Opinión
Júntate con tus amigas
Tras un año en el que hemos sentido tanto frío, habrá que juntarse con nuestras amigas en 2020, a ver qué se nos ocurre.

El 25 de noviembre, Día Internacional contra las Violencias Machistas, una serie de vídeos filmados en Santiago de Chile empezó a extenderse por las redes sociales. No se trataba de secuencias de represión sin piedad, tampoco del pueblo entonando “El derecho de vivir en paz”. Era otra cosa. Ni más ni menos que una canción llamada “El violador eres tú”. El tema (y su coreografía) adquiría en pocas horas categoría de himno internacional, replicándose en español y en inglés, en hindi y en francés, en Ciudad de México y en Kenya. Consiguiendo con una prosa sencilla condensar toda la rabia, el dolor y la denuncia que puede aflorar del movimiento feminista.
Viendo a aquel batallón de mujeres chilenas cantar y moverse de manera coordinada, una persona despistada podría preguntarse qué milagro de organización había ocurrido, de qué avezada comunidad política podía haber salido un cántico tan perfecto y galvanizante. La intriga duró poco. La idea fue de cuatro gatos, en concreto cuatro amigas, que se hacían llamar Colectivo las Tesis: Sibilia, Daffne, Paula y Lea. Cuentan en los medios que su fin como colectivo era traducir las propuestas teóricas de autoras feministas a un lenguaje artístico comprensible que interpelara. Con “El violador eres tú”, ritmo inspirado en la mirada sobre violencia sexual de Rita Segato, consiguieron interpelar a medio mundo. No se sabe si su propuesta detendrá, en cierta medida, la contraofensiva patriarcal sobre el planeta. Pero, al menos, durante semanas la feministas se juntaron con amigas y pudieron bailar. Y bailar siempre tiene algo de victoria.
No estábamos cuando las cuatro amigas se sentaron una tarde (¿o sería una mañana?) y empezaron a escribir la letra, a imaginar los pasos, a consensuar las cadencias y los ritmos que poco tiempo después miles de mujeres bailarían en las calles. Seguramente rieron a ratos, se atascaron con alguna palabra, quizás se emocionaron presintiendo la fuerza de lo que estaban haciendo.
Mattia, Roberto, Giulia y Andrea también son cuatro. No gatos, sino sardinas. Estos treintañeros pasaban una noche de insomnio en Bolonia, movilizados ante la inminente llegada de Matteo Salvini a la ciudad. Amanecieron con un propósito: ser más de los que convocara la Lega, llenar la Piazza Maggiore con manifestantes apretaditos como sardinas. Así emergió el movimiento de le sardine que va persiguiendo al líder fascista de Bolonia a Módena y de Módena a Roma. Amargándole el final de un año que se le torció ya en verano cuando un error de cálculo lo sacó del gobierno. Cantan “Bella ciao” tan alto en las plazas que cada vez se oye menos al enfant terrible de la última hornada ultraderechista.
Como se llama Operación Líbero, algún despistado podría pensar que se trata de la última intervención militar yanki en medio oriente. Pero nada que ver. Detrás de Operación Líbero hay, de nuevo, un grupo de amiguetes. En este caso una panda de universitarios suizos que se quedaron descompuestos cuando el fascista SVP ganó en 2014 por un estrecho margen un referéndum para frenar la inmigración comunitaria. Como no querían vivir en un país así, se juntaron con el fin de combatir al fascismo disputando su marco. En cada referéndum en el que el SVP ha planteado medidas antiinmigración, Operación Líbero contraataca difundiendo mensajes viralizables, divertidos, que empujan el foco hacia el Estado de derecho. La SVP no volvió a imponerse, y sus días dorados pasaron.
En estas historias que te contamos tras un año en el que hemos sentido tanto frío, tras una década en la que tuvimos esperanzas que a ratos parecen amortizadas ya, en las que nos emocionamos con otros fuegos que fueron de nuevo reprimidos, ¿hay alguna moraleja?, ¿una paliativa búsqueda de sentido? No sabemos, se acabó 2019 y aquí también estamos cansadas y cansados. Habrá que juntarse con nuestras amigas en 2020. A ver qué se nos ocurre.
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