Memoria histórica
Los horizontes abiertos

Un análisis sobre el papel que puede desempeñar la historia en el mundo después de la pandemia.

Gripe española
Pacientes de la epidemia de gripe española de 1918 en el hospital estadounidense de Fort Riley. Foto: Museo Nacional de Salud y Medicina

Doctor en Historia

13 jun 2020 06:00

Ahora que tanto es nuevo, más que nunca es necesaria la historia. El tiempo de esta cuarentena que ya se aligera ha parecido transcurrir en la cuerda floja, indeciso antes de inclinarse hacia uno u otro lado a toda velocidad como una montaña rusa. Los acontecimientos como este suelen acelerar las partículas históricas, eso lo sabemos, pero ignoramos en qué dirección lo harán. En cualquier caso, la incertidumbre no ha de ablandar nuestra voluntad de participar en la aventura de dar forma al futuro. Al contrario, tenemos que comprometer en ella toda la creatividad que seamos capaces de reunir: todas nuestras fuerzas, todos los conocimientos y toda nuestra imaginación, expandida por la memoria.

Las tramas del pasado

¿Cómo puede ayudar la historia a diseñar el futuro tras la pandemia? Ante todo, poniendo de manifiesto que el modo como se interpreta el pasado prefigura el modo como el presente aprecia su potencial. Conocer el pasado es, pues, una condición necesaria para tomar decisiones éticas sobre el porvenir de la sociedad.

Por desgracia, nuestro tiempo está inundado de relatos falsos que enturbian la comprensión del nexo entre el pasado y el futuro, ya sean los “pasados blandos” que priman la sentimentalidad sobre la crítica, ya los “pasados fundamentalistas” que sacralizan un ilusorio origen glorioso. Por eso debemos desmontar las mentiras que se propagan sobre la historia y restaurar las tramas del pasado: el tejido narrativo que protege a una sociedad de la ignorancia y la impostura.

Ahora que tanto es nuevo, más que nunca es necesaria la historia. El tiempo de esta cuarentena que ya se aligera ha parecido transcurrir en la cuerda floja, indeciso antes de inclinarse hacia uno u otro lado a toda velocidad como una montaña rusa

Tenemos que desprendernos de los prejuicios y las leyes supuestamente naturales sobre el orden de la política, el funcionamiento del mercado y el destino del planeta, ya que estos se traducen en mal gobierno, desigualdad y devastación. David Armitage y Jo Guldi han mostrado que la buena historia contribuye a hacerlo: al revisar las ideas preconcebidas y detectar su mala influencia, permite que las reflexiones sobre el futuro no sean castillos en el aire. Los pasados inventados suelen ser pasados simples que achatan las esperanzas colectivas. La elaboración histórica del pasado, en cambio, ensancha los horizontes de expectativas y descubre las verdaderas fronteras de lo posible.

Las rutas de la seda

¿Qué lapsos de tiempo convergen en el nuestro? Muchos, sin duda: desde el resentimiento que surge de las raíces del romanticismo hasta el nacimiento de las redes sociales en la primera década de este siglo, pasando por el giro neoliberal de los 80. Pero quiero centrarme en algo que habíamos soslayado. A mediados del siglo diecinueve, los geógrafos alemanes dieron nombre a las redes de intercambio que conectaban la China imperial con los distintos pueblos del continente euroasiático y las costas de África: las llamaron “las rutas de la seda”. Al recorrerlas, advertimos que extensas regiones del planeta han compartido durante milenios un pasado global y nos acercamos al mundo de Marco Polo, una época de efervescencia cultural y horizontes abiertos —como la describió el gran medievalista Roberto Sabatino López— sacudida por la irrupción de una pandemia.

La bacteria que causó la peste negra en el siglo catorce viajó por las rutas de la seda desde Asia Central a través de Persia y penetró en Europa por el puerto de Génova; desde Wuhan, el coronavirus cruzó Irán y no tardó en alcanzar Italia. Esta asombrosa coincidencia pone de manifiesto algunas constantes geopolíticas y nos revela que la actual iniciativa china “del cinturón y de la ruta” —en la que el cinturón representa las conexiones por tierra con los demás países y la ruta, las vías marítimas— ha desbrozado los antiguos caminos de caravanas y los ha convertido en las nuevas rutas de la seda.

Debemos desmontar las mentiras que se propagan sobre la historia y restaurar las tramas del pasado: el tejido narrativo que protege a una sociedad de la ignorancia y la impostura

El origen del virus nos ha hecho volver la vista al hemisferio oriental y percibir por fin el contraste con la realidad en que vivimos. De la mano de Peter Frankopan, aprendemos que estos son tiempos de esperanza en Asia. A lo largo y ancho del continente, los países se esfuerzan por estrechar sus lazos y trabajar juntos, dejando a un lado las diferencias y superando las desconfianzas. Los obstáculos son todavía ingentes, pero existe la conciencia de que se está alumbrando un mundo nuevo. Además de la iniciativa china, numerosos proyectos — como el “visado de la seda” en Asia Central y la “visión comunitaria” de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático— buscan facilitar el tránsito de personas y mercancías e impulsar la cooperación económica y social en una zona donde vive más de la mitad de la población mundial.

En este contexto, el pasado de las rutas de la seda ofrece un relato común que une a pueblos y culturas, pero también aviva la imaginación del futuro, que no tiene que ver con la nostalgia, sino con las ciudades inteligentes, la nanotecnología, la inteligencia de datos y la computación cuántica. Igual que en el pasado el hormigueo de las rutas de la seda marcó el ritmo del mundo, probablemente lo hará en el futuro; y si esto es así, entonces el nacimiento del nuevo mundo al que asistimos es el renacimiento del viejo.

Las desilusiones del progreso

Mientras tanto, Occidente marcha en sentido opuesto. En muchos lugares se trabaja por restringir la cooperación y romper los acuerdos alcanzados. En Europa, las discusiones giran obsesivamente en torno a la segregación, las migraciones, la erección de muros y la recuperación de la soberanía; las políticas de austeridad, el cementerio mediterráneo, los campos de refugiados y el mezquino trato neocolonial dispensado a Grecia evidencian que la Unión Europea no está a la altura de los tiempos.

Puede que los historiadores no hayamos hecho lo suficiente para deshacer una de las ilusiones más tenaces nacidas de la era de la colonización: el eurocentrismo y la pretendida superioridad europea

Las transformaciones que presenciamos pueden parecerse a las que se produjeron en la era de los descubrimientos. Cuando hace quinientos años los europeos vislumbraron aquellas “maravillosas posesiones”, como las llamó Stephen Greenblatt, comenzó una imparable carrera hacia delante que desplazó el centro de gravedad de la política y la economía mundiales y, por primera vez, situó a Europa en el corazón del mundo. Ahora que ese centro parece estar moviéndose de nuevo, seguir insistiendo en el provincianismo y la estrechez de miras no carece de peligro.

Necesitamos saber por qué seguíamos ensimismados mientras se degradaba el proyecto ilustrado y llegábamos al borde de una crisis ecológica y de desigualdad. Puede que los historiadores no hayamos hecho lo suficiente para deshacer una de las ilusiones más tenaces nacidas de la era de la colonización: el eurocentrismo y la pretendida superioridad europea. En todo caso, esa ceguera quizá explique por qué, como señalan Ivan Krastev y Stephen Holmes, en junio de 1989 creímos que la victoria de Solidaridad en las primeras elecciones libres polacas anticipaba el signo de los tiempos y, en cambio, consideráramos que la represión de las protestas de la plaza de Tiananmén no era más que una anomalía sin trascendencia en el combate por el derecho a dar forma al futuro. Solo una perspectiva más amplia disolverá la ilusión del fin de la historia.

Los recuerdos del futuro

En las últimas cuatro décadas, la concepción neoliberal del mundo ha promovido la retracción del empleo, la salud, la educación y la democracia. De vuelta a la esfera pública, la historia puede aguzar nuestra inteligencia para reorientar la acción política y explorar las rutas que conducen al futuro entre lo local y lo global, la tecnocracia y la tecnofobia, el mercado y el bienestar, la innovación y la sostenibilidad. Gracias a ella, por ejemplo, podemos razonar que nuestros indicadores macroeconómicos pertenecen al mundo anterior al microondas y ya no reflejan nuestras necesidades; que los sistemas de deuda constituyen una cadena de esclavitud intergeneracional que solo puede romperse con la abolición periódica de la deuda; y que la reducción de la desigualdad es un hecho excepcional en el capitalismo. Sin reformas de calado, por tanto, solo tenemos por delante un pasado disfrazado de futuro.

Llegado el momento, la historia puede ayudarnos a elegir entre una fortaleza alambrada o un mundo de horizontes abiertos

Después de la peste negra, la sociedad reaccionó: se reformó el urbanismo y se prestó más atención a la higiene; se pensó sobre las formas de gobernanza y se difundió el humanismo, que sentó las bases del Renacimiento. ¿Y ahora? Aunque el panorama es sombrío, en ninguna parte está escrito que el ascenso de Oriente conlleve la decadencia de Occidente. Tan solo que nuestra suerte está echada si no pensamos a largo plazo y actuamos en unión. Las nuevas rutas de la seda y la propia lucha contra la pandemia, que es ya el mayor proyecto de investigación científica de la historia gracias a la colaboración espontánea de la comunidad científica internacional, pueden servirnos de inspiración. Y, llegado el momento, la historia puede ayudarnos a elegir entre una fortaleza alambrada o un mundo de horizontes abiertos.

Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cine
Ramón Lluis Bande “Asturies tiene sin construir el relato de su tiempo revolucionario”
El cineasta Ramón Lluis Bande entiende la memoria histórica como un “camino de exploración formal infinito” y de reflexión sobre el propio lenguaje cinematográfico “en relación con la realidad, la historia, el arte y la política”.
Baleares
Memoria histórica Acuerdo en Baleares entre la izquierda y el PP para no derogar la ley de memoria histórica
El Govern ya no buscará los apoyos de la ultraderecha en los presupuestos ni cumplirá con uno de los puntos más calientes del programa, como era la derogación de la ley de memoria democrática.
Memoria histórica
Memoria de Extremadura Antonio Elviro Berdeguer y la rebeldía contra la desmemoria en extremadura
Este 7 de diciembre se cumplen 88 años del fusilamiento por los fascistas de Elviro Berdeguer. Escritor, militante, extremeñista y socialista, es considerado el padre del regionalismo extremeño.
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Ibex 35
Ibex 35 Las retribuciones de los grandes empresarios multiplican por 118 lo que ganan sus trabajadores
Los directores y ejecutivos de Inditex, Banco Santander, Iberdrola, Indra, CIE Automotive y otras empresas del Ibex 35 multiplican por cientos de veces los sueldos medios de sus empleados.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Catalunya
Derecho a la vivienda La “revuelta de las llaves” echa a andar con tres huelgas de alquileres en Catalunya
Tres promociones de vivienda deciden ir a la huelga de inquilinos, una de las medidas defendidas por las manifestaciones del 13 de octubre y el 23 de noviembre en Madrid y Barcelona para hacer frente a los alquileres impagables.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Inteligencia artificial
Inteligencia artificial Los creadores rechazan las licencias ampliadas para el uso de sus obras en la IA: “Es un genocidio cultural”
El Real Decreto para regular la concesión de licencias colectivas ampliadas para la explotación masiva de obras protegidas por derechos de propiedad intelectual para el desarrollo de modelos de Inteligencia Artificial recibe un rechazo generalizado.

Últimas

Personas sin hogar
Personas sin hogar Encierro en el Ayuntamiento de Granada para reclamar albergues para las personas sin hogar
Decenas de activistas exigen tratar, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, con la alcaldesa de la ciudad sobre la necesidad de medidas urgentes ante la gravísima situación de las personas sin hogar en plena ola de frío.
Opinión
Tratados UE-Mercosur, el acuerdo que acabará con el modelo de agricultura europeo
Toda la producción agroalimentaria familiar, de pequeña escala y que desarrollan la economía local va a salir perdiendo, sea en Europa o los cuatro países latinoamericanos.
Siria
Siria Israel bombardea la transición siria
Mientras el nuevo gobierno del país intenta proyectar legitimidad dentro y fuera de sus fronteras, el ejército sionista expande su control del territorio en los Altos del Golán, y Europa congela miles de solicitudes de asilo de personas sirias.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La moratoria del ‘escudo social’ no ha servido para impedir tres de cada cuatro desahucios
Un redactado poco claro, que deja libertad a los jueces para saltarse la moratoria, limita su alcance. A pocas semanas de su fin, organizaciones de vivienda piden que sea mejorada, ampliada y convertida en permanente.
Baleares
Memoria histórica Acuerdo en Baleares entre la izquierda y el PP para no derogar la ley de memoria histórica
El Govern ya no buscará los apoyos de la ultraderecha en los presupuestos ni cumplirá con uno de los puntos más calientes del programa, como era la derogación de la ley de memoria democrática.
Más noticias
Tribuna
Tribuna El día después del derrocamiento de Al Asad en Siria
El pueblo sirio ha sufrido lo indecible en los últimos años en sus aspiraciones de soberanía y de liberación. La pregunta ahora es ¿cómo se va a reconfigurar el reparto de poder en Siria y en la región?
Tren de alta velocidad
Explotación laboral Huelga en Iryo para los días clave de Navidad: “Solo queremos que respeten el Estatuto de los Trabajadores”
CGT convoca paros los días fuertes de estas vacaciones para, antes de comenzar a negociar un convenio propio, conseguir el abono de dietas a la plantilla de tripulación y el cobro del plus de nocturnidad.
Estados Unidos
Estados Unidos Detenido el presunto autor del asesinato de un CEO: “Parece que tiene mala voluntad hacia las corporaciones”
El presunto asesino del director ejecutivo de UnitedHealth, Brian Thompson, ha elogiado en un manifiesto a Unabomber, el terrorista de la derecha estadounidense que en los 80 cometió varios atentados con fines políticos.

Recomendadas

Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.
Cine
Ramón Lluis Bande “Asturies tiene sin construir el relato de su tiempo revolucionario”
El cineasta Ramón Lluis Bande entiende la memoria histórica como un “camino de exploración formal infinito” y de reflexión sobre el propio lenguaje cinematográfico “en relación con la realidad, la historia, el arte y la política”.
Fondos buitre
Madrid Ecosol, la cooperativa agroecológica que lucha por sobrevivir al desalojo del fondo buitre Élix Rent
Este gigante inmobiliario, que ya ha logrado hacerse con la práctica totalidad del edificio que alberga el proyecto, se niega a renovar su contrato de alquiler ya que busca rehabilitar el inmueble y alquilarlo a precios desorbitados.
Siria
Siria Cuando el miedo a la deportación es real: obligados a volver a Siria
Turquía lleva mucho tiempo deportando a los refugiados sirios. Aunque intenta justificar sus prácticas ante la comunidad mundial, estas vulneran el derecho internacional.