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Ecologistas en Acción
Los hermanos Marx (incluido Karl) en Valdecañas
Crónica veraniega de la concentración contra la sentencia del TSJEx que legaliza la urbanización de lujo Marina Isla de Valdecañas, y por la demolición total y restauración ecológica de los terrenos ocupados por los elitistas chalets de la aristocracia.
Es costumbre en este país que el poder utilice los días de la canícula para dictar medidas impopulares y dificultar así las muestras de indignación y las protestas, así en pleno verano cambiaron el artículo 155 de la Constitución al gusto de las élites financieras, o demolieron Riaño, o indultaron a tantos corruptos… Quizá pensando de ese modo es que el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) hizo público el 30 de junio su auto de legalización de facto de la urbanización ilegal de Marina Valdecañas, creyeron que entre la Covid-19 y la canícula su decisión pasaría desapercibida y no habría mayor protesta. En la misma línea, Guillermo Fernández Vara, que hasta la fecha se había esforzado por no cumplir ninguna de las sentencias sobre el caso, y poner todos los palos en las ruedas a la Justicia incluso prevaricando, ahora se ha apresurado a constituir una Comisión para cumplir con la máxima presteza una sentencia que, esta vez sí, era de su agrado: los chalets de lujo de sus amigotes fueron indultados del derribo merecido, así como el campo de golf, el embarcadero, etc.
Especulación urbanística
Paca Blanco: “Seguiremos recurriendo hasta que se demuela todo Valdecañas”
Los miembros de Ecologistas en Acción que se citaron con el presidente Fernández Vara, el pasado 8 de julio, analizan en esta entrevista la polémica sentencia del TSJEx sobre el “indulto” de las construcciones ya realizadas en la urbanización ilegal Marina Isla de Valdecañas.
Fernández Vara, que hasta la fecha se había esforzado por no cumplir ninguna de las sentencias sobre el caso, incluso prevaricando, ahora se ha apresurado a constituir una Comisión para cumplir con la máxima presteza una sentencia que, esta vez sí, era de su agrado: los chalets de lujo de sus amigotes fueron indultados del derribo merecido
Sin embargo, a pesar de todas las dificultades, a pesar del verano, de las vacaciones, de la canícula y de la desmovilización que cunde por doquier, nada más conocerse la bochornosa decisión del TSJEx Ecologistas en Acción y la Plataforma por la demolición de Valdecañas convocó una concentración de protesta y denuncia en el territorio más hostil: la puerta de la urbanización de lujo, en pleno 25 de Julio. Ironías de la historia, esta fecha coincidía casi con exactitud con el 33 aniversario de la demolición de Riaño: entonces sí se pudo demoler con todas las de la ley un pueblo muy rico económica, social, cultural, paisajística y ambientalmente y hoy se nos quiere hacer creer que no se pueden demoler unos chalets de una urbanización ilegal. De nuevo la Justicia española nos da una ilustrativa clase de lo que es la lucha de clases y con quién se alinea ella: en Riaño todo era posible contra el campesinado, en Valdecañas nada es posible contra la aristocracia y los rentistas.
La convocatoria era tan difícil como necesaria, no se esperaban a las masas, no se aspiraba a algo más que una movilización testimonial, pero había que hacerla, había que acudir, había que dar un testimonio de dignidad y de indignación. También había que recordar a Vara y a los propietarios de las mansiones que la decisión del TSJEx se iba a recurrir en todas las instancias posibles (ya se ha elevado recurso de casación por parte de Ecologistas en Acción y Adenex) hasta lograr la demolición de lo que nunca debió haberse construido.
No se dejó de reclamar la demolición del complejo, de pedir responsabilidades a los políticos regionales que fueron cómplices y de recordar a los propietarios de la urbanización que salían y entraban en sus coches de alta gama que habían descorchado el champán muy pronto
Así que pese a ese sol que nos empeñamos en llamar de justicia pero que en este país haríamos mejor llamar de injusticia, pese a las mascarillas obligatorias, pese a que la población de El Gordo y de la propia Marina de Valdecañas no puede sernos más hostil, a la concentración acudimos más de 100 personas que llegamos en un autobús fletado desde Mérida, en otro desde Madrid y en varios coches desde puntos diversos de la atribulada geografía extremeña. El fuerte despliegue de la Guardia Civil no permitió la concentración en toda la rotonda y guardando la distancia de seguridad y nos apretaron a un lado, seguramente para que disfrutáramos de la sombra de unos olivos con goteo que nuestros aristócratas tienen plantados en la puerta de su emporio, hubo quién se indignó con que las fuerzas de la Benemérita dieran protección a los que estaban cometiendo la “ilegalidad” reconocida por el Tribunal Supremo y el propio TSJEx, pero de nuevo habría que recordar que se trata de la lucha de clases: desde su misma fundación hace 176 años ese cuerpo nace para reprimir al levantisco campesinado pobre peninsular y defender los intereses de las clases privilegiadas… tal cual hoy siguen haciendo. Desde ese rincón en que se confinó a la concentración no se dejó de reclamar la demolición del complejo, de pedir responsabilidades a los políticos regionales que fueron cómplices necesarios de esta ilegalidad y de recordar a los propietarios de la urbanización que salían y entraban en sus coches de alta gama que habían descorchado el champán muy pronto, que aún queda recorrido judicial y sus mansiones no tienen asegurada la supervivencia.
Por cierto que la obligatoriedad del uso de la mascarilla que fue respetada escrupulosamente por las personas que nos manifestamos, parece ser que no alcanza a los propietarios y disfrutadores de la urbanización, porque ni la mayoría de los que entraban y salían en lujosos coches la utilizaban, y menos aún los que pasaban en esos carros blancos de ir al golf (que esta servidora sólo había visto en las películas) en los también se portaban niños sin ningún tipo de cinturón o medida de seguridad vial, sin que la Guardia Civil presente les apercibiera de nada, y es que de nuevo Marx tenía razón, el peso de la ley sólo alcanza a los pobres.
Más de 100 personas no es poco para una protesta en estas circunstancias, sin embargo, no faltó la denuncia de ausencias tan llamativas como la de las grandes ONGs ambientales, que en teoría apoyan la lucha, pero a las que nunca se les ve el pelo a la hora de dar la cara. Ciertamente Adenex tenía una convocatoria propia contra el muro del AVE que quieren imponer en Navalmoral, y esa convocatoria estaba convocada anteriormente a la de Valdecañas. Pero las grandes ONGs del “5G” ambientalista que tienen liberados y liberadas en base las subvenciones recibidas no estuvieron presentes y hay que decirlo alto y claro: nos han abandonado. Pero ¿qué se puede esperar de una ONG que por ejemplo tenía al Borbón “de Corinna y otros deslices” en su Consejo de Dirección hasta que ocurrió lo del elefante de Botswana? Así somos y así nos va. También resultó chocante y un poco triste que de los 4 partidos que componen la coalición Unidas por Extremadura sólo asistiera uno: IU, y no diremos más porque el encaje elegante de la crítica no es lo que caracteriza a las dirigencias de nuestras menguadas y susceptibles fuerzas de izquierdas.
Especulación urbanística
Érase una vez… una urbanización en Valdecañas
Todavía habrá que agradecer que hacia el final del acto de protesta las fuerzas del orden nos dejaran colocarnos en la puerta de la urbanización durante unos 15 minutos para que las cámaras del Canal de Extremadura hicieran una toma de las intervenciones de los portavoces de las organizaciones asistentes. Aunque en la tele sólo aparecerían unos segundos apenas de alguna de las intervenciones, aquí debemos dejar constancia al menos de todas las personas que intervinieron: Ángel García y Paca Blanco de Ecologistas en Acción, Rafa González de la Asociación 25 de Marzo, Joaquín Macías diputado de Unidas por Extremadura, Francis Reina de Anticapitalistas, Carmen Ibarlucea de la Plataforma de Defensa Animal de Extremadura, Alejandro coordinador de la Red del Tajo, y Adolfo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Madrid, todos y todas señalaron la ilegalidad de la urbanización, la doble vara de medir de la justicia de clase, la vergüenza del comportamiento servil y caciquil de los políticos regionales del PP y del PSOE, así como la determinación de continuar la lucha hasta que se cumpla la sentencia del Tribunal Supremo que ordenaba la restitución del estado original de los terrenos ocupados ilícitamente por la urbanización de lujo.
¿Cómo seguiremos movilizándonos a pesar de las distancias sanitarias y autoritarias que nos van imponiendo en esta distopía que encima se está usando para dar vía libre a proyectos desarrollistas depredadores del territorio y los recurso?
Después de las intervenciones la concentración se disolvió sin incidentes y con buen sabor de boca, corriendo a buscar sombra y refresco, a buscar consuelo también porque una se pregunta qué secuelas no sólo personales sino políticas nos estará dejando ya el no poder abrazarnos, ni tocarnos, ni apenas acercarnos en actos como este en que la complicidad y la empatía necesita reactualizarse emocional y corporalmente. ¿Qué efectos inquietantes tendrá el que el simple darse la mano sea una transgresión?, ¿cómo seguiremos movilizándonos a pesar de las distancias sanitarias y autoritarias que nos van imponiendo en esta distopía que encima se está usando para dar vía libre a proyectos desarrollistas depredadores del territorio y los recursos, al grito de “Más Madera es la guerra” de los hermanos Marx?, ¿cómo superáremos el miedo, el disciplinamiento, la desconfianza y la desmovilización que se nos está inoculando masivamente desde el poder?
Por último, no quisiera terminar sin dejar constancia de la incomodidad que a esta escribiente le provoca el que durante la manifestación a los usuarios de la urbanización se les llamara repetidamente “Okupas” como si eso fuera insulto. Entiendo el sentido irónico, pero no puede compartirlo quién okupó inmuebles públicos y privados y hasta pueblos abandonados, y quién a pesar de las canas sigue reivindicando el derecho a techo y el derecho a la tierra, que están en el núcleo del legítimo movimiento de okupación urbano y rural. Lo tenía que decir.
También quería dar desde aquí un consejo al responsable del dispositivo de seguridad desplegado en la concentración: hay que buscar secretones más hábiles, el de la camiseta Adidas para otra vez que se quite la pulserita facha porque no cuela, como tampoco cuela que el que tiene pinta de nazi de gimnasio se ponga una camiseta de los Ramones. De nada. ¡Hasta la victoria, siembren!
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Ja ja, exitazo de manifestación, no más de 20 personas y los mismos de siempre y eso que ahora los ecologistas se harán ricos con las indemnizaciones que le da la setencia. Parece que en esta cuestión no son tan críticos
Eres tan indocumentado que no te has enterado que el recurso de casación suspende el cobro de la indemnización.
a mí no me hace falta insultar para hacerte ver que el tiempo verbal de mi afirmación está en futuro, no en presente
Tú no insultas, tú mientes al hablar de 20 personas, tú difamas al hablar de "millonarios" por una indemnización de 250.000 euros a cada una de las dos ongs que llevan 12 años pleiteando y a las que han dado la razón todas las sentencias incluidas estas. Todo lo haces desde el cobarde anonimato que no entiendo que se permita en un medio como este, pues alienta a los miserables, a los pesebreros, a los cobardes neoliberales, y a los cutres fascistas a dejar su mala baba impresa como haces tú.