaria ya había publicado En Gran Central Station me senté y lloré, la novela autobiográfica que la dio a conocer en 1945 en la que narra su tormentosa relación con el poeta George Baker, padre de sus hijos. En los años 60, ya era una firma conocida y sus críticas ayudaban a escritores prometedores a obtener cierto reconocimiento.

Una de ellas fue Margaret Drabble, que recuerda lo maravilloso que le pareció que alguien como Smart la arropara en su incipiente carrera de escritora: “Me gustaba la imagen que daba, la de una mujer algo excéntrica, que hacía su trabajo con total independencia”.

Según su biógrafa, Rosemary Sullivan, en todos sus artículos —era muy exigente y llegó a comentar libros de disciplinas tan dispares como narrativa, poesía, ciencia, sociología, historia natural, viajes y novela rosa— había un único tema subyacente: el desdén del mundo editorial, mayoritariamente masculino, hacia los libros escritos por mujeres. En 1960, quiso redactar una lista con los nombres de escritoras que recordaba para convencerse de que no era una invención suya que los críticos menospreciaran lo que escribían las escritoras y le salieron más de cien.

Un buen día, cansada de oír a varios hombres decir que las mujeres eran incapaces de crear obras de arte, en un ataque de rabia decidió ‘segregar’ a las escritoras de su propia estantería: “Aunque a veces es una lástima no poder contar con Safo, Jane Austen o Santa Teresa para equilibrar una combinación de otros autores aquí o allá, en conjunto estoy satisfecha, pues al ordenar los libros hay que tener en cuenta, entre otras cosas, la altura y la anchura, y las mujeres que ocupan el estante superior encajan perfectamente en el espacio que les está reservado, mientras que las debutantes tienen suficiente espacio para ocupar todo el que vayan necesitando”.

Quizá sin saberlo, al darles un lugar en su biblioteca, Smart estaba haciendo su propia genealogía. En sus artículos quiso demostrar la dificultad que encuentran las escritoras para creer en su propia voz cuando su entorno las cuestiona por entregarse a su vocación. En uno de ellos rescató una carta que el poeta Robert Southey le escribió a Charlotte Brontë en la que le decía que “una mujer no puede dedicarle su vida a la literatura”. Esos casos con los que Smart se iba encontrando en la historia de la literatura la indignaban tanto como nos siguen indignando a nosotras hoy: “Por suerte, Charlotte no se dejó amilanar. Y por suerte cada vez es más difícil amilanar a las muchachas con talento, aunque, en general, cuanto más talento tienen, más les cuesta tener éxito”.

Smart sabía que habiendo tan pocas críticas literarias, le correspondía dar espacio en sus columnas a las escritoras como ya lo hizo en sus propias estanterías. Drabble no fue la única, también apoyó la carrera de Edna O’Brien cuando, al hacer la crítica de su novela August is a wicked month, pidió a los lectores que no escuchasen nada de lo que un hombre pudiera decir sobre ese libro: “Si creen ustedes en la libertad de expresión y si incluyen a las mujeres en ella, no vale echarse atrás cuando dicen con toda crudeza lo que tienen que decir, ni vale pedirles que no expresen su propia verdad”.

Aunque sea difícil encontrar en una misma la confianza necesaria para escribir sin rodeos y sin máscaras de la propia vida, aunque siga costando hacerse un lugar en las estanterías, hay que grabarse a fuego las palabras de Elizabeth Smart: “Las mujeres hablan, las mujeres se atreven a decir la verdad, las mujeres se expresan y lo hacen con inteligencia”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Literatura
Ensayo Qué (no) puede un cuerpo
Algunas novedades editoriales y tendencias audiovisuales sugieren retornos de modos de entender lo inhumano que fueron característicos de la neoliberal década de los 80.
Historia
Historia Miguel Martínez: “En Villalar, la izquierda arrancó los comuneros al franquismo”
Miguel Martínez, profesor de historia y literatura españolas en la Universidad de Chicago, analiza desde una óptica progresista la Edad Moderna, el momento histórico fetiche de las derechas españolistas.
Culturas
Culturas En la industria editorial el libro ya es lo de menos… pero leemos más y mejor que nunca
Expertos, editores y libreros analizan cómo el libro-evento y los denostados como “libros-basura” sostienen un sector en el que, por otra parte, los números dicen que leemos más y con más variedad que nunca.
1 de mayo
1º de Mayo Euskadi se moviliza contra la 'patronal explotadora' este 1º de Mayo
Además de los temas laborales, ha habido otras reivindicaciones y recuerdos a favor del Euskera, los presos o el genocidio israelí en Palestina.
1 de mayo
1º de Mayo ‘Contra la guerra y el capitalismo’ en este Primero de Mayo interseccional de Madrid
Decenas de colectivos exigen en la calle acabar con el militarismo creciente, las violencias transversales y un espacio para todos los colectivos en la lucha de clase.
There Is Alternative
There Is Alternative There Is Alternative #2: de supermercados, las cosas del comer y todo lo que no sea Juan Roig
Segundo episodio del podcast There Is Alternative de El Salto Radio sobre el lado oscuro de los supermercados, las grandes superficies y sus alternativas cooperativistas.
Laboral
1º de Mayo Inmigración y sindicatos: derechos universales o derrota colectiva
Los líderes sindicales no pueden ofrecer soluciones realistas para la situación de las personas migrantes, porque parecen asumir la vieja tesis de que la inmigración perjudica a la clase trabajadora en su conjunto.
Energía
Gran apagón Apagones, energías renovables y estabilidad del sistema eléctrico: tareas pendientes y visos de futuro
Es posible avanzar en la penetración de las renovables, al menos hasta cierto punto, sin perder seguridad en el sistema energético. Este debe modernizarse, descentralizarse y estar planificado por el Estado, opina un experto.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
Ley Trans
Ley trans El Constitucional enfrenta el recurso del PP a la ley trans, los colectivos piden evitar la senda antiderechos
El Alto Tribunal deliberó por primera vez sobre este recurso sin llegar aún a ninguna decisión. Plataforma Trans pide que no se sume a la carrera de odio contra las personas trans y avale la norma.
1 de mayo
1 de mayo Primero de Mayo: contra el militarismo y por la paz universal
Europa reaviva su deriva militarista. Como en 1914, el movimiento obrero se enfrenta al dilema de sumarse al consenso bélico o alzar la voz por la paz.
Eléctricas
Oligopolio eléctrico Sánchez no admite responsabilidades en el apagón mientras sus socios piden nacionalizar la red eléctrica
El presidente del Gobierno señala a los “operadores privados”, entre ellos Red Eléctrica, cuyos últimos dos presidentes vienen del PSOE y cuyo principal accionista es el Estado, con el 20%, seguido por el 5% de Amancio Ortega.
Antimilitarismo
Rearme El gasto militar mundial se dispara
El gasto militar en el planeta aumentó en 2024 un 9,4% respecto a 2023, lo que supone el mayor incremento interanual desde la Guerra Fría.
Más noticias
Pobreza energética
Energía Apagón crónico: lugares donde no volverá la luz, a pesar de la restauración del sistema eléctrico
Miles de personas en el Estado español viven día a día apagones y falta de suministro en lugares como Cañada Real (Madrid), la Zona Norte de la ciudad de Granada o los asentamientos de jornaleras y jornaleros migrantes en Huelva y Almería
València
València El tejido social presenta su propuesta de reconstrucción tras la dana
Los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción y las asociaciones de víctimas definen los presupuestos de Mazón y Vox como una declaración de guerra.
Galicia
Galicia La Xunta aprobó la celulosa de Altri argumentando que su chimenea de 75 metros sería “icónica”
El Informe de Patrimonio Cultural, favorable a la multinacional, se emitió en base a dos encargos externos, contratados y pagados por la empresa al ex presidente y al actual tesorero de Icomos-España.

Recomendadas

Cómic
Fabien Toulmé “Hablar de trabajo es menos sexy que hablar de amor o de guerra”
En su libro ‘Trabajar y vivir’, el autor francés recorre distintas realidades reflejando cómo las personas se relacionan con ese mandato ineludible de hacerse con un empleo para sostenerse económicamente.
Empresas recuperadas
Natalia Bauni “En este primer año del Gobierno de Javier Milei casi no hubo empresas recuperadas”
Natalia Bauni es coordinadora del Observatorio Social sobre Empresas Recuperadas y Autogestionadas del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Eléctricas
Sistémica eléctrico Del lobby nuclear a la burbuja de las renovables: comienza la pugna por encontrar al culpable del apagón
Un crecimiento desmedido de las renovables guiado por intereses corporativos y una red eléctrica que no ha sido actualizada a la nueva realidad energética son algunas de las causas señaladas del apagón del 28 de abril.
Senegal
Migraciones El mito de la migración ordenada: la denegación de visados por el Consulado de España en Dakar
Maltrato institucional. Estas dos palabras son las más escuchadas cuando se pregunta a personas descontentas con el Consulado de España en Dakar. Cada vez más personas denuncian denegación de visados que no consideran justificados.