Energía nuclear
Svetlana Alexiévich, la voz de Chernóbil

Nos despedimos hasta septiembre con una recomendación literaria, Voces de Chernóbil, de la Nobel Svetlana Alexiévich, que ha inspirado la reciente miniserie sobre el accidente. Disfruten.

Svetlana Alexiévich, la voz de Chernóbil.
Svetlana Alexiévich, la voz de Chernóbil. Carmen Ibarlucea
Movimiento Ibérico Antinuclear
29 jul 2019 06:56

Es verano, tiempo de disfrutar al aire libre, tiempo de cañas y de comidas compartidas para disfrutar de la amistad. Siempre parece que la vida es doble vida en verano, y triple si además leemos. Porque verano es también tiempo de mirar hacia dentro, de recrearnos en el placer de nuestra propia compañía, y eso se consigue mejor en compañía de un buen libro.

Algunas personas pensarán quizás que lo mejor para el verano es una buena novela que nos haga vibrar y nos ayude a evadirnos de las preocupaciones. Pues yo vengo a decirles que donde esté un buen relato breve, bien escrito, basado en la verdad, en la escucha activa, desde un planteamiento periodístico que profundiza en la noticia sin hacer caso a la urgencia de los medios y que, superando esa barrera, llega para poner en marcha nuestra cabeza y nuestro corazón, la novela va a encontrarse con una dura competencia.

El verano pasado, en las tranquilas siestas extremeñas, yo me entregué a Svetlana Alexiévich. La lectura de su libro de relatos Voces de Chernóbil, que ha dado origen en parte a la aclamada serie de HBO, no fue una carga porque está llena de dulzura.

Se abre el libro con una historia de amor cotidiano. Una historia de amor tan normal, tan de a pie, tan nuestra… nos lo cuenta Svetlana dando voz a una mujer, Liudmila Ignatenko, que nos abre su corazón, tan hermoso, para compartir cómo fueron los últimos días del bombero Vasili, que estaba de guardia y acudió a sofocar el incendio de la central nuclear en camisa:

El verano pasado, en las tranquilas siestas extremeñas, yo me entregué a Svetlana Alexiévich. La lectura de su libro de relatos 'Voces de Chernóbil', que ha dado origen en parte a la aclamada serie de HBO, no fue una carga porque está llena de dulzura.

Hay un fragmento de una conversación. Lo guardo en la memoria. Alguien intenta convencerme:
No debe usted olvidar que lo que tienen delante ya no es su marido, un ser querido, sino un elemento radiactivo con un gran poder de contaminación. No sea usted suicida. Recobre la sensatez.
Pero yo estoy como loca: “¡lo quiero! ¡Lo quiero!” Él dormía y yo le susurraba: “¡te amo!” Recordaba cómo vivíamos antes. En nuestra residencia … Él se dormía por la noche solo después de cogerme la mano. Tenía esa costumbre, mientras dormía, cogerme de la mano… toda la noche”
(...)
Para quienes no lo sepan el proceso clínico de las enfermedades radioactivas dura catorce días. A los catorce días, el enfermo muere…

Para mí, como persona antiespecista, este libro se ha convertido en un compañero inseparable, lo tengo lleno de señales, de notas, de subrayados. He aprendido cosas más allá de la catástrofe nuclear, como por ejemplo, en el relato titulado 'Entrevista de la autora consigo misma'… donde dice:

Hubo un tiempo en que los indios de México e incluso los hombres de la Rusia precristiana pedían perdón a los animales y a las aves que debían sacrificar para alimentarse. Y en el antiguo Egipto, el animal tenía derecho a quejarse del hombre. En uno de los papiros conservados en una pirámide se puede leer: “No se ha encontrado queja alguna del Toro contra N”. Antes de partir hacia el reino de los muertos, los egipcios leían una oración que decía: “No he ofendido a animal alguno. Y no lo he privado ni de grano ni de hierba”
¿Qué nos ha dado la experiencia de Chernóbil? ¿Ha dirigido nuestra mirada hacia el misterioso y callado mundo de
los otros?

Y también está la parte práctica, tan necesaria para quienes vivimos relativamente cerca de una central nuclear. En el relato titulado 'Monólogo acerca de la física de la que todos estuvimos enamorados'…

Aquel día… Yo era director de un laboratorio del Instituto de Energía Nuclear de la Academia de Ciencias de Belarús. Aquel día llegué al trabajo. Nuestro centro está en las afueras de la ciudad, en el bosque. ¡Hacía un tiempo magnífico! Era primavera. Abrí la ventana. El aire era limpio, fresco. Me extrañó una cosa: ¿por qué no se acercaban los herrerillos, a los que yo había dado de comer durante el invierno colgando tras la ventana trocitos de salchichón? ¿Habrían encontrado un manjar mejor?
(...)
Sobre todo Minsk se cierne una nube radioactiva. Establecimos que la actividad era yodica, es decir, la avería se había producido en algún reactor.
La primera reacción fue llamar a mi mujer a casa y avisarla, pero todos nuestros teléfonos del instituto están pinchados. Este eterno miedo, un miedo que te han metido durante decenios.
(...)
De todos modos no lo soporto y levanto el auricular.
Escúchame con atención
De qué me hablas, me preguntó en voz alta mi mujer
Más bajo. Cierra las ventanas, mete todos los alimentos en bolsas de plástico, ponte guantes de goma y pásale un trapo húmedo a todo lo que puedas. El trapo también lo metes en una bolsa y lo tiras cuanto más lejos mejor, la ropa tendida ponla de nuevo a lavar, no compres más pan y nada de pastelillos en la calle.
¿Qué os ha pasado?
Más bajo. Disuelve 2 gotas de yodo en un vaso de agua. Lávate la cabeza.
(...)
De pronto me invade la rabia. ¡Al diablo con el secretismo! ¡Maldito miedo! Tomo el listín de teléfonos. Las agendas telefónicas de mi hija. De mi mujer y me pongo a llamar a todo el mundo.
Digo que trabajo en el Instituto de Energía Nuclear, que sobre Minsk se alza una nube radioactiva. Y seguidamente enumero qué es lo que hay que hacer: lavarse la cabeza con jabón de cocina, cerrar las ventanas… Cada tres o cuatro horas frotar el suelo con un trapo mojado. Sacar la ropa húmeda de los balcones y volverla a lavar. Tomar yodo.

Así nos cuenta Svetlana el testimonio de Valentín Alexéyevich Borisévich, ex director del laboratorio del Instituto de Energía Nuclear de la Academia de Ciencias de Belarús, uno de los relatos que para mí ha sido más impactante. Porque no es una víctima directa del accidente, pero sí una víctima de la educación que minimiza las consecuencias, que habla de las centrales nucleares como espacios seguros y que se niega a reconocer el peligro hasta que ya es demasiado tarde.

Es cierto que el cine es apasionante, es cierto que el lenguaje audiovisual nos aporta una comodidad extra a la hora de acercarnos al conocimiento, pero nada como la buena literatura para activar la empatía y lograr que entendamos cada matiz. Si me hacen caso y se entregan a Svetlana Alexiévich este verano, por favor no olviden pasar por aquí y compartir sus impresiones.


Y con esta recomendación nos despedimos durante el mes de agosto. Procuren descansar, disfrutar y nos volveremos a ver a primeros de septiembre.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Energía nuclear
Antinuclear Desmantelar Almaraz
Breve análisis de exigencias, necesidades y responsabilidades en el cierre de la central nuclear de Almaraz.
Energía nuclear
La ruta nuclear La hoja de ruta nuclear es un gran desvío II
El plan británico revela que la verdadera agenda «energética» es el camino hacia el sector de las armas nucleares.
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.

Últimas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.
Ecofeminismo
COP29 La brecha de género en las Cumbres del Clima
VV.AA.
Las cumbres del clima no están aisladas del resto de espacios políticos y también están atravesados por las dinámicas patriarcales, pero ¿en qué lo notamos? ¿cómo abordan las negociaciones climáticas las políticas de género?
Más noticias
Galicia
Galicia Activistas de Greenpeace instalan ‘una celulosa’ en la sede de la Xunta en protesta contra Altri
Los ecologistas han realizado una acción en la sede del Gobierno gallego de Alfonso Rueda para animar a gallegos y gallegas a asistir a la manifestación de este domingo en la Praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
Comunidad de Madrid
Educación pública El Gobierno de Ayuso recula y aplaza hasta junio los despidos masivos en Educación
Integradoras sociales, enfermeras, educadoras, auxiliares y otros perfiles de personal laboral se enfrentaban a la incertidumbre de ser cesados en plenas vacaciones de Navidad.

Recomendadas

Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.