Opinión
Tengo resaca
Desde Resistencia Feminista de Logroño en homenaje a la víctima de "La Manada" tras la sentencia de violación emitida el pasado viernes por el Tribunal Supremo.

Activista del colectivo Resistencia Feminista de Logroño
Es sábado y tengo resaca. Y no es de juerga —como decía la fiscal Isabel Rodriguez “¿Qué juerga acaba con una persona tirada, sola, desnuda, en un portal?”—. Ni de alcohol. Me levanto con la emoción todavía fresca. Sonrío.
Me pregunto cómo te levantastes tú. Cómo te pusiste de pie esa mañana. Sé que siempre te has mantenido en pie; que no tienes que levantarte porque siempre has estado de pie. De hecho te juzgaron por eso, por no hundirte. Y por eso que el pasado viernes, miles de mujeres, miles de personas en este país, nos levantamos con la resaca de la emoción, de la satisfacción: porque tú te mantuviste en pie.
¿Sabes cuánto has hecho por todas las mujeres y niñas de este país?
Estoy segura de que flaqueaste muchas veces. Estoy segura de que dudaste si seguir adelante. Espero, deseo, que cuando el Tribunal Supremo dictó la sentencia lloraras de emoción, de alivio, de “por fin”, de “ya vale”, de “ha terminado”. Yo lo hice también; yo lo hice contigo.
¿Sabes cuántas mujeres más lloraron ese día contigo? ¿Cuántas por saber, en su propio ser, cómo te sentiste aquella noche?
Si sentiste… ¿Vergüenza? ¡No! ¡Vergüenza nunca! ¡Tú, no! Vergüenza ellos; los animales y los de las togas. Los primeros de las togas. Tú no. Tú nunca.
¿Sabes cuánto has hecho por todas nosotras aguantando estos tres años, llegando hasta aquí, manteniendo tu verdad, resistiendo? ¿Sabes cuánto has hecho por todas las mujeres y niñas de este país? ¿Te das cuenta de que, a partir de ahora, en cualquier caso similar al tuyo, la acusación podrá utilizar tu sentencia, como argumento legal, como doctrina, como jurisprudencia; que es casi tanto como decir Ley? ¿Sabes cuántos animales y jaurías escucharon el viernes, gracias a ti, al Tribunal Supremo decir que les tendrían que haber condenado a cincuenta años desde el principio?
Lo hiciste tú. Con tu aguante, con tu seguir adelante, con tu empeño en conseguir, al menos, un poco de justicia. En que tu verdad fuera creída.Has marcado la diferencia. Algunas cosas cambiarán, pero tú sabes, como nosotras, que la lucha sigue.
Nosotras te acompañamos de violeta, gritando, indignadas, asqueadas y violentadas. Nos pusimos de tu parte, a tu lado, codo con codo, contigo. Te dimos las piernas que te fallaban al verte juzgada tú, vigilada, cuestionada. Te dimos piernas para salir a la calle por miles, en multitudes, a sostener tu verdad. A no dejarte sola frente al terrorismo patriarcal que ponía el foco en ti y compadecía a esos “pobres chicos”.
Gritamos y pintamos pancartas, muros, portadas de prensa. Lo bastante como para que supieras que estábamos ahí, ahí contigo, de tu parte, siempre de tu parte.
Porque tú aguantaste, resististe, estuvimos ahí dándote apoyo, respaldo, ánimos, reforzando tu coraje: creyéndote. Porque tú aguantaste, a partir de hoy, habrá un poco más de luz en los caminos judiciales para tantas. Hay un poco más de oscuridad en los retorcidos senderos de los violadores, solos o en jaurías. El riesgo será para ellos. Algo, un poco, del miedo habrá cambiado de bando. Se arriesgarán a pagar con muchos años de prisión. Quizá empiecen a sentir el miedo a que las mujeres que violen sean creídas por la Justicia.
Me pregunto cómo te sentirás hoy.
Quiero pensarte saliendo a la calle tranquila, con la cabeza alta. Caminando sin prisa, sin miedo, con mucho menos peso sobre los hombros. Te veo llorando toda la noche sin poder parar, pero esta vez de alivio.
Has marcado la diferencia. Algunas cosas cambiarán, pero tú sabes, como nosotras, que la lucha sigue. Que aún hoy habrá —hay, ya, en las redes— impresentables diciendo barbaridades sobre ti, defendiendo a “esos pobres chicos, que les han jodido la vida, solo por (...) a una tía”. Habrá, hay, personas muy comunes, muy corrientes, muy sanas, perfectamente integradas en el sistema, diciendo que esto es una barbaridad, una aberración, linchar a “esos pobres chicos”.
Y lo que te hicieron a ti, no. Eso no fue una aberración. Ni una barbaridad. Ni un linchamiento de cinco contra una.
Tú, yo y todas sabemos que miles de mujeres siguen saliendo hoy a la calle con miedo, con riesgo, en peligro. Peligro al volver a casa solas. Miedo a ser agredidas. Riesgo de ser violadas. Sabemos que la lucha sigue.
Pero tú ya has marcado una diferencia.
Gracias, siempre gracias. No te preocupes, vamos a seguir aquí. Y en las calles. Y tras las pancartas. Y bajo las banderas violeta. Y acompañando a todas las “tú”. Seamos pocas, cientos o multitudes: vamos a seguir aquí. Y en todas partes.
Por ti, por nosotras, por todas, por dignidad, por derecho, por justicia: vamos a seguir aquí.
Nos vemos en las calles.
Relacionadas
Murcia
Extrema derecha
La Fiscalía de Murcia investigará si el presidente de Vox Murcia ha incurrido en delitos de odio
Opinión
Integración, valores europeos, y otros grandes chistes racistas
Opinión
Lo de Torre Pacheco tiene un nombre: terrorismo supremacista blanco
Comunidad de Madrid
Los bomberos forestales madrileños inician una huelga de un mes
Economía
¿Cómo funciona el mecanismo de defensa que Europa podría activar contra los aranceles de Trump?
El Salto n.79
La celulosa o la vida: periodismo situado y lucha social para frenar un ecocidio
Dependencia
El Gobierno reduce al 27% la inversión en el sistema de dependencia
Maternidad
La discriminación de las familias monoparentales por los permisos de nacimiento llega al TEDH
Fronteras
Las devoluciones en caliente de solicitantes de asilo pasan a ser política oficial en Alemania
Últimas
Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Palestina
Israel despeja la zona de Rafah para su “ciudad humanitaria”, denunciada como un futuro campo de concentración
Alicante
Denuncian cortes de suministro en pleno verano por parte de Aguas de Alicante
Junta de Andalucía
La Audiencia de Sevilla eleva a la UE la sentencia absolutoria del Constitucional del caso ERE
Sindicatos
Extremadura con Las Seis de La Suiza
Opinión
Redes sociales
Todos vivimos ahora en el castillo del vampiro
Palestina
La coordinadora europea contra el antisemitismo dice que los informes sobre la hambruna en Gaza “son rumores”
Euskal Herria
“No matan los ríos, mares ni montañas, matan las políticas migratorias”
Palestina
Más de mil caras conocidas de la cultura exigen al Gobierno que cese la venta de armas a Israel
Recomendadas
Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Feminismos
Patricia Reguero
“Mis relatos están escritos al lado de otras, arropada por la escucha de otras”
LGTBIAQ+
Mana Muscarsel
“La amistad da más juego para salir de la lógica de la familia porque tiene menos reglas"
Barcelona
El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona
Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.
Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!