Pensamiento
A este lado de las pantallas

Para dominar la tecnología es imprescindible no ser dependiente de ella. Quizás por eso los hijos de muchos trabajadores de Silicon Valley van a colegios en los que no hay ordenadores ni Internet.

Fotograma de The Circle (2017)
Fotograma de The Circle (2017)
@magoa_
27 sep 2017 10:55

Para dominar la tecnología es imprescindible no ser dependiente de ella. Quizás por eso los hijos de muchos trabajadores de Silicon Valley, enclave de las grandes empresas de telecomunicaciones e informática (como Google, Apple o Yahoo), van a colegios en los que no hay ordenadores ni Internet, por extraño que esto nos resulte. Se trata de las escuelas Waldorf, cuyo sistema se centra en la actividad física, la experimentación y la creatividad. 

Resulta paradójico que las escuelas de las élites de las nuevas tecnologías prescindan de las nuevas tecnologías y aboguen por el rudimentario bolígrafo y papel o el libro impreso (aunque también el preciado contacto con la naturaleza), cuando para nosotros las pantallas se han convertido en una necesidad sin la cual la vida y la educación del siglo XXI parece no poder tener lugar. 

Es probable que en esas escuelas de las élites los alumnos estén más lejos de perder la destreza manual que se asocia a la escritura o sus beneficios para la consolidación de la memoria; posiblemente también se encuentren en mejores condiciones para hacer frente a uno de los grandes problemas de la actualidad: la crisis de atención generalizada, que se puede observar en los alumnos de nuestras escuelas e institutos, en los que sí hay ordenadores y pizarras digitales, cuyo uso es loado por las corrientes pedagógicas, bajo la máxima del valor incuestionable de las TICs (más recientemente conocidas como TACs) y la adquisición de la tan ansiada y necesaria competencia digital. 

¿Desconectarse?

Para los que estamos a este lado de las pantallas, la de la desconexión no parece del todo una opción (o quizás sí, pero solo para unos pocos). La tarea acuciante es cómo manejarnos con y entre la tecnología, una vez ésta ha invadido el ámbito de nuestra privacidad, pues hoy en día nos resultaría terriblemente difícil desprendernos de ella sin arrancarnos a la vez un poco de piel. 

Marc Augé se refería al desplazamiento producido en el interior de nuestras viviendas, donde la televisión y el ordenador ocupan ahora el lugar del hogar, aludiendo a la Grecia clásica. Allí Hestia era la diosa del hogar (más en concreto: de la cocina y el fuego que era necesario encender para hacer la comida), y por tanto “del centro umbrío y femenino de la casa” y Hermes el dios del umbral, mensajero de quienes cruzan fronteras, “que mira hacia el exterior, protector de los intercambios y de los hombres que tenían su monopolio”. En la actualidad, el espacio privado, incluido nuestro dormitorio, ha pasado a ser espacio público con la introducción de la tecnología, siendo, de ese modo, Hestia sustituida por Hermes. 

Una de las consecuencias de este movimiento de fronteras ha sido, sin duda, la ampliación del ámbito de lo político, algo que especialmente desde el 2011 hemos podido ver con el auge de las redes sociales. Se trata del espacio público-privado del que nos habla Remedios Zafra en Un cuarto propio conectado, un cuarto como éste desde el cual ahora escribo, a medias entre las notas tomadas en un teléfono móvil y el documento de un ordenador portátil. ¿Desconectarse? 

La vieja utopía de Internet como territorio para imaginar un mundo diferente parece haber dado paso a un mundo más cercano a la distopía del control ilimitado de datos personales a través del rastreo de nuestros gustos y preferencias en historiales de navegación, interacciones y compra, para poder intervenir en ellos y moldear nuestras acciones, emociones y deseos. Es el sueño empresarial de un mundo sin secretos ni ángulos ciegos. 

No es difícil imaginar un futuro en el cual una parte cada vez más amplia de la población no sepa leer o lo haga con dificultad, pero sea capaz de descargar y usar aplicaciones. La creencia ingenua en la neutralidad de la tecnología nos aproxima más a un futuro semejante. 

Tener conocimiento de la educación que los grandes de Silicon Valley eligen para sus hijos trastoca algunas de nuestras creencias y, quizás, también nos haga empezar a reconsiderar cómo pensamos nuestra relación con la tecnología: ¿acaso la necesitamos más de lo que ella nos necesita a nosotros? 

Archivado en: Pensamiento
Sobre este blog
Un espacio de literatura, pensamiento y crítica social.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Pensamiento
Vincent Bevins “Me irrita que se piense que la decisión de usar la violencia la toman los activistas y no el Estado”
El autor de 'El método Yakarta' vuelve con 'Si ardemos', un ensayo sobre las protestas que tuvieron lugar en la primera década de los años diez en muchas partes del mundo.
Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Pensamiento
Pensamiento Jason W. Moore: “La crisis climática es una lucha de clases”
El autor de 'La gran implosión' y 'El Capitalismo en la trama de la vida' critica “el ecologismo de los ricos” y propone una vuelta a la centralidad del trabajo como solución a la actual crisis climática.
Sobre este blog
Un espacio de literatura, pensamiento y crítica social.
Ver todas las entradas
Corrupción
Corrupción El juez decreta prisión provisional sin fianza para Santos Cerdán
El juez acepta la propuesta del fiscal y decreta cárcel contra el ex secretario de organización socialista por integración en organización criminal, cohecho y tráfico de influencias.
València
València La Audiencia de Valencia confirma la imputación a Argüeso en el juicio de la dana
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial concluye que la resolución de la instructora “no es irrazonable ni arbitraria”, ratificando la imputación del ex secretario autonómico de Emergencias.
Barcelona
Derecho a la vivienda Amenazas de violencia extrema y una paliza a los habitantes de un bloque okupado de Barcelona
El Salto accede a las llamadas y mensajes de audio amenazadores que un grupo de desokupa envía al vecindario del bloque Llenguadoc, donde confirma cumplir con el mandato del propietario del edificio.

Últimas

Palestina
Tribuna Tres o cuatro días sin comer en Gaza
El drama de no poder dar suficiente comida a tus hijos es inmenso, sobre todo cuando sabes que a pocos kilómetros hay camiones llenos de ayuda. Parados. Bloqueados.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición La fuga de más diputados de Sumar, en manos de Sánchez
Más representantes de las confluencias aguardan a la comparecencia del presidente del Gobierno del 9 de julio como la última señal para no saltar al grupo Mixto.
Más noticias
Medio ambiente
Tribuna Mapa de los conflictos del agua: una herramienta para la defensa de los ríos, acuíferos y humedales
A pesar del grado y extensión del daño que sufren los ríos, acuíferos y humedales, las administraciones públicas no están tomando las medidas necesarias para frenar el deterioro y responsabilizar a las entidades que lo causan.

Recomendadas

Economía social y solidaria
Historia Lo que Franco arrebató al cooperativismo y a la economía social y solidaria
La dictadura franquista combatió de forma cruel el movimiento cooperativo fraguado en la II República, y durante la propia guerra con las denominadas colectividades, y pervirtió la idea de autogestión a través de los ideales falangistas.
Río Arriba
Río Arriba Yayo Herrero: “El holocausto nazi no es una excepcionalidad en la historia de Europa, es un modus operandi”
Nueva entrevista de Río Arriba en formato podcast y vídeo en el que hablamos de ecofeminismo, transiciones ecosociales justas, decrecimiento, colapso, poner la vida en el centro y mucho más.
En el margen
Cécile C. Eveng “Perdemos amigues y es una pena porque las personas LGTBIQ pueden ayudar a desarrollar África”
La filóloga camerunesa reside actualmente en España y estudia un doctorado en migraciones, cuerpos, negrofobia y vulnerabilidad de personas. Investigar sobre identidades disidentes en su país le ha traído críticas, hasta desde la propia academia.