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Seguramente todos los que estamos aquí reunidos tenemos información, convencimiento, conocimiento y conciencia del objetivo de esta convocatoria: el derecho de todos y todas a que, terminada nuestra vida laboral activa, pasemos a vivir con dignidad la última etapa de nuestra vida.
A la vista de cómo se vaya desarrollando el proceso de las jubilaciones presentes y futuras, estos encuentros continuarán, para estar unidos y para comunicarnos fuerza, esperanza e ilusión por una causa justa, clara y bien definida.
¡GRACIAS! A quien haya iniciado este impulso de hacernos visibles en la calle, porque estaba siendo necesaria nuestra presencia. Y a todos aquellos que dicen que nos están manipulando: ¡MIENTEN!
Tenemos muchas historias a nuestras espaldas, todas diferentes pero con un denominador común: el esfuerzo, los sacrificios, las penas, las alegrías; también las frustraciones, los errores, los aciertos, los fracasos y los triunfos. Momentos de felicidad imposibles de explicar y momentos de tristeza, pesimismo y agotamiento. Y aquí estamos, recuperando la dignidad y el honor colectivo que nos hace mejores en nuestro interior. Las imágenes de miles de nosotros por toda la geografía de España muestran que no es una manipulación.
Las movilizaciones de los jubilados y jubiladas en la calle son un hecho histórico. Hemos comprendido que somos una fuerza poderosa para hacer un gobierno con un simple voto en las urnas. Pero somos vulnerables también porque la única fuente de ingresos es nuestra pensión y, si se va reduciendo, entra el pánico y el miedo, y con el miedo podemos dar el voto a los que tienen más poder económico, a los que manejan las finanzas, hacen números y nos convierten en estadística, olvidando nuestra condición de humanos. El miedo nunca hizo progresar a la humanidad. El miedo nos asusta, nos encoge, merma nuestras defensas. Pero no tenemos miedo porque estamos unidos, y la unión hace la fuerza. ¡Solos, no somos nadie! ¡Unidos, todo!
Tenemos partidos políticos que hablan de democracia y no la practican. Tenemos medios de comunicación al servicio del poder, y los que no se dejan llevar tienen un camino difícil.
Tenemos instituciones para protegernos pero se toleran malas prácticas, y los perjudicados, siempre son los más indefensos.
Tenemos libertad que solo es aparente porque cuando alguien critica conductas, hechos intolerables de los poderosos, se va a por ellos. Tenemos una Constitución que no se cumple en los artículos relativos a los Derechos Humanos: derecho al trabajo, educación, sanidad, vivienda, tercera edad... que debieran estar blindados.
Tenemos una apariencia de vitalidad, alegría, desenfado, las heridas van por dentro. Y podemos seguir añadiendo muchas más cosas.
Pero esto lo vamos a cambiar para seguir adelante. Hemos logrado remover conciencias. Remover a políticos/as perezosos, grises, intrascendentes, opacos, sin soluciones. Muchos ni asisten a las sesiones del Congreso y solo sirven para apretar un botón, y a cambio se llevan un enorme salario desproporcionado a sus méritos, capacidad y dedicación, y una pensión máxima para toda la vida.
Remover programas de partidos políticos en busca del tiempo perdido. Remover a los sindicatos, siendo su objetivo defender el trabajo, al trabajador y su derecho a trabajar por un salario digno. Remover a los medios de comunicación. Remover a jóvenes preocupados por su futuro...
El 0.25% no es nuestra reivindicación, porque es un insulto a la moralidad e inteligencia. Hubieran estado mejor callados. Estamos aquí porque las cosas no van bien en nuestro país. Y nos preocupa porque tenemos que recuperar la moral colectiva, los modos, las maneras, el fondo. Estamos aquí porque nos duelen el presente y futuro de las pensiones, porque nos duelen nuestros propios problemas, problemas que no hemos contribuido a crear, porque nos avergüenza la corrupción, porque nos preocupa la juventud y que no se aproveche su energía, capacidad y creatividad lo suficiente.
Porque nos duele no tener políticos/as capaces de estar a la altura que se necesita. Han surgido nuevos políticos/as pero nos tendrán que demostrar que otra política, ilusionante, realista, mejor, sea posible, evitando errores que critican. Porque nos duele hacia donde camina el Estado de Bienestar.
Estamos aquí porque tenemos que alzar la voz diciendo: los jubilados no somos el problema, estamos siendo "la solución a la crisis" desde los años en que todo explotó, compartiendo nuestra pensiones bajas, medias o altas con nuestros propios hijos/as y nietos/as, por la situación laboral de vergüenza que tenemos y por la lacra del paro.
Porque este país debe recuperar el honor, la dignidad, el orgullo de pertenecer a él, con el esfuerzo colectivo, en armonía, paz, inteligencia y respeto, dando lo mejor de nosotros mismos. Por todo esto estamos aquí, y continuaremos, porque somos necesarios.
Y como metáfora de la actitud de esta Plataforma de Badajoz, haremos nuestros los versos que Miguel Hernández dedicó a su amigo Ramón Sijé:
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero
que tenemos que hablar de muchas cosas
¡Compañero del alma, compañero!
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Nosotros siempre seremos mejores que ellos,y teniendo para tomarnos un vaso vino con los amigos, más ricos vosotros,nunca nos venceran sabemos sobrevivir donde a lo señores no podrían ni respirar.Y tenemos palabra.
Gracias a la plataforma de Badajoz y a las plataformas de jubilados y jubiladas en Extremadura por si ejemplo de lucha