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Ocupación israelí
Elecciones en Israel: ¿el punto clave para los palestinos?
Tras 13 años en el poder, Benjamin Netanyahu podría perder su trono en estos comicios.
Las elecciones de este 17 de septiembre en Israel pueden ser el verdadero ocaso para el gobierno de derechas de Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí que más tiempo ha ostentado su cargo, tras más de 13 años en poder. Pero, ¿qué sentido tienen realmente las elecciones en Israel para la población palestina? ¿Puede el pueblo palestino, tras más de 70 años bajo ocupación, atisbar un mínimo de esperanza?
Los acérrimos seguidores de Netanyahu afirman que ha llevado al país al progreso, escondiendo bajo la manga sus escándalos de corrupción, mientras que sus detractores dicen que ha frustrado las esperanzas de paz con los palestinos, ha destrozado la sociedad atacando a la minoría palestina en el 48 y se ha llenado sus bolsillos y los de su familia por los numerosos escándalos de malversación del dinero público.
Sin embargo, el longevo mandatario puede estar llegando a su fin. Tras cinco meses de crisis política, en estos segundos comicios, la sociedad israelí se pregunta si aún está capacitado para poder continuar gobernando en coalición.
En plena campaña electoral Netanyahu prometió, en caso de victoria, anexarse un 30% de la Cisjordania ocupada
La religión y las políticas sociales están siendo la espada de Damocles estas elecciones, pero no lo están siendo ni Gaza ni la Ocupación. Y esta es la realidad teniendo en cuenta que el conglomerado de partidos políticos de Israel —tanto de derechas, como de centroizquierda, socialdemócratas o laboristas— responden, en su mayoría, al bastión de la creación de estado judío: el sionismo.
Pero Palestina siempre se usa para el rédito electoral israelí aunque una vez sentados en los asientos de la Knesset —Parlamento israelí— nada cambie ni a corto, ni a medio, ni a largo plazo. Así, en plena campaña electoral Netanyahu prometió, en caso de victoria, anexarse un 30% de la Cisjordania ocupada, y más concretamente el Valle del Jordán, una zona rica en recursos naturales y punto clave para continuar el sueño sionista del Plan Jerusalén, —anexarse todo el territorio desde Jerusalén hasta el Mar Muerto—. No contento con esto, afirmó que su victoria daría “soberanía israelí sobre todos los asentamientos” (los cuales en el último año han aumentado un 28%), todos ellos ilegales de cara a la Comunidad Internacional.
Pero el Estado hebreo es experto en nadar contracorriente a la legalidad internacional y al respeto al Derecho Internacional Humanitario y al Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Su aliado eterno, Estados Unidos, apoyará a Israel esté quien esté en el Gobierno, y con esa baza, no se juega. Y en toda esta película electoral, la Casa Blanca ya ha hecho público su idea para la paz o “Plan del Siglo” que básicamente consistiría en un desembolso económico a cambio de renunciar a la creación de un futuro estado palestino. Otra agonía más para los partidos políticos palestinos.
Acabar con la extrema derecha
La esperanza puede surgir, pese a todo, de la población palestina con ciudadanía israelí que puede acudir hoy a las urnas. Los líderes de la Lista Conjunta Árabe distintos partidos árabes en coalición para estas elecciones llaman a la ciudadanía palestina de los territorios del 48 a votar. Los buses que circulan por las comunidades palestinas de Galilea están llenos de eslóganes: “Es tiempo de votar”.Ayman Odeh, dirigente del único partido compuesto por israelíes y palestinos, y mayor representante de alrededor de 1.7 millones de ciudadanos palestinos de Israel —no olvidemos que la población palestina en Israel supone el 21% sin contar los palestinos de Jerusalén, los cuales solo tienen permiso de residencia, y a los que, por lo tanto se les niega el derecho al voto— rebosa optimismo animando al voto y asegurando que si llegan al 65% de población palestina que acude a las urnas hoy acabarán con la extrema derecha. La Lista Conjunta Árabe es la tercera fuerza del Parlamento.
Tres exjefes del Ejército encabezan la alianza electoral que se llama de centro, para desbancar a Netanyahu, uno de ellos Benny Gantz, que hace menos de cinco años dirigió la guerra en Gaza, cobrándose la vida de más de 2.000 palestinos
Mientras, al otro lado del muro, los palestinos de Cisjordania por el contrario, no mirarán hoy perplejos a la televisión. Su día a día continúa controlado al milímetro por las fuerzas de ocupación. Los checkpoints para ir a clase, al trabajo… Los permisos denegados para acudir a Jerusalén para tratar un cáncer, para realizar una prueba de acceso a la universidad, para visitar a esa otra parte de su familia que quedó, simplemente, al otro lado. La cotidianidad en Cisjordania la marcan las incursiones militares, las detenciones arbitrarias, la violencia diaria y ya casi perpetua de los colonos. Los palestinos observan con resignación la cita en las urnas.
Otra guerra
Y un poco más lejos… Gaza, con más de 10 años bajo un bloqueo ilegal que mantiene a sus más de sus dos millones de habitantes en una crisis humanitaria permanente. La eterna moneda de cambio para sacar rédito en campañas electorales: Gaza, “donde todo vale”. Durante su campaña, el líder del Likud, dijo que “el lanzamiento de cohetes desde Gaza está haciendo inevitable otra guerra”. Ya ha dictado sentencia.
Las últimas encuestas arrojan que el partido Likud de Netanyahu se enfrenta a la alianza opositora Azul y Blanca, dirigida por su exjefe militar Benny Gantz. Esto quiere decir que, quien gane las elecciones tendrá que hacer tratos con partidos más pequeños para asegurar una mayoría en la Knesset y formar gobierno, lo que no lograron en los comicios de pasado abril. Tres exjefes del Ejército encabezan la alianza electoral que se llama de centro, para desbancar a Netanyahu, uno de ellos Benny Gantz, que hace menos de cinco años dirigió la guerra en Gaza, cobrándose la vida de más de 2.000 palestinos.
Tan solo en 2018, y de acuerdo con los datos arrojados por la Oficina Central israelí de estadística los asentamientos ilegales en la Cisjordania ocupada aumentaron un 28%
Y entre militares está el juego. Pase lo que pase, Israel continúa manteniendo su política de status quo —mientras todo se negocia en mesas electoras y en hojas de ruta que mostrar a la comunidad internacional— la ocupación continúa anexando tierras palestinas y desplazando a su población de manera ilegal y en contra de las resoluciones de Naciones Unidas.
Tan solo en 2018, y de acuerdo con los datos arrojados por la Oficina Central israelí de estadística (CBS) los asentamientos ilegales en la Cisjordania ocupada aumentaron un 28%. Según datos de la agencia de noticias oficial palestina, de enero a octubre de 2018, 908 menores palestinos fueron arrestados y 270 permanecen aún en centros de detención israelíes. El Centro Palestino de Derechos Humanos en Gaza publicó en su informe sobre violaciones de Derechos Humanos en Palestina que 302 palestinos, 242 de ellos civiles, fueron asesinados en el último año a manos del ejército israelí y de los colonos, y más de 10.731 palestinos y palestinas resultaron heridos.