Crisis climática
La lucha climática que sigue aquí

Hoy 19M el movimiento juvenil por la defensa del planeta convoca una nueva movilización bajo el lema “No más promesas vacías”: exigen medidas inmediatas, concretas y ambiciosas en respuesta a la crisis climática actual. Aquí puedes encontrar las convocatorias.
Movilización de Juventud por el Clima (2019)
Movilización de Juventud por el Clima (2019) Pablo Blázquez Domínguez
Activista de Juventud por el Clima
19 mar 2021 08:30

Te resumo la situación: COVID-19, pandemia mundial, confinamientos, todo ha cambiado, etc. No vamos a insistir más en esto. Nada que no sepas, nada nuevo.

Lo que sí que es nuevo (siéntate, que evidentemente no son buenas noticias) es el informe que emitió el IPCC hace unas semanas. En él, se valoraban las últimas contribuciones determinadas a nivel nacional con respecto a los objetivos del Acuerdo de París. Concretamente, afirmaban, con su habitual frialdad, que los objetivos hasta la fecha, del 40% de los firmantes del Acuerdo (que acumulan el 30% de las emisiones de carbono del planeta) llegarían, de cumplirse, a tan solo una reducción del 1% en 2030 frente al 45% recomendado (sí, un 1%, lo has leído bien). Bien, lo que se dice bien, no vamos.

Intentar digerir esta noticia después de incontables años de activismo ecologista, 25 cumbres del clima y kilómetros de papel gastado en acuerdos y legislación ya es, de por sí, bastante deprimente. Si a esto sumas lo sucedido en el último año incluyendo (pero sin limitarnos a) desmotivación general, deterioro de la salud mental, precariedad, situaciones personales diversas, etc., lo normal es sufrir un ataque de “parad la vida que me bajo”. Y, sin embargo, contra todo pronóstico, el ecologismo sigue aquí.

Hace unos meses, en el aniversario de los cinco años del Acuerdo de París, desde Fridays For Future internacional publicamos un manifiesto con un mensaje muy sencillo, que es el siguiente:

En el año 2015, en París, los líderes del mundo prometieron hacer frente a la emergencia climática y limitar el aumento de la temperatura global a muy por debajo de 2 ºC. Esto está lejos de hacerse realidad. Frente a sus promesas rotas, decía el manifiesto, no basta simplemente con pedir que las cumplan ahora, es el momento de hacer las nuestras. Este manifiesto, entonces, es una gran promesa, abierta a cualquiera que quisiera firmarla. Una promesa de seguir luchando día a día por el 1’5 ºC de aumento sobre niveles pre-industriales que necesitamos para mantener un planeta habitable.

“(…) Depende de nosotros, las personas, en todo el planeta, de cada generación, organizarnos, movilizarnos y lograr el cambio que queremos ver en el mundo. No nos detendremos porque sabemos que merecemos un presente seguro y justo, y un futuro verde y sostenible para todos.

Prometemos seguir luchando por el mundo que necesitamos, luchar por 1.5.”

Frente a las promesas rotas, pues, una juventud sociedad que se compromete a seguir peleando un mundo mejor, a todos los niveles. Y hablo de sociedad porque, aunque parece que está de moda hablar de la juventud por el clima, de cómo se movilizan los jóvenes, etc., la realidad es que estamos muy (muy) lejos de ser las únicas que estamos enfrentándonos a esto. Puede que seamos la generación que ya nació con el cambio climático en los libros de texto o la que se moviliza cada viernes, pero solo existimos porque hay personas (y aquí conviene mirar más allá de Europa) y organizaciones que llevan toda su vida abriendo el camino. Nadie salva a nadie, pero nadie se salva sola. Y la juventud no es una excepción.

El ecologismo, entonces, en todas sus edades, vertientes y formas de actuar, sigue aquí.

Este 19 de marzo es la tercera vez que Fridays For Future convoca un día de acciones a nivel internacional desde el comienzo de la pandemia. El primero fue en abril (la COVID nos pilló de improviso) y hablamos de salir de la crisis con justicia climática. El segundo fue en septiembre, y hablamos de trabajo y clima, del sector público y de cuidados. El tercero es hoy y hablamos de promesas vacías. Es irónico (y absolutamente accidental, no podríamos haberlo hecho de forma intencionada) que este día de acciones con esta narrativa tan concreta coincida con la tramitación de la Ley de Clima en el Congreso.

Esta ley, que tanta falta nos lleva haciendo, nos deja (otra vez) con la sensación de que las activistas somos las únicas de la clase que hacen los deberes. Siempre decimos que en Fridays no somos expertas, ni científicas, pero al menos sabemos escuchar y sabemos echar las cuentas de que, si todos los países del mundo tuvieran tan poca ambición como España, sobrepasaríamos con mucho lo que el IPCC marca como límite para estar a salvo. ¿Cómo no nos vamos a movilizar, si nos dan el argumentario casi hecho? ¿Cómo quedarnos calladas mientras vemos una promesa vacía más que juega con nuestro futuro?

Pues claro que la lucha climática sigue aquí, ¿cómo no iba a estarlo? Después de un año de pandemia, de estar encerradas en casa, de no abrazar a tus amigas, de hacer asambleas por Zoom... pues sí, claro que todo es más difícil, que esta situación que vivimos es increíblemente compleja de gestionar desde la perspectiva de un movimiento social. Llegas a decirnos hace un año que montar manifestaciones iba a dejar de ser una opción y nos da un síncope. Y, sin embargo, aquí estamos, haciéndolo lo mejor que sabemos.  Pero ojo, no solo porque sea necesario para el planeta (de nuevo, no es nada que no sepas), sino porque la única manera que conocemos de reaccionar a las crisis es juntas.

Sea el clima, sea la pandemia, la precariedad, las promesas vacías… o sea esta divertida combinación de todo lo anterior, la única forma que se nos ocurre de enfrentarnos a ello es juntas. Y cuando decimos eso de “ecofeminismo para salir de las crisis” estamos hablando de este planeta y de sus habitantes, sí, pero tiene una segunda lectura porque es el ecofeminismo el que, frente a todo lo que se nos pueda venir encima (y no importa la cantidad de malas noticias que haya que digerir), nos hace querer (y nos permite) levantarnos y seguir peleando.

La lucha climática, finalmente, sigue aquí, porque hemos prometido seguir peleando por nuestro futuro (y nosotras sí que cumplimos nuestras promesas) y porque el planeta, y nosotras, lo necesitamos. Seguimos aquí y ese “seguimos” nos incluye a la juventud, a las que llevan toda la vida con esto y a las que todavía no han podido volver a una asamblea. Seguimos, todas, y la lucha climática sigue con nosotras.



Archivado en: Crisis climática
Sobre este blog
Saltamontes es un espacio ecofeminista para la difusión y el diálogo en torno al buen vivir. Que vivamos bien todas y todos y en cualquier lugar del mundo, se entiende. También es un espacio para reflexionar acerca de la naturaleza, sus límites y el modo en que nos relacionamos con nuestro entorno. Aquí encontrarás textos sobre economía, extractivismo, consumo, ciencia y hasta cine. Artículos sobre lugares desde donde se fortalece cada día el capitalismo, que son muchos, y sobre lugares desde donde se construyen alternativas, que cada vez son más. Queremos dialogar desde el ecofeminismo, porque pensamos que es necesario anteponer el cuidado de lo vivo a la lógica ecocida que nos coloniza cada día.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Industria pesada
ArcelorMittal La espantada de ArcelorMittal deja a la industria del acero a la espera de un patrón verde
Las nacionalizaciones y el proteccionismo regresan al debate sobre un sector en crisis por las importaciones chinas, y que tiene todavía pendiente transitar del carbón a las renovables.
Crisis climática
El caos y el orden ¿Hay algún Plan de Ordenación que evite que Andalucía se convierta en territorio de sacrificio?
Las renovables pueden ser parte de la solución a los graves problemas medioambientales pero también el despliegue desordenado de grandes proyectos que sacrifican territorio sin dejar beneficios locales, lejos de resolver, agrava
#85291
19/3/2021 19:39

#NoTenemosPlanetaB

1
0
#85276
19/3/2021 13:07

Qué bonito. Nos vemos en las calles!

2
0
Sobre este blog
Saltamontes es un espacio ecofeminista para la difusión y el diálogo en torno al buen vivir. Que vivamos bien todas y todos y en cualquier lugar del mundo, se entiende. También es un espacio para reflexionar acerca de la naturaleza, sus límites y el modo en que nos relacionamos con nuestro entorno. Aquí encontrarás textos sobre economía, extractivismo, consumo, ciencia y hasta cine. Artículos sobre lugares desde donde se fortalece cada día el capitalismo, que son muchos, y sobre lugares desde donde se construyen alternativas, que cada vez son más. Queremos dialogar desde el ecofeminismo, porque pensamos que es necesario anteponer el cuidado de lo vivo a la lógica ecocida que nos coloniza cada día.
Ver todas las entradas
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.

Últimas

Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.
Música
Música Un coro para homenajear las luchas obreras: “La canción protesta del pasado es historia viva”
El coro de canción protesta de Madrid nació para rescatar del pasado las tonadas de la lucha obrera y ponerlas al servicio de distintos activismos en el presente.

Recomendadas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.