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El mismo día que en el estado español la Comisión 8M Madrid anunciaba la celebración de una cadena feminista por Palestina y contra el genocidio cometido por Israel, como parte de las acciones entorno al 8 de marzo, en el país vecino ocurría algo muy diferente. Aurore Bergé, ministra de igualdad en Francia, anunció que el gobierno haría una criba de las declaraciones de todas las asociaciones feministas en relación con el ataque de Hamás en Israel del 7 de octubre, expresando su rechazo a que el Estado financie a “asociaciones que no saben valorar lo sucedido…Si existiese la mínima ambigüedad sobre el 7 de octubre, no sería correcto que estas asociaciones siguieran recibiendo subvenciones del Gobierno”.
En la misma entrevista, la ministra decía que “lo que pasó el 7 de octubre es que miles de mujeres fueron exterminadas, asesinadas, quemadas y violadas” (lo cual sobrepasa la cifra oficial de una 1.200 víctimas en total según fuentes israelíes). Esta ministra, que en 2022 ya se pronunció a favor de desmantelar entidades como Amnistía Internacional por denunciar el régimen de apartheid impuesto por Israel, publicó en su cuenta de twitter: “El antisemitismo no es cosa del pasado. Adopta muchas formas. El antisionismo es claramente la nueva cara del antisemitismo”.
Opinión
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En Francia, esta posición es asumida oficialmente. De hecho, el parlamento francés aprobó en 2019 la adopción de la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional de Recuerdo al Holocausto (IHRA), que incluye las críticas al “Estado de Israel concebido como una colectividad judía”. El presidente Macron es también abanderado de la confusión entre antisionismo y antisemitismo. En el homenaje a las víctimas del 7 de octubre, Macron calificó lo sucedido como “la masacre antisemita más grande de nuestro siglo”.
Ya en octubre, el colectivo Union Juive de France pour la Paix, alertaba de los peligros de la amalgama entre antisemitismo y antisionismo, y recordaba que la ideología sionista está a debate desde hace más de un siglo dentro del pueblo judío, contando con una gran oposición histórica en el seno de la comunidad judía francesa. El presidente de honor de la Union Juive de France pour la Paix, Richard Wagman reivindicaba en una entrevista el antisionismo como “una idea judía”.
Además de negar 75 años de historia de opresión y violaciones de los derechos humanos, la descontextualización de lo sucedido el 7 de octubre anula el derecho a defenderse a la población ocupada. Pero las consecuencias van más allá al englobar en “terrorismo” y “antisemitismo” no solo las acciones de Hamás (organización que no es considerada terrorista por países como Suiza, Noruega, Rusia, Brasil, Turquía o China), sino toda la causa a favor de los derechos del pueblo palestino, como ha estado ocurriendo en países como EEUU, Alemania y, también, en Francia.
En diciembre, París canceló el evento “Contra el antisemitismo, su instrumentalización, y por la paz revolucionaria en Palestina” en el Judith Butler iba a ofrecer una conferencia
A principios de diciembre el ayuntamiento de París canceló el evento “Contra el antisemitismo, su instrumentalización, y por la paz revolucionaria en Palestina” en el que la pensadora Judith Butler en representación de la organización Jewish Voice for Peace, iba a ofrecer una conferencia y Angela Davis enviaría un mensaje grabado en video. La propia Judith Butler afirmaba después que con la cancelación del evento, el ayuntamiento demostraba su oposición a las ideas que ella promueve sobre la instrumentalización del antisemitismo y la necesidad de vincular la oposición al antisemitismo y la oposición a todo tipo de racismo.
La presencia de la alcaldesa Anne Hidalgo junto a los líderes de la extrema derecha en la manifestación contra el antisemitismo que tuvo lugar en noviembre en París puso de manifiesto las contradicciones señaladas por Butler. Desde la Francia Insumisa, Jean-Luc Melechon, calificaba la movilización como la “cita”, de “los amigos del apoyo incondicional a la masacre” en Gaza, un encuentro “bajo la excusa del antisemitismo”.
La editora francesa Fayard decidió no renovar el contrato y dejar de publicar la traducción del libro La limpieza étnica de Palestina, del reconocido historiador israelí Ilan Pappé
Junto a ello, desde el 7 de octubre, no han dejado de sucederse las prohibiciones y cancelaciones de actos, personas o, incluso, libros. La militante histórica Mariam Abu Daqqa del Frente Popular de Liberación de Palestina, fue arrestada junto al portavoz de la mencionada Union Juive de France pour la Paix por “amenaza al orden público”. Se prohibieron las conferencias que tenía previstas en Francia y se la expulsó del país. Como ya informó El Salto, dos miembros de CGT fueron detenidos acusados de apología del terrorismo tras haber publicado un comunicado de apoyo al pueblo palestino.
Además, la revista Forbes decidió anular la ceremonia de entrega de premios a las mujeres seleccionadas como las más relevantes del año. El motivo fue la polémica suscitada por haber incluido a Rima Hassan, abogada y refugiada palestina con nacionalidad francesa, defensora de los derechos humanos. Sus declaraciones en una entrevista donde la jurista animaba a la movilización ciudadana a favor de un cese al fuego fueron objeto de ataques por parte de personajes públicos que la acusaron de hacer apología de Hamás y de antisemita. La editora francesa Fayard decidió no renovar el contrato y dejar de publicar la traducción del libro La limpieza étnica de Palestina del reconocido historiador israelí Ilan Pappé.
Ante este clima que desde el estado español puede ser percibido como de “persecución” de la defensa de la causa palestina bajo la acusación de antisemitismo, llama la atención el silencio social. Incluyendo el silencio casi absoluto dentro del feminismo ante las mencionadas declaraciones de la ministra de igualdad o la cancelación de Judith Butler.
El relato de los medios de comunicación
A lo largo de estos meses los medios de comunicación franceses se han caracterizado por su seguidismo a la narrativa oficial en titulares como el de la noticia señalada anteriormente sobre la Ministra de Igualdad: “Crimes du Hamas: Aurore Bergé menace de supprimer les subventions aux associations féministes jugées “ambiguës”. También, medios tradicionalmente de izquierdas, como Libération abordan el genocidio bajo el epígrafe guerra Hamas-Israel, o incluso en medios independientes como Le Média o Mediapart, que cubrieron de manera extensa el 7 de octubre, la respuesta israelí en Gaza ha sido cubierta con cuenta gotas y la cifra de personas palestinas asesinadas por el ejército de Israel ha tenido que llegar a 30.000 para que la masacre empezase a aparecer con algo más de frecuencia.
El pasado 17 de octubre una entrevista al ex primer ministro francés Dominique Villespin mostraba una ligera ruptura de la narrativa sin fisuras establecida desde el 7 de octubre por Emmanuel Macron y los representantes políticos franceses. El antiguo mandatario francés, sin dejar de ser crítico con Hamás, intentaba aportar un análisis más amplio sobre la situación y hablaba del sufrimiento de la población civil palestina. Tensa, su entrevistadora, la periodista Apollaine de Malherbe, afirmaba que “le costaba seguirle”, e intentaba reconducir la conversación hacia el marco de lo sucedido el 7 de octubre, y al “barbarismo” de Hamás.
La entrevista, que dentro de su moderación supuso una sacudida al relato unívoco defendido en el país vecino, fue ampliamente comentada, trayéndose dos elementos a colación: por un lado la entrevistadora, Malherbe, como demuestran algunos vídeos suyos, es una firme defensora del Estado de Israel, por otro lado, el canal de televisión donde se realizaba la entrevista, BFMTV, pertenece al magnate de las comunicaciones franco-israelí Patrick Drahi, un multimillonario con amplia influencia en el ecosistema mediático del país vecino, especialmente tras la compra en 2016 de Libération, cuando se hallaba en una complicada situación económica. Al siguiente año se haría con la plataforma NextRadioTV, que dispone de canales como RMC o la mencionada BFMTV, lo que le permite alcanzar una amplia audiencia entre la población francesa.
El apoyo de Drahi a Israel no se limitaría al ámbito mediático: una investigación del medio Blast, revelaba como el magnate y su pareja habrían destinado 7,7 millones de dólares el ejército israelí
A la cabeza de i24, medio israelí que publica en francés, inglés y árabe, el empresario de origen marroquí, se planteaba en 2012, hacer de este medio un instrumento al servicio del sionismo y de la mejora de la imagen de Israel en el mundo. Obra suya es la implantación, en verano de 2022, de esta cadena en Marruecos, tras la normalización de las relaciones entre este país e Israel con los acuerdos de Abraham. La llegada de dos oficinas del i24 a Rabat y Casablanca provocó una fuerte controversia en el país magrebí.
El apoyo de Drahi al Estado de Israel no se limitaría al ámbito mediático: una investigación del medio Blast, revelaba como el magnate y su pareja habrían destinado 7,7 millones de dólares el ejército israelí a través de su fundación. Drahi sería por otro lado una pieza fundamental del entramado de intereses económicos franceses en Israel.
Palestina
Ocupación israelí El colonialismo israelí está desnudo
Prisioneros, colonos y soldados
Pero las relaciones entre Francia e Israel, no se limitan al ámbito empresarial, armamentístico y mediático. La presencia de ciudadanos franceses en Israel es numerosa. Los familiares de los prisioneros de nacionalidad francesa de Hamás —en el ataque habrían muerto 12 ciudadanos franceses y desparecido otros 17— tuvieron un rol importante en el apoyo incondicional de Emmanuel Macron a Israel después del 7 de octubre, y en la unidad entre todos los partidos: mientras que el presidente del partido de Los Republicanos Eric Ciotti apostaba por la suspensión de toda ayuda a la Autoridad Palestina, la Francia Insumisa, único partido que se resistió al cierre de filas con Israel fue señalada por su postura.
No solo hay franceses y franco-israelíes entre las víctimas del 7 de octubre. Se calcula que unos 4.185 soldados con nacionalidad francesa combaten en el ejército israelí, se trata del segundo contingente de soldados extranjeros en el ejército de ocupación después de los estadounidense. Una investigación de Europe 1 recoge testimonios de soldados que nunca habían estado en Israel pero se enrolaron tras el ataque. El pasado diciembre el diputado de la Francia Insumisa, Thomas Portes, dirigía una carta a la ministro de Justicia Éric Dupond-Moretti, en la que exigía la investigación de los franceses que integran el ejército.
La Association France Palestine Solidarité denunciaba en un comunicado el pasado 15 de diciembre la presencia de soldados franceses y binacionales en un ejército implicado “en un genocidio en curso en Gaza”, y demandaba que los implicados franceses en crímenes de guerra sean procesados ante la justicia francesa. También exigía rendición de cuentas para los colonos de origen francés, siendo la colonización “un crimen de guerra”. El 13 de febrero, siguiendo a otros países, Francia establecería finalmente sanciones a colonos implicados en acciones violentas contra la población palestina en Cisjordania. Ya en diciembre de 2023, la Autoridad Palestina le habría requerido formalmente intervenir contra los colonos violentos de nacionalidad francesa.
Entidades como la Organización Sionista Mundial, fundada por el propio Theodor Herzl promueven la migración de ciudadanos franceses a Israel a través de viajes de estudios y otras muchas actividades
Como explica la Association France Palestine Solidarité el contingente francés de soldados israelíes lo forman tanto emigrados al país que conservan la nacionalidad, que deben realizar el servicio militar obligatorio (de tres años para los hombres y dos para las mujeres), como franceses residentes en Francia que, siendo judíos o no, pueden sumarse al ejército israelí como voluntarios, sin necesidad de residir en el país ni tener la nacionalidad. La organización recuerda los esfuerzos que hace el ejército israelí para reclutar soldados en el extranjero, “en Francia esto pasa, entre otras cosas, por la organización de estancias y campamentos de verano en Israel con una inmersión en el ejército”. Iniciativas a cargo de asociaciones sionistas basadas en Francia que contribuyen también a la financiación de las FDI.
Las organizaciones sionistas en el país vecino, de hecho, estarían de enhorabuena en los últimos meses, tras el 7 de octubre, según reflejaban medios como el mencionado Libération, las solicitudes de migración —conocida como Alya en términos religiosos— se habría quasi quintuplicado. Entidades como la Organización Sionista Mundial, fundada por el propio padre del sionismo Theodor Herzl en 1897 y con gran implantación en Francia, promueven la migración de ciudadanos del país a Israel a través de viajes de estudios y otras muchas actividades. Su departamento para la Alya, invitaba el pasado 18 de febrero a diversas charlas en distintas ciudades francesas para fomentar la migración a “Nahariya, la ciudad del sueño israelí” prometiendo una vida de ensueño en una ciudad costera de la “tierra prometida”, con una amplia población francófona.
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Una visión completa del país vecino, agrupando lo que a duras penas nos llega descontextualizado. Gracias.